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De nerd a formar parte de un trio.

Hola Compañer@s! Como les va? Hoy les traigo un relato de mi autoria. Es una historia ficticia, pero que tranquilamente pudo ser verdad. Queda en uds, darle vida al relato dentro de sus pensamientos.
Pasen y Lean!



-----AQUÍ COMIENZA-----


Mi vida era muy simple y aburrida. Era el tipico nerd virgen

de secundaria, que jugaba videojuegos y leia comics. Al

finalizar el colegio, y habiendo cumplido mis 18 años, me

digne a buscar un laburo.
Nadie queria a un pendejo sin experiencia alguna. Salvo esos

lugares de comida rapida donde estas, todo el tiempo, a las

corridas por preparar una hamburguesa con papas. Ya no era

un nerd, era un nerd con uniforme a rayas rojas y una gorra

azul. Los pocos momentos libres que teniamos la pasabamos

charlando con mis compañeros de trabajo. Todos estabamos en

situaciones similares. Mariela y Javier eran las dos

personas con quien congeniaba más. Eran dos jovenes que se

habian conocido ahi, un par de meses antes de que empezara a

trabajar. Y habian entablado una relacion amorosa. Mariela

era una muchacha morocha, delgada, de linda sonrisa y

delantera llamativa. Javier era un chabon alto, delgado, de

pelo largo y castaño, para resumir: era fachero.
Con el correr de los días, los tres nos divertiamos bastante

en el trabajo. Tan así que nuestra supervisora solía

presentarse frente a nosotros pidiendo que hicieramos

silencio, y nos dediquemos a cocinar, o preparar los

pedidos. Pero Javier fue asignado a la parte de atencion al

cliente, mientras que Mariela y Yo seguiamos en la cocina.

Al parecer, Mariela era una muchacha juguetona, y caliente.

En cuanto tomó confianza, los pellizcos en mi cola, por

parte de ella, se volvieron un gesto común. Otras veces,

solía agarrarme por la espalda, y refregarme sus tetas de

manera sutil. Mi temperatura subia enseguida. Incluso,

llegue a apoyarla, sin querer, para poder pasar. Aunque para

mí, ella tenia más intension en que la apoye, que yo a ella.

Solía tenerle más respeto a las mujeres, en ese sentido. No

quería ser considerado un pervertido. Cuando terminaban

nuestros turnos, Mariela se iba con Javier, tan alegres,

reluciendo lujuria en sus besos.
Para el cumpleaños de Javier, ellos me invitaron a salir a

tomar unas cervezas a un bar, no demasiado lejos. Entre

brindis y brindis, la conversacion se torno hacia lo sexual.

Y la pregunta clave fue cuando quisieron saber cuando había

debutado. A lo que timida e inocentemente respondí que, aún

era virgen. Las bromas no se hicieron esperar. Javier se

reía a carcajadas, mientras que a Mariela parecía darle

pena. Despues de un par de cervezas, la lujuría entre

Mariela y Javier iba en aumento. Sus besos y caricias se

incrementaban. Incluso, las manos de Javier se deslizaban un

poco sobre las tetas de Mariela. Sentía que molestaba, asi

que los salude y me marché de ahí. Algo caliente, debo

aceptarlo. Al llegar a mi casa, busque porno con alguna

morocha de buenas tetas, pensando en Mariela. Fue una paja

fabulosa.
Los proximos días, Mariela continuaba con sus gestos hacia

mí. Pero todo el tiempo me recalcaba que era virgen. Pero

algunas veces me decía que me iba a presentar a una amiga

para que me desvirgue. Dicho y hecho. El siguiente viernes,

salimos a un bar por Recoleta, un antro estrecho que tenia

un entrepiso de madera aún más pequeño que la planta baja.

Ahí estaban las amigas de Mariela, Karina y Romina. Karina

era una muchacha de pelo negro teñido, regordeta, con una

apariencia algo punk. Romina era un poco más sensual,

tambien teñida pero con mechones rosa, vestida de negro, que

disimulaba un poco las curvas de su delantera, las cuales se

apreciaban en su escote. Luego de beber un poco, nos pusimos

a bailar. Rotabamos las parejas entre los 5. A veces bailaba

con Karina, otras con Romina, y otras con Mariela. Y a veces

solo bailabamos en ronda. Lo magnifico era que Mariela,

Karina y Romina eran provocadoras a la hora de bailar. Se

manoseaban entre ellas, se acercaban como para besarse, o

les gustaba insinuar mucho. En otras palabras, les gustaba

calentar la pava.
Despues de un rato, las muchachas se fueron al baño, todas

juntas. Con Javier charlabamos de lo atrevida que eran las

chicas. Intuia que habia cosas que me estaba ocultando

acerca de ellas tres, pero preferí no darle importancia.

Cuando regresaron, se sentaron de tal modo que formamos una

ronda sobre un sillón del boliche. Karina, Romina, Javier,

Mariela y Yo. Mariela tenía un vaso con un hielo, de los

"rolitos". Lo miró a Javier, y le propuso jugar con el

hielo. Ella colocó el cubo en sus labios, y javier se sacó

con los suyos. Luego se lo paso a Romina, quien

practicamente le rozaba los labios. Entre Romina y Karina

fue algo más erotico. Ambas se besaron sin dejar caer el

hielo. Cuando Karina me pasó el hielo, pude sentir que ella

me quería besar. Con mi calentura, correspondí a ese beso.

Javier aplaudia, a modo de broma, diciendo: "Miralo, no más,

es virgen pero no boludo!". Cuando me tocó pasarle el hielo

a Mariela, me sentí incomodo, pero Mariela aprovecho a rozar

mis labios, casi sacandome el hielo directamente. El juego

continuó así hasta que se acabó el hielo entre Karina y

Romina. Mariela argumentó que como no había más hielo, que

al menos, yo merecía un beso. Karina se pegó a mí, y hundió

su boca con mi boca. Era un beso super caliente, apasionado,

humedo, y boraz. Mi calentura hacía que siguiera besandola.

Ella proseguía. Al cabo de unos minutos, la mina estaba

manoseandome la pija por encima del pantalon, mientras que

yo manoseaba su culo y sus tetas. Metí mi mano entre sus

piernas y dejó escapar un gemido. Me quede rozando su vagina

unos segundos, en cuanto quise abrir su pantalon, ella me

dijo: "no tan rapido". Me beso y se sentó a mi lado.

Seguimos comiendonos a besos, hasta que nos percatamos que

estabamos solos. Javier, Mariela y Romina se habian ido. Era

un poco tarde, así que decidimos irnos. Mi verga se notaba

en mis pantalones. Y ella, cada tanto, la reanimaba

refregandome su culo. Mientras caminabamos, le pregunté si

quería ir a algun telo. Y me respondió que no. Empezaba a

frustrarme. En eso, vimos una plaza. Ella me pide que la

siga. Nos adentramos en la plaza, algo lejos de la vereda, y

nos sentamos a besarnos un rato más. Aún no amanecía. Le

digo que si no quería ir a telo, que me ayudase a bajar la

ereccion. Ella me respondió que lo hicieramos a su manera.

Puso su dedo sobre mi boca, a modo de que hiciera silencio.

Me abrio el pantalon, y saco mi verga toda parada. Abrió sus

ojos de par en par, y se mordió los labios. "Mmm. Que linda

verga que tenes, bebe!", me dijo. Escupió un poco y comenzó

a chuparla, hasta que quedó bien dura. Luego se bajo el

pantalón, y se me sentó encima. En ese instante, podía

sentir como mi verga iba abriendo camino en esa concha

humeda y apretada. Ella se inclinaba y reclinaba para

recibir más de mi verga. Se meneaba cuando hacía tope. Podía

sentir sus nalgas sobre mi regazo. Ella me gemia, y me

decia: "Así te gusta, pendejo? Dame más! Más!". Estaba a

punto de acabar, y largue toda mi leche adentro suyo. Ella

se enojó, se calzó de nuevo el pantalón y me cago a pedos,

por no avisarle que estaba por acabar. Al pasar por una

remiseria, ella se fue a su casa. Mientras que yo, esperaba

el mio, feliz de la vida. Despues de debutar, y en plena

plaza publica.
Al siguiente día laboral, Javier y Mariela se me acercaron a

preguntarme que tal todo con Karina. Que si por fin la habia

puesto. Javier me contó que fue Mariela, quien le pidió a

alguna de las muchachas si cogerían conmigo. Y que fue

Karina quien dijo que si. Ambos estaban ansiosos por saber

que más había pasado. Al parecer, Karina les contó algo,

pero no todo. Mariela insistía en que le contará. Me hacía

"pucherito". Era casi irresistible. Así que despues del

laburo, nos fuimos al bar. Ahí les comenté que había pasado,

y como terminamos cogiendo en la plaza. Javier estaba

asombrado, Mariela estaba algo exitada. Se encontraba casi

encimada a Javier, y dedujé que tenía su mano en la

entrepierna de Javi. La noche parecía seguir su curso. En un

momento, Javier fue a comprar bebidas a la barra, Mariela se

me acercó y se sentó pegada a mí. "Sabes lo que me contó un

pajarito?" me preguntaba. "No se", conteste. "Mmm... Me dijo

que tenes una verga muy grande!" de dijo al oido, mientras

pasaba su mano por mi entrepierna. Me sobresalté. No

esperaba esa reaccion por parte de ella. "Shh, no pasa nada,

bebe. Sabes lo que hicimos cuando nos fuimos?". Negué con mi

cabeza. "Un hermoso trio, con Rominita". La verga estaba a

punto de explotarme. Mi mente hizo un viaje que parecía una

eternidad, donde flashié toda la escena del trio. La miré a

los ojos, y podía ver todo el fuego dentro de ella. "Ese fue

el regalo para Javi, sabes? Ahora quiero uno para mí!". Me

comentaba, mientras seguía refregandome su mano sobre mi

pija. Justo Javier se acercó con las bebidas. Mi corazón

vibraba a mil por hora. "Sabes, amor, le estaba comentando

sobre lo que hicimos el otro día!" decía ella, dejando

escapar risas picarezcas. "Si? Fue una buena noche, eh! Esa

Romina es terrible!" acotaba él. "Y bueno, le decía que yo,

ahora, quería el mio", decía ella. "Así es. Te parece?" me

preguntó Javier, mirandome a los ojos, a modo de complice.

No sabía que contestar. Mi cuerpo se sentía en extasis. Una

mujer acariciandome la verga, mientras que su novio me

estaba invitando a hacer un trio. Tan solo pude dejar

escapar un OK.
Quince minutos despues, estabamos yendo a la casa de Javier.

Un departamentito cerca de la Av. Pueyrredon. Tomamos el

ascensor, y ahí mismo, Javier empezó a manosear a Mariela.

Ella estaba emputecida. Apoyó su culo contra la pija de

Javier, y agarrandome de la remera, me acercó a su boca y

comenzó a besarme. Ella me besa con intensidad, como si

quisiera deborarme la boca con sus labios. Yo respondia de

manera frenetica, sosteniendo su cabeza con mis manos. Sus

manos acariciaban mi miembro por sobre el pantalón. A su

espalda, Javier besaba su cuello, y aferraba la cadera

contra sus nalgas. Entramos en el departamento, y Mariela

entró dando saltos, mientras que Javier le daba palmadas en

el culo. La erección de Javier era notoria. La mia no tanto.

"Uy, y ahora, por donde empezamos?" preguntó Mariela. "Creo

que tengo una idea!" dijo Javier, en el momento en que se

bajaba los pantalones, y dejaba ver una pija no muy grande,

quizas promedio, pero cabezona. Mariela se agachó y comenzó

a chuparle la pija. Lentamente se fui sentando a un costado,

cerca de la mesa. Mientras observaba todo. "Dale, no seas

timido! Unite a la fiesta!" me decía Javier. Mariela se

acerco, me tomó de las manos, y me acercó a ellos. Me bajé

los pantalones, y deje escapar mi verga. No es muy grande,

pero quizas dos o tres centimentros más que Javier, y algo

más gruesa. Al igual que Karina, Mariela se asombró de mi

verga, y comenzó a chuparla con ganas. Mejor de lo que había

pensado. Javier se acercó y comentando lo bien que ella la

chupaba, le pegaba bofetadas en la cara con su verga. "Ey!

Para!" le decía Mariela en tono juguetón. Ella abría su

boca, se metía lo más que podía de mi verga en ella, y luego

se retiraba para hacer lo mismo con la de Javier. Parecía

toda una experta. Mirandonos con los ojos bien abiertos y

engolocinados. Javier la desnudó, se sentó sobre el sillón,

y a ella encima de él. Ellos cogían mientras que a mi me

chupaba la pija. Apoyaba mis manos sobre su cabeza, y la

guiaba para mostrarle como me gustaba. Unos minutos más

tarde, Mariela me pregunta si estaba listo para cogerla. Me

senté, y ella se colocó encima mio, de frente. Mis manos

fueron directamente a sus tetas, y mi lengua a sus pezones.

Javier apareció por detras, huntandole gel lubricante en el

culo. Mariela reflejaba gestos de frío, dolor, y gozo; todo

a la vez. Javier estuvo un ratito así, hasta que colocó su

pija en la entrada, y lentamente fue introduciendolo. A

Mariela le dolía y a mi me exitaba cada vez más. Podía

sentir como ella se retorcía con cada embestida de Javier.

Mariela gemía incontrolablemente. En eso, Mariela me dice:

"Quiero sentir tu pija en mi culo!" Paralizado del extasis,

casi acabo en ese instante. Pude contenerme. Ella se retiró

de encima mio, aún con Javi dentro suyo, quien aprovechó el

parate, para bombearle más fuerte. Cuando Javier sacó su

pija de ahí, pude ver ese ano abierto, de manera circular,

algo ovalado, con tonos medios rosados a rojizos. Un agujero

pidiendo ser rellenado. Me coloqué detras de ella. Separé

bien sus nalgas, e introduje lentamente mi pene. Mariela

dejó escapar un gemido de dolor. Giró su rostro, me miró

fijo a la cara, y me dijo: "Cogeme toda, bebe!". Dicho y

hecho. Empece a bombear ese culo super apretado y caliente,

que succionaba mi pene cada vez más adentro. Javier estaba

pajeandose fuertemente, mientras miraba como me cogía a su

novia. Segundos despues, se colocó frente a ella, y empezó a

descargar su leche en la cara y en las tetas de Mariela. Ya

no daba más, quería descargar todo. Le hice un gesto como

para avisarle a Mariela, y no cometer el error como con

Karina. Pero Mariela me dijo: "acabame todo adentro del

culo! Llename con tu leche!". No terminó de decir eso, que

ya estaba largando toda mi escencia dentro de ese culo. Al

retirarlo, pude ver como ella abría y cerraba el culo

dilatado para que saliera mi leche. Tomó una toalla, se

limpió un poco la cara, y le dió un gran beso a Javier,

diciendole que era el mejor novio de todos. Luego, se

dirigió a mí, y me dió un beso, diciendome que era su mejor

amigarche.
Así pase de ser el nerd virgen, a amante de los trios.



ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO!


S A L U D E T E S ! ! !

4 comentarios - De nerd a formar parte de un trio.

LemmeM +1
@LeandroKre muy buena historia!!!!!!! me gustan los trios!!!!!!!
vaan28
Uuufffff. Me tuvo al palo maalll casi todo el relato. Muuuyy buenooo!!!!!