Hacía ya un par de semanas que estaba instalda en Buenos Aires. De a poco me acostumbraba a la nueva rutina, el trabajo, la ciudad, mi vecino Agustín (con el que seguimos encontrándonos regularmente).
Un fin de semana, volví a Rosario. Quería ver a mi familia y mis amigos. El sábado a la noche arreglamos con mis amigas para salir a bailar.
Tipo 3 de la mañana estaba contra la pared comiéndome a un flaco cuando me suena el celu. Era un mensaje de Lucas. Yo le había dicho que iba a estar en Rosario ese finde. Y habíamos quedado en hablarnos para encontrarnos. Pero no esperaba que me escribiera a esa hora.
Seguí un rato más con el pibe y al rato me fui. Le dije que mis amigas me estaban buscando y me tenía que ir. Le contesté a Lucas, y quedamos que me pasaba a buscar a la salida.
Cuando salimos, vi su auto estacionado cerca de la puerta. Las aguanté un rato a que mis amigas tomaran un taxi, pero a esa hora es imposible conseguir. Me acerqué donde estaba Lucas, le expliqué la situación y le pregunté si podíamos alcanzarlas hasta sus casas. "Dale, suban", dijo sin problemas mi chico.
Durante todo el viaje fue un señor. Ni siquiera me agarraba la mano. Pero cuando dejamos a la última y quedamos solos, me agarró de la cabeza y me dio el beso que habíamos deseado desde el momento que subí al auto. me sacó de golpe, agarrándome del pelo, y me dijo al oído: "yo no soy remisero de nadie... vas a tener que pagar por esto", me dijo. Sonreí entendiendo el jueguito que quería.
La forma autoritaria con la que me habló me calentó tanto que me trepé arriba suyo. Mis manos empezaron a recorrer su cuerpo. Las suyas, ya habían levantado mi pollera hasta la cintura y amasaban mi culo.
Me corrí y bajé su pantalón. Me mordí los labios cuando vi su pijón salir. Las ganas que tenía de chuparla! Como la había extrañado!
"Arrancá" le dije con una mirada pícara. Avanzamos, mientras yo lo pajeaba. Después de unos metros, agaché mi cabeza y me tragué lo que pude del pijón de Luquitas. Comencé a meter y sacar su pija de mi boca mientras él como podía seguía manejando.
Lucas frenó el auto, y agarró mi cabeza con sus manos, metiéndola hasta lo más profundo de mi garganta. Luego de aguantar las arcadas un rato, permitió que la sacara. Empecé a toser, y a modo de castigo por lo que hizo le escupí la pija. Lejos de hacerlo sentir mal, esto aumentó su excitación y volvió a agarrarme de los pelos y metió su pija en la boca.
Él me cogía con fuerza la boca y yo me excitaba aún más. Con un par de dedos, empezó a jugar en la entrada de mi concha, que estaba chorreando jugos. La cabeza de su pija tocaba el fondo de mi garganta. Ya me había acostumbrado a las arcadas y trataba de meterla aún más.
Me sentía totalmente indefensa y abusada. Lucas me seguía agarrando de los pelos. Me clavaba su pija y me levantaba la cabeza hasta sacarla. Tomaba aire y me la volvía a meter. Estuvo un rato así. Hasta que me solté, y me trepé arriba. Le comí la boca y me senté arriba suyo. Con mi concha rozaba su pija masturbándolo a él y a mi. Con una mano agarré su poronga y lo pajeaba mientras seguía besándolo.
Cuando sentí que estaba por acabar, volví a mi asiento y solita me agaché a seguir chupándole la pija. Esta vez, lo hacía yo sola. Abrí grande mi boca y me comí lo más que pude. Recorría suavemente con mis labios su tronco de la base hasta su cabeza, la cual rodeaba con mi lengua y la chupaba como si fuese un heladito.
Seguí haciendo esto hasta que sentí como su pija y sus huevos se endurecieron porque estaba por acabar. Sin sacarla, dejé que me acabara en la boca. Sentí como 2 chorros potentes pegaron en mi garganta. Por más que me atragantaron, traté de tragar lo que pude y el resto empezó a salir de mi boca chorreando por el tronco de su pija.
Cuando terminó, la limpié y me volví a sentar con una sonrisa en mis labios. Lucas acercó una mano a mi boca y me limpió un hilo de semen. Agarré su dedo y lo chupé. "Estás cada día más puta, pendeja...", me dijo. "Con esto está pagado el viaje, señor?", le pregunté desafiante, volviendo al juego del principio.
Se rio y arrancó el auto. Sabía que la noche (o la mañana, mejor dicho) recién empezaba. Fuimos derecho a un telo. La habitación era inmensa. Tipo departamento, espejos por todos lados, hasta en el techo; en el baño jacuzzi. Era para quedarse a vivir cogiendo!!!
Lucas me agarró de la cintura y mientras me besaba empezó a desvestirme. Cuando quedé completamente desnuda, me tiró en la cama. Abrió mis piernas y empecé a sentir como con su boca recorría mis muslos. Sus manos subían por mi panza rodeando mis pechos. Hasta que al fin, su boca encontró a mi concha. Con su lengua rozaba mi clítoris y recorría desde mi cola hasta mi panza.
Lucas abría su boca y se comía toda mi concha, luego bajaba, y me cogía con la lengua. Un par de dedos entraron fácilmente dentro mío y comenzaron a moverse mientras su lengua seguía furiosa excitando mi clítoris. El resultado no se hizo esperar. Mi cuerpo empezó a temblar y al sentir que empezaba a mojarme mucho, Lucas puso su boca en mi concha y con su lengua se chupó toda mi acabada.
Se levantó y sin decir ni una palabra, me clavó su pija entera bien profundo. Mi concha seguía mojada, así que entró con facilidad. Cuando la sentí en el fondo mi calentura fue en aumento nuevamente. Se tiró arriba mío y agarrando mis manos sobre mi cabeza me cogió de manera violenta hasta acabar. Derramó su leche en mi pancita. Con mis manos fui desparramando cada gota que lanzaba sobre mi cuerpo.
Nos fuimos al jacuzzi a limpiarnos. Estuvimos charlando un rato, y volvimos a la cama nuevamente. Ahora, me agarró en 4 contra los espejos de la cabecera de la cama. Me tenía agarrada de los pelos mientras me embestía como un animal.
Cuando logré zafarme, lo acosté en la cama y me subí arriba. Ahora quería cabalgar yo. Me senté sobre su mástil, esperé un poco a acostumbrarme a semejante matafuego y comencé a moverme. Lucas me agarró de los pelos y atrajo mi cara hasta su boca besándome con pasión. "No sabés la imagen que me llevo de recuerdo..." me dijo, mirando el espejo del techo. "Vos arqueando la espalda clavándote mi pija moviendo esa cola hermosa que tenés..". Yo cerré los ojos y me imaginaba la situación, mordiéndome los labios y suspirando de placer cuando sentía su verga romperme bien adentro.
Mientras decía esto, uno de sus dedos empezaba a jugar en mi cola. Mi cuerpo se aflojó dejando que su dedo entrara suave dentro mío. Esto aceleró otro orgasmo, intenso y casi simultáneo con otro... Mis piernas no daban más.
Lucas me sacó de arriba suyo y me puso en 4. Escupió mi colita y estuvo un rato jugando con sus dedos. Se levantó y sentí como su cabeza empezaba a empujar mi cola. Mordí las sábanas (al principio, SIEMPRE duele un pijón tan grande).
Me relajé y de a poco, mi cola fue cediendo. Lucas sabía muy bien cómo hacerme la cola. "Que cerradita que estás..." me dijo... No todos los días se tiene un pijón semejante que te parta al medio como el tuyo, pensaba. "Hace mucho no me hacés la cola... la estás descuidando" alcancé a decirle entre jadeos y suspiros mezcla de dolor y placer.
Ya acostumbrada, sus embestidas empezaron a ser más fuertes. Sentía como sacaba su pija casi por completo y la metía. Parecía que no terminaba más de salir. No se cuanto me alcanzó a meter, pero la sentía en mi estómago casi. De pronto la sacó y la puso entre mis cachetes. Se movía pajeándose con mi cola, hasta que saltó un chorro de leche sobre mi espalda. Con sus manos la desparramó por todo mi cuerpo y luego me dio sus dedos para que los chupe.
Quedamos los dos rendidos en la cama, nos pusimos a charlar un rato... hasta que las caricias y los roces volvieron a activarnos. Así como estábamos (en cucharita), me empezó a coger, mientras con sus manos estimulaba mi clítoris. Me di vuelta y volví a ponerme en 4.
Tiré mi cabeza contra la cama y levanté la cola. Lucas sin dudar se paró encima mío y empezó a cogerme como un animal. De vez en cuando paraba de cogerme para pasar su lengua por mi concha, mi cola, y volver a enterrarme su mazo de carne.
En el mejor momento, llaman por teléfono... se había terminado el turno!! Sin sacar su pija de adentro, le indicó al tipo que nos quedábamos otro turno más. Colgó y volvió a lo suyo: partirme al medio. En una de las tantas veces que paró a chupármela, empecé a acabar muy fuerte... me mojé mucho, mis piernas temblaron y terminé acostada agotada.
Como si fuese una bolsa de papas, me dio vuelta y sin hacer caso a mis pedidos de que parara un poco, me clavó su pija de a poco. Metía solo la puntita, muy suavecito. No tardé en chorrearme de nuevo y empecé a suplicar que fuera más rápido..
"Metemela hasta el fondo", le pedía. "No no, asi no.. como se dice?". Seguía metiendo solo la puntita... con su dedo me acariciaba el clítoris. "Dale boludo!". Me pegó un chirlo que retumbó en toda la habitación, mientas su cabeza decía que no.
Entendí que era lo que quería: "Por favor... metemela hasta el fondo!". "Ahora siiii!! me gusta que ruegues que te coja bien fuerte, putita" gritó mientras la cabeza de su pija me desfondaba. Pegué un grito, pero suplicando que no parara y me diera más fuerte.
Me tuvo así un rato, hasta que no aguantó más y agarrándome de las manos empezó a cogerme sin piedad. Cuando estuvo a punto de terminar, sacó su pija y sentándose arriba mío se pajeó hasta bañarme nuevamente en leche, esta vez en mis tetas. Agarré su pija y la empecé a chupar. Me levanté y lo acosté en la cama y seguí chupándosela, hasta que se la dejé bien muerta. Nos tiramos en la cama... aún quedaba bastante del segundo turno.
Nos dormimos un rato. Me despertó su lengua jugando otra vez en mi concha. "Pará loco otra vez no!" le dije, aunque no me hizo caso. No me pude resistir mucho y dejé que me la chupara hasta regalarme otro orgasmo más, no tan intenso como los anteriores, pero muy hermoso.
Me sentía totalmente agotada. El teléfono volvió a sonar, y esta vez si nos fuimos. Hacía rato había amanecido y hacía rato tendría que haber llegado a mi casa. En el camino me dieron ganas de desayunar. Aprovechando un semáforo le abrí el jean y empecé a chupársela. Él no era el único que estaba insaciable ese día. En poco tiempo ya no me entraba en la boca y volvió a estar dura y firme como un mástil. Se la chupé todo el camino hasta mi casa.
Cuando llegamos, frenó un poco antes (no era la primera vez que lo despedía así jeje) para que yo pudiera terminar mi trabajo. La adrenalina de que me vea algún vecino o mis viejos me excitaba, y hacía que se la chupara más fuerte. "Quiero la lechita... es hora de desayunar" le susurraba mientras lo pajeaba.. Cuando sentí que empezaba a acabar, me metí la pija en la boca y me tragué el resto de su acabada. Ya casi no salía leche, lo había dejado bien seco. Se la chupé para limpiarla, le di un beso y me fui.
En casa ya estaban todos despiertos... mi viejo leyendo el diario y mi vieja preparando la comida. "Donde estuviste Julieta?" me preguntó mi viejo. Inventé una excusa boluda y rápido me escapé a mi habitación. Antes que desapareciera, me dijo: "A vos te trajo Lucas? me pareció ver su auto en la puerta".
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Un fin de semana, volví a Rosario. Quería ver a mi familia y mis amigos. El sábado a la noche arreglamos con mis amigas para salir a bailar.
Tipo 3 de la mañana estaba contra la pared comiéndome a un flaco cuando me suena el celu. Era un mensaje de Lucas. Yo le había dicho que iba a estar en Rosario ese finde. Y habíamos quedado en hablarnos para encontrarnos. Pero no esperaba que me escribiera a esa hora.
Seguí un rato más con el pibe y al rato me fui. Le dije que mis amigas me estaban buscando y me tenía que ir. Le contesté a Lucas, y quedamos que me pasaba a buscar a la salida.
Cuando salimos, vi su auto estacionado cerca de la puerta. Las aguanté un rato a que mis amigas tomaran un taxi, pero a esa hora es imposible conseguir. Me acerqué donde estaba Lucas, le expliqué la situación y le pregunté si podíamos alcanzarlas hasta sus casas. "Dale, suban", dijo sin problemas mi chico.
Durante todo el viaje fue un señor. Ni siquiera me agarraba la mano. Pero cuando dejamos a la última y quedamos solos, me agarró de la cabeza y me dio el beso que habíamos deseado desde el momento que subí al auto. me sacó de golpe, agarrándome del pelo, y me dijo al oído: "yo no soy remisero de nadie... vas a tener que pagar por esto", me dijo. Sonreí entendiendo el jueguito que quería.
La forma autoritaria con la que me habló me calentó tanto que me trepé arriba suyo. Mis manos empezaron a recorrer su cuerpo. Las suyas, ya habían levantado mi pollera hasta la cintura y amasaban mi culo.
Me corrí y bajé su pantalón. Me mordí los labios cuando vi su pijón salir. Las ganas que tenía de chuparla! Como la había extrañado!
"Arrancá" le dije con una mirada pícara. Avanzamos, mientras yo lo pajeaba. Después de unos metros, agaché mi cabeza y me tragué lo que pude del pijón de Luquitas. Comencé a meter y sacar su pija de mi boca mientras él como podía seguía manejando.
Lucas frenó el auto, y agarró mi cabeza con sus manos, metiéndola hasta lo más profundo de mi garganta. Luego de aguantar las arcadas un rato, permitió que la sacara. Empecé a toser, y a modo de castigo por lo que hizo le escupí la pija. Lejos de hacerlo sentir mal, esto aumentó su excitación y volvió a agarrarme de los pelos y metió su pija en la boca.
Él me cogía con fuerza la boca y yo me excitaba aún más. Con un par de dedos, empezó a jugar en la entrada de mi concha, que estaba chorreando jugos. La cabeza de su pija tocaba el fondo de mi garganta. Ya me había acostumbrado a las arcadas y trataba de meterla aún más.
Me sentía totalmente indefensa y abusada. Lucas me seguía agarrando de los pelos. Me clavaba su pija y me levantaba la cabeza hasta sacarla. Tomaba aire y me la volvía a meter. Estuvo un rato así. Hasta que me solté, y me trepé arriba. Le comí la boca y me senté arriba suyo. Con mi concha rozaba su pija masturbándolo a él y a mi. Con una mano agarré su poronga y lo pajeaba mientras seguía besándolo.
Cuando sentí que estaba por acabar, volví a mi asiento y solita me agaché a seguir chupándole la pija. Esta vez, lo hacía yo sola. Abrí grande mi boca y me comí lo más que pude. Recorría suavemente con mis labios su tronco de la base hasta su cabeza, la cual rodeaba con mi lengua y la chupaba como si fuese un heladito.
Seguí haciendo esto hasta que sentí como su pija y sus huevos se endurecieron porque estaba por acabar. Sin sacarla, dejé que me acabara en la boca. Sentí como 2 chorros potentes pegaron en mi garganta. Por más que me atragantaron, traté de tragar lo que pude y el resto empezó a salir de mi boca chorreando por el tronco de su pija.
Cuando terminó, la limpié y me volví a sentar con una sonrisa en mis labios. Lucas acercó una mano a mi boca y me limpió un hilo de semen. Agarré su dedo y lo chupé. "Estás cada día más puta, pendeja...", me dijo. "Con esto está pagado el viaje, señor?", le pregunté desafiante, volviendo al juego del principio.
Se rio y arrancó el auto. Sabía que la noche (o la mañana, mejor dicho) recién empezaba. Fuimos derecho a un telo. La habitación era inmensa. Tipo departamento, espejos por todos lados, hasta en el techo; en el baño jacuzzi. Era para quedarse a vivir cogiendo!!!
Lucas me agarró de la cintura y mientras me besaba empezó a desvestirme. Cuando quedé completamente desnuda, me tiró en la cama. Abrió mis piernas y empecé a sentir como con su boca recorría mis muslos. Sus manos subían por mi panza rodeando mis pechos. Hasta que al fin, su boca encontró a mi concha. Con su lengua rozaba mi clítoris y recorría desde mi cola hasta mi panza.
Lucas abría su boca y se comía toda mi concha, luego bajaba, y me cogía con la lengua. Un par de dedos entraron fácilmente dentro mío y comenzaron a moverse mientras su lengua seguía furiosa excitando mi clítoris. El resultado no se hizo esperar. Mi cuerpo empezó a temblar y al sentir que empezaba a mojarme mucho, Lucas puso su boca en mi concha y con su lengua se chupó toda mi acabada.
Se levantó y sin decir ni una palabra, me clavó su pija entera bien profundo. Mi concha seguía mojada, así que entró con facilidad. Cuando la sentí en el fondo mi calentura fue en aumento nuevamente. Se tiró arriba mío y agarrando mis manos sobre mi cabeza me cogió de manera violenta hasta acabar. Derramó su leche en mi pancita. Con mis manos fui desparramando cada gota que lanzaba sobre mi cuerpo.
Nos fuimos al jacuzzi a limpiarnos. Estuvimos charlando un rato, y volvimos a la cama nuevamente. Ahora, me agarró en 4 contra los espejos de la cabecera de la cama. Me tenía agarrada de los pelos mientras me embestía como un animal.
Cuando logré zafarme, lo acosté en la cama y me subí arriba. Ahora quería cabalgar yo. Me senté sobre su mástil, esperé un poco a acostumbrarme a semejante matafuego y comencé a moverme. Lucas me agarró de los pelos y atrajo mi cara hasta su boca besándome con pasión. "No sabés la imagen que me llevo de recuerdo..." me dijo, mirando el espejo del techo. "Vos arqueando la espalda clavándote mi pija moviendo esa cola hermosa que tenés..". Yo cerré los ojos y me imaginaba la situación, mordiéndome los labios y suspirando de placer cuando sentía su verga romperme bien adentro.
Mientras decía esto, uno de sus dedos empezaba a jugar en mi cola. Mi cuerpo se aflojó dejando que su dedo entrara suave dentro mío. Esto aceleró otro orgasmo, intenso y casi simultáneo con otro... Mis piernas no daban más.
Lucas me sacó de arriba suyo y me puso en 4. Escupió mi colita y estuvo un rato jugando con sus dedos. Se levantó y sentí como su cabeza empezaba a empujar mi cola. Mordí las sábanas (al principio, SIEMPRE duele un pijón tan grande).
Me relajé y de a poco, mi cola fue cediendo. Lucas sabía muy bien cómo hacerme la cola. "Que cerradita que estás..." me dijo... No todos los días se tiene un pijón semejante que te parta al medio como el tuyo, pensaba. "Hace mucho no me hacés la cola... la estás descuidando" alcancé a decirle entre jadeos y suspiros mezcla de dolor y placer.
Ya acostumbrada, sus embestidas empezaron a ser más fuertes. Sentía como sacaba su pija casi por completo y la metía. Parecía que no terminaba más de salir. No se cuanto me alcanzó a meter, pero la sentía en mi estómago casi. De pronto la sacó y la puso entre mis cachetes. Se movía pajeándose con mi cola, hasta que saltó un chorro de leche sobre mi espalda. Con sus manos la desparramó por todo mi cuerpo y luego me dio sus dedos para que los chupe.
Quedamos los dos rendidos en la cama, nos pusimos a charlar un rato... hasta que las caricias y los roces volvieron a activarnos. Así como estábamos (en cucharita), me empezó a coger, mientras con sus manos estimulaba mi clítoris. Me di vuelta y volví a ponerme en 4.
Tiré mi cabeza contra la cama y levanté la cola. Lucas sin dudar se paró encima mío y empezó a cogerme como un animal. De vez en cuando paraba de cogerme para pasar su lengua por mi concha, mi cola, y volver a enterrarme su mazo de carne.
En el mejor momento, llaman por teléfono... se había terminado el turno!! Sin sacar su pija de adentro, le indicó al tipo que nos quedábamos otro turno más. Colgó y volvió a lo suyo: partirme al medio. En una de las tantas veces que paró a chupármela, empecé a acabar muy fuerte... me mojé mucho, mis piernas temblaron y terminé acostada agotada.
Como si fuese una bolsa de papas, me dio vuelta y sin hacer caso a mis pedidos de que parara un poco, me clavó su pija de a poco. Metía solo la puntita, muy suavecito. No tardé en chorrearme de nuevo y empecé a suplicar que fuera más rápido..
"Metemela hasta el fondo", le pedía. "No no, asi no.. como se dice?". Seguía metiendo solo la puntita... con su dedo me acariciaba el clítoris. "Dale boludo!". Me pegó un chirlo que retumbó en toda la habitación, mientas su cabeza decía que no.
Entendí que era lo que quería: "Por favor... metemela hasta el fondo!". "Ahora siiii!! me gusta que ruegues que te coja bien fuerte, putita" gritó mientras la cabeza de su pija me desfondaba. Pegué un grito, pero suplicando que no parara y me diera más fuerte.
Me tuvo así un rato, hasta que no aguantó más y agarrándome de las manos empezó a cogerme sin piedad. Cuando estuvo a punto de terminar, sacó su pija y sentándose arriba mío se pajeó hasta bañarme nuevamente en leche, esta vez en mis tetas. Agarré su pija y la empecé a chupar. Me levanté y lo acosté en la cama y seguí chupándosela, hasta que se la dejé bien muerta. Nos tiramos en la cama... aún quedaba bastante del segundo turno.
Nos dormimos un rato. Me despertó su lengua jugando otra vez en mi concha. "Pará loco otra vez no!" le dije, aunque no me hizo caso. No me pude resistir mucho y dejé que me la chupara hasta regalarme otro orgasmo más, no tan intenso como los anteriores, pero muy hermoso.
Me sentía totalmente agotada. El teléfono volvió a sonar, y esta vez si nos fuimos. Hacía rato había amanecido y hacía rato tendría que haber llegado a mi casa. En el camino me dieron ganas de desayunar. Aprovechando un semáforo le abrí el jean y empecé a chupársela. Él no era el único que estaba insaciable ese día. En poco tiempo ya no me entraba en la boca y volvió a estar dura y firme como un mástil. Se la chupé todo el camino hasta mi casa.
Cuando llegamos, frenó un poco antes (no era la primera vez que lo despedía así jeje) para que yo pudiera terminar mi trabajo. La adrenalina de que me vea algún vecino o mis viejos me excitaba, y hacía que se la chupara más fuerte. "Quiero la lechita... es hora de desayunar" le susurraba mientras lo pajeaba.. Cuando sentí que empezaba a acabar, me metí la pija en la boca y me tragué el resto de su acabada. Ya casi no salía leche, lo había dejado bien seco. Se la chupé para limpiarla, le di un beso y me fui.
En casa ya estaban todos despiertos... mi viejo leyendo el diario y mi vieja preparando la comida. "Donde estuviste Julieta?" me preguntó mi viejo. Inventé una excusa boluda y rápido me escapé a mi habitación. Antes que desapareciera, me dijo: "A vos te trajo Lucas? me pareció ver su auto en la puerta".
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52 comentarios - Pagando el remis de mis amigas
gracias por compartir
gracias por pasar
Muy caliente!!
Gracias por compartir
Besitos!
gracias por pasar!
por un par de cuadras te mato el hdp...
gracias por pasar!
Decime que va a acabar tanto que es la serenisima o tiene un tambo
Andaaaa
que linda que sos... que linda
no puedo evitar sentir que un dia voy a protagonizar uno de tus más calientes relatos Juli...
me volves loco, escribis perfecto
beso bombon, van 10
gracias por pasar!
gracias por pasar!
gracias por pasar!
Cuando hagas Caba <---> Rosario . Podes pasar por Tigre 😉
Besos!!!
gracias por pasar!
gracias por pasar!
gracias por pasar!