You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Cacería gloriosa: mi padre Oscar

Antes de comenzar con mi segundo post debo agradecer la buena onda con mi post anterior, a decir verdad no me lo esperaba ya que no me considero buen narrador, y ni que hablar que soy notablemente principiante. En fin, el concepto es: gracias.

A continuación paso a contarles otra de mis andanzas, pasamos de mi morbo a los indigentes a contarles una cacería muy afortunada que tuve recientemente. Dentro de todas mis presas (concepto que no considero claro, ya que no entiendo quién es la presa en el caso de que ambos somos cazadores), mis favoritos son los padres. No los curas (si bien es otro morbo que tengo), sino padres de papá (excepto el mío biológico, gracias a Dios).

En todas mis cacerías habituales, mis presas más buscadas la mayoría de las veces son esos veteranos bien conservados (no siempre aplica, si estoy muy caliente la parte de “bien conservado” es nublada directamente por mis hormonas, de ahí paso a no hacerle asco a nada… Literalmente: A NADA) que automáticamente pasan a ser “mi papi” del cuál soy su “bebito” (en frío la idea de que me llamen de bebé no me agrada para nada, pero lo cierto es que nunca estoy en frío cuando cazo). En esa búsqueda, mi pequeña víctima visita mi perfil en badoo.

Sinceramente, no le di bola, era un veterano, bastante bien conservado, pero sus fotos me daban la sensación de estar cuidadosamente seleccionadas, como cuando uno suele no salir bien en ninguna foto (mi caso). Con frecuencia cometo el error de creer que estoy infernal y me pongo un poco exquisito a la hora de ver fotos en internet, en particular a los veteranos los prefiero bien machos, peludos, barbudos, etc etc. El típico perfil que uno busca en un leñador de películas, o en el de los escoceses de William Lawson (algún día voy a salir con un tipo así). Este señor, que llamaremos Oscar para proteger su identidad era absolutamente todo lo contrario, delgado, depilado, carita de bueno, con mucha apariencia a sobreexcederse con cremas hidratantes.

NO

Definitivamente no.

La cuestión es que el señor antes mencionado continuó mirando mi perfil sin ser una visita correspondida de mi parte. Hasta que: típico en mí, me agarró caliente. Algo en sus fotos me hicieron verlo muy sexy. Mi futuro papito.

Momento de psicoanálisis: nunca voy a entender cual es mi complejo de Edipo, o mi morbo por los incestos. La sola idea de estar siendo cojido por mi padre me repugna en todos sus sentidos

Volvamos al relato: Lo vi sexy, mi futuro papito. Así que no aguanté, le escribí.

- Hola, como estas?
- Hola, todo bien – recuerdo que me pregunté a mi mismo “eso no es una pregunta, no visites mi perfil si no queres hablar pelotudo!” jajaja me mata lo histérico que puedo llegar a ser cuando me lo propongo jajaja, el asunto es que me pudo la calentura, y asumí que eso era una pregunta.
- Bien de bien vos?
- Bien en que andas? – “ahora sí”.

La conversación continuó dándonos datos de en qué barrios vivimos y qué estábamos haciendo. Culminando con un “jaja” de mi parte y un “jeee” de él.

Momento de psicoanálisis: tampoco puedo entender, y asumo que nunca voy a poder entender tampoco, qué clase de problema tengo con la risa del tipo “jeje” de la gente, por algún motivo inexplicable me molesta mucho. Ni que hablar que “jiji”, “jojo”, “juju” “juajua” “juaaaaaaa” “hahahahaha” y “kkkkkkkk” son motivos de bloqueo directo. Parece mentira que así y todo coja jajaja

Volvamos al relato: culminando con un “jaja” de mi parte y un “jeee” de la suya, que no pude contestar. Algo en él me seguía calentando de todos modos. Lo quería para mí, lo quería como mi futuro papito por el lapso de un polvo, al menos.

Al otro día, al encontrarlo conectado, nuevamente le hablo:

- Hola, como estás?
- Hola, acá aburrido, vos?
- También tranqui, tirado en la cama.

*erección involuntaria*
*pido ver sus fotos privadas*
*accede a que vea sus fotos privadas*


En sus fotos privadas está él, con lo que aparentemente eran fotos nuevas, un poco marcadito de abdomen, cómo no vi eso antes? Posaba en frente a un espejo con una cierta variedad de boxers distintos que le marcaban un amigable paquete.

Última foto: su trozo de carne colgaba hacia un lado con un ángulo muy favorable que hacía de su verga un trozo descomunal. Asumí que ese tamaño no era el real, pero aún así me calentó a mas no poder. Muy insistido como ya saben (si leyeron mi primer post: << http://www.poringa.net/posts/relatos/2654819/Y-como-quien-no-quiere-la-cosa-se-la-mame-a-un-indigente.html >> ) que soy, le dije rápidamente que era su nene sumiso.

Continuamos pasándonos fotos y ahí me terminó de convencer que él era mi futuro papá.

En ese momento quería que nos viéramos. Pero yo entraba temprano a trabajar y ya era tarde.
Tampoco dejé para esperar mucho, al otro día arreglamos para vernos.

Ya no importaba si usaba cremas, si se depilaba, si era delgado. Lo quería adentro de mi cuerpo tomando posesión del mío.

Al otro día nos encontramos según lo acordado. Él vendría en un auto que no recuerdo bien cómo era y yo iba por la calle. ¿Motivo? Papá me fue a buscar mientras salía de la casa de un amigo.

Cuando llegó lo reconocí porque me llamó por mi nombre. Era alto, delgado, no era afeminado pero se notaba en su forma de expresarse que las nenas no eran su objetivo, cremas definitivamente no usaba, unas arrugas surcaban sus ojos, demasiadas para tener 42 años de edad (al final confesó tener 50), pero a su modo, le quedaban muy bien, probablemente sin ellas no me llamaría la atención del mismo modo, o si, que se yo soy puto. Me subi al auto y arrancamos al faro de punta carretas, el telo de autos de Montevideo.

Teníamos tema de conversación, pero no olvidábamos cuál era la idea. Cada tanto me tocaba la pierna y me decía “Qué lindo que sos David” o me acariciaba y me decía “mi nenito lindo”, ni que hablar que eso me re alzaba (y me alza).

Llegamos al faro y nos sumamos en la multitud de alzados que cojían, a conversar un rato y poder hecharles la culpa al resto de que ellos nos agitaron las hormonas a nosotros.

En determinado momento me sujeta de la nuca y me arrastra a su boca, al tiempo que me besa con la pasión que se notaba que se reservaba cuando me decía “mi nenito lindo”. Como por electromagnetismo, mi cuerpo se pegó al suyo. Me crucé de “mi” asiento, al suyo, me senté sobre su falda y rodeé su cabeza entre mis brazos, mientras le acariciaba el pelo y lo besaba. Él, por su parte, posaba una de sus manos a la altura de mis cervicales y me pegaba a su pecho, besándome y apretándome contra él, y con su otra mano danzaba entre mi espalda y mi cola. Besaba excesivamente bien.

Luego de unos minutos, me retiró con amabilidad innecesaria, para volverse brusco al instante. Se bajó el pantalón y dejo salir su verga semidormida, pequeña *desilusión, debo admitir*, para luego volver a tomarme con la nuca y arrastrarme hacia su pija. En el fondo, tenía fé de que, si me esmeraba, tener en mi boca la verga de la foto.

Comencé a mamarla con ganas, pero algo no andaba bien, costó un poco. Preparé mi cara de trola para mirarlo, y al hacerlo noto cierta penumbra que cruzaba el parabrisas. Otro vehículo venía a hacer cosas chanchas con nosotros.

En mi propia fiesta, seguí mamándosela cuando la penumbra desapareció. Su verga comenzó a crecer rápidamente, y empecé a sentir una gran satisfacción brisco-personal al ver que empezaba a tomar la forma de la foto. Cuando, de golpe, se desplomó, de una.

- Pará - *miedo* “¿ahora qué?”

Se quedó mirando y la penumbra volvió. ¿Otro calenton más? Imposible.

Y cuando me enderecé lo vi. Un pajero &%&"$%"&/#&"#%!/(%"&#"() estaba practicando manejo en el faro.

Nos miramos con cara de “¿y ahora?”, por lo cuál nos limitamos a besarnos como al principio para no perder el clima, esperando que notara que no era el momento para practicar manejo.

Algunos vehículos comenzaron a irse mientras nosotros nos calentábamos más de la cuenta. Hasta que por fin dijo “no lo aguanto más, vamos más al fondo donde estaban los vecinos. No pienso perderme esta noche por este gil”

Apagamos todo y nos pasamos a los asientos de atrás. El auto era más espacioso de lo que aparentaba, al correr los asientos hacia delante, tuvimos mucho espacio para nosotros.

Volvimos a besarnos pero más furiosos que antes, susurrándonos cosas como “vas a ver como disfrutas bebito” o “no vas a querer otro papi en esa colita”

Luego de un rato, comencé a mamarle la verga, la cual estaba: enorme! La verga de la foto estaba en mis manos. Ahí estaba yo pajeándola con mis dedos y lamiéndola como a un helado.

- Mi nenito tierno – me dijo con dulzura, al tiempo que cambiaba su voz a un padre bruto – chupala hasta el fondo putito.

Como saben, esa clase de gestos me llegan al corazón. Intentaba tragarla pero me tocaba la campanilla y tenía que parar para no vomitarle encima. Luego de varios intentos fallidos de garganta profunda, comencé a recorrer toda su enorme verga con mis labios, lamiéndola por dentro. Nuevamente preparé mi cara de trola para mirarlo, cosa que a esa altura casi que no diferenciaba mi cara normal con la de trola. Él miraba el techo, boquiabierto, mientras intentaba enredar sus dedos en mi pelo, sin poder hacerlo por una especie de campo de fuerza en el medio, un campo de satisfacción.

Paré un poco para besarlo, empezaba a creer que, en su ausencia de gemidos-quejidos, no me iba a enterar cuando me llenara la boca de leche. Lo sorprendí con mi beso, pero me lo correspondió.

Luego, sin soltarme la boca, me arruyó como a un niño en su pecho. Yo era su bebito, y él estaba a punto de penetrar a su niño. La sola idea me calentaba a mas no poder (de hecho me no doy más en este mismo instante).

Se apartó un momento para lubricarse la mano. Luego volvió a besarme y mientras con un brazo me apretaba contra él, con la otra me masajeaba el ano. Dilaté rápido, milagrosamente, así que me metió un dedo, luego otro, y luego otro, mientras me masajeaba por dentro, yo gemía y respiraba entrecortadamente, medio que hiperventilando. Oscar sabía muy bien como usar sus dedos, y eso me excitaba muchísimo. Mientras me besaba el cuello y me masturbaba la cola, me caí sobre la ventanilla y me empapé. Aquello era un auténtico sauna.

Cuando me enderecé, supo que era el momento.

PARÉNTESIS: Ignoro el momento en que el practicante de manejo se fue.

Me miró y me habló a dos centímetros de mi boca.

- ¿Querés sentarte arriba de papi? ¿Queres que papi te ensarte? – la invitación al incesto y la sumisión. Una bomba explotó en mi cabeza.
- Sí papito, te quiero adentro mío. – le respondí entrecortadamente. Me movió a un lado, puso un forro mega en su verga y lo lubricó. Inalambricamente mi boca se humedeció íntegramente. Me dio vuelta y me sento suavemente. Yo muy puto me senté como si aquello midiera 2cm.

El típico dolor punzante me atravesó y me hizo saltar, con un grito de dolor, me salí de su verga. El me apoyó la verga en la espalda, mientras me contenía con sus manos en mi pecho y me besaba la nuca, susurrándome “No te apures bebito lindo, disfruta de tu papi, te voy a cojer bien rico pero no te apures porque te va a doler”

Yo hiperventilaba, hasta que el dolor comenzó a ceder. Él lo notó en mi respiración.

- Estas listo bebito.
- Si papi, vamos de nuevo.
- Vos cojete solito, yo te doy mi pija. Pero suave.

Me senté despacio, sin desplomarme como antes. Oscar sujetaba mi cintura, y me penetraba de a poquito, mientras me decía “así, así bebé. Que colita tenes hijito hermoso. Así. Así, así.”

Luego, estaba ensartado con su verga entera en mi cola. Mi papito entero adentro de su nene. Me recostó en su pecho mientras me penetraba suave, susurrándome cosas sobre mi cola y nuestra nueva relación incestuosa. Yo estaba rendido, gimiéndole al techo del auto. No puedo relatar con exactitud cómo me sentía en ese momento, un regalo divino hormonal corriendo en mis venas.

Luego de un instante me suelta, me besa y me susurra “es tu pija, cojela”. Por lo cuál me enderecé y comencé a cabalgarlo. Oscar gemía y me acariciaba la espalda. Una ola de calor me invadió y me calenté como perra, quería cabalgar así por horas. Mi cuerpo se rindió y me desplome contra el respaldo de los asientos, mientras con mi cola cojía su verga sin piedad. Oscar ya no podía hablar. Se inclinó y con sus manos recorrió mi columna vertebral, hacia mi cuello, con la otra mano me sostuvo del pecho y me recostó de espaldas sobre su pecho. Yo seguía cabalgándolo hasta que me besó.

- Oscar – suspiré mientras lo cabalgaba con lentitud.
- ¿Te gusta bebé?
- Me encanta.
- ¿Querés ser mi trolita más seguido? Mira que papi tiene pija para vos cuando quieras.

Nuevamente tocó mi corazón, y le respondí con lenguaje anal.

- Pará, papi ya esta viejito y no te quiere acabar ahora sin antes clavarte…
- Me estas clavando papito….
- Te estas clavando…

Oh mi Dios.

Me agarró del mentón y me beso con fuerza, quedé inmóvil. Cojido e inmóvil. Por cabalgarlo sin piedad iba a recibir lo mismo de su parte, igual debo admitir que la idea me fascinaba.

- Listo, me toca…

Me dio vuelta y me puso de perrito, con la cara casi en la ventana trasera del auto, con cero visibilidad hacia fuera. Noté como se lubricaba la verga, y cuando miré se rió malignamente y me dijo “de seguro no la necesitas, putito”

Se paró detrás de mi y tuvo que bajar la cabeza un poco por el techo, igual bastante bien entrabamos en el auto. Me penetró suave hasta estar de nuevo totalmente dentro de mí.

Puso sus manos con firmeza en mi cintura y todo rastro paternal desapareció de él, me apretó y me apoyó con fuerza. “Ahora vas a ver lo que es que te cojan putito” me dijo y comenzó a embestirme como fiera. Sentía su cuerpo con fuerza golpeando el mio, pasé de ser su hijito a un objeto sin valor para satisfacer su verga. Y eso me encantaba. Con su movimiento y el mio, seguía el auto. Si alguien nos miraba, seguro sentía o pena, o envidia, de cualquier modo, yo era feliz ahí adentro.

Continuó unos minutos embistiéndome, hasta que libero mi cadera y me siguió embistiendo, como si nada, luego me tomo del cuello con una mano y del pelo con la otra, mientras me asfixiaba me embestía con todo. Una ola de placer inexplicable me inundaba, mi pija estaba durísima, mi cola dilatada al máximo. Me encantaba.

- ¡Qué colita tenes bebé! ¡Cómo se abre!
- …..
- ¿Te gusta?
- Sí…. Papito….
- ¡Hablá bien! – me gritó mientras me tiraba del pelo y me daba con todo. Dios, ese hombre me enloquecía.

Luego de unos minutos, comenzó a tranquilizarse y penetrarme con más suavidad. Se recostó en mi espalda y pude sentir sus pectorales y sus abdominales en formación, acariciándome. En el oído me dijo “la felicidad de mi hijito es primero, ¿estás bien?” – asentí jadeando – “¿donde queres la lechita de papá?”.

Odio esa pregunta, pero yo estaba extasiado no podía pensar con claridad, no sabía donde la quería. Mi nivel de sumisión era desconocido para mí. Luego de un rato me la sacó y se recostó en el asiento. Me abrazó y se masturbó con fuerza. Mi mano oscilaba entre su pija y sus abdominales empapados en sudor. Me besó y se masturbó con fuerza. Luego, sin avisar, me tiró del pelo a su verga.

Supe que hacer. Mamé, rozando con mis labios su verga entera (ahora sí me entraba en la boca), hasta que su cuerpo comenzó a presentar espasmos. Se masturbó mas fuerte y me metió de nuevo la pija en la boca. Comencé a tocarme, yo tampoco daba más.

Luego de minutos, mientras bombeaba chorros y chorros de leche en mi boca, gritando, yo también acabé chorros (menos que él, seguro) pero con un placer tan grande que grité con su pija en mi boca.

Tragué su leche y me recosté en su pecho. Ambos estábamos empapados. Pero igual nos abrazamos y nos besamos.

Lo bueno es que Oscar es de esas personas que luego de coger, se puede hablar con él. Así quedamos en volver a vernos. De hecho aún nos escribimos.

Definitivamente tengo que ser menos histérico en mis cacerías.

Todo bien igual.


NOTA: tuve otra cacería luego de esta, con detalles fetichistas que no estan buenos. PERO, si quieren... saben como soy.

4 comentarios - Cacería gloriosa: mi padre Oscar

masitasexxx
Muy bueno!
ObreroDeCorbata
Muchas gracias 🙂 enésima vez que intento agradecerte jajaja maldito modem
dorasanchez52090
muy bueno
gracias por el relato
ObreroDeCorbata
Muchas gracias a tí por leerlo
Mañana lo veo de nuevo!! Vamos por más jaja
JhonaMark +1
excelente! 😉
ObreroDeCorbata +1
Muchas gracias! Proximamente vuelvo con otro
JhonaMark
@ObreroDeCorbata lo espero con ansias 😉
JhonaMark
@ObreroDeCorbata lo espero con ansias 😉