En ese momento me sentía impotente, sin saber que hacer tenia la mente en blanco, lo único que podia pensar era en rescatarla entre en la habit6acion y encendí la luz despertando a Kameko de golpe.
-- ¿Se puede saber que pasa...? ...-- dijo Kameko despertándose y aun medio somnolienta mientras me veía de un sitio a otro cogiendo la ropa para vestirme.
-- Al parecer han secuestrado...a Christine...y quieren un intercambio con ella...la reunión será en la iglesia derruida cerca de aquí...Pero no puedes ir sola sabes de sobra que no volverás que es una trampa...-- dijo Aoi preocupada sabiendo lo que iba a pasar, sabia perfectamente que era una locu5ra pero no queria involucrarlas mas, esto ya era personal.
-- No pienso dejarte ir sola...lo sabes de sobra...-- dijo Kameko mientras se levantaba y cogia la ropa para vestirse.
-- Podríamos trazar algún plan...y pillarlos por sorpresa...-- dijo Aoi intentando darle la vuelta a la situación de alguna manera y encontrar una salida.
-- Escuchad os lo agradezco mucho...pero esta vez tengo que ir sola...no voy a involucraros mas...sabéis de sobra que no os he pedido nunca nada...pero ahora quiero hacer esto sola...no puedo involucraros en esto...es personal muchas gracias por todo...-- dije despidiéndome de ellas como si todo aquello fuera el final aunque no sabia lo que iba a pasar, ni siquiera aquella despedida las detendría.
-- No puedes dejarnos fuera...somos tus amigas y no pensamos dejarte sola...-- dijo Kameko con tono de enfado y la comprendía, al fin se encontraba a gusto y me había cogido mucho cariño lo mismo que yo a ella.
-- Lo siento...pero no quiero que me sigáis...ya nos veremos...-- dije mientras salía corriendo y dando un portazo a mi espalda baje las escaleras todo lo rápido que pude, enguanto salí por la puerta del edificio sentí el aire fresco de la noche golpearme, mire al cielo por un momento y vi la luna llena como si me mirara avance por la calle desierta en silencio solo roto por los camiones de basura que se paseaban haciendo su trabajo, cruce al otro lado de la calle y me quede por un instante mirando a la ventana y las vi allí a las dos observándome como si fuera la ultima vez que nos viésemos, no pude mas que emocionarme y casi ponerme a llorar , no podia imaginar perderlas y todo lo que había conseguido por esta maldita cosa que llevaba dentro por mi podían quedársela para ellos y hacer lo que quisieran solo queria librarme.
Empecé a andar deprisa por la calle en dirección hacia la iglesia no tarde mucho en dar con ella me quede por un momento mirándola desde lejos era muy alta estaba casi en ruinas pero aun se conservaba podia ver los ventanales de colores rotos y partes del campanario estaba derruido al menos la puerta estaba entera, me fui acercando cuando casi estaba a su altura aparecieron dos encapuchados como si me invitaran a entrar, cosa que me sorprendió e hizo que me detuviera en seco.
-- ¿Donde esta Christine...?...-- pregunte con tono de enfado y esperando alguna respuesta.
-- Vaya al parecer has venido sola...No te preocupes...Christine se encuentra en perfectas condiciones...Acompáñanos...-- dijo uno de los encapuchados ofreciéndome a seguirlo de momento todo iba bien pero no sabia donde me estaba metiendo.
Uno de ellos abrió la puerta el interior era bastante grande tenia los bancos casi destruidos había partes de ellos por todas partes, las estatuas de los santos estaban destruidas y lo poco que quedaba de ellas estaban por el suelo, aquello tenia un olor a extraño como a incienso aunque no observe que hubiera ninguno encendido por allí, nos acercamos hasta el pulpito era una mesa de mármol que aun se conservaba pero tenia algo de moho por su superficie las, paredes estaban todas con agujeros por los que se podían ver el ladrillo.
Al momento uno de ellos aparto una alfombra raída y descubrió una entrada en el suelo una especie de trampilla que al momento la abrió el olor que salio de allí era a humedad, bajamos por una escalera algo angosta uno de los encapuchados iba delante MIA y otro detrás en fila india pasamos por unos pasillos iluminados solo por algunas antorchas, la luz de estas parecía jugar con nuestras sombras que aparentaban estar mas vivas de lo normal pasamos por delante de varias puertas que eran estancias como pequeños almacenes.
Avanzamos durante un rato cuando al fin llegamos a una puerta metálica, al abrirla rechinido retumbando en todo el sitio, al entrar pude ver una estancia bastante grande era parecida a la del otro edificio, al fondo estaba aquella figura de aquel demonio que estaba arrodillado y en una de sus manos había una especie de paneles oscuros, la habitación estaba hecha de mármol de un color rojizo enfermo y tenia varias columnas en el centro pude ver a Christine tumbada en el suelo y atada dentro de un circulo con una especie de pentágono invertido dibujado de color negro y con varios símbolos que no tenia ni idea de que significaban, había una figura encapuchada a su cabeza de pie sosteniendo un cuchillo en sus manos una especie de daga curva, aquello parecía ser una especie de ritual.
-- Christine !!!...Soltadla...-- dije casi lanzándome hacia ella pero al instante fui parada en el sitio por uno de ellos de detrás de las columnas aparecieron unos cuantos encapuchados mas, al parecer habían venido para el ritual.
-- Vaya al fin estas aquí...sabes la que hemos tenido que hacer para poder realizar esto...No queria secuestrarla...pero no me dejaste opción...además teníamos otra alternativa por si no podíamos con ella...-- dijo la profesora de gimnasia mientras se quitaba la capucha enseguida me señalo a aquellos paneles oscuros que resultaron ser espejos y en el centro estaba Etsuko en una silla atada y amordazada, parecía que estaba inconsciente
-- Ya me tenéis a mi ahora soltadla...ella no tiene nada que ver...-- dije casi gritando no podia creer que hubieran hecho aquello, no tenían escrúpulos para conseguir lo que querían
-- No te preocupes...en cuanto el ritual este hecho la soltaremos...te doy mi palabra...--dijo la profesora casi sonriendo maliciosamente sabia que no podia confiar en su palabra pero no tenia ninguna baza para jugarla.
-- Muy bien ya estoy aquí...¿Que es lo que quieres que haga...?...-- dije esperando lo que iba a hacer, solo queria que terminara y salir de allí con ellas sanas y salvas.
-- Preparad el otro pentágono...la hora se aproxima....-- dijo la profesora de gimnasia mientras aquellos encapuchados iban trazando un circulo idéntico al que se encontraba Christine atada, no podia hacer nada solo quedarme mirando lo que hacían, al fin tendrían lo que querían.
Mientras estaban dibujando aquello y preparándolo me quede observando la estatua no se por que pero me parezco incluso que aquellos ojos fríos me miraban eran casi hipnotizantes, tenia una sensación escalofriante que recorría todo mi cuerpo algo me decía que no saldríamos de allí con vida ninguna.
-- Listo...-- dijo uno de los encapuchados mientras se retiraba una vez hubieron terminado de dibujarlo.
Al momento la profesora se acerco a mi muy despacio moviendo la daga de un sitio hacia otro la puso en mi cuello, pude sentir el frió metal incluso lo afilada que estaba y como se deslizaba por mi piel, con un poco mas de fuerza podría atravesarme el cuello, por dentro estaba aterrorizada pero sabia que no podían hacerme daño si me querían para algo.
La daga bajo y empezó a cortar mi ropa en un momento estaba completamente por la mitad en el suelo, al momento se apresuraron para ponerme unos grilletes y tumbarme en el suelo, pude ver a Christine con los ojos cerrados a mi lado parecía incluso que estaba muerta pero podia ver como su pecho subía y bajaba, no podia mas que esperar y rezar por que todo aquello terminara lo antes posible.
Empecé a escuchar unos cánticos muy extraños, el ambiente casi de inmediato empezó a tornarse algo mas pesado, no se si fuera mi imaginación o algo pero notaba como si las paredes comenzaran a vibrar, al momento empecé a notar aquel sueño como si me desmayara, y dejara lugar a la otra personalidad, notaba como poco a poco aquel sello que tenia empezaba a retirarse bajo la presión de aquel monstruoso miembro caliente palpitante y erguido en todo su esplendor y como mi otra personalidad tomaba el control estaban forzando el cambio de alguna forma intente resistirme pero cada vez que me concentraba la cabeza me dolía muchísimo.
Pasado un rato vi como desde mi posición la profesora se acercara a donde estábamos enarbolo la daga por encima de su cabeza pensé que seria el fin de una de nosotras pero enseguida vi que la clavo de un solo golpe en el centro de nosotras como si aquello sirviera de unión.
En ese momento sentí como si mi cuerpo se convulsionara sentía un dolor tremendo no pude mas que gritar con todas mis fuerzas era como si me estuvieran arrancando el alma, era espantoso, pero en aquel instante vi como uno de aquellos encapuchados cayo al suelo, resbalando por el no sabia lo que había pasado pero me lo imaginaba y eso que les dije que no vinieran.
-- Vaya y yo que pensaba que me iba a perder la fiesta...-- dijo Kameko pasándose el dedo por la nariz y preparándose para la pelea, pero en cuanto sus ojos se fijaron en Etsuko que estaba al fondo atada en esa silla, su rostro cambio de golpe, era como si la bestia que tenia dentro hubiera despertado nunca la había visto de esa forma.
-- ¿Pensaste que te íbamos a dejar sola...?...Recuerda que eres la presidenta del club...-- dijo Aoi mientras me guiñaba un ojo y me sonreía alegremente como siempre.
-- Soltad de inmediato a Etsuko...-- dijo Kameko completamente enfadada a medida que avanzaba hacia ellos parecía como si fuera una bestia desatada varios de ellos se lanzaron, pero Kameko con varios movimientos se deshizo de ellos con facilidad tirándolos al suelo.
-- No creo que debierais haber hecho eso...-- dijo Aoi con un tono entre preocupación y risa viendo como caían los encapuchados uno tras otro.
Al momento la profesora se acerco a mí arranco la daga del suelo de un tirón y la puso en mi cuello, las luces repentinamente empezaron a parpadear era como si el ritual se hubiera roto de alguna forma, ya no sentía aquella sensación, pero sabia que algo había ocurrido me sentía distinta de alguna forma.
-- Suéltala...Cobarde...-- dijo Kameko al momento en cuent6o vio que me estaba amenazando.
-- Fuera de aquí...si no queréis ver su cuello cortado...-- dijo la profesora poniéndome nuevamente el metal en el cuello esta vez con un poco mas de fuerza incluso sentí que me corto un poco.
Aoi y Kameko no sabían que hacer estaban como paralizadas, al parecer Aoi no tenia un plan de emergencia para esto, no pudieron mas que retirarse un poco hacia atrás.
-- ¿Sabes que...?...Es mejor que nos vayamos...-- dijo Aoi dándose la vuelta en esto Kameko se quedo sorprendida por lo que había dicho, yo lo mismo no sabia lo que estaba pensando.
-- Se puede saber que es lo que te pasa...no pienso dejar a Etsuko en las manos de estos tipos...-- dijo Kameko completamente furiosa, por la decisión de Aoi, mientras la miraba con rabia.
-- Hazme caso es mejor que nos retiremos de momento...-- dijo Aoi mientras se retiraba Kameko aun no comprendía el por que pero sabia que tenia algo en mente.
Kameko se retiro un poco pero aun tenia el rostro inundado por la furia, aunque no podia apartar la vista de Etsuko que estaba al final de la sala.
Al momento sentí como si alguien cayera al suelo y era la profesora no entendía como había sido pero cuando pude alzar la cabeza me di cuenta que era aquella chica que habíamos intentado salvar de aquel apartamento, me sentí mejor de haberla visto, bestia la vieja manta aquella y me miraba con unos ojos como desesperados y llorosos.
Sostenía una especie de roca en sus manos al momento la soltó, Aoi se acerco a mi corriendo y Kameko viendo que me encontraba bien salio corriendo para desatar a Etsuko de su prisión.
Mientras Aoi me desataba y seguidamente a Christine se quedo por unos momento mirando a aquella chica y no pudo mas que sonreírle enseguida le tendió una mano para ofrecerle su ayuda que tímidamente acepto como si aquello fuera un regalo del cielo para ella.
En cuanto Etsuko hubo desatado y cogido en brazos a Etsuko salimos de allí corriendo Aoi tomo en sus brazos a Christine aquel sitio empezó a temblar, al parecer le ritual no había sido completado y las paredes empezaron resquebrajarse, pasamos por aquel pasillo que poco a poco iba derrumbándose a nuestro paso dejando enterrado aquel lugar para siempre y a la profesora con el, pero sabia que no pararían hasta obtener lo que querían cuando al final salimos de aquel sitio vimos como una humareda salía de la escotilla enterrando aquel sitio para siempre, no pude mas que respirar aliviada, pero algo extraño pasaba me sentía como si mi otra personalidad pudiera controlarla, aquella chica al instante cayo al suelo desmayándose, lo mas seguro por el esfuerzo, en cuanto se desplomo pude ver que también tenia un gran miembro que le llegaba hasta el centro de sus pechos se podría decir que incluso rivalizaba con el mío, pero en ese momento no pude mas que recogerla no parecía que pesara mucha como pudimos salimos de aquella iglesia notando el aire fresco de la noche en mi cuerpo desnudo mire a la luna nuevamente dándole las gracias por haber salido de allí.
Nos dimos toda la prisa que pudimos para llegar al apartamento de Aoi sin que nadie nos viera por suerte no hubo nadie pero sabia que la hora de que la gente se despertara estaba cerca, aquel día no podríamos ir a clase y no creo que fuéramos.
Una vez entramos Aoi coloco a Christine sobre el sofá esperando que despertara fue hacia el cuarto de baño para coger una toalla y echarle agua fría, yo casi de inmediato lleve a la chica hacia el cuarto lo mismo que Kameko soltando a ambas en la cama.
-- Kameko hazme un favor...cuídala...tengo que ocuparme de Christine...-- dije al menos que estuviera atendida, queria ver que había pasado con Christine y si se encontraba bien.
En cuanto me acerque a Christine para verla Aoi se me quedo mirando extrañada por un momento no paraba de mirarme a los ojos.
-- ¿Que pasa...?...¿Tengo algo en la cara...? ...-- pregunte extrañada mientras Aoi me miraba con una cara de asombro que no entendía.
-- No se la verdad, normalmente cuando dejas de estar excitada... El color de tus ojos vuelve a la normalidad verdad...?...-- pregunto Aoi mientras seguía mirándome a los ojos.
-- Si claro desaparecen y vuelven a la normalidad por que...?...-- dije mientras me dirigía al espejo para ver que es lo que me pasaba.
Cuando mire mi reflejo vi que aquellos ojos rojizos y su pupila en forma de serpiente seguían estando lo mismo que aquel monstruoso miembro no había desaparecido.
--¿Pero que demonios me pasa...? ...-- dije con tono de miedo al ver ese reflejo monstruoso delante mía no sabia que era así cuando me transformaba, era aterrador pero a la vez atractivo en cierta forma.
-- Tranquila seguro que podemos hacer algo...A lo mejor en la tienda de Christine haya algún libro...que nos pueda ayudar...-- dijo Aoi mientras se quedaba mirándome, su mirada era como si fuera atraída hacia mi, en sus ojos podia ver incluso la lujuria que estaba controlando, en cuanto me fije preferí cambiar de tema y ver como se encontraba Christine.
-- Será mejor que nos ocupemos de Christine... voy a ver si me pudo poner algo aunque va a ser algo difícil con esto...-- dije mientras iba a la habitación, una vez entre vi como Kameko estaba poniendo toallas de agua helada sobre la frente de la chica nueva y sobre Etsuko que le apartaba el pelo de la frente de manera muy delicada.
Empecé a rebuscar entre la ropa mirando si podia ponerme algo e intente combinar una de las camisetas que tenia con un osito de peluche en la parte delantera y uno de los pantalones de Aoi que me quedaban algo grandes al menos disimularía aquella cosa.
-- ¿Como se encuentran...?...-- pregunte curiosamente, mientras Kameko seguía poniendo paños de agua fría.
-- De momento no han despertado....solo espero que lo hagan si no juro por Etsuko que no dejare piedra sobre piedra en esa academia hasta que descubra lo que ha pasado...-- respondió Etsuko mientras retorcía una toalla con toda su fuerza, solo pensé que si fuera el cuello de uno de ellos ya habría muerto en el acto.
-- Akemi podrías venir un momento...Creo que esto te interesara....-- dijo Aoi con un tono de preocupación, del que no me hubiera gustado escuchar.
-- Tu sigue con ellas...¿Que pasa...? ...-- pregunte extrañada mientras me acercaba a ella para comprobar si estaba bien pero aquello llego a superarme al ver lo que observe.
-- La verdad no sabría como explicarlo...pero puede ser un efecto secundario al no realizarse por completo el ritual...-- dijo Aoi con algo de miedo al ver aquello no sabia de donde había salido.
-- ¿Pero como...?...Si es hasta mas grande que la mía...No...No puede ser...No queria que le pasase nada de esto a ella...o se viese involucrada...-- dije asustada al ver como Christine tenia algo parecido a lo mío y que se marcaba en su ropa de sobremanera.
-- Por ahora no podemos hacer nada solo esperar además ya mismo amanecerá...y tengo que ir a clase...le diré a Ashley que venga aquí para que vea esto pero...no creo que pueda hacer mucho es mejor que me arregle algo y vaya cogiendo las cosas ustedes es mejor que se queden aquí para ver si se despiertan...-- dijo Aoi mientras se arreglaba la ropa se peinaba y preparaba algo de desayuno, una vez hubo terminado de desayunar Aoi se despidió dándome un beso en los labios de manera muy delicada y guiñándome un ojo, no pudimos mas que arreglar los platos, mientras lo estábamos lavando pude ver como la cara de Kameko estaba en tensión por Etsuko, no pude mas que agarrarle la mano.
-- Tranquila todo ira bien...Etsuko es fuerte...-- dije intentando calmarla, podia ver como algunas lagrimas resbalaban por su rostro a pesar de todas sus peleas se querían muchísimo y estaba segura que si hubiera sido al revés seria Etsuko la que estaría cuidándola.
Kameko no pudo mas que abrazarme y ponerse a llorar por un instante nos quedamos así abrazadas al menos algo de la tensión que tenia estaba segura que se esfumaría.
-- Gracias...me hacia falta...Ahora es mejor que miremos a ver que tal están...-- dijo Kameko mientras se secaba las lagrimas y se componía algo.
Kameko fue a la habitación para seguir cuidándolas mientras por un instante me quede mirando a Christine, el deseo empezó a subir pero esta vez notaba que podia controlarlo, es como si aquella cosa estuviera encarcelada de alguna forma extraña, cogí un paño y lo moje en agua y se lo puse en la frente, seguidamente cogí una manta y se la coloque por encima para que descansara.
Viendo tal como estaba Christine descansando placidamente, fui hacia la habitación para ver como se encontraban las demás, en cuanto entre, vi como Kameko estaba a su lado esperando que despertara y la otra chica seguía dormida estaba arropada por una de mis mantas, pero aun así se podia notar el miembro debajo de ellas.
-- ¿Kameko...?...Tengo hambre...-- dijo Etsuko débilmente pero lo suficiente para que Kameko se le lanzara encima para abrazarla aquello fue enternecedor, casi al mismo tiempo nuestra nueva compañera parecía que abría los ojos y se ocultaba casi debajo de la manta, me acerque lentamente hacia ella poniéndome a su lado y mirando aquellos grandes ojos.
-- ¿Como te encuentras...? ...-- pregunte extrañada mientras se tapaba casi por completa debajo de la manta parecía que estaba asustada no pude mas que acercar un poco mi cara para ver si se encontraba bien.
Pero casi con la velocidad de un relámpago me abrazo y me beso note como sus labios estaban calidos suaves y muy tiernos, su lengua se movía a un ritmo magnifico hacia que la mía la siguiera, pudimos saborear nuestras salivas de una manera que me pareció delicioso aquel beso fue maravilloso era como si me quedase en éxtasis tenia los ojos abiertos como platos pero en un momento se fueron cerrando hasta casi quedarse semi cerrados por el placer y solo había sido un beso, tan rápido como me había abrazado me soltó y volvió a cubrirse con la manta, intente recuperar el aliento y los pensamientos intentando racionalizar que es lo que había pasado y el por que pero no sabría darle explicación.
-- ¿Pero que...? ...-- volví a preguntar extrañada por aquello aunque no dejaba de mirar enseguida miro a Kameko y a Etsuko que ambas estaban de la misma forma sorprendidas por aquello lo mismo que yo en un momento volví a recuperarme.
-- ¿Etsuko como te encuentras...?...-- pregunto Kameko interesada por si le habían hecho daño.
-- No lo se solo recuerdo que me encamine hacia casa... y sentí un golpe en la cabeza y hasta ahora...-- respondió Etsuko pasándose la mano por la parte de atrás de la cabeza lo mas seguro que tuviera algún chichón.
-- Será mejor que os vayáis a desayunar y vayáis a la academia yo tendré que quedarme en casa no pudo ir así a clase...-- dije mientras no le perdía ojo de vista a la nueva compañera que al parecer tampoco me perdía de vista a mi parecía un duelo de miradas.
-- ¿Pero que te ha pasado...?....-- pregunto Etsuko mientras miraba a mis ojos y el bulto en el pantalón de Aoi que se marcaba de sobremanera, a la vez se quedo mirando a la otra chica de manera extraña.
-- No lo se al parecer parece ser un efecto de algo...y mientras no podamos devolverlos a la normalidad...no puedo ir a la academia hazme un favor...pídele a Aoi los deberes para hoy y el horario de exámenes...-- dije pidiéndole un favor sabiendo que no podría salir de allí, al menos tendría vigilada a nuestra nueva amiga y a Christine por si se despertaba.
-- Pues te sientan bien...de acuerdo no te preocupes...-- dijo Etsuko sonriéndome pero sin apartar la mirada intentando averiguar algo de ella, aunque al momento se cubría los ojos con la manta ocultándose.
-- Muy bien si pasa algo llama a la academia y avísanos...-- dijo Kameko mientras ayudaba a levantarse a Etsuko de la cama y se preparaban para ir a la academia.
En cuanto salieron por la puerta me puse a tirar de la manta para hacer que se levantara pero tenia una fuerza muy superior a la mía a pesar de ser casi de mi misma estatura al final pude con ella y tras rodar al suelo y liarme con la manta, cuando me la quite de encima la pude ver sentada en la cama y aquel miembro completamente duro que le llegaba hasta sus pechos era como si me llamara de alguna forma pero preferí ignorarlo de momento, al menos había recuperado parte de control y eso me gustaba.
Me acerque a ella lentamente mientras ella intentaba taparse como podia y tenia los colores subidos a las mejillas, estaba encantadora, pero al menos tenia que averiguar como se llamaba y como es que se encontraba en aquel apartamento.
-- ¿Como te llamas...? ...-- pregunte mientras me acercaba a ella sin perder el contact6o visual con ella no sabia lo que podia hacer.
-- Isae...-- dijo Isae de manera tímida mientras seguía tapándose, lo mas seguro por vergüenza.
Para que no se sintiera así me fui quitando la ropa para que viera que estábamos en la misma situación.
Por un instante aquella chica se quedó mirándome sorprendida, al parecer no se esperaba que fuera lo mismo que ella pero como si fuera un rayo se lanzó a por mi abrazo mi cintura y coloco su boca calida, húmeda y acogedora en el glande de mi monstruoso sexo mientras lo iba engullendo lentamente notaba como su lengua se enroscaba al rededor mojándolo de saliva, no pude casi reaccionar aquello me cogio por sorpresa tenia los ojos abiertos como platos pero el placer fue invadiéndome lentamente, aunque no podia engullirlo del todo y sabia por su rostro que le estaba costando, mi consciencia fue como si cambiara pero esta vez de manera distinta, sabia lo que estaba haciendo y no miraba como si estuviera fuera de mi cuerpo, estaba haciendo aquello y queria que siguiese, empezó a mover su cabeza adelante y hacia atrás a un ritmo lento y continuado todo lo que podia, notaba como golpeaba en su garganta y como su saliva resbalaba por la comisura de sus labios mojando mi sexo de sobremanera, podía observar como se formaban pequeños charcos en el suelo, mi sexo empezaba a mojarse lentamente y el flujo recorría mis piernas caliente y pegajoso, no pude mas que agarrar su cabeza y empezar a movérsela con fuerza podia notar como su lengua intentaba apartarse para hacer mas espacio a mi sexo no podia parar, como si fuera una corriente eléctrica que recorrió mi espalda, aquello era maravilloso, pero sabia que no tardaría mucho en llegar al clímax su boca era maravillosa, pero queria probar otra cosa y además podia ver como su sexo empezaba a soltar liquido preseminal y no queria defraudarla aunque tenia unas ganas tremendas que sintiera el calor de mi semen en su pequeña boca.
Así que de un pequeño empujón la saque de su boca pero parecía que estaba ansiosa de tener la por mas tiempo, solté su abrazo de mi cintura y se me quedó mirando como extrañada, al momento entendió y se puso contra la pared abriendo su sexo con ambas manos como si aquello fuera una invitación no podia esperar mas así que me apresure y me arrodille frente a el, observe su precioso color rosado y como su clítoris estaba duro no pude mas que empezar a mover mi lengua en su interior lamiéndolo, saboreando ese sabor salado y delicioso que impregnaba mi lengua era maravilloso podia escuchar sus gemidos y como su respiración se agitaba, era música celestial para mis oídos notaba como poco a poco se iba mojando y calentando cada vez mas, no pude esperar mas y parecía que ella tampoco queria esperar, cogí mi sexo y moje el glande rojo y grande en su sexo que aunque ya estaba lubricado con su saliva un poco mas no le vendría mal.
Una vez hecho lo introduje fue como si me lo absorbiera literalmente pude escuchar un grito de placer al hacerlo note su calidez y humedad, como su sexo apresaba al mío con fuerza aquello era maravilloso me tumbe sobre su espalda aforrándome a ella por la cintura y comencé a morderle la oreja mientras empezaba a moverme con fuerza despacio al principio notando como, iba atravesándola llegando hasta el fondo de ella y golpeaba en la puerta del útero aquello era maravilloso pude ver como su abdomen se marcaba con mi miembro y como aquel bulto salía y entraba de ella al mismo ritmo que mis acometidas mis gemidos se fundieron con ella y fue como si nos moviéramos al unísono, notaba su cuerpo como me envolvía y como sus flujos se mezclaban con los míos mientras recorrían mi sexo que no dejaba de entrar y salir en un momento apresure mis movimientos con fuerza parecía que con cada empuje queria atravesar la pared con la fuerza que le estaba imprimiendo no dejaba de escucharla gritar y gritar de placer lo mismo que yo aquello era maravilloso; el calor y el placer nos invadía pero no esperaba la sorpresa que me tenia reservada cuando ya estaba casi a punto de un empujo hizo que la sacara casi caí al suelo no sabia lo que estaba pasando, pero se tumbo en el suelo, yo queria llegar al clímax dentro de ella y no me defraudaría me señalo el suelo y me tumbe en la misma posición, con sus manos cogio mi sexo y volvió a introducirlo dejando el suyo a las puertas de mi sexo que estaba chorreando enseguida entendí lo que queria hacer y agarre su sexo notando su calor entre mis pequeñas manos y como las venas palpitaban fuertemente con el ritmo de su agitado corazón aquella sensación me excito muchísimo mas aun de lo que ya estaba, me introduje su largo sexo en mi interior en cuantío note la primera parte sentí una sensación de calor por todo mi cuerpo que me invadía con fuerza me introduje todo lo que pude, poco a poco iba sintiendo como se apoderaba de mi interior, y se abría paso entre mis carnes una sensación maravillosa , cuando al fin estuvo casi por completo sentí como golpeo en la puerta de mi útero y como aquel bulto se marcaba en mi abdomen, Isae comenzó a moverse con un firmo lento aquello era maravilloso podia sentirla y sentir como la atravesaba y ella a mí aquello era estupendo nuestros flujos empezaron a rodar por nuestras piernas cayendo al suelo mientras nuestros gemidos se fundían en uno nuestros movimientos eran cada vez mas fuertes y rítmicos nuestros pezones estaban duros como piedras lo mismo que nuestros clítoris el sudor nos bañaba a ambas aquello era maravillosos no queria que terminase nunca pero estaba sintiendo que me faltaba poco para llegar al clímax queria que aquello se alargase todo lo que podia, así que agarre su sexo con fuerza impidiendo que se descargara dentro de mi hasta el ultimo momento mientras seguía moviéndose al mismo tiempo Isae hizo lo mismo conmigo apretamos con fuerza empecé a notar como la presión aumentaba no pude mas que abrir los ojos todo lo que pude aquello era insoportable notaba aquel placer acumularse cada vez mas, las venas palpitaban con fuerza parecían querer explotar mientras sentía como nuestros sexos se inflamaban con ímpetu, casi al momento ambas soltamos nuestras manos y un rió de semen nos invadió a ambas con fuerza, caliente y espeso parecía querer llenarnos casi por completo nuestros abdómenes empezaron a hincharse nuestro gritos retumbaron en todo el apartamento llenándolo de placer aquello fue increíble mi abdomen no paraba de subir lo mismo que el suyo podia notar como el semen ya salía por fuera de ella a borbotones mezclados con nuestros flujos que salían al mismo tiempo en un movimiento la sacamos fuera mientras aun seguían descargándose con fuerza nos quedamos en el suelo tumbadas por un tiempo, la habitación quedó hecha un desastre pero la verdad no me importaba estaba como en las nubes, observe como la mano de Isae se agarro a la mía con fuerza, sentí como si fuera una parte mía pero no sabía de que.
Me quede mirándola con los ojos entre abiertos aun por le placer, mi sexo no dejaba de soltar semen el piso estaba casi blanco, mientras que nuestros sexos tampoco, aquel abdomen empezó a descender lentamente, pensé que lo mejor seria tomar un baño y limpiar aquel desastre y ver como se encontraba Christine, nos fuimos al baño aun me temblaban las piernas tuve que sostenerme en algo lo mismo que Isae, estaba temblando aquello había sido maravilloso pero era imposible aun parecía que no estaba satisfecha, tenia el sexo aun erecto aquello era imposible con todo lo que había descargado me quede mirándolo extrañada.
-- ¿Aun tienes ganas...? ...-- pregunte extrañada al ver que no había bajado, aunque no me importaría tener otro rato mas con ella, aun estaba como extasiada.
-- No, es que no puede bajar...pensé que haciéndolo serviría pero no baja...-- dijo Isae tímidamente y la verdad era un problema bastante grave y la compadecía diferencia de lo mío que podia ocultarse, aunque ahora no era precisamente lo que hacia aun seguía teniéndolo.
-- ¿Y por que lo tienes tu ...?...-- pregunto Isae extrañada, mientras seguía observándolo con interés.
-- Lo mío es muy distinto es una maldición...por decirla así que se la echaron a mi madre...pero me afecto a mi...-- dije recordando aquello con dolor, algo que me atravesaba el corazón con fuerza, era como si una vieja herida se hubiera abierto.
-- ¿Y tu madre lo sabe...?...-- pregunto )Isae aunque no podia culparla no sabia lo que me había pasado, pero aquella pregunta me azoto la mente y el alma.
-- Mi madre lo mismo que mi padre murieron...ahora a quien me cuida es Christine por eso no quiero que le pase nada...pero se ha tenido que ver involucrada en esto...y no pienso perdonars4elo a quien lo ha hecho...-- dije con rabia en mi corazón, intente que aquello no le afectara pero ahora estaba envuelta en uno u otro sentido.
Una vez hube terminado de responderle nos metimos en el cuarto baño y dejamos que el agua nos refrescara, nos pasamos un buen rato jugando con el jabón y en el agua sin pensar en nada mas una vez terminamos cogimos una fregona y algunos trapos y lo pasamos pro la habitación que estaba perdida aparte de echar algún perfume para disimular el olor y abrir la ventana, tuvimos incluso que cambiar la ropa de cama estaba todo perdido.
Una vez hubimos limpiado me fui al salón para ver como se encontraba Christine que al parecer estaba aun dormida no se había movido, le puse la mano en la frente para ver si tenia fiebre o algo pero parecía que no y respiraba muy normalmente, así que decidí coger algo de la cocina y comer, estaba segura de que tendría algo de hambre después de aquello.
-- ¿Te gusta la fruta...?...-- pregunte mientras rebuscaba algo, en la nevera y por los estantes.
-- Si, gracias...Es muy guapa...-- respondió Isae mientras miraba a Christine con ojos tiernos.
Pero aunque estuviera bien no podia dejar de pensar en el hecho de que había cambiado de que lo mío le había afectado en algún sentido y tenia que averiguar la forma de retirar aquello y volver yo a la normalidad o a la semi normalidad mejor dicho.
-- Tengo varias preguntas... que me rondan la cabeza...¿Como escapaste de allí? ...¿Y que has hecho para sobrevivir hasta ahora...? ...-- pregunte extrañada, las respuestas que me daría al menos saciarían mi inquietud de esos días y el desazón que había tenido.
-- Cuando sucedió aquello estaba asustada...salí por la ventana por suerte caí en un aire acondicionado...estaba asustada, desperté en aquel sitio con una mujer que estaba destrozada...y no sabia lo que había pasado...como sobreviví...no lo se la verdad solo se que sentí tu olor y me guié por el...era muy peculiar cuando nos encontramos...-- respondió Isae y no podia echarle la culpa de estar asustada yo también lo estaría.
En ese momento mientras hablábamos y comíamos algo de fruta vi como Christine se despertaba...
-- ¿Se puede saber que pasa...? ...-- dijo Kameko despertándose y aun medio somnolienta mientras me veía de un sitio a otro cogiendo la ropa para vestirme.
-- Al parecer han secuestrado...a Christine...y quieren un intercambio con ella...la reunión será en la iglesia derruida cerca de aquí...Pero no puedes ir sola sabes de sobra que no volverás que es una trampa...-- dijo Aoi preocupada sabiendo lo que iba a pasar, sabia perfectamente que era una locu5ra pero no queria involucrarlas mas, esto ya era personal.
-- No pienso dejarte ir sola...lo sabes de sobra...-- dijo Kameko mientras se levantaba y cogia la ropa para vestirse.
-- Podríamos trazar algún plan...y pillarlos por sorpresa...-- dijo Aoi intentando darle la vuelta a la situación de alguna manera y encontrar una salida.
-- Escuchad os lo agradezco mucho...pero esta vez tengo que ir sola...no voy a involucraros mas...sabéis de sobra que no os he pedido nunca nada...pero ahora quiero hacer esto sola...no puedo involucraros en esto...es personal muchas gracias por todo...-- dije despidiéndome de ellas como si todo aquello fuera el final aunque no sabia lo que iba a pasar, ni siquiera aquella despedida las detendría.
-- No puedes dejarnos fuera...somos tus amigas y no pensamos dejarte sola...-- dijo Kameko con tono de enfado y la comprendía, al fin se encontraba a gusto y me había cogido mucho cariño lo mismo que yo a ella.
-- Lo siento...pero no quiero que me sigáis...ya nos veremos...-- dije mientras salía corriendo y dando un portazo a mi espalda baje las escaleras todo lo rápido que pude, enguanto salí por la puerta del edificio sentí el aire fresco de la noche golpearme, mire al cielo por un momento y vi la luna llena como si me mirara avance por la calle desierta en silencio solo roto por los camiones de basura que se paseaban haciendo su trabajo, cruce al otro lado de la calle y me quede por un instante mirando a la ventana y las vi allí a las dos observándome como si fuera la ultima vez que nos viésemos, no pude mas que emocionarme y casi ponerme a llorar , no podia imaginar perderlas y todo lo que había conseguido por esta maldita cosa que llevaba dentro por mi podían quedársela para ellos y hacer lo que quisieran solo queria librarme.
Empecé a andar deprisa por la calle en dirección hacia la iglesia no tarde mucho en dar con ella me quede por un momento mirándola desde lejos era muy alta estaba casi en ruinas pero aun se conservaba podia ver los ventanales de colores rotos y partes del campanario estaba derruido al menos la puerta estaba entera, me fui acercando cuando casi estaba a su altura aparecieron dos encapuchados como si me invitaran a entrar, cosa que me sorprendió e hizo que me detuviera en seco.
-- ¿Donde esta Christine...?...-- pregunte con tono de enfado y esperando alguna respuesta.
-- Vaya al parecer has venido sola...No te preocupes...Christine se encuentra en perfectas condiciones...Acompáñanos...-- dijo uno de los encapuchados ofreciéndome a seguirlo de momento todo iba bien pero no sabia donde me estaba metiendo.
Uno de ellos abrió la puerta el interior era bastante grande tenia los bancos casi destruidos había partes de ellos por todas partes, las estatuas de los santos estaban destruidas y lo poco que quedaba de ellas estaban por el suelo, aquello tenia un olor a extraño como a incienso aunque no observe que hubiera ninguno encendido por allí, nos acercamos hasta el pulpito era una mesa de mármol que aun se conservaba pero tenia algo de moho por su superficie las, paredes estaban todas con agujeros por los que se podían ver el ladrillo.
Al momento uno de ellos aparto una alfombra raída y descubrió una entrada en el suelo una especie de trampilla que al momento la abrió el olor que salio de allí era a humedad, bajamos por una escalera algo angosta uno de los encapuchados iba delante MIA y otro detrás en fila india pasamos por unos pasillos iluminados solo por algunas antorchas, la luz de estas parecía jugar con nuestras sombras que aparentaban estar mas vivas de lo normal pasamos por delante de varias puertas que eran estancias como pequeños almacenes.
Avanzamos durante un rato cuando al fin llegamos a una puerta metálica, al abrirla rechinido retumbando en todo el sitio, al entrar pude ver una estancia bastante grande era parecida a la del otro edificio, al fondo estaba aquella figura de aquel demonio que estaba arrodillado y en una de sus manos había una especie de paneles oscuros, la habitación estaba hecha de mármol de un color rojizo enfermo y tenia varias columnas en el centro pude ver a Christine tumbada en el suelo y atada dentro de un circulo con una especie de pentágono invertido dibujado de color negro y con varios símbolos que no tenia ni idea de que significaban, había una figura encapuchada a su cabeza de pie sosteniendo un cuchillo en sus manos una especie de daga curva, aquello parecía ser una especie de ritual.
-- Christine !!!...Soltadla...-- dije casi lanzándome hacia ella pero al instante fui parada en el sitio por uno de ellos de detrás de las columnas aparecieron unos cuantos encapuchados mas, al parecer habían venido para el ritual.
-- Vaya al fin estas aquí...sabes la que hemos tenido que hacer para poder realizar esto...No queria secuestrarla...pero no me dejaste opción...además teníamos otra alternativa por si no podíamos con ella...-- dijo la profesora de gimnasia mientras se quitaba la capucha enseguida me señalo a aquellos paneles oscuros que resultaron ser espejos y en el centro estaba Etsuko en una silla atada y amordazada, parecía que estaba inconsciente
-- Ya me tenéis a mi ahora soltadla...ella no tiene nada que ver...-- dije casi gritando no podia creer que hubieran hecho aquello, no tenían escrúpulos para conseguir lo que querían
-- No te preocupes...en cuanto el ritual este hecho la soltaremos...te doy mi palabra...--dijo la profesora casi sonriendo maliciosamente sabia que no podia confiar en su palabra pero no tenia ninguna baza para jugarla.
-- Muy bien ya estoy aquí...¿Que es lo que quieres que haga...?...-- dije esperando lo que iba a hacer, solo queria que terminara y salir de allí con ellas sanas y salvas.
-- Preparad el otro pentágono...la hora se aproxima....-- dijo la profesora de gimnasia mientras aquellos encapuchados iban trazando un circulo idéntico al que se encontraba Christine atada, no podia hacer nada solo quedarme mirando lo que hacían, al fin tendrían lo que querían.
Mientras estaban dibujando aquello y preparándolo me quede observando la estatua no se por que pero me parezco incluso que aquellos ojos fríos me miraban eran casi hipnotizantes, tenia una sensación escalofriante que recorría todo mi cuerpo algo me decía que no saldríamos de allí con vida ninguna.
-- Listo...-- dijo uno de los encapuchados mientras se retiraba una vez hubieron terminado de dibujarlo.
Al momento la profesora se acerco a mi muy despacio moviendo la daga de un sitio hacia otro la puso en mi cuello, pude sentir el frió metal incluso lo afilada que estaba y como se deslizaba por mi piel, con un poco mas de fuerza podría atravesarme el cuello, por dentro estaba aterrorizada pero sabia que no podían hacerme daño si me querían para algo.
La daga bajo y empezó a cortar mi ropa en un momento estaba completamente por la mitad en el suelo, al momento se apresuraron para ponerme unos grilletes y tumbarme en el suelo, pude ver a Christine con los ojos cerrados a mi lado parecía incluso que estaba muerta pero podia ver como su pecho subía y bajaba, no podia mas que esperar y rezar por que todo aquello terminara lo antes posible.
Empecé a escuchar unos cánticos muy extraños, el ambiente casi de inmediato empezó a tornarse algo mas pesado, no se si fuera mi imaginación o algo pero notaba como si las paredes comenzaran a vibrar, al momento empecé a notar aquel sueño como si me desmayara, y dejara lugar a la otra personalidad, notaba como poco a poco aquel sello que tenia empezaba a retirarse bajo la presión de aquel monstruoso miembro caliente palpitante y erguido en todo su esplendor y como mi otra personalidad tomaba el control estaban forzando el cambio de alguna forma intente resistirme pero cada vez que me concentraba la cabeza me dolía muchísimo.
Pasado un rato vi como desde mi posición la profesora se acercara a donde estábamos enarbolo la daga por encima de su cabeza pensé que seria el fin de una de nosotras pero enseguida vi que la clavo de un solo golpe en el centro de nosotras como si aquello sirviera de unión.
En ese momento sentí como si mi cuerpo se convulsionara sentía un dolor tremendo no pude mas que gritar con todas mis fuerzas era como si me estuvieran arrancando el alma, era espantoso, pero en aquel instante vi como uno de aquellos encapuchados cayo al suelo, resbalando por el no sabia lo que había pasado pero me lo imaginaba y eso que les dije que no vinieran.
-- Vaya y yo que pensaba que me iba a perder la fiesta...-- dijo Kameko pasándose el dedo por la nariz y preparándose para la pelea, pero en cuanto sus ojos se fijaron en Etsuko que estaba al fondo atada en esa silla, su rostro cambio de golpe, era como si la bestia que tenia dentro hubiera despertado nunca la había visto de esa forma.
-- ¿Pensaste que te íbamos a dejar sola...?...Recuerda que eres la presidenta del club...-- dijo Aoi mientras me guiñaba un ojo y me sonreía alegremente como siempre.
-- Soltad de inmediato a Etsuko...-- dijo Kameko completamente enfadada a medida que avanzaba hacia ellos parecía como si fuera una bestia desatada varios de ellos se lanzaron, pero Kameko con varios movimientos se deshizo de ellos con facilidad tirándolos al suelo.
-- No creo que debierais haber hecho eso...-- dijo Aoi con un tono entre preocupación y risa viendo como caían los encapuchados uno tras otro.
Al momento la profesora se acerco a mí arranco la daga del suelo de un tirón y la puso en mi cuello, las luces repentinamente empezaron a parpadear era como si el ritual se hubiera roto de alguna forma, ya no sentía aquella sensación, pero sabia que algo había ocurrido me sentía distinta de alguna forma.
-- Suéltala...Cobarde...-- dijo Kameko al momento en cuent6o vio que me estaba amenazando.
-- Fuera de aquí...si no queréis ver su cuello cortado...-- dijo la profesora poniéndome nuevamente el metal en el cuello esta vez con un poco mas de fuerza incluso sentí que me corto un poco.
Aoi y Kameko no sabían que hacer estaban como paralizadas, al parecer Aoi no tenia un plan de emergencia para esto, no pudieron mas que retirarse un poco hacia atrás.
-- ¿Sabes que...?...Es mejor que nos vayamos...-- dijo Aoi dándose la vuelta en esto Kameko se quedo sorprendida por lo que había dicho, yo lo mismo no sabia lo que estaba pensando.
-- Se puede saber que es lo que te pasa...no pienso dejar a Etsuko en las manos de estos tipos...-- dijo Kameko completamente furiosa, por la decisión de Aoi, mientras la miraba con rabia.
-- Hazme caso es mejor que nos retiremos de momento...-- dijo Aoi mientras se retiraba Kameko aun no comprendía el por que pero sabia que tenia algo en mente.
Kameko se retiro un poco pero aun tenia el rostro inundado por la furia, aunque no podia apartar la vista de Etsuko que estaba al final de la sala.
Al momento sentí como si alguien cayera al suelo y era la profesora no entendía como había sido pero cuando pude alzar la cabeza me di cuenta que era aquella chica que habíamos intentado salvar de aquel apartamento, me sentí mejor de haberla visto, bestia la vieja manta aquella y me miraba con unos ojos como desesperados y llorosos.
Sostenía una especie de roca en sus manos al momento la soltó, Aoi se acerco a mi corriendo y Kameko viendo que me encontraba bien salio corriendo para desatar a Etsuko de su prisión.
Mientras Aoi me desataba y seguidamente a Christine se quedo por unos momento mirando a aquella chica y no pudo mas que sonreírle enseguida le tendió una mano para ofrecerle su ayuda que tímidamente acepto como si aquello fuera un regalo del cielo para ella.
En cuanto Etsuko hubo desatado y cogido en brazos a Etsuko salimos de allí corriendo Aoi tomo en sus brazos a Christine aquel sitio empezó a temblar, al parecer le ritual no había sido completado y las paredes empezaron resquebrajarse, pasamos por aquel pasillo que poco a poco iba derrumbándose a nuestro paso dejando enterrado aquel lugar para siempre y a la profesora con el, pero sabia que no pararían hasta obtener lo que querían cuando al final salimos de aquel sitio vimos como una humareda salía de la escotilla enterrando aquel sitio para siempre, no pude mas que respirar aliviada, pero algo extraño pasaba me sentía como si mi otra personalidad pudiera controlarla, aquella chica al instante cayo al suelo desmayándose, lo mas seguro por el esfuerzo, en cuanto se desplomo pude ver que también tenia un gran miembro que le llegaba hasta el centro de sus pechos se podría decir que incluso rivalizaba con el mío, pero en ese momento no pude mas que recogerla no parecía que pesara mucha como pudimos salimos de aquella iglesia notando el aire fresco de la noche en mi cuerpo desnudo mire a la luna nuevamente dándole las gracias por haber salido de allí.
Nos dimos toda la prisa que pudimos para llegar al apartamento de Aoi sin que nadie nos viera por suerte no hubo nadie pero sabia que la hora de que la gente se despertara estaba cerca, aquel día no podríamos ir a clase y no creo que fuéramos.
Una vez entramos Aoi coloco a Christine sobre el sofá esperando que despertara fue hacia el cuarto de baño para coger una toalla y echarle agua fría, yo casi de inmediato lleve a la chica hacia el cuarto lo mismo que Kameko soltando a ambas en la cama.
-- Kameko hazme un favor...cuídala...tengo que ocuparme de Christine...-- dije al menos que estuviera atendida, queria ver que había pasado con Christine y si se encontraba bien.
En cuanto me acerque a Christine para verla Aoi se me quedo mirando extrañada por un momento no paraba de mirarme a los ojos.
-- ¿Que pasa...?...¿Tengo algo en la cara...? ...-- pregunte extrañada mientras Aoi me miraba con una cara de asombro que no entendía.
-- No se la verdad, normalmente cuando dejas de estar excitada... El color de tus ojos vuelve a la normalidad verdad...?...-- pregunto Aoi mientras seguía mirándome a los ojos.
-- Si claro desaparecen y vuelven a la normalidad por que...?...-- dije mientras me dirigía al espejo para ver que es lo que me pasaba.
Cuando mire mi reflejo vi que aquellos ojos rojizos y su pupila en forma de serpiente seguían estando lo mismo que aquel monstruoso miembro no había desaparecido.
--¿Pero que demonios me pasa...? ...-- dije con tono de miedo al ver ese reflejo monstruoso delante mía no sabia que era así cuando me transformaba, era aterrador pero a la vez atractivo en cierta forma.
-- Tranquila seguro que podemos hacer algo...A lo mejor en la tienda de Christine haya algún libro...que nos pueda ayudar...-- dijo Aoi mientras se quedaba mirándome, su mirada era como si fuera atraída hacia mi, en sus ojos podia ver incluso la lujuria que estaba controlando, en cuanto me fije preferí cambiar de tema y ver como se encontraba Christine.
-- Será mejor que nos ocupemos de Christine... voy a ver si me pudo poner algo aunque va a ser algo difícil con esto...-- dije mientras iba a la habitación, una vez entre vi como Kameko estaba poniendo toallas de agua helada sobre la frente de la chica nueva y sobre Etsuko que le apartaba el pelo de la frente de manera muy delicada.
Empecé a rebuscar entre la ropa mirando si podia ponerme algo e intente combinar una de las camisetas que tenia con un osito de peluche en la parte delantera y uno de los pantalones de Aoi que me quedaban algo grandes al menos disimularía aquella cosa.
-- ¿Como se encuentran...?...-- pregunte curiosamente, mientras Kameko seguía poniendo paños de agua fría.
-- De momento no han despertado....solo espero que lo hagan si no juro por Etsuko que no dejare piedra sobre piedra en esa academia hasta que descubra lo que ha pasado...-- respondió Etsuko mientras retorcía una toalla con toda su fuerza, solo pensé que si fuera el cuello de uno de ellos ya habría muerto en el acto.
-- Akemi podrías venir un momento...Creo que esto te interesara....-- dijo Aoi con un tono de preocupación, del que no me hubiera gustado escuchar.
-- Tu sigue con ellas...¿Que pasa...? ...-- pregunte extrañada mientras me acercaba a ella para comprobar si estaba bien pero aquello llego a superarme al ver lo que observe.
-- La verdad no sabría como explicarlo...pero puede ser un efecto secundario al no realizarse por completo el ritual...-- dijo Aoi con algo de miedo al ver aquello no sabia de donde había salido.
-- ¿Pero como...?...Si es hasta mas grande que la mía...No...No puede ser...No queria que le pasase nada de esto a ella...o se viese involucrada...-- dije asustada al ver como Christine tenia algo parecido a lo mío y que se marcaba en su ropa de sobremanera.
-- Por ahora no podemos hacer nada solo esperar además ya mismo amanecerá...y tengo que ir a clase...le diré a Ashley que venga aquí para que vea esto pero...no creo que pueda hacer mucho es mejor que me arregle algo y vaya cogiendo las cosas ustedes es mejor que se queden aquí para ver si se despiertan...-- dijo Aoi mientras se arreglaba la ropa se peinaba y preparaba algo de desayuno, una vez hubo terminado de desayunar Aoi se despidió dándome un beso en los labios de manera muy delicada y guiñándome un ojo, no pudimos mas que arreglar los platos, mientras lo estábamos lavando pude ver como la cara de Kameko estaba en tensión por Etsuko, no pude mas que agarrarle la mano.
-- Tranquila todo ira bien...Etsuko es fuerte...-- dije intentando calmarla, podia ver como algunas lagrimas resbalaban por su rostro a pesar de todas sus peleas se querían muchísimo y estaba segura que si hubiera sido al revés seria Etsuko la que estaría cuidándola.
Kameko no pudo mas que abrazarme y ponerse a llorar por un instante nos quedamos así abrazadas al menos algo de la tensión que tenia estaba segura que se esfumaría.
-- Gracias...me hacia falta...Ahora es mejor que miremos a ver que tal están...-- dijo Kameko mientras se secaba las lagrimas y se componía algo.
Kameko fue a la habitación para seguir cuidándolas mientras por un instante me quede mirando a Christine, el deseo empezó a subir pero esta vez notaba que podia controlarlo, es como si aquella cosa estuviera encarcelada de alguna forma extraña, cogí un paño y lo moje en agua y se lo puse en la frente, seguidamente cogí una manta y se la coloque por encima para que descansara.
Viendo tal como estaba Christine descansando placidamente, fui hacia la habitación para ver como se encontraban las demás, en cuanto entre, vi como Kameko estaba a su lado esperando que despertara y la otra chica seguía dormida estaba arropada por una de mis mantas, pero aun así se podia notar el miembro debajo de ellas.
-- ¿Kameko...?...Tengo hambre...-- dijo Etsuko débilmente pero lo suficiente para que Kameko se le lanzara encima para abrazarla aquello fue enternecedor, casi al mismo tiempo nuestra nueva compañera parecía que abría los ojos y se ocultaba casi debajo de la manta, me acerque lentamente hacia ella poniéndome a su lado y mirando aquellos grandes ojos.
-- ¿Como te encuentras...? ...-- pregunte extrañada mientras se tapaba casi por completa debajo de la manta parecía que estaba asustada no pude mas que acercar un poco mi cara para ver si se encontraba bien.
Pero casi con la velocidad de un relámpago me abrazo y me beso note como sus labios estaban calidos suaves y muy tiernos, su lengua se movía a un ritmo magnifico hacia que la mía la siguiera, pudimos saborear nuestras salivas de una manera que me pareció delicioso aquel beso fue maravilloso era como si me quedase en éxtasis tenia los ojos abiertos como platos pero en un momento se fueron cerrando hasta casi quedarse semi cerrados por el placer y solo había sido un beso, tan rápido como me había abrazado me soltó y volvió a cubrirse con la manta, intente recuperar el aliento y los pensamientos intentando racionalizar que es lo que había pasado y el por que pero no sabría darle explicación.
-- ¿Pero que...? ...-- volví a preguntar extrañada por aquello aunque no dejaba de mirar enseguida miro a Kameko y a Etsuko que ambas estaban de la misma forma sorprendidas por aquello lo mismo que yo en un momento volví a recuperarme.
-- ¿Etsuko como te encuentras...?...-- pregunto Kameko interesada por si le habían hecho daño.
-- No lo se solo recuerdo que me encamine hacia casa... y sentí un golpe en la cabeza y hasta ahora...-- respondió Etsuko pasándose la mano por la parte de atrás de la cabeza lo mas seguro que tuviera algún chichón.
-- Será mejor que os vayáis a desayunar y vayáis a la academia yo tendré que quedarme en casa no pudo ir así a clase...-- dije mientras no le perdía ojo de vista a la nueva compañera que al parecer tampoco me perdía de vista a mi parecía un duelo de miradas.
-- ¿Pero que te ha pasado...?....-- pregunto Etsuko mientras miraba a mis ojos y el bulto en el pantalón de Aoi que se marcaba de sobremanera, a la vez se quedo mirando a la otra chica de manera extraña.
-- No lo se al parecer parece ser un efecto de algo...y mientras no podamos devolverlos a la normalidad...no puedo ir a la academia hazme un favor...pídele a Aoi los deberes para hoy y el horario de exámenes...-- dije pidiéndole un favor sabiendo que no podría salir de allí, al menos tendría vigilada a nuestra nueva amiga y a Christine por si se despertaba.
-- Pues te sientan bien...de acuerdo no te preocupes...-- dijo Etsuko sonriéndome pero sin apartar la mirada intentando averiguar algo de ella, aunque al momento se cubría los ojos con la manta ocultándose.
-- Muy bien si pasa algo llama a la academia y avísanos...-- dijo Kameko mientras ayudaba a levantarse a Etsuko de la cama y se preparaban para ir a la academia.
En cuanto salieron por la puerta me puse a tirar de la manta para hacer que se levantara pero tenia una fuerza muy superior a la mía a pesar de ser casi de mi misma estatura al final pude con ella y tras rodar al suelo y liarme con la manta, cuando me la quite de encima la pude ver sentada en la cama y aquel miembro completamente duro que le llegaba hasta sus pechos era como si me llamara de alguna forma pero preferí ignorarlo de momento, al menos había recuperado parte de control y eso me gustaba.
Me acerque a ella lentamente mientras ella intentaba taparse como podia y tenia los colores subidos a las mejillas, estaba encantadora, pero al menos tenia que averiguar como se llamaba y como es que se encontraba en aquel apartamento.
-- ¿Como te llamas...? ...-- pregunte mientras me acercaba a ella sin perder el contact6o visual con ella no sabia lo que podia hacer.
-- Isae...-- dijo Isae de manera tímida mientras seguía tapándose, lo mas seguro por vergüenza.
Para que no se sintiera así me fui quitando la ropa para que viera que estábamos en la misma situación.
Por un instante aquella chica se quedó mirándome sorprendida, al parecer no se esperaba que fuera lo mismo que ella pero como si fuera un rayo se lanzó a por mi abrazo mi cintura y coloco su boca calida, húmeda y acogedora en el glande de mi monstruoso sexo mientras lo iba engullendo lentamente notaba como su lengua se enroscaba al rededor mojándolo de saliva, no pude casi reaccionar aquello me cogio por sorpresa tenia los ojos abiertos como platos pero el placer fue invadiéndome lentamente, aunque no podia engullirlo del todo y sabia por su rostro que le estaba costando, mi consciencia fue como si cambiara pero esta vez de manera distinta, sabia lo que estaba haciendo y no miraba como si estuviera fuera de mi cuerpo, estaba haciendo aquello y queria que siguiese, empezó a mover su cabeza adelante y hacia atrás a un ritmo lento y continuado todo lo que podia, notaba como golpeaba en su garganta y como su saliva resbalaba por la comisura de sus labios mojando mi sexo de sobremanera, podía observar como se formaban pequeños charcos en el suelo, mi sexo empezaba a mojarse lentamente y el flujo recorría mis piernas caliente y pegajoso, no pude mas que agarrar su cabeza y empezar a movérsela con fuerza podia notar como su lengua intentaba apartarse para hacer mas espacio a mi sexo no podia parar, como si fuera una corriente eléctrica que recorrió mi espalda, aquello era maravilloso, pero sabia que no tardaría mucho en llegar al clímax su boca era maravillosa, pero queria probar otra cosa y además podia ver como su sexo empezaba a soltar liquido preseminal y no queria defraudarla aunque tenia unas ganas tremendas que sintiera el calor de mi semen en su pequeña boca.
Así que de un pequeño empujón la saque de su boca pero parecía que estaba ansiosa de tener la por mas tiempo, solté su abrazo de mi cintura y se me quedó mirando como extrañada, al momento entendió y se puso contra la pared abriendo su sexo con ambas manos como si aquello fuera una invitación no podia esperar mas así que me apresure y me arrodille frente a el, observe su precioso color rosado y como su clítoris estaba duro no pude mas que empezar a mover mi lengua en su interior lamiéndolo, saboreando ese sabor salado y delicioso que impregnaba mi lengua era maravilloso podia escuchar sus gemidos y como su respiración se agitaba, era música celestial para mis oídos notaba como poco a poco se iba mojando y calentando cada vez mas, no pude esperar mas y parecía que ella tampoco queria esperar, cogí mi sexo y moje el glande rojo y grande en su sexo que aunque ya estaba lubricado con su saliva un poco mas no le vendría mal.
Una vez hecho lo introduje fue como si me lo absorbiera literalmente pude escuchar un grito de placer al hacerlo note su calidez y humedad, como su sexo apresaba al mío con fuerza aquello era maravilloso me tumbe sobre su espalda aforrándome a ella por la cintura y comencé a morderle la oreja mientras empezaba a moverme con fuerza despacio al principio notando como, iba atravesándola llegando hasta el fondo de ella y golpeaba en la puerta del útero aquello era maravilloso pude ver como su abdomen se marcaba con mi miembro y como aquel bulto salía y entraba de ella al mismo ritmo que mis acometidas mis gemidos se fundieron con ella y fue como si nos moviéramos al unísono, notaba su cuerpo como me envolvía y como sus flujos se mezclaban con los míos mientras recorrían mi sexo que no dejaba de entrar y salir en un momento apresure mis movimientos con fuerza parecía que con cada empuje queria atravesar la pared con la fuerza que le estaba imprimiendo no dejaba de escucharla gritar y gritar de placer lo mismo que yo aquello era maravilloso; el calor y el placer nos invadía pero no esperaba la sorpresa que me tenia reservada cuando ya estaba casi a punto de un empujo hizo que la sacara casi caí al suelo no sabia lo que estaba pasando, pero se tumbo en el suelo, yo queria llegar al clímax dentro de ella y no me defraudaría me señalo el suelo y me tumbe en la misma posición, con sus manos cogio mi sexo y volvió a introducirlo dejando el suyo a las puertas de mi sexo que estaba chorreando enseguida entendí lo que queria hacer y agarre su sexo notando su calor entre mis pequeñas manos y como las venas palpitaban fuertemente con el ritmo de su agitado corazón aquella sensación me excito muchísimo mas aun de lo que ya estaba, me introduje su largo sexo en mi interior en cuantío note la primera parte sentí una sensación de calor por todo mi cuerpo que me invadía con fuerza me introduje todo lo que pude, poco a poco iba sintiendo como se apoderaba de mi interior, y se abría paso entre mis carnes una sensación maravillosa , cuando al fin estuvo casi por completo sentí como golpeo en la puerta de mi útero y como aquel bulto se marcaba en mi abdomen, Isae comenzó a moverse con un firmo lento aquello era maravilloso podia sentirla y sentir como la atravesaba y ella a mí aquello era estupendo nuestros flujos empezaron a rodar por nuestras piernas cayendo al suelo mientras nuestros gemidos se fundían en uno nuestros movimientos eran cada vez mas fuertes y rítmicos nuestros pezones estaban duros como piedras lo mismo que nuestros clítoris el sudor nos bañaba a ambas aquello era maravillosos no queria que terminase nunca pero estaba sintiendo que me faltaba poco para llegar al clímax queria que aquello se alargase todo lo que podia, así que agarre su sexo con fuerza impidiendo que se descargara dentro de mi hasta el ultimo momento mientras seguía moviéndose al mismo tiempo Isae hizo lo mismo conmigo apretamos con fuerza empecé a notar como la presión aumentaba no pude mas que abrir los ojos todo lo que pude aquello era insoportable notaba aquel placer acumularse cada vez mas, las venas palpitaban con fuerza parecían querer explotar mientras sentía como nuestros sexos se inflamaban con ímpetu, casi al momento ambas soltamos nuestras manos y un rió de semen nos invadió a ambas con fuerza, caliente y espeso parecía querer llenarnos casi por completo nuestros abdómenes empezaron a hincharse nuestro gritos retumbaron en todo el apartamento llenándolo de placer aquello fue increíble mi abdomen no paraba de subir lo mismo que el suyo podia notar como el semen ya salía por fuera de ella a borbotones mezclados con nuestros flujos que salían al mismo tiempo en un movimiento la sacamos fuera mientras aun seguían descargándose con fuerza nos quedamos en el suelo tumbadas por un tiempo, la habitación quedó hecha un desastre pero la verdad no me importaba estaba como en las nubes, observe como la mano de Isae se agarro a la mía con fuerza, sentí como si fuera una parte mía pero no sabía de que.
Me quede mirándola con los ojos entre abiertos aun por le placer, mi sexo no dejaba de soltar semen el piso estaba casi blanco, mientras que nuestros sexos tampoco, aquel abdomen empezó a descender lentamente, pensé que lo mejor seria tomar un baño y limpiar aquel desastre y ver como se encontraba Christine, nos fuimos al baño aun me temblaban las piernas tuve que sostenerme en algo lo mismo que Isae, estaba temblando aquello había sido maravilloso pero era imposible aun parecía que no estaba satisfecha, tenia el sexo aun erecto aquello era imposible con todo lo que había descargado me quede mirándolo extrañada.
-- ¿Aun tienes ganas...? ...-- pregunte extrañada al ver que no había bajado, aunque no me importaría tener otro rato mas con ella, aun estaba como extasiada.
-- No, es que no puede bajar...pensé que haciéndolo serviría pero no baja...-- dijo Isae tímidamente y la verdad era un problema bastante grave y la compadecía diferencia de lo mío que podia ocultarse, aunque ahora no era precisamente lo que hacia aun seguía teniéndolo.
-- ¿Y por que lo tienes tu ...?...-- pregunto Isae extrañada, mientras seguía observándolo con interés.
-- Lo mío es muy distinto es una maldición...por decirla así que se la echaron a mi madre...pero me afecto a mi...-- dije recordando aquello con dolor, algo que me atravesaba el corazón con fuerza, era como si una vieja herida se hubiera abierto.
-- ¿Y tu madre lo sabe...?...-- pregunto )Isae aunque no podia culparla no sabia lo que me había pasado, pero aquella pregunta me azoto la mente y el alma.
-- Mi madre lo mismo que mi padre murieron...ahora a quien me cuida es Christine por eso no quiero que le pase nada...pero se ha tenido que ver involucrada en esto...y no pienso perdonars4elo a quien lo ha hecho...-- dije con rabia en mi corazón, intente que aquello no le afectara pero ahora estaba envuelta en uno u otro sentido.
Una vez hube terminado de responderle nos metimos en el cuarto baño y dejamos que el agua nos refrescara, nos pasamos un buen rato jugando con el jabón y en el agua sin pensar en nada mas una vez terminamos cogimos una fregona y algunos trapos y lo pasamos pro la habitación que estaba perdida aparte de echar algún perfume para disimular el olor y abrir la ventana, tuvimos incluso que cambiar la ropa de cama estaba todo perdido.
Una vez hubimos limpiado me fui al salón para ver como se encontraba Christine que al parecer estaba aun dormida no se había movido, le puse la mano en la frente para ver si tenia fiebre o algo pero parecía que no y respiraba muy normalmente, así que decidí coger algo de la cocina y comer, estaba segura de que tendría algo de hambre después de aquello.
-- ¿Te gusta la fruta...?...-- pregunte mientras rebuscaba algo, en la nevera y por los estantes.
-- Si, gracias...Es muy guapa...-- respondió Isae mientras miraba a Christine con ojos tiernos.
Pero aunque estuviera bien no podia dejar de pensar en el hecho de que había cambiado de que lo mío le había afectado en algún sentido y tenia que averiguar la forma de retirar aquello y volver yo a la normalidad o a la semi normalidad mejor dicho.
-- Tengo varias preguntas... que me rondan la cabeza...¿Como escapaste de allí? ...¿Y que has hecho para sobrevivir hasta ahora...? ...-- pregunte extrañada, las respuestas que me daría al menos saciarían mi inquietud de esos días y el desazón que había tenido.
-- Cuando sucedió aquello estaba asustada...salí por la ventana por suerte caí en un aire acondicionado...estaba asustada, desperté en aquel sitio con una mujer que estaba destrozada...y no sabia lo que había pasado...como sobreviví...no lo se la verdad solo se que sentí tu olor y me guié por el...era muy peculiar cuando nos encontramos...-- respondió Isae y no podia echarle la culpa de estar asustada yo también lo estaría.
En ese momento mientras hablábamos y comíamos algo de fruta vi como Christine se despertaba...
2 comentarios - trampa y festejo de la academia (relato futanari)