Me llamo Rafael
Hoy tengo 34 años, soy Arquitecto
Esta historia paso hace como diez años. Yo jugaba al rugby en un club de zona norte, un cheto sí. En ese momento no tenía novia fija así que andaba a los tiros por todos lados, fachero, alto, buen cuerpo, trabajado fibroso, rugbier, ojitos claros, callado. Tenía las minas que quería, todas las que me quise coger me las cogí. Un depredador
Menos una, la veía en el club, siempre y en la facultad aunque era más chica, un par de años, divina, Mercedes, Mecha, chiquitita, con un cuerpito bien formadito, apretadito, fibroso también unas tetitas divinas, bueno tetitas para mí que soy un rustico de 1,90, en su 1,55 eran tetas, hermosa, un petardo comestible. Siempre había algún aguilucho rondándola, no tenía fama de putita pero había salido con varios de mis amigos, bueno con dos.
La cosa arranco así, estábamos a un partido del campeonato, Fernando estaba pirateando con Mecha porque tenía novia, solo lo sabíamos el Gallego, Mariano y yo. Mecha también había tenido una historia con el Gallego que había terminado hacia mucho. Una tarde en lo Mariano, el único casado, se les escapo al Gallego y a Fer que capaz que Meque se dejaba enfiestar, el tema era encontrar la excusa.- Una apuesta - les digo – si ganamos el partido la enfiestamos un mes en una quinta que nosotros pagamos y perdemos sigue como esta – era una oportunidad de estar con ella, a los chicos les gustó la idea, y se lo propusieron. Ella se quiso encontrar con nosotros. Nos encontramos, nos presentamos, tenía un perfume riquísimo, me puso mimoso eso, todos hablaban, yo no escuche nada, solo le miraba las tetas.
Cuando se va, saluda a todos con un beso, tenía puesto un short de esas telas livianitas y flojas, cuando se acercó a mí, los otros estaban pagando, no sé qué hacían, re zarpado le mande la mano por abajo del short y con un dedo le alcance el hoyo, pensé que me zopapeaba ahí, pero no, tampoco cruzamos miradas. Se fue. Yo volví a mi casa directo a hacerme una paja.
Ganamos el partido, el campeonato. Mecha estaba en el club recién ahí nos miramos, me la hubiese cogido ahí, estaba divina, como siempre con una remerita que le marcaba bien las tetas….
Los chicos buscaron la casa con ella, alquilaron, todo, de eso se encargaron ellos, yo solo les sugerí un par de lugares por donde ver casa. A la semana se instaló, los primeros en ir fueron Fernando y el Gallego.
Llegó el día, los chicos no iban, es hoy pensé y me mande, no le avise.
Entre de una a la casa, estaba leyendo en el sillón, se asustó, me hice el interesante le clave la mirada, me senté y fui directo a manosearle la conchita, casi me muero de la emoción!!!!, le hubiese arrancado la ropa, pero no, decidí tratarla como una putita, no sabía como pero algo se me iba a ocurrir. No tenía la concha muy mojada, claro no esperaba a nadie.
Sacate todo – le digo y yo también me desvisto, pensé que me explotaba la cabeza, que petardo divino me iba a comer esa noche. Nos miramos desnudos y nos empezamos a reír, las diferencias de tamaño eran bizarras.
Me senté con las piernas abiertas – haceme un pete y no te toques – le dije, se acomodó entre mis piernas se prendió a la verga y empezó a petear, ahhhhhhhhhhhhhhhh no le entraba toda en la boca, pero la chupo, la lamio, la beso, la pajeo con las manos, se la hundía hasta la garganta, bah hasta donde podía abrir la boca y con carita de “no me vas a ganar”.
Me puse en forro y agarre el libro que ella leía, era de una actriz porno, no sé, la onda era “no me interesas mucho”, que pelotudo porque la pija me delataba, estaba lleno de leche no pensaba.
Aumento el ritmo del peteo, parecía que se la iba a comer posta, solté el libro y le marque el ritmo agarrándole la cabeza con una mano, se me venía la leche, el cuerpo se me puso tenso – trágatela toda – me salió, ella estaba en llamas los pezones duros los muslos chorreados de los jugos que le caían de la concha – ahhhhhh – ahhhhhhhhh!!!! – trágate la leche y déjamela limpia – le dije, seguí empujándole la cabeza, le solté unos chorros de leche en la boca, ella se tragó todo y siguió pajeandome mientras la limpiaba, le caían gotas sobre las tetas, si seguía un minuto más me explotaba todo, la senté en la mesita ratona, ayyyyyyy!!!!! estaba caliente chorreada, con leche en las tetas, de una le mande dedos a la concha estaba a punto caramelo, me puse guarro – que concha hermosa tenes putita! – le saco los dedos, los junto con la leche que tenía en las tetas y se lo desparramo, le agarro los pezones se los pellizco suavecito y los tiro, ella se mordía el labio.
Ponete en cuatro y abrí las piernas – le dije, cuando abrió el orto, me tuve que contener de no mandarle la varga ahí!!!!!, no, mejor después pensé, le desparramé los jugos de la concha por la raja para lubricarla y le metí un dedo, salto, se quejó, se lo serruche un rato, el ojetito se abrió un poquitito ella relajó el cuerpo, había llevado un abridor anal, un amigo de un sex shop me lo recomendó se lo mande- sácalo!!!- me grita – me molesta!!! – no le dí bola, fui hasta el cuarto y le traje un vestidito cortito – ponete esto y vamos, el abridor se queda ahí hasta la vuelta”. Estaba re zafado mal.
Fuimos a una pizzería cerca del río, le tiro unos mangos al mozo para que arme una mesa lo más alejada posible. Hablaba yo, le dije que yo no era como los otros, la íbamos a coger cuando tuviese ganas y que hacía rato le tenía ganas. Apenas me contesto incomoda por el abridor seguro.
Volvíamos, le pido que se saque el vestido y me petee sin pajearse, hizo todo. Vi que había unos pibes en un auto todo roto, bajé la ventanilla y dejo que le vean el orto con el abridor. Se pusieron como locos lo pibes gritaban de todo. Pasmos el peaje, acelere y los perdí, ella seguía peteando como una campeona. Hice un esfuerzo y no la toque. Llegamos a la casa – tirate en el sillón y esperame – le dije, fui a buscar los forros, volví estaba ahí en bolitas, mojada y esperándome.-
La agarré de los tobillos para abrirla como una V, le arrime la cabeza a la puerta de la concha, me ayude con una mano, cuando entro el bombeo fue frenético, la verga se perdió en la concha, no me importo si le dolía o algo, empezó a gemir, bajito, eso me ponía más loco todavía, las tetas le saltaban por todo el pecho, le pejee el clítoris le mande dedo a lo loco!!!, aumente el ritmo de bombeo, estaba loco, ella dejo de gemir y empezó a gritar, no pude más y hice una palomita sobre las tetas, las bese, las mordí, las amasé, le tire de los pezones, las lamí como a un helado, se las agarraba las ponía juntas con los pezones mirándome y se los chupaba enloquecido, se la saque y me senté en una silla, subite – le digo, se la clavo sin chistar, los pies no le llegaban al piso, yo marcaba el ritmo, le agarre los cachetes del orto y se los abrí y la bombee. Se arqueaba hacia atrás y acababa gimiendo como una perra, me dejaba lleno de jugos – cógeme vos! – dije se movía meneándo la cadera con la verga adentro, se apoyaba sobre mis pectorales me pellizcaba las tetillas, eso me ponía más al palo!!!!, le agarre las tetas de nuevo se las amase fuerte ella siguió metiendo y sacando el culo, pasaba el clítoris por la base de la verga, y se arqueaba más y gemía más. Se la saque y la puse en cuatro en la mesita, le abrí la cachas y le saque el chupete, el ojetito abierto era para un cuadro, ahí le mando dedo, dos, al orto de una y le pajeo la concha otra vez, ella gritaba – hijo de puta me vas a romper todaaaaaaaaahhhh ¡!!! La bombeo como un perro la siento acabar de nuevo, los gritos me calientan más acelero el bombeo, siento como se me llena la pija de leche, Ahhhhhhh ahhhhhhhhhhhhhhhh ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh la puta madre hija de puta!!!! Le saco los dedos del orto, de espaldas me la siento encima pero no se la saco ella se recuesta sobre mí, le paso las manos de las tetas al clítoris y la dejo salir sola, no doy más.
Mostrame como te quedo – le digo quería ver si la había lastimado pobre flaca, se abrió mostrándome el asterisco cerradito y apretado, hermoso!!!!, le pase la mano, despacio – apretadito como me gusta a mí!, escúchame bien – le digo serio – este es nuestro secreto, el culo te lo hago yo, con los otros te fíjate como no lo haces, pero es mío y ese cuerpito chiquito pero potente también, hermosa, me vas a matar de un ataque de leche!- Le pegue un chirlo le rompí la boca de un beso y me fui a bañar con ella, obvio.-
Después de una ducha, franela y manoseo re caliente, le metí mano en todos lados, baje a comer, estaba muerto de hambre, ella vino conmigo, ahí le tiro que voy a usar juguetes con ella porque me gustan y que al otro día los íbamos a comprar, juntos. No dijo nada. La senté en la barra y le agarre las tetas, de nuevo, me encantaban! Era como tocar un durazno maduro, se las chupe, las mordí, las sobe, las acaricie, las pellizque, las agarre como dos naranjas con los pezones, ahhh lo pezones!!!!, apuntándome, ella gemía bajito, se le notaba en la cara, y le largo – son hermosas, esa zanjita mmmm!!!- le pase la lengua entre las tetas - para para una turca no alcanzan pero para dormir ahí ahora si -, me pego en un brazo medio enojada y subió.
Nunca había tratado así a una mina, no sé de donde me salía todo eso que le decía. Aproveche que no estaba y le mande wap al Laucha, el del sex shop, para avisarle que al otro día iba, con ella. Subí y me acosté con ella que ya se había dormido, flojita pensé y no me acuerdo más.-
Hoy tengo 34 años, soy Arquitecto
Esta historia paso hace como diez años. Yo jugaba al rugby en un club de zona norte, un cheto sí. En ese momento no tenía novia fija así que andaba a los tiros por todos lados, fachero, alto, buen cuerpo, trabajado fibroso, rugbier, ojitos claros, callado. Tenía las minas que quería, todas las que me quise coger me las cogí. Un depredador
Menos una, la veía en el club, siempre y en la facultad aunque era más chica, un par de años, divina, Mercedes, Mecha, chiquitita, con un cuerpito bien formadito, apretadito, fibroso también unas tetitas divinas, bueno tetitas para mí que soy un rustico de 1,90, en su 1,55 eran tetas, hermosa, un petardo comestible. Siempre había algún aguilucho rondándola, no tenía fama de putita pero había salido con varios de mis amigos, bueno con dos.
La cosa arranco así, estábamos a un partido del campeonato, Fernando estaba pirateando con Mecha porque tenía novia, solo lo sabíamos el Gallego, Mariano y yo. Mecha también había tenido una historia con el Gallego que había terminado hacia mucho. Una tarde en lo Mariano, el único casado, se les escapo al Gallego y a Fer que capaz que Meque se dejaba enfiestar, el tema era encontrar la excusa.- Una apuesta - les digo – si ganamos el partido la enfiestamos un mes en una quinta que nosotros pagamos y perdemos sigue como esta – era una oportunidad de estar con ella, a los chicos les gustó la idea, y se lo propusieron. Ella se quiso encontrar con nosotros. Nos encontramos, nos presentamos, tenía un perfume riquísimo, me puso mimoso eso, todos hablaban, yo no escuche nada, solo le miraba las tetas.
Cuando se va, saluda a todos con un beso, tenía puesto un short de esas telas livianitas y flojas, cuando se acercó a mí, los otros estaban pagando, no sé qué hacían, re zarpado le mande la mano por abajo del short y con un dedo le alcance el hoyo, pensé que me zopapeaba ahí, pero no, tampoco cruzamos miradas. Se fue. Yo volví a mi casa directo a hacerme una paja.
Ganamos el partido, el campeonato. Mecha estaba en el club recién ahí nos miramos, me la hubiese cogido ahí, estaba divina, como siempre con una remerita que le marcaba bien las tetas….
Los chicos buscaron la casa con ella, alquilaron, todo, de eso se encargaron ellos, yo solo les sugerí un par de lugares por donde ver casa. A la semana se instaló, los primeros en ir fueron Fernando y el Gallego.
Llegó el día, los chicos no iban, es hoy pensé y me mande, no le avise.
Entre de una a la casa, estaba leyendo en el sillón, se asustó, me hice el interesante le clave la mirada, me senté y fui directo a manosearle la conchita, casi me muero de la emoción!!!!, le hubiese arrancado la ropa, pero no, decidí tratarla como una putita, no sabía como pero algo se me iba a ocurrir. No tenía la concha muy mojada, claro no esperaba a nadie.
Sacate todo – le digo y yo también me desvisto, pensé que me explotaba la cabeza, que petardo divino me iba a comer esa noche. Nos miramos desnudos y nos empezamos a reír, las diferencias de tamaño eran bizarras.
Me senté con las piernas abiertas – haceme un pete y no te toques – le dije, se acomodó entre mis piernas se prendió a la verga y empezó a petear, ahhhhhhhhhhhhhhhh no le entraba toda en la boca, pero la chupo, la lamio, la beso, la pajeo con las manos, se la hundía hasta la garganta, bah hasta donde podía abrir la boca y con carita de “no me vas a ganar”.
Me puse en forro y agarre el libro que ella leía, era de una actriz porno, no sé, la onda era “no me interesas mucho”, que pelotudo porque la pija me delataba, estaba lleno de leche no pensaba.
Aumento el ritmo del peteo, parecía que se la iba a comer posta, solté el libro y le marque el ritmo agarrándole la cabeza con una mano, se me venía la leche, el cuerpo se me puso tenso – trágatela toda – me salió, ella estaba en llamas los pezones duros los muslos chorreados de los jugos que le caían de la concha – ahhhhhh – ahhhhhhhhh!!!! – trágate la leche y déjamela limpia – le dije, seguí empujándole la cabeza, le solté unos chorros de leche en la boca, ella se tragó todo y siguió pajeandome mientras la limpiaba, le caían gotas sobre las tetas, si seguía un minuto más me explotaba todo, la senté en la mesita ratona, ayyyyyyy!!!!! estaba caliente chorreada, con leche en las tetas, de una le mande dedos a la concha estaba a punto caramelo, me puse guarro – que concha hermosa tenes putita! – le saco los dedos, los junto con la leche que tenía en las tetas y se lo desparramo, le agarro los pezones se los pellizco suavecito y los tiro, ella se mordía el labio.
Ponete en cuatro y abrí las piernas – le dije, cuando abrió el orto, me tuve que contener de no mandarle la varga ahí!!!!!, no, mejor después pensé, le desparramé los jugos de la concha por la raja para lubricarla y le metí un dedo, salto, se quejó, se lo serruche un rato, el ojetito se abrió un poquitito ella relajó el cuerpo, había llevado un abridor anal, un amigo de un sex shop me lo recomendó se lo mande- sácalo!!!- me grita – me molesta!!! – no le dí bola, fui hasta el cuarto y le traje un vestidito cortito – ponete esto y vamos, el abridor se queda ahí hasta la vuelta”. Estaba re zafado mal.
Fuimos a una pizzería cerca del río, le tiro unos mangos al mozo para que arme una mesa lo más alejada posible. Hablaba yo, le dije que yo no era como los otros, la íbamos a coger cuando tuviese ganas y que hacía rato le tenía ganas. Apenas me contesto incomoda por el abridor seguro.
Volvíamos, le pido que se saque el vestido y me petee sin pajearse, hizo todo. Vi que había unos pibes en un auto todo roto, bajé la ventanilla y dejo que le vean el orto con el abridor. Se pusieron como locos lo pibes gritaban de todo. Pasmos el peaje, acelere y los perdí, ella seguía peteando como una campeona. Hice un esfuerzo y no la toque. Llegamos a la casa – tirate en el sillón y esperame – le dije, fui a buscar los forros, volví estaba ahí en bolitas, mojada y esperándome.-
La agarré de los tobillos para abrirla como una V, le arrime la cabeza a la puerta de la concha, me ayude con una mano, cuando entro el bombeo fue frenético, la verga se perdió en la concha, no me importo si le dolía o algo, empezó a gemir, bajito, eso me ponía más loco todavía, las tetas le saltaban por todo el pecho, le pejee el clítoris le mande dedo a lo loco!!!, aumente el ritmo de bombeo, estaba loco, ella dejo de gemir y empezó a gritar, no pude más y hice una palomita sobre las tetas, las bese, las mordí, las amasé, le tire de los pezones, las lamí como a un helado, se las agarraba las ponía juntas con los pezones mirándome y se los chupaba enloquecido, se la saque y me senté en una silla, subite – le digo, se la clavo sin chistar, los pies no le llegaban al piso, yo marcaba el ritmo, le agarre los cachetes del orto y se los abrí y la bombee. Se arqueaba hacia atrás y acababa gimiendo como una perra, me dejaba lleno de jugos – cógeme vos! – dije se movía meneándo la cadera con la verga adentro, se apoyaba sobre mis pectorales me pellizcaba las tetillas, eso me ponía más al palo!!!!, le agarre las tetas de nuevo se las amase fuerte ella siguió metiendo y sacando el culo, pasaba el clítoris por la base de la verga, y se arqueaba más y gemía más. Se la saque y la puse en cuatro en la mesita, le abrí la cachas y le saque el chupete, el ojetito abierto era para un cuadro, ahí le mando dedo, dos, al orto de una y le pajeo la concha otra vez, ella gritaba – hijo de puta me vas a romper todaaaaaaaaahhhh ¡!!! La bombeo como un perro la siento acabar de nuevo, los gritos me calientan más acelero el bombeo, siento como se me llena la pija de leche, Ahhhhhhh ahhhhhhhhhhhhhhhh ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh la puta madre hija de puta!!!! Le saco los dedos del orto, de espaldas me la siento encima pero no se la saco ella se recuesta sobre mí, le paso las manos de las tetas al clítoris y la dejo salir sola, no doy más.
Mostrame como te quedo – le digo quería ver si la había lastimado pobre flaca, se abrió mostrándome el asterisco cerradito y apretado, hermoso!!!!, le pase la mano, despacio – apretadito como me gusta a mí!, escúchame bien – le digo serio – este es nuestro secreto, el culo te lo hago yo, con los otros te fíjate como no lo haces, pero es mío y ese cuerpito chiquito pero potente también, hermosa, me vas a matar de un ataque de leche!- Le pegue un chirlo le rompí la boca de un beso y me fui a bañar con ella, obvio.-
Después de una ducha, franela y manoseo re caliente, le metí mano en todos lados, baje a comer, estaba muerto de hambre, ella vino conmigo, ahí le tiro que voy a usar juguetes con ella porque me gustan y que al otro día los íbamos a comprar, juntos. No dijo nada. La senté en la barra y le agarre las tetas, de nuevo, me encantaban! Era como tocar un durazno maduro, se las chupe, las mordí, las sobe, las acaricie, las pellizque, las agarre como dos naranjas con los pezones, ahhh lo pezones!!!!, apuntándome, ella gemía bajito, se le notaba en la cara, y le largo – son hermosas, esa zanjita mmmm!!!- le pase la lengua entre las tetas - para para una turca no alcanzan pero para dormir ahí ahora si -, me pego en un brazo medio enojada y subió.
Nunca había tratado así a una mina, no sé de donde me salía todo eso que le decía. Aproveche que no estaba y le mande wap al Laucha, el del sex shop, para avisarle que al otro día iba, con ella. Subí y me acosté con ella que ya se había dormido, flojita pensé y no me acuerdo más.-
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