Este es mi primer post. Tengo muchas historias para contar y me parece que este es el mejor lugar. No voy a contarlas en orden cronológico, sino en el orden en que me vengan a la memoria. Arranco con una que fue muy fuerte.
Me casé con Mariana hace dos años, y ella ya tenía aventuras con un primo suyo. Esto sucedió en la misma fiesta de casamiento. En el momento del vals los dos bailamos juntos y luego, como es normal, con los demás invitados.
En el momento en que a ella la saca a bailar su primo, él comienza a hablarle al oído y veo cómo mi mujer empezaba a ponerse muy colorada.
Los interrumpo pidiéndo bailar con Mariana, para sacarla de esa situación que empezaba a ser muy incómoda.
Cuando empiezo a bailar con mi mujer le pregunto qué estaba pasando.
Yo: ¿Qué te decía tu primo?
Mariana: Nada.
Yo: Dale, dejate de joder y contame.
Mariana: No te va a gustar.
Yo: ¡Contame!
Yo me estaba enojando cada vez más.
Mariana: Me dijo que esta noche, cuando estemos en el hotel pasando nuestra Noche de Bodas, me va a pasar a buscar para que lo masturbe con la mano en la que tengo ahora la alianza de matrimonio.
Cuando escuché eso, el morbo me ganó y me excité muchísimo.
Yo: Decile que sí, que está bien.
Mi mujer no podía entender lo que pasaba.
Pasó la fiesta, nos fuimos Mariana y yo al hotel, empezamos a hacer el amor y entonces a ella le llegó un mensaje de texto al celular. Imaginándome que era su primo, le digo que se fije y lea el mensaje. Tal cual, era él que le decía que estaba con el auto en la puerta del hotel. Mariana me dice que no piensa ir. Yo, sabiendo que ella se moría de ganas por ir con su primo, le digo que está bien, que vaya. Ella se puso colorada por la excitación, bajó de la cama, se puso una pollerita corta y una musculosa, sin ropa interior y se fue.
Yo me quedé desnudo tirado en la cama, con la cabeza dándome cien mil vueltas. No podía más de la calentura de pensar que mi mujer, con quien me había casado hacía unas horas, estaba ahora en el auto de su primo masturbándolo con la mano en la que tenía el anillo de bodas...
Pasaron unos cuarenta minutos y entra Mariana con la boca muy cerrada. Con mucha dificultad me dice: "Te traje un regalo. Mirá"
Yo no entendía nada, hasta que ella abre grande la boca y me muestra cómo la tenía totalmente llena de leche.
"¿Es la leche de tu primo?", le pregunté yo. Ella movió la cabeza de manera afirmativa y ahí mismo se la tragó toda, sin dejar ni una gota.
"Hmmm, riquísima", dijo después. "¿Vos querías probar", me dijo con cara traviesa.
Le sonreí con la cara más pervertida que tengo, la tiré en la cama, y nos pasamos toda la noche cogiendo con furia, como dos locos.
Bueno, fue el primer relato, espero les haya gustado. Hay más. Ya van a llegar.
Me casé con Mariana hace dos años, y ella ya tenía aventuras con un primo suyo. Esto sucedió en la misma fiesta de casamiento. En el momento del vals los dos bailamos juntos y luego, como es normal, con los demás invitados.
En el momento en que a ella la saca a bailar su primo, él comienza a hablarle al oído y veo cómo mi mujer empezaba a ponerse muy colorada.
Los interrumpo pidiéndo bailar con Mariana, para sacarla de esa situación que empezaba a ser muy incómoda.
Cuando empiezo a bailar con mi mujer le pregunto qué estaba pasando.
Yo: ¿Qué te decía tu primo?
Mariana: Nada.
Yo: Dale, dejate de joder y contame.
Mariana: No te va a gustar.
Yo: ¡Contame!
Yo me estaba enojando cada vez más.
Mariana: Me dijo que esta noche, cuando estemos en el hotel pasando nuestra Noche de Bodas, me va a pasar a buscar para que lo masturbe con la mano en la que tengo ahora la alianza de matrimonio.
Cuando escuché eso, el morbo me ganó y me excité muchísimo.
Yo: Decile que sí, que está bien.
Mi mujer no podía entender lo que pasaba.
Pasó la fiesta, nos fuimos Mariana y yo al hotel, empezamos a hacer el amor y entonces a ella le llegó un mensaje de texto al celular. Imaginándome que era su primo, le digo que se fije y lea el mensaje. Tal cual, era él que le decía que estaba con el auto en la puerta del hotel. Mariana me dice que no piensa ir. Yo, sabiendo que ella se moría de ganas por ir con su primo, le digo que está bien, que vaya. Ella se puso colorada por la excitación, bajó de la cama, se puso una pollerita corta y una musculosa, sin ropa interior y se fue.
Yo me quedé desnudo tirado en la cama, con la cabeza dándome cien mil vueltas. No podía más de la calentura de pensar que mi mujer, con quien me había casado hacía unas horas, estaba ahora en el auto de su primo masturbándolo con la mano en la que tenía el anillo de bodas...
Pasaron unos cuarenta minutos y entra Mariana con la boca muy cerrada. Con mucha dificultad me dice: "Te traje un regalo. Mirá"
Yo no entendía nada, hasta que ella abre grande la boca y me muestra cómo la tenía totalmente llena de leche.
"¿Es la leche de tu primo?", le pregunté yo. Ella movió la cabeza de manera afirmativa y ahí mismo se la tragó toda, sin dejar ni una gota.
"Hmmm, riquísima", dijo después. "¿Vos querías probar", me dijo con cara traviesa.
Le sonreí con la cara más pervertida que tengo, la tiré en la cama, y nos pasamos toda la noche cogiendo con furia, como dos locos.
Bueno, fue el primer relato, espero les haya gustado. Hay más. Ya van a llegar.
12 comentarios - Mi mujer pasó la Noche de Bodas en el auto de su primo
Super morbo a full, zarpado mal, me encantó !!!
Gracias por compartir 👍