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el director de mi hijo 1

Estimados amigos quiero compartir con ustedes lo que me esta ocurriendo desde el mes pasado, en donde fui con Claudia, mi mujer, a la escuela de nuestro hijo Gastón de 7 años, para asistir a la reunión de padres, presidida por el director. La reunión fue normal, se presentaron los maestros y hablaron sobre temas curriculares, progresos y fracasos de cada alumno en particular.
Mi esposa iba vestida con un jeans bastante bien pagado al cuerpo y una blusa ajustada a sus voluminosos pechos, marcando los grandes pezones que tiene, además de sandalias de tacón alto. La cosa es que varios hombres, padres de familia, la miraban para comérsela y me di cuenta que el director también.
Cuando termino la junta el director, haciéndome una seña sutil me llamó a su oficina y cerrando la puerta me dijo:
Señor Gustavo yo no quiero molestarlo, pero soy un hombre honesto y directo y me siento en la obligación de preguntarle algo…
Se imaginan que yo estaba a puro nervio porque no sabia que deseaba, cuando me dijo muy sonriente y mirándome directo a los ojos…
Mire yo quiero saber si usted, un hombre muy respetado en la escuela, es tan boludo que no se da cuenta que los hombres se comen viva con los ojos a su señora esposa o si es un cornudo consentidor que goza cuando miran a su mujer?...
Se pueden imaginar amigos que me quedé mudo, entonces el director me dio una palmada en la espalda y me dijo:
Conmigo no hay ningún problema, soy un hombre muy observador y muy abierto y tengo que confesarle que me he encontrado a más de un padre aquí que sin saberlo, sus mujeres se acuestan con mis maestros, yo le confieso que su mujer esta buenísima y desde que su hijo está en la escuela solo deseo garcharmela, se lo digo así señor Gustavo porque su silencio me deja claro su situación, descuide, conmigo su secreto esta seguro pero le aseguro que trataré de cogerme a su esposa…
Me tendió la mano y salí muy nervioso de la oficina, le conté a mi esposa y se reía como loca.
Antes de continuar, para una mejor visualización les voy a describir a Claudia, ella si bien es bajita, mide tan solo 1.55 mts., es exuberante, sus medidas son 110-65-100, morocha de pelo lacio largo hasta la mitad de su espalda, sobre su teta izquierda tiene tatuado un escorpión por su signo, transita los 28 años (6 menos que yo) y es muy extravertida y desinhibida, siempre está de muy buen humor, aunque cuando se enoja hace temblar las paredes, y para cerrar el combo he de decirles que es muy fogosa en la cama. Al término de este relato tal vez me anime a insertar su foto.
Los sábados mi hijo tiene torneo de fútbol en el predio deportivo del colegio y con mi mujer siempre lo acompañamos. Para esa ocasión, mi esposa se compró un conjunto deportivo que es una vergüenza de lo apretado, y la tanga que se le sale al más mínimo movimiento.
El director va siempre a todos los partidos, por lo tanto, esa noche apenas pude dormir imaginándome que cara pondría cuando viera a mi esposa vestida así…
Ese sábado por la mañana asistimos a un partido de fútbol de la escuela del niño, mi esposa se vistió con el conjunto deportivo mencionado, y fíjense como le quedaba que hasta ella misma estuvo a punto de cambiarse; el pantalón azul claro con una franja blanca a los lados, se le metía en todo el culo, ofreciendo sus nalgas casi al natural, para que la tanga sobresaliera lo mínimo posible (parece que algo de recato le quedaba…) se puso una tipo hilo dental, que no le sobresalía pero que ayudaba al ajustado pantalón a que le marcara descaradamente los labios de la vaginales. Era realmente tremendo. Ya les digo que ella misma dudo en ir vestida así, porque para rematar, la parte superior es una camiseta del mismo color azul de tirantes, que debe usarse sin brassier, y ante la más leve corriente de aire, sus pezones aparecían en todo su esplendor.
Cuando llegamos al campo deportivo del colegio, como podrán imaginar las mujeres le enviaron miradas de envidia y furia, y los padres se la querían comer viva, o mejor dicho coger viva…
Elegimos sentarnos cerca de la banda derecha, ya que Gastón juega de 8, pero el director desde que nos vio llegar empezó a sonreír y nos hacia señas para que nos sentáramos a su lado, la providencia me salvó porque un padre que habla siempre mucho conmigo me llamó, mi esposa no lo notó y siguió caminando hacia el director. Yo me senté al lado de mi amigo, que hasta el día de hoy no tengo ni la menor idea de lo que me habló, yo sólo afirmaba con la cabeza, dado que mis ojos y mi absoluta concentración estaban puestos sobre mi esposa, quien estaba sentada al lado del director y reían sin parar. Si les digo que atendí al partido les mentiría, estaba atento solo esperando a que en cualquier momento el director y mi esposa se levantaran y salieran del estadio, pero no sucedió, creo que la razón fue que había muchos padres de familia curiosos mirando la diversión de mi esposa y el director de la escuela.
Cuando el partido terminó, nos fuimos directo a recoger el automóvil y ya en el apenas hablamos de los sucedido porque estaba nuestro hijo. Por la noche, cuando nos acostamos no pude más y le pregunté que tanto hablaba con el director y me dijo:
- Me invitó a salir el próximo viernes, parece que está muy seguro de sí, porque me dijo que vos mismo nos llevarás a un telo (hotel de albergue transitorio) y me pasarás a buscar al otro día.
Dijo eso y se viró a dormir con una gran sonrisa en el rostro, yo tuve una erección tal que apenas si pude dormir, al parecer el sábado mi hijo y su equipo ganaron su partido de fútbol y yo unos cuernos educativos.
Al día siguiente, antes de llegar a casa, fui de compras y le di la mayor sorpresa que mi esposa puedo imaginar, le compré un pantalón negro strech súper ajustado que con su culo hermoso será un escándalo, pero lo mejor es la blusa, que es de una tela parecida a la seda que cae y con un escote que le llega al ombligo, es como un cuello caído que deja todo abierto adelante, no les niego que me costó decidirme pero mientras más la miraba, más erecto me ponía. Además de todo esto, le compré una chaqueta negra que hace juego con todo el conjunto.
Mi esposa dio saltos de felicidad, porque todo le encantó, me dijo:
Mañana vas y me compras una tanguita negra de encaje, muy chiquita, para estar completa.
Está de más contarles que se probó la ropa dejándome sin concentración, y no me quedó otra que hacerme una paja en su presencia mientras ella me miraba y reía. En mi interior había una extraña mezcla de sentimientos encontrados, rabia, morbo, humillación y excitación nunca antes vividos. Contaba las horas que faltaban para que se diera el encuentro.
Claudia me expresó que no iba a poder llevarlos a los dos en mi auto, como fue solicitado por el director, ya que este es casado con cuatro hijos y le dijo a su esposa que viajaba al interior del país; pero que la llevaría a ella, sentada en el asiento trasero.
El sábado, mi esposa se vistió con todas las prendas regaladas por mí. Ella estaba excitada, alegre, como cualquier niño que piensa en alguna travesura a realizar, con una risa nerviosa, casi todo el día.
En la tarde, salimos de nuestra casa a las 16:00 hs. como habíamos acordado, dejando a Gastón en casa de sus abuelos, mi esposa se sentó a mi lado y yo pensé que Claudia se había olvidado de su acuerdo con el director, pero habiendo avanzado unos kilómetros, mi esposa me expresó:
Ves aquella estación de servicio? Estaciónate allí.
Yo le mencioné que el tanque estaba lleno, pero ella muy dulce se sonrió malvadamente, sin decirme nada más.
El corazón se me disparó cuando aun a la distancia puede reconocer la silueta del director de la escuela que nos esperaba ahí, detuve el auto a su lado y mi esposa me dio un beso en la mejilla y se bajó del auto para sentarse en la parte posterior junto al director. Me puse tan nervioso que traté de poner en marcha el motor que nunca había apagado, el director me saludo muy amablemente y besó a mi mujer en la cara, después comenzó una conversación banal sobre la escuela y los chicos. Trataba de no mirar por el espejo retrovisor, pero las ganas y los nervios eran más fuertes que yo que… ¡Era el chofer!
Debo decir que el comportamiento del director fue el de todo un caballero, solo le decía a mi esposa lo bella que iba vestida y ella le respondía que yo había comprado toda su ropa, el director se sonrió y me dijo:
Gustavo, definitivamente nuestros gustos son similares, y ambos rieron fuertemente.
Cuando llegamos al hotel me detuve frente y mi esposa me miró y con su risa que nunca la abandonó me dijo:
Amor, nos vemos mañana temprano.
Y movió la mano en símbolo de adiós.
Volteó la cara hacia el director y mirándolo con dulzura le acercó los labios mientras le decía:
Nos vamos papi?
El director la sujetó por la nuca y la besó con fuerza en los labios, yo no podía creer lo que estaba presenciando, era una lucha de lenguas y para colmo el valet se había acercado escuchando todo que me decían, "amor" a mi y al director "papi", y como para que no hubieran dudas, al bajar mi mujer le dijo:
No… no vamos a guardar el auto, mi esposo solo vino acompañarme para que me divierta con mi macho, con mi papito.
Acto seguido, volvieron a juntar sus bocas, una mano del director se posó en el culo de ella acercándola más hacia él, como para que su bulto entre en contacto con su zona vaginal y pudiera conocer su dureza, la otra mano comenzó a sobar fuertemente una teta de hasta hace unos pocos minutos mi fiel esposa. Ella estiraba sus brazos hacia el cielo como queriéndose colgar de él, mientras que con una de sus piernas frotaba la pantorrilla del director.
El valet parking no entendía nada y cuando giró al verme quedé petrificado. Arranqué el motor y aceleré a fondo tratando de desaparecer velozmente.
Luego de dejar a Claudia junto a mi corneador en el hotel, me quité toda la ropa al llegar a casa, encerrándome en nuestro cuarto matrimonial y me hice una paja feroz recordando todo lo sucedido, teniendo dos corridas tremendas. Luego me senté en uno de los sillones de la sala junto a una botella de güisqui, tratando de que la noche pase rápido y no darle tiempo a mi mente de imaginar lo que estaría pasando en el hotel. Después de algunas botellas y pajas logré dormir algo bien entrada la madrugada.
Al día siguiente pasé recogerlos a las 16:00 por el hotel, según lo pactado. Tuve que esperar varios minutos estacionado frente al hotel a que salieran, al verlos parecían una pareja de recién casados, a Claudia se la veía esplendida y a él se le notaba el cansancio, pero esto no bastó para que en la despedida le metiera mano por todos lados al tiempo que intercambiaban saliva en un beso profundo, el cual interrumpí adrede con un bocinazo marcando mi posición.
Claudia al verme me hizo un gesto con la cabeza en señal de "ya voy" y tras varias caricias y un leve pellizco en una teta, mi mujer se dirigió hacia mí. Ni bien subió al auto me besó y me preguntó:
A que sabe su saliva?
Cosa que me sorprendió.
Rumbo a la casa de mis suegros en busca de nuestro hijo, mi mujer me mencionó que la pasó súper, que él era todo un hombre, que su pija es la más gorda que probó (y me indicó su grosor haciendo un gesto con las manos, digo con las manos porque con una no bastaba para describirlo), y que a la noche me iba a tener que conformar con a lo sumo una mamada porque la concha le había quedado muy dolorida.
La única petición que le hice a mi esposa fue que todo lo que sucedió me lo escribiera para que quede alguna constancia física de lo sucedido y que no crea que solo fue una alucinación producida por mi febril imaginación. Aquí les transcribo literalmente lo que mi esposa escribió:
"Fíjate amor que todo estuvo fabuloso, el director es un caballero en todo el sentido, nunca se apuró a nada, me trató como a una reina y con mucha suavidad, claro excepto en lo que a mi culito se refiere, no me puedo sentar amor, me lo mordió, me lo lamió, me lo besó hasta que su boca estaba roja de cansancio y por supuesto me lo penetró desde las 05:00 hasta las 08:00 hs., tres horas haciéndome anal sin correrse, mi hizo tener orgasmos tras orgasmos, no recuerdo haber gozado así en mi vida, seguro que notarás la pista que te dejó (la pista en cuestión es una mordida en la nalga izquierda donde mi esposa tiene un lunar).
Tengo que decirte que seguiré viéndolo un tiempo más, me gustó mucho y quiero seguir gozando.
Te amo tanto Gus, que no podría vivir sin vos.
Besitos… Claudia."

Seguro esperan detalles, yo igual, pero no quiero inventarles cosas y por ello me parece perfecto que lean lo que ella me escribió.
El lunes se realizó otra junta en la escuela, la cual se desarrolló como de costumbre, al
terminar yo procuré salir sin que el director me viera, les confieso que estaba apenado, sentía excitación y vergüenza, pero él me alcanzó y me hizo acompañarlo a la dirección, cerró la puerta y me dijo:
Gracias, fue lo más maravilloso que me ha pasado. Yo me imaginaba que tu esposa era una puta, pero tu mujer es el triple, jamás gocé igual y quería decírtelo....
En eso estaba hablándome el director, cuando entró Claudia y mirándolo lo abrazó y le dijo:
Qué…? Estas presumiendo lo que me hiciste?
El le respondió:
Si, algo así....
Y se fundieron en un beso, de nuevo ignorándome por completo.
Presenciando la escena se me cruzó por la mente que podría pedirle una beca para Gastón al director de la escuela, producto de su aventura con mi esposa. Me sonreí por dentro al tiempo que disimuladamente me apretaba la pija que estaba dura como un hierro.
Días más tarde, un jueves, el director, sin que nadie le dijese nada, nos citó a su oficina, en presencia de la subdirectora y de un administrativo, y nos informó a mi esposa y a mi que nuestro hijo era acreedor de una beca completa producto de sus "altas calificaciones" (apenas llega al 7,9 de promedio, creo que no se refería a él), después del brindis, llamaron al niño y a sus maestros y todos felices.
Cuando nos marchábamos a nuestra casa, sonó el teléfono celular de mi esposa y adivinen que... mi mujer me miró con una sonrisa bien coqueta y me dijo al colgar:
Me quiere coger todo el fin de semana...
Cumpliendo mi papel le pregunte con toda inocencia:
Y que vas hacer?
Mi esposa no me respondió siguió, sonriendo sabiendo que ese misterio me excitaba más, que el hecho en si.
El viernes, ya en mi oficina, mi fin de semana empezó a puros nervios, no me podía concentrar, sentía como si mi corazón quisiera escapar de mi pecho de tan rápido que palpitaba. Mis empleados lo notan y se la pasan preguntándome que me pasaba. Imagínense responderles el motivo de mi nerviosismo…
Por la tarde, Claudia me llamó al celular para informarme que estaba en un sexshop eligiendo la lencería que iba a estrenar con él por la noche, cuando se encontrara con el director en un lugar X al cual tendría yo que llevarla, ya que de la forma que iría vestida la confundirían con una puta.
Para no extenderme demasiado les cuento que mi esposa pasó todo el fin de semana con él, regresando el domingo muy entrada la noche.
Fue la primera vez en mi vida que le vi los labios vaginales inflamados, apenas podía rozarlos.
Ni bien entró, se metió en la bañera, ni siquiera se acordó en saludar a nuestro hijo que a esa altura de la velada ya se encontraba durmiendo, parecía que se le había borrado de la cabeza su rol de madre y esposa. En la bañera estuvo casi dos horas y yo sentado a su lado escuchaba todo lo que me contaba y me iba mostrando su cuerpo con las pruebas de lo que me decía, fue en ese momento cuando inclinándose hacia delante me mostró la vagina depilada a exigencia de él y era impresionante la inflamación, las nalgas las tenía moradas, sobre el lunar que tiene en la nalga izquierda tenía una mordida con todos los dientes marcados y para que les hablo del culo, ustedes imaginaran como tenía el ogete de abierto, como nunca lo había visto. Sus pechos estaban llenos de moretones, de chupadas, un pezón estaba muy lastimado, como cortado y sus labios rojos de besarse con él. Sin mencionar sus prendas todas echadas a perder por manchas de semen.
Toda esa semana estuvimos hablando de ello y cada vez que se acordaba de un detalle me llamaba a la oficina y me contaba, creo haberme masturbado unas 20 veces en toda la semana.
Después de ese fin de semana, mi mujer dejó de ser la misma, dejó de ser mi mujer, dejó de ser la madre de Gastón, para convertirse en la mujer del director. Solo estaba pendiente de él. Incluso llegó a decirme:
Amor, hoy mi macho me pidió que no haga el amor contigo, ya que tengo que estar descansada, para la garchada que me va a pegar el sábado. Ah, apropósito, saqué turno con mi ginecólogo para volver a introducirme el DIU, porque a él no le gusta usar forros y no quiero riesgos, por lo menos por ahora…
Tengo miedo que esto se vaya de mis manos, el director pasó a ser el amo y señor de ella. Sino miren está foto que él me regaló como tarjeta de cumpleaños.

2 comentarios - el director de mi hijo 1

vaan28
Es una copia del relato original x lo q puedo deducir.