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Es sólo sexo

Su culo apuntaba a mi cara esperando ser acariciado y penetrado por mí. Podía ver como aún mantenía su concha con tintes rosas, recordándome que era menor que yo, pero a su vez denotando experiencia juvenil.

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Hace tan sólo 72 horas horas estábamos sentados en un bar recordando viejos tiempos. Nos conocimos hace 5 años por temas laborales por lo que nuestra relación fue distante y profesional. Un par de semanas atrás me contactó por otros temas profesionales y entre conversación y conversación acordamos reunirnos en el bar. Nos dimos cuenta que no nos conocíamos realmente,pero con el paso de los minutos la conversación se quedó corta.

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Mientras su culo me apuntaba y ella por el espejo me mira como dando permiso para ser tocada. Siento un poco de verguenza, pero esos labios rosas me vuelven loco. Su cabellera roja desordenada le da un toque especial a sus curvas. Doy un paso y otro más. La habitación del motel era luminosa por lo que no me perdía detalle de su figura. Estiro mi brazo y logro tocar un glúteo. Su piel se eriza y mi verguenza desaparece. Recorro lentamente su trasero como dibujando hasta aprenderlo de memoria.

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Hace tan sólo 48 horas, en el mismo bar, cambiamos el tema profesional para adentrarnos a temas personales. Nos reimos de nuestras fracasadas relaciones y de la vida en general. Tocamos temas sensibles. Hablamos algo de nuestra vida sexual.

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Recorrí su espalda con las yemas de mis dedos hasta que tomo sus pelos rojos para descubrir su rostro y besarla. Era nuestro primer beso. Hasta ese momento, el primer beso venía antes del desnudo, antes de tocar sus nalgas, antes de ver su vagina.

Nos besamos apasionadamente mientras una de sus manos sube por mi pierna hasta mi pene. La exitación sube y todos los resquemores vuelan al olvido. Toco sus senos sutiles sintiendo esa piel tersa que los envuelve. Pechos firmes y músculos marcados. El deporte había dejado muy lindas huellas en su cuerpo, mientras el mío era delgado pero sin marcas.

Quito mis labios de los suyos, aunque debo reconocer que fue una tarea dificil. respiro dos veces antes de reaccionay y recordar por qué me detuve. Busco mi bolso y saco un condón. Ella lo mira y sonríe.

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Hace 24 horas, la conversación tomó un giro impensado. Pasamos de temas sexuales soft a temas más candentes. Salieron a flote nuestras fantasías, puntos débiles y experiencias en detalle. El alcohol ayudó a desinhibir un tema complejo y nuestras risas eran acompañadas por rostros avergonzados, pero con ganas de escuchar más. Ahí confesó que nunca se lo habían metido por el trasero, más por miedo que por falta de ofrecimientos pero que era su máxima fantasía. La conversación terminó de forma abrupta.

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Ella toma el envase del condón y lo abre con sus dedos. Lo posa en mi glande, me mira, se ríe y acerca su boca a mi pico para hacerlo descender. Sus movimientos eran el estímulo máximo y sus manos terminaban de completar la maravilla al masajearme las bolas en la forma más rítmica que haya visto. Logró ponerme el condón con su boca luego de minutos que parecieron eternos, aunque debo confesar que presiento que de forma voluntaria retrocedía en su avance.

Casi podía oler su sudor emanar por sus poros. En el borde de la cama ella abre sus piernas y me deja penetrar su vagina rosa, aún apretada. Según lo que me comentó, hace un año que no tenía sexo, mientras yo sólo llevaba algunos meses en sequía. Mis movimientos lentos eran acompañados por sus caderas permitiendo lucir sus músculos femeninos con total esplendor.

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Hoy, en el bar, no nos pudimos mirar. La noche anterior habíamos hablado mucho y no se puede mirar de la misma forma a la persona con la cual hablaste de sexo en la forma en que lo hicimos. Ya no éramos las personas de días atrás. No nos podíamos mirar a los ojos.

Trajeron nuestros tragos y sólo atinamos a mirar nuestros tragos. "Esto no está resultando. Hoy no. Creo que es mejor que nos vamos", dije.

Caminamos en busca del auto y ella me pregunta "Cuando nos conocimos, ¿imaginaste conocerme de esta forma?".

"No" - le dije.

"Quiero que seas tú el que cumpla mi fantasía" -Lanzó ella como si fuera un misil.

La miro y la encuentro observando el suelo. En realidad me sorprendió, pero no podía negar que los últimos días habían reencantado mi vida monótona.

"No..." - alcancé a decir antes de que ella se apresurara en responderme.

"Lo siento, no era mi intención incomodarte. No importa". - murmuró.

"Me interrumpiste. No creo que ese motel sea malo. ¿Aceptarías una invitación?".

Estaba colorada pero sonrió nerviosa. No me respondió, pero atinó a caminar hacia la puerta del motel. Entramos y el resto es historia.

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Mientras era penetrada, nos mirábamos y sonreíamos. En tan sólo 72 horas estaba follando a alguien que poco conocía. Si sumara todas las horas en las que nos vimos, estoy seguro que no llegaría a las 24 horas.

Me tiendo en la cama mientras ella se monta sobre mí. En esa posición puedo ver como sus tetas se mueven conmo niñas saltarinas. Tomo sus caderas y la ayudo con los movimientos. Luego ella se gira y pone su trasero cerca de mi cara mientras me lo chupa como diosa.

"Estoy lista" - Me dijo.

De forma creativa, comoencé a estumular su culo para que el ingreso a tierras oscuras fuese más fácil. De a poco se comenzó a dilatar mientras sentía los flujos vaginales en mi otra mano.

Sin avisar me levanté de la cama. Me cambié el condón y y tomé su cintura para penetrarla por el culo. Apretado pero sin resistirse aceptó a mi pene erecto. Las venas parecían hacerlo explotar y no podía creer lo que estaba haciendo. Ella se frotaba su clítoris que ya nadaba en humedad.

Era una mujer exquisita y me la follaba. Me la follabapor el culo porque ella lo pidió. Me eligió a mi. El por qué me eligió a mi y ano venía al caso, pero no podía escapar de esas preguntas.

Cada vez subimos en intensidad y nuestros movimientos sonaban agresivos pero no queríamos parar. Nuevamente me acuesto para que ella logre mayor comodidad. De espaldas comienza a cabalgar mientras admiro cada rincón de su cintura. Sus hombros definidos y esos pequeños hoyuelos del coxis me volvían loco.

Arriba y abajo con cada vez más ímpeto hasta que logra su objetivo, haciendo explotar todos sus sentidos con un largo y gutural sonido. Se saca mi pene aún rígido de su culo y abre las piernas.

"Acaba sobre mí" -me ordenó.

No podía más. Me saqué el condón y dejé que ella con sus labios, manos y senos terminaran el trabajo. El tibio líquido saltó en sucesivas olas llegando a su rostro para luego escurrir a su boca.

Me acerco a ella y la beso de sorpresa. El primer beso donde el intercambio era mi propio semen.

Luego del ritual de despedida, acordamos vernos al día siguiente. A penas es medio día y hemos acordado el lugar de nuestra cita. No sé como definir la relación. No somos novios y tampoco calificamos como amigos, aunque no tengo la menor duda de que lo seremos pronto.

1 comentarios - Es sólo sexo

Belona00 +1
Felicitaciones por la narrativa.. Y la historia... Me gustó! Bss
hastudillot
Muchas gracias!!!