Mi hermana me dio placer siempre que le pedi...(5)

Hola gente! Acá estoy nuevamente, después de muchos mensajes pidiéndome que siga, retome y vengo a liberar lo que me paso con mi hermana durante una buena época de mi vida. Sepan disculpar la demora; realmente no pude hacerlo antes.
Esa buena época de mí vida duro un buen tiempo, de más esta decir cuando empezó todo. El gran jueguito nuestro, duro hasta casi la época en que terminaba mis estudios, casi mitad de año. Al año siguiente empecé a ir a la facultad, al cbc. Así que SI, duro mucho!

Tuve la suerte de ir viendo, conociendo y disfrutando del desarrollo de mi hermanita. Ella, fue prácticamente mi primera vez con todo. Para comenzar, fue el primer culo que toque a mano directa, fue las primeras tetas que vi en vivo y directo, y las primeras que chupe; como ya saben, también fue la primer concha que toque, y más todavía, la primer conchita mojada que sentí con mis manos.

Por otro lado, mi hermana vivió lo mismo. Al llevarnos 1 año, prácticamente crecimos juntos. Mínima diferencia de edad. Así que lleva también aprendió de mí y vivió lo mismo. Fue viendo como crecí, como me desarrollaba, como mi pija fue cambiando con el correr de los meses y años.
El juego que comenzó como unas cosquillas, ya había cambiado mucho. Jugábamos a toda hora, siempre que estábamos solos, o nos quedábamos con la empleada, los sábados cuando mi hermano salía y se iban a dormir mis papas, cuando ellos salían de compras y quedábamos 20 minutos solos… Siempre era buen momento.

Como ya sabrán, si bien éramos chicos, yo por mi lado ya veía porno, ya me pajeaba. Si bien no sé si ella lo hacía, ya estaba en esa edad de querer conocer. Y con nuestros pudores y vergüenzas, fuimos avanzando con los meses, ganando confianza y de un juego de solo cosquillas pasamos a jugar semi desnudos, a semi coger con ropa, a manosearnos constantemente para calentarnos.

Como conté la ultima vez, a partir del manoseo a mano directa, el juego fue avanzando muy rápido. El meterle la mano por dentro de la tanga y agarrarle fuerte esa cola que tenia mientras ella estaba abierta de piernas y hacer fuerza para que sienta mas y mas mi pija dura sobre su conchita era hermoso. Mucho más caliente me ponía tocarle las tetas, con una mano, o con las dos, una en cada teta. Jugar con ellas, sentirle los pezones me ponía más caliente. Y por ultimo sentir esa conchita, la primera de mi vida; meter mi mano y sentir como poco a poco se iba poniendo húmeda es algo que no me voy olvidar nunca.

Ella se dejaba, le gustaba y se notaba. Se estrujaba, suspiraba y hasta gemía suavemente con cierta vergüenza. Yo solo no era el perverso, ella era terrible. Muchas veces, estando solos en casa, ella venia a buscarme, y haciéndose la despistaba se ponía cerca mío esperando que le tire la mano….. Siempre iban al culo y después a la conchita, ella lo disfrutaba.
Obviamente del otro lado era igual, y yo lo disfrutaba. Porque manosearme la pija sea como sea me volvía loco. A veces por fuera, otros metiendo mano dentro del pantalón, o sobre el bóxer o directamente la pija. Se me ponía dura al toque.

Todo ese punto de inflexión en donde nos empezamos a tocar y tocar, hice que todo sea mucho más caliente y lleve a jugar cada vez con menos ropa.
Si bien hubo distintas variantes en cuanto a la ropa, llegamos a un punto en donde el juego era ella estando en tanga y yo solo en bóxer.
Lo loco que me pone recordar esa época. Era casi repetitiva la forma de empezar. Ella iba y se tiraba en la cama de mis papas, y cerraba la puerta más o menos fuerte para que la escuche. Yo al toque iba detrás de ella.

Ella de ponía de la forma más provocativa posible. Muchas veces estando boca abajo, levantaba un poco la colita para que yo pueda meter mi mano ahí abajo y tocarle la conchita. Ahí nomas empezaba todo. Mano por un lado mano, por otra, ella a mí, yo a ella. El juego de coger con ropa era el mismo, pero ya en ese momento casi al principio del juego yo le desabrochaba el corpiño. Seguía con ella ayudándome a bajarme el pantalón, que lo dejaba por mis rodillas. Por último le sacaba la remera que tenía puesta y le dejaba las tetas al aire libre.
Todo seguía igual. Yo encima de ella con sus piernas abiertas, ella encima de mí cabalgando, yo encima de ella con la colita para arriba, otras veces estando en cuatro patas. La apoyaba y nos frotábamos prácticamente en todas las poses, pero en esta situación todo era diferente. Mi hermana me veía solo en bóxer, y era inevitable que me mire la pija. Si bien no veía la pija directamente, si veía el contorno sobre el bóxer y mi pija terriblemente parada. La miraba a cada rato.

De mi lado era igual de difícil, a esa edad era prácticamente imposible esa situación con una mujer, aunque era mi hermanita jaja. Y hacer todo lo que hacíamos, y además tenerla en tanga frente a mí con las tetas al aire, era increíble. De una forma u otra solo le miraba las tetas. Lo que me ponía muy caliente, era tenerla encima cabalgando, yo obviamente con la pija re contra dura, ella solo en tanguita, y viendo como sus tetas se iban moviendo al ritmo que refregaba su conchita contra mí. Si bien no tenía muchas tetas, ya tenía algo más en comparación a cuando empezamos a jugar.

No sé muy bien cuanto duro, pero como dije y como es lógico, esa situación avanzo rápidamente.
Tenía todo eso para mí, yo muy caliente, ella muy caliente, que fui por mas. Un día, teniéndola sobre mi “cabalgando” la agarre fuerte del culo y me levante. Ella con las tetas al aire y con la tanguita amarilla que me encantaba porque era la más chiquita. Yo solo en bóxer, me levante y ella se seguía moviendo. Decidí cambiar de pose, la acosté y me puse encima de ella; la abrí de piernas, y le empecé a dar así. Le manoseaba mientras tanto el culito, la tetas, hasta que de pronto empecé con cierto pudor a darle besos en el pecho.

Eso duro unos pocos minutos, hasta que de a poco fui corriendo mi boca hacia uno de los pechos. No recuerdo bien si me seguía moviendo o no. Estaba terriblemente excitado con esa situación. Estaba a centímetros de un par de tetas con mi boca. Las primeras que tuve en mi vida. No me frene y seguí hasta llegar a una de las tetas; con mi otra mano le agarraba la otra.
Se la empecé a besar por alrededor del pezón ya que me daba cierta vergüenza, aunque a mi hermana no le disgustaba nada. Nunca me freno ni dijo nada, al contrario, se dejaba besar. La calentura me estaba invadiendo más y más, hasta que no me importo mas nada y se la empecé a chupar. Le estaba chupando las tetas a mi hermanita!

Como toda innovación del juego, las primeras veces la chupada de tetas duraba muy poco tiempo. De hecho la primera vez fue un par de lamidas nomas. Y a una sola teta.

Como fue con toda la historia, con el correr de las jugadas, eso se repetía más y más. Me ponía loco, el juego era el mismo pero ahora le chupaba las tetas, me hacia acabar cualquier cantidad de leche. Llegue a un punto en donde un día la calentura me supero, y esa chupada con cierto miedo o vergüenza se transformo en una tremenda lamida de tetas. Comencé como siempre, y en cierto momento en donde yo estaba encima de ella, semidesnuda y yo semi desnudo, mi boca sobre sus pechos dándole lengüetazos esporádicos, hasta que no aguante mas y empecé a chuparle las tetas con toda mi furia. No una, u otra, las dos casi en simultaneo. Le chupaba una, le chupaba la otra, se las manoseaba a más no poder. Ese día fue la gloria, ya que abre estado alrededor de 15 minutos seguidos lenguetiendole las tetas a mi propia hermanita. Para colmo a ella le encantaba demasiado. Cuando estábamos en esa pose de estar yo encima de ella y no se las chupaba, ella disimuladamente me iba guiando la cabeza para que lo haga. O más todavía cuando, ella estaba cabalgando encima mío y se bajaba así mi pero llevando sus tetas a mi cara…. Era imposible no querer chuparle las tetas en todo momento. Y siendo algo nuevo para ambos, y con un goce tremendo, cada vez que jugábamos se las chupaba todas un buen rato.
Obviamente y mas a esa edad, me acababa todo. Siempre gracias a ella, ya sea por el frote con su conchita, por el frote que ella me hacía con la conchita o bien con la colita.

Como dije anteriormente, estando siempre en bóxer, ella miraba y miraba mi pija. Un día jugando como siempre, al termina de jugar ella me pregunto ¿Qué te paso ahí? Tenía el bóxer acabado, y había traspasado la tela. Se veía una mancha mojada de adelante y bien claro que eso había salido de mi pija.

Ese día le dije “nada” y me fui. Pero eso no termino ahí, sino fue el comienzo de la fijación de mi hermana de averiguar y saber de eso. Yo sé que ella ya sabía vagamente lo que era, pero se hacia la boluda, y ante el desconocimiento, preguntaba y preguntaba. Y a mí, mas allá de todo lo que hacíamos, me daba cierta vergüenza. Distinto seria hoy en día jaja.

Gracias gente, por leerme. Pronto voy a contar como ese “evento” de mi hermana mirándome el bóxer acabado termino en mi hermana preguntándome si me había salido “eso” cada vez que terminábamos de jugar, en querer verlo, y demás cosas bastante “anormales” para una relación de hermanitos!

Bon appetit.