Había sido el cumpleaños de Dani y por diversos motivos lo terminamos organizando para 11 días después. El día anterior estaba en mi trabajo, muy aburrida, cuando me llega un mensaje suyo: - Tenemos una invitada más -. Yo suponía quién era y después me enteré, una amiga nuestra. Me puse tan contenta por la noticia pero me la tenía que guardar, no podía comentar semejante plan con mis compañeras de trabajo. El día del festejo preparé el depto y toda la comida. Como siempre, exagerada, preparé picada, postre y torta. Primero llegó ella y pasa a la habitación a ponerse ropa para el festejo: vestido negro, medias negras y botas. Yo ya estaba vestida para la ocasión: mini blanca, musculosa negra y stilettos. Nos quedamos preparando los últimos detalles de la cena, charlando y esperándolo. De repente suena el timbre, me asomo por el balcón y le tiro las llaves para que suba. Entra al depto, nos saluda, y nosotras nerviosas también lo saludamos. Charlamos un rato para distendernos y la conversación empezó a ponerse caliente. Terminamos mostrándole a ella nuestros juguetitos y usándolos. Dani me venda los ojos y me acaricia la cola por debajo de la mini, hablándome al oído. El sabe que eso me calienta mucho. Y las caricias se convirtieron en dedos mojados que entraban y salían. Ella miraba y comenzaba a excitarse. Me arrodillo y empiezo a chuparle la pija suavemente. Ella se suma a nosotros y entre las dos seguimos el juego, cada vez mas intenso. Yo sentía como disfrutábamos los tres. De vez en cuando rozábamos nuestras bocas y más nos calentábamos. Luego Dani le dice que se siente en una silla y nos mire un rato. Ella de la excitación empieza a tocarse, meterse los dedos y gemir despacito. Pero yo alcanzaba a oírla y esa calentura se sumaba a la tremenda cogida que me estaba dando Dani contra el baúl. Los dos parados, yo tirada hacia adelante, el sosteniéndome de las caderas y entrando y saliendo de mí con furia. Acabé entre mis gritos y sus gemidos. Quedé cansada y tirada en un baúl. Después le toco a ella. Todo esto lo deduzco por lo que escuchaba porque seguía vendada. Dani la acariciaba y la tocaba debajo de su ropa, la puso contra la mesa y la cogió entre susurros de ambos, gritos y gemidos. Siguieron contra el baúl al lado mío hasta que escuché sus últimos gritos de placer casi en mi oído. Cómo me calentaba esa situación! Nos besó a las dos para bajar un poco de toda la excitación vivida por los tres. Nos arreglamos y tranquilizamos un poco después de todo lo que pasó tomando una cerveza nosotros y agua ella. Llevé la picada a la mesa y tuvimos una agradable cena, entre charlas, risas, miradas, besos. El se fue primero, ella después y yo quedé feliz y rendida por todo lo que había pasado. Unos días después ella me comentó que yo también la calentaba. Si lo hubiera sabido antes las cosas hubieran sido distintas, nos habríamos cogido entre nosotras también…
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