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El regalo inesperado [[Relato Gay]]

No me gustan los hombres, pero me encantan las vergas, si tengo la oportunidad de tener una para mí la aprovecho al máximo, me encanta la sensación de una verga caliente y dura en mi boca, sus líquidos, su sabor, se me hace agua la boca al escribir esto. Me gusta mucho cuando se masturban con mis nalgas, oh, que sensación, me estremezco cuando rozan su pedazo de carne por mi ano y gimen con cada movimiento, me hacen gemir también, tanto así que empiezo a pedir que me lo metan y me voy transformando en una puta necesitada. Me encanta que me follen el culo y me lo laman, que usen su lengua como herramienta para hacerme sentir mujer, que me la chupe un hombre me excita mucho, pero solo si yo quiero chupársela, si no es mutuo no me dan ganas de nada. Ver una erección bajo un pantalón o ver una verga cuando estoy al lado de otro hombre mientras orina, es hermosos, se me llenan los ojos de lujuria y de ganas de comérmela en ese mismo instante. Amo ver las nalgas peladas de un hombre, pero que sean nalgas considerables, acolchadas, eso me prende, pero lo que más me prende es tenerlas para mí, entrar en un culo cálido, acogedor para mi verga, un culo que palpita de dolor y que se acompaña de gemidos de placer. Me encanta la intimidad con hombres, sin embargo no me gustan los hombres, o sea, besar a uno no me gustaría, solo me interesa lo que tienen entre sus piernas y su culo, eso es lo que me da placer.

Bueno, la historia es la siguiente, hace dos meses que cumplí años y vario amigos de la universidad hicieron una reunión para conmemorarlo, entre ellos estaba mi amigo Daniel (somos tocayos) con el que me trato de una manera muy diferente, somos mejores amigos, no nos da pena del otro, siempre y cuando ningún malpensado vea o escuche. Estábamos en un bar y ya todos estaban yéndose, pero Daniel y otros dos tipos y yo queríamos seguir charlando un rato más, entonces nos fuimos a mi apartamento para seguir con lo nuestro. Nos sentamos en la sala a tomarnos unas cervezas que tenía en el refrigerador, nos tocó de a dos cada uno. Al rato uno de los otros dos se tuvo que ir, quedando Daniel, Jesús y yo, ya era muy tarde y como andábamos de vacaciones Jesús dijo que se quedaría a dormir ahí, Daniel sin problemas se acomodó también, igual ese también era su espacio, ya habíamos compartido hasta la cama y dormido en cucharita. Como les dije, nuestra relación es hetero, pero la confianza nos haría parecer otra cosa frente a otras personas. Mi cama es grande, por lo que le dije a Jesús que los tres cabíamos y él sin ningún problema aceptó. Nos fuimos al cuarto y Daniel y yo nos acostamos, Jesús entró al baño y Daniel enseguida me abrazó por detrás y me dijo en juego "Te da miedo estar solito conmigo? por qué montas otro culito a nuestra cama, o es que te aburriste del mío?" y yo le respondí "jajajaja no jodas, más bien acomódate para darle espacio a Jesús" nos acomodamos y nos quitamos la ropa quedando solo en bóxers, nada inusual en nosotros. Ya nos habíamos visto desnudos y les comento que mi amigo tiene una verga apetitosa, he sido afortunado de haberlo pajeado una tarde de aburrimiento e incluso en un juego de nosotros yo era una puta y él me manoseaba el culo y me sobaba su verga en mi culo, sabía claramente que eso me excitaba y que me gustaba lo que les comenté al principio, incluso sabía que había garchado con hombres, pero no lo hacía porque le daba miedo cagar la amistad, aunque yo lo animaba a que lo hiciera y le daba pista él se negaba pero se le notaban las ganas. Pero eso es otro cuento que aún no les he contado, estamos en que Jesús salió del baño y nos vio a los dos ahí en bóxers y nos preguntó. Le dijimos que si le incomodaba que nos vestíamos y listo, pero él se negó y dijo que también dormía así sin importarle nada, entonces se bajó los pantalones, se sacó la camiseta y se tiró al lado mío, yo estaba en el medio. Nos dormimos, Daniel y yo en cucharita y Jesús y yo de espaldas. Por lo general cuando dormimos así, Daniel se despierta en mitad de la noche a tocarme y manosearme, a tratarme como su puta. Esta vez no fue la excepción, la diferencia es que yo me había levantado a tomar agua y me quedé en el celular unos minutos, mientras eso, Daniel se dio media vuelta en la cama y sin darse cuenta empezó a pegarse a Jesús y a sobarle su pija por el culo.

"Te creció el culo perra" le dijo a Jesús creyendo que era yo "Creo que me están entrando ganas de culiar pero no encuentro sino un solo hueco" decía mientras empujaba contra la cola de Jesús y poco a poco él se fue despertando y sin hacer escándalo, pero igualmente sorprendido, le siguió poco a poco el juego a Daniel. Daniel le mandó mano a su verga y comenzó a pajearlo "vamos, no seas tímida", Jesús le mandó mano a la verga de Daniel y se empezaron a pajear mutuamente. La casa toda estaba oscura, yo había dejado la puerta abierta y no entraba luz al cuarto por ningún lado, como escuché sonidos en el cuarto fui a ver pero sin alumbrar, entré al cuarto y vi los dos cuerpos moviéndose en la cama sin ellos verme a mí, contemplé el panorama un momento y excitado me saqué la poca ropa que tenía y mi pene comenzó a crecer y solté unas palabras "Por qué me dejan por fuera?" cuando dije eso ambos saltaron y Daniel sorprendido encendió la luz de la mesa de noche y cuando me vio a mí de pie y a Jesús a su lado se asustó, Jesús no sabía qué hacer, al menos Daniel y yo nos entendíamos, entonces tratamos de calmar a Jesús y le dijimos que no había problema, que lo que pasara aquí, de aquí no saldría (solo en un post de Poringa!), él seguía nervioso y afirmaba que no era gay, que no lo malinterpretaramos, que no dijeramos nada a nadie, no me quedo de otra que subirme encima de él, sentarme con mi culo desnudo sobre su verga que de los nervios se había dormido, y le tapé la boca, entonces le dije que en serio no pasaba nada y me empecé mover de atrás hacia adelante, tratando de despertar su verga, Daniel le tomó una mano y la puso en su verga y Jesús enseguida empezó a pajearla, ya se estaba relajando un poco, entonces le quité la mano de la boca y dijo "en verdad no soy gay, pero me gusta esto, no tengo ningún problema con los gays, prométanme que la voy a pasar bien" yo empecé a moverme más rápido, casi que a cabalgarlo y su verga tomaba forma, "la vas a pasar de maravilla, tú solo dime qué quieres, que yo estoy a tu disposición, claro, si Daniel no se opone" le dije, entonces Daniel dijo "Jajaja, claro, la puta eres tú". Con su mano libre Jesús se sacó como pudo el bóxers y su verga estaba tocándose con la mía, me bajé la chupe de una. Oh, esos huevos grandes que tenía, esa verga ni tan gruesa pero ni tan delgada, lisa, con un glande hermoso y rosado, me la metí a la boca y lo miré, vi su cara de placer y con su mano empezó a empujar mi cabeza. Yo estaba con el culo levantado chupándosela y Daniel no se aguantó y se me puso detrás y dejó caer saliva en mi ano la esparció con la punta de su verga, yo me preparé para que me clavara, y cuando lo hizo solté un grito "Ahh! qué hermosoooo! al fin tu verga en mi culo Dani, por qué tardaste tanto papi!", Daniel respondió "Qué delicia de culo de puta, te la comiste toda en un solo empujón, perdón por la demora, te aseguro que valdrá la pena", siguió empujando y mi culo seguía abriéndose cada vez más oponiendo menos resistencia, seguí con la verga de Jesús que estaba exquisita. Al cabo de unos diez minutos, mi culo colorado y los huevos de Jesús bastante chupados, él quiso cogerme, entonces me subí encima de él y me clavé ese trozo de carne en mi culo, Daniel le llevó su verga a la boca de Jesús y con algunas dudas se lo metió de a poco en la boca. Yo estaba feliz, me encanta tener una verga a mi disposición, y en este caso eran dos, entonces se me ocurrió una idea, con la calentura que tenía quería más, entonces les dije que quería tener dos vergas en mi culo, Daniel al principio dudó, quizás no me cabrían, las dos eran de un tamaño algo considerable, Jesús no comentó nada, estaba elevado de placer, Daniel se puso detrás de mí y yo me detuve, entonces la saqué y por mi culo dilatado, Daniel juntó su verga con la de Jesús y ambas puntas empezaron a entrar despacio, entraron las dos cabezas, pero ya de ahí estaba más difícil, le pedí a Daniel que siguiera empujando y mientras lo hacía yo seguía bajando en la verga de Jesús, poco a poco entraron las dos y solté un gruñido de placer extremo, al fin, dos hermosas vergas en mi culo, un sueño cumplido, seguí moviéndome y Daniel empezó a embestirme, me tomó de la cintura y guiaba mis movimientos. "Divino mi regalo de cumpleaños!! ahh! ah!! los amo chicooos! ahh!!" gritaba yo, Jesús de repente se vino y me llenó el culo de leche, pero eso no me detuvo, mientras su verga se hacía pequeña dentro de mi culo y la leche escurría Daniel seguía concentrado en clavarme como la puta que soy, en el cuarto se oían gemidos y choques pélvicos, hasta que en un gruñido largo Daniel acabó también, yo me tumbé al lado de Jesús y Daniel encima mío de espaldas, con su culo en mi verga, Jesús se durmió y Daniel y yo seguimos mamando, entonces me dieron ganas de coger, pero Daniel estaba exhausto, entonces se tiró a mi lado y yo le undí mi verga en su culo, así amanecimos. Jesús se pegó a mí y yo en medio de los dos seguía excitado, había sido una noche maravillosa.


Espero que les haya gustado, no olviden comentar y dejar puntos, acepto sugerencias, mensajes, lo que quieran, si a mí me calienta escribir, espero que a ustedes les caliente el doble leerme, gracias por su atención.

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