Me estoy bañando en el vestuario después de una dura sesión de spinning, mientras inclino mi cabeza hacia atrás y cierro los ojos, el agua choca mi cara en busca de ese placer que se siente entre el éxtasis y el agotamiento total...poco a poco voy recorriendo mi cuerpo con el jabón, dejando mientras un manto de espuma, voy bajando cada vez más y más hasta llegar a mi tronco...él está duro, los masajes de la ducha lo sedujeron más de la cuenta.
Aún estoy con los ojos cerrados desde hace más de un minuto y no sé si alguien más está en las duchas...no puedo abrirlos y el poder de la excitación gana el momento...no me importa si hay algún hombre mirándome...seguro va a saber entenderme y se reirá o disfrutará también el momento y si le molesta se retirará.
El baño estaba completado...pero mi pene no aguantaba más, por lo que seguí tocándolo, acariciándolo suavemente pero, cada vez con más firmeza. Dentro mío, la sangre comenzaba a corretear, el sudor empezaba a mojarme nuevamente, mi calentura era extrema ya. Todavía sin abrir los ojos, saqué la cabeza de mi pija hacia afuera y la coloqué bajo el fuerte chorro de agua...la sensación era indescriptible, alucinante.
Seguí tocándome, hurgando en mi pene y sentí, poco a poco, un fuerte calor que se comenzaba a dirigirse a él...estaba muy, muy caliente y tenía la necesidad de aguantar un poquito la eyaculación...no dejarla salir para luego explotar de a chorros de semen... allí es cuando pude sentir tus labios, más húmedos que aquella agua...carnosos, cálidos, lujuriosos. Tu lengua envolvía mi pija dura, de lado a lado...tu boca se dejaba penetrar hasta lo más profundo, lo disfrutabas una y otra vez.
Yo, aún sin abrir los ojos, comprendí que vos me habías estado mirando durante algunos minutos; eran tus cortos pero profundos gemidos los que yo había confundido con ruido de lluvia de otra ducha.
Entendí también que en la búsqueda para apagar tu fuego, te habías "equivocado" de vestuario, y me encontraste allí, vulnerable, sólo, hirviendo y no aguantaste en masturbarte mientras mirabas como yo también lo hacía...pudiste haber terminado e irte a escondidas, pero elegiste tomarme, tomarla toda, hasta la última gota.
Y yo aún con los ojos cerrados...
Aún estoy con los ojos cerrados desde hace más de un minuto y no sé si alguien más está en las duchas...no puedo abrirlos y el poder de la excitación gana el momento...no me importa si hay algún hombre mirándome...seguro va a saber entenderme y se reirá o disfrutará también el momento y si le molesta se retirará.
El baño estaba completado...pero mi pene no aguantaba más, por lo que seguí tocándolo, acariciándolo suavemente pero, cada vez con más firmeza. Dentro mío, la sangre comenzaba a corretear, el sudor empezaba a mojarme nuevamente, mi calentura era extrema ya. Todavía sin abrir los ojos, saqué la cabeza de mi pija hacia afuera y la coloqué bajo el fuerte chorro de agua...la sensación era indescriptible, alucinante.
Seguí tocándome, hurgando en mi pene y sentí, poco a poco, un fuerte calor que se comenzaba a dirigirse a él...estaba muy, muy caliente y tenía la necesidad de aguantar un poquito la eyaculación...no dejarla salir para luego explotar de a chorros de semen... allí es cuando pude sentir tus labios, más húmedos que aquella agua...carnosos, cálidos, lujuriosos. Tu lengua envolvía mi pija dura, de lado a lado...tu boca se dejaba penetrar hasta lo más profundo, lo disfrutabas una y otra vez.
Yo, aún sin abrir los ojos, comprendí que vos me habías estado mirando durante algunos minutos; eran tus cortos pero profundos gemidos los que yo había confundido con ruido de lluvia de otra ducha.
Entendí también que en la búsqueda para apagar tu fuego, te habías "equivocado" de vestuario, y me encontraste allí, vulnerable, sólo, hirviendo y no aguantaste en masturbarte mientras mirabas como yo también lo hacía...pudiste haber terminado e irte a escondidas, pero elegiste tomarme, tomarla toda, hasta la última gota.
Y yo aún con los ojos cerrados...
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