Algunos amigos solicitaban la continuación de la historia, supongo que la tienen olvidada pero para los que la pedían algo encontré y va.
Claudia es una perra vengativa 75
Y un martes, Nerea en la guardería, Lucía no estaba, Nicolás dormía. Claudia estaba con un vestidito en la cocina, me acerque desde atrás, metí la mano por abajo, le levante un poco el vestido, metí la mano dentro de su bombachita y empecé a acariciarla suavemente, con mi mano izquierda le masajeaba los pechos, la derecha jugaba dulcemente con su botoncito. La arrime a la mesa, de frente a mí, le baje la ropa interior besándola metiéndole lengua mientras la empece a penetrar despacio.
-Que lindo que estés así calentito… me encanta… que quieras cogerme todo el tiempo… te tengo una noticia… pero a la noche en la camita… con tu verga enterrada de nuevo dentro mío… no acabes ahora… así estás bien durito… -seguimos un rato más ella tuvo un par de orgasmos, se la saqué bien dura, liberó sus pechos y se arrodilló delante de mí, jugueteo un rato atrapándola entre sus pechos, se puso de pie y me beso un largo rato. Justo oímos la puerta, Lucía llegaba con su novio. Carlos la vió a Claudia con ese vestido escotado y le costaba disimular, mirar para otro lado, pero trataba de no hacerlo estábamos Lucía y yo. Yo me fui a buscar a Nerea al jardín, Claudia tenía que hacer unos trámites. Me dejó una nota en la cocina, me decía que quería cenar y tenía la marca de un beso suyo con rouge, te amo, decía.
Yo también tomaba el franco los martes, me dedique a jugar con los chicos, nos divertimos un montón, fui de compras al mercado y prepare la cena que me pidió Claudia. Estaba ansioso por acostarme, quería acabar dentro de Claudia sentirme llenándola de leche, estaba obsesionado, quería poseerla de alguna manera pero sentía que se me escapaba por todos lados.
La cena fue normal, se quedo carlos que miraba a Claudia tratando de disimular, su cara roja como siempre, Claudia tenía un escote importante, me hacía gracia la situación, después de acostar los chicos y toda la rutina, yo me acosté primero. Claudia vino al cuarto cerró la puerta y se saco el vestido lenta y sensualmente, un conjunto de ropa interior blanca calada que le quedaba delicioso. Vino hacia mi a montarme, me estuvo cabalgando un rato larguísimo y tuvo su primer orgasmo. Se acostó en la cama para que yo la montara.
-Venga mi potro… monte a su perrita… hágale sentir esa pija bien dura… me encanta vení… -la monté y la fui penetrando lentamente.
-Que me querías contar…?
-Me llamo Jorge… se casa la semana que viene… quiere repetir su regalo…
-Y que le dijiste…?
-Ay amorrrr… -dijo con esa voz de perra caliente- cuando una hembra provoca a los machos… y los machos manifiestan el deseo… hay que complacerlos… -la empecé a bombear bien duro, la quería clavar contra la cama, ella solo gemía.
-Pero sos mi mujer…
-También fui de él… quien me hizo a Lucía…? Mira lo caliente que estás vos… que me recoges seguido… imagínate como debe estar él…
-Que puta sos…
-te gusta…?
-Me gusta que goces… pero no se si quiero que lo veas a él…
-El sábado viene después de la despedida con los amigos… me vas a coger llenita otra vez… le última vez estuviste recaliente…
-Pero me angustia mucho…
-Te receto algún calmante… encima te dejo que me cojas sin forro… podés sentir lo caliente y cremosa que queda mi concha… te encanta perro…
Nos mordimos las bocas y seguimos cogiendo duro hasta llegar. Otra vez acabe un montón y Claudia llegó muy profundo también, se la notaba supercaliente.
A la mañana siguiente, en el desayuno Claudia me dijo:
-Estuve pensando… el sábado podes irte a dar una vuelta y te llamo cuando el se esté por ir… asi le abrís la puerta abajo… no quiero humillarte… quiero gozar la pija de mi ex… sentir lo bien que me llena esa pija deliciosa que tiene… que me calza de maravilla… parece hecha para mis agujeros… sentir como se pone caliente conmigo… su deseo…. Sentirlo dándome su descarga… y después sentir como me coges vos… más caliente que nunca… entre molesto, enojado y recaliente… me encanta como te pones y como me coges… sentir como me penetras caliente… con una corrida de Jorge adentro… -mi pija estaba bien dura, así es difícil pensar en el trabajo me dije. Pero igual sentía que sintonizábamos cada vez más en nuestros deseos y lo cerca que estaban nuestros pensamientos.
Todo era como ella decía, yo no quería estar presente. Pero me angustiaba y me calentaba a la vez encontrarla en la cama, totalmente desnuda, cogida por su ex, con las marcas que el le dejaba, llena de su leche. Me sentía rendido ante sus pies, como si tuviera que disculparme con ella. Ella me dio un beso en la boca apretándome el bulto y me saco de mis pensamientos. Ella se llevaba a Nerea a la guardería y empezaba también Nicolás, su adaptación. Yo fui a buscar la ambulancia, el sol de ese fin de primavera me pegaba en la cara, el aire estaba cargado de oxigeno, ozono o lo que fuera, pero me pareció delicioso, me vino la imagen de Claudia desnuda en la cama abierta de piernas y volví a tener una erección. Ese día trabajaba con el doc, el dueño de la ambulancia, amigo de Claudia y también, porque no, amigo mío.
El doc me miro y dijo que tenía una cara de felicidad inmensa que se alegraba por mi. Le dediqué una gran sonrisa y le dije que estábamos pasando un excelente momento con Claudia, se alegraba mucho.
Claudia es una perra vengativa 75
Y un martes, Nerea en la guardería, Lucía no estaba, Nicolás dormía. Claudia estaba con un vestidito en la cocina, me acerque desde atrás, metí la mano por abajo, le levante un poco el vestido, metí la mano dentro de su bombachita y empecé a acariciarla suavemente, con mi mano izquierda le masajeaba los pechos, la derecha jugaba dulcemente con su botoncito. La arrime a la mesa, de frente a mí, le baje la ropa interior besándola metiéndole lengua mientras la empece a penetrar despacio.
-Que lindo que estés así calentito… me encanta… que quieras cogerme todo el tiempo… te tengo una noticia… pero a la noche en la camita… con tu verga enterrada de nuevo dentro mío… no acabes ahora… así estás bien durito… -seguimos un rato más ella tuvo un par de orgasmos, se la saqué bien dura, liberó sus pechos y se arrodilló delante de mí, jugueteo un rato atrapándola entre sus pechos, se puso de pie y me beso un largo rato. Justo oímos la puerta, Lucía llegaba con su novio. Carlos la vió a Claudia con ese vestido escotado y le costaba disimular, mirar para otro lado, pero trataba de no hacerlo estábamos Lucía y yo. Yo me fui a buscar a Nerea al jardín, Claudia tenía que hacer unos trámites. Me dejó una nota en la cocina, me decía que quería cenar y tenía la marca de un beso suyo con rouge, te amo, decía.
Yo también tomaba el franco los martes, me dedique a jugar con los chicos, nos divertimos un montón, fui de compras al mercado y prepare la cena que me pidió Claudia. Estaba ansioso por acostarme, quería acabar dentro de Claudia sentirme llenándola de leche, estaba obsesionado, quería poseerla de alguna manera pero sentía que se me escapaba por todos lados.
La cena fue normal, se quedo carlos que miraba a Claudia tratando de disimular, su cara roja como siempre, Claudia tenía un escote importante, me hacía gracia la situación, después de acostar los chicos y toda la rutina, yo me acosté primero. Claudia vino al cuarto cerró la puerta y se saco el vestido lenta y sensualmente, un conjunto de ropa interior blanca calada que le quedaba delicioso. Vino hacia mi a montarme, me estuvo cabalgando un rato larguísimo y tuvo su primer orgasmo. Se acostó en la cama para que yo la montara.
-Venga mi potro… monte a su perrita… hágale sentir esa pija bien dura… me encanta vení… -la monté y la fui penetrando lentamente.
-Que me querías contar…?
-Me llamo Jorge… se casa la semana que viene… quiere repetir su regalo…
-Y que le dijiste…?
-Ay amorrrr… -dijo con esa voz de perra caliente- cuando una hembra provoca a los machos… y los machos manifiestan el deseo… hay que complacerlos… -la empecé a bombear bien duro, la quería clavar contra la cama, ella solo gemía.
-Pero sos mi mujer…
-También fui de él… quien me hizo a Lucía…? Mira lo caliente que estás vos… que me recoges seguido… imagínate como debe estar él…
-Que puta sos…
-te gusta…?
-Me gusta que goces… pero no se si quiero que lo veas a él…
-El sábado viene después de la despedida con los amigos… me vas a coger llenita otra vez… le última vez estuviste recaliente…
-Pero me angustia mucho…
-Te receto algún calmante… encima te dejo que me cojas sin forro… podés sentir lo caliente y cremosa que queda mi concha… te encanta perro…
Nos mordimos las bocas y seguimos cogiendo duro hasta llegar. Otra vez acabe un montón y Claudia llegó muy profundo también, se la notaba supercaliente.
A la mañana siguiente, en el desayuno Claudia me dijo:
-Estuve pensando… el sábado podes irte a dar una vuelta y te llamo cuando el se esté por ir… asi le abrís la puerta abajo… no quiero humillarte… quiero gozar la pija de mi ex… sentir lo bien que me llena esa pija deliciosa que tiene… que me calza de maravilla… parece hecha para mis agujeros… sentir como se pone caliente conmigo… su deseo…. Sentirlo dándome su descarga… y después sentir como me coges vos… más caliente que nunca… entre molesto, enojado y recaliente… me encanta como te pones y como me coges… sentir como me penetras caliente… con una corrida de Jorge adentro… -mi pija estaba bien dura, así es difícil pensar en el trabajo me dije. Pero igual sentía que sintonizábamos cada vez más en nuestros deseos y lo cerca que estaban nuestros pensamientos.
Todo era como ella decía, yo no quería estar presente. Pero me angustiaba y me calentaba a la vez encontrarla en la cama, totalmente desnuda, cogida por su ex, con las marcas que el le dejaba, llena de su leche. Me sentía rendido ante sus pies, como si tuviera que disculparme con ella. Ella me dio un beso en la boca apretándome el bulto y me saco de mis pensamientos. Ella se llevaba a Nerea a la guardería y empezaba también Nicolás, su adaptación. Yo fui a buscar la ambulancia, el sol de ese fin de primavera me pegaba en la cara, el aire estaba cargado de oxigeno, ozono o lo que fuera, pero me pareció delicioso, me vino la imagen de Claudia desnuda en la cama abierta de piernas y volví a tener una erección. Ese día trabajaba con el doc, el dueño de la ambulancia, amigo de Claudia y también, porque no, amigo mío.
El doc me miro y dijo que tenía una cara de felicidad inmensa que se alegraba por mi. Le dediqué una gran sonrisa y le dije que estábamos pasando un excelente momento con Claudia, se alegraba mucho.
10 comentarios - Claudia es una perra vengativa 75
hacia tiempo que esperaba la continuacion
dejo puntos
¿Cómo olvidar la historia más morbosa y pajera que se haya escrito sobre cuernos?
1.000 gracias y ojalá siga la continuación.
Abrazo fuerte amigo.