Subió a mi auto y fuimos a tomar algo al Milion que recién se había inaugurado en ese entonces y era un lugar mágico y poco conocido. Quedó alucinada, ella no lo conocía y le encantó sentarse en el jardín a la luz de las velas.
- Qué tomás ?
- No sé ...vos ?
- Podemos pedir un champagne. O un buen vino ..
- No me gusta el vino.
- No te gusta el vino o no te gusta el vino berreta ? -- Se rió.
- Puede ser ....
No recuerdo exactamente, creo que pedí un Luigi Bosca Reserva o algo así, lo tenían a temperatura. Servido así y dejando que se oxigene unos minutos es un vinazo que calienta el alma y con buena compañía también predispone para que el fuego encienda más fácil.
Descubrí que Erica era una mina sensible, piola e inteligente pero lo que más me atraía era su sensualidad irresistible, no era una pose ni una actitud forzada, ella era eso. Su forma de andar, la voz , sus gestos, su boca y por sobre todas las cosas su mirada. Desde que nos sentamos a conversar mientras bebíamos el malbec me clavo esos ojos intensos y nunca dejó de mirarme como una leona a su presa. Estabamos uno al lado del otro, sus piernas desnudas tan cercanas y la camisa que a veces se movía caprichosamente y me regalaba un instante de su corpiño negro me estaban calentando, sus ojos profundos hacian su parte y el vino la suya, sin dudas.
Apenás quedaba un resto en las copas cuando me dijo:
- Tenías razón.
- En qué ?
- En que evidentemente lo que no me gusta es el vino berreta.
- Qué bueno que puedas reconocerlo.
- Sí. No solo en el paladar ...también se siente acá... -- Y con un lento movimiento apoyó su mano en esa zona entre el cuello y sus pechos y mirandome a los ojos comenzó a acariciarse.
- Ahá ...y eso que significa ?
- Esto siginifica -- Y descruzó sus piernas, se acercó, extendió su brazo hasta que su mano llegó a mi nuca y me atrajo hacia ella hasta que nuestras bocas quedaron separadas solo por unos milímetros. Así nos quedamos unos instantes, latiendo cerca, olíendonos, yo podía escuchar su respiración que se agitaba y al exhalar me rodeaba un suave aliento alcohólico, la cercanía era excitante hasta que nos besamos los labios. Yo quería comerle la boca pero ella me tenía agarrado de los pelos de la nuca y se corría hacia atrás en un juego que me puso la pija al palo en segundos.
- Qué pasa ? -- Susurró a mi oído --
- Qué pasa ? Por ahora ésto ... -- Y con un movimiento de mis ojos hacia abajo le señalé el bulto a punto de explotar entre mis piernas. --- Pero eso no es nada ...vas a ver cuando te agarre ... --
- Y qué me va a pasar ?
- Vas a sentirte mujer de verdad por primera vez en tu vida, perra. -- Entreabrió sus labios y aspiró breve como quién se asusta o sorprende, entonces entrecerró sus ojos y apoyó su frente sobre la mía mientras decía,
- Nunca me dijeron eso ...siento que estoy mojando mi ropa interior ...
- A ver ? -- Deslizó sus manos debajo de la pollerita y sin dejar de mirarme se sacó una tanga negra, mínima, y la depositó en mi mano. Efectivamente estaba impregnada de esa baba espesa y lubricante que nos hace saber que la hembra está caliente, excitada y esperando que el macho la posea. La olí y luego la guardé en un bolsillo.
- Y ahora cómo seguimos ?
- Como vos quieras.
No podía esperar la cuenta, fuimos hasta la caja y pagué rápido. Salimos a la calle con paso apurado como dos adolescentes, subimos al auto y enfilé para mi casa. En el 1er semáforo nos besamos a morir y así seguimos sin parar, en cada semáforo nos matábamos a besos, le acariciaba los pechos, me agarraba el bulto y quiso abrirme el pantalón para chuparla pero me resistí porque así como venía iba a acabar en su boca en 15 segundos. No.
Entramos al dto. y en continuado llegamos hasta la cama dónde rápidamente noté que ella era dominante y que era bien activa, sabía perfectamente lo que le gustaba. Desnudita Erica era un sueño, tenía una piel única, una boca siempre voraz y sus pechos eran firmes, tenía los pezones como el pico de una mamadera, al excitarse se le paraban exageradamente además de ponerse durísimos, los labios de entrada al cielo eran suaves y finos y tenía un clítoris que se hinchaba y prolongaba hacia afuera, era ideal para tomarlo con mis labios y hacerla delirar al extremo pero lo que más me impresionó de ella era cómo se mojaba. Estando yo ahí, comenzando a besarla pude ver cómo bajaba, como un velo, una cortina de baba desde arriba, cubriendo toda su conchita depilada, chorreando de a poco hasta mojar las sábanas ....pero ella quería dominar asi que la dejé que me ponga de espaldas. Me dio un par de besos en la boca como saboreando su propia miel y después no dejó un milímetro de mi sin recorrer con su lengua. El tronco, la cabeza, el glande, los huevos y hasta insinuó seguir hasta el ano pero luego me enteraría porqué prefirió dejarlo para otra oportunidad. Toda mi entrepierna estaba empapada con su saliva y así fue como se subíó y en cuclillas se la enterró lentamente y enseguida ví como un líquido viscoso bajaba desde su interior corriendo luego por el tronco de mi pija, a medida que ella apuraba el ritmo bajaba cada vez más líquido hasta que gritó - Ay cómo me calentaste guacho mirá como estoy chorreando...no puedo más voy a acabar !! -- Y junto con un grito profundo y descontrolado largó una cantidad de líquido como yo nunca había visto antes, la cara se le había transformado, tenía ahora una expresión afiebrada en los ojos -- No acabaste -- me dijo todavía jadeante .
- No ...
Y se deslizó hacia abajo, mi pija y todo el resto de la comarca estaba empapado de ella cuando comenzó a pasarle la lengua, a chuparla, a metérsela entera en la boca y comérsela de manera salvaje hasta que me hizo acabar en su boca retorciéndome y bufando como un toro mientras la tenía agarrada de los pelos. Después de beber toda mi leche se quedó un ratito más besando mi miembro suavemente con sus labios hasta que se detuvo y apoyando su cara contra mi pecho dijo:
- Diego, jurame que me vas a coger siempre no importa lo que pase entre nosotros .
- Prometido.
- Qué tomás ?
- No sé ...vos ?
- Podemos pedir un champagne. O un buen vino ..
- No me gusta el vino.
- No te gusta el vino o no te gusta el vino berreta ? -- Se rió.
- Puede ser ....
No recuerdo exactamente, creo que pedí un Luigi Bosca Reserva o algo así, lo tenían a temperatura. Servido así y dejando que se oxigene unos minutos es un vinazo que calienta el alma y con buena compañía también predispone para que el fuego encienda más fácil.
Descubrí que Erica era una mina sensible, piola e inteligente pero lo que más me atraía era su sensualidad irresistible, no era una pose ni una actitud forzada, ella era eso. Su forma de andar, la voz , sus gestos, su boca y por sobre todas las cosas su mirada. Desde que nos sentamos a conversar mientras bebíamos el malbec me clavo esos ojos intensos y nunca dejó de mirarme como una leona a su presa. Estabamos uno al lado del otro, sus piernas desnudas tan cercanas y la camisa que a veces se movía caprichosamente y me regalaba un instante de su corpiño negro me estaban calentando, sus ojos profundos hacian su parte y el vino la suya, sin dudas.
Apenás quedaba un resto en las copas cuando me dijo:
- Tenías razón.
- En qué ?
- En que evidentemente lo que no me gusta es el vino berreta.
- Qué bueno que puedas reconocerlo.
- Sí. No solo en el paladar ...también se siente acá... -- Y con un lento movimiento apoyó su mano en esa zona entre el cuello y sus pechos y mirandome a los ojos comenzó a acariciarse.
- Ahá ...y eso que significa ?
- Esto siginifica -- Y descruzó sus piernas, se acercó, extendió su brazo hasta que su mano llegó a mi nuca y me atrajo hacia ella hasta que nuestras bocas quedaron separadas solo por unos milímetros. Así nos quedamos unos instantes, latiendo cerca, olíendonos, yo podía escuchar su respiración que se agitaba y al exhalar me rodeaba un suave aliento alcohólico, la cercanía era excitante hasta que nos besamos los labios. Yo quería comerle la boca pero ella me tenía agarrado de los pelos de la nuca y se corría hacia atrás en un juego que me puso la pija al palo en segundos.
- Qué pasa ? -- Susurró a mi oído --
- Qué pasa ? Por ahora ésto ... -- Y con un movimiento de mis ojos hacia abajo le señalé el bulto a punto de explotar entre mis piernas. --- Pero eso no es nada ...vas a ver cuando te agarre ... --
- Y qué me va a pasar ?
- Vas a sentirte mujer de verdad por primera vez en tu vida, perra. -- Entreabrió sus labios y aspiró breve como quién se asusta o sorprende, entonces entrecerró sus ojos y apoyó su frente sobre la mía mientras decía,
- Nunca me dijeron eso ...siento que estoy mojando mi ropa interior ...
- A ver ? -- Deslizó sus manos debajo de la pollerita y sin dejar de mirarme se sacó una tanga negra, mínima, y la depositó en mi mano. Efectivamente estaba impregnada de esa baba espesa y lubricante que nos hace saber que la hembra está caliente, excitada y esperando que el macho la posea. La olí y luego la guardé en un bolsillo.
- Y ahora cómo seguimos ?
- Como vos quieras.
No podía esperar la cuenta, fuimos hasta la caja y pagué rápido. Salimos a la calle con paso apurado como dos adolescentes, subimos al auto y enfilé para mi casa. En el 1er semáforo nos besamos a morir y así seguimos sin parar, en cada semáforo nos matábamos a besos, le acariciaba los pechos, me agarraba el bulto y quiso abrirme el pantalón para chuparla pero me resistí porque así como venía iba a acabar en su boca en 15 segundos. No.
Entramos al dto. y en continuado llegamos hasta la cama dónde rápidamente noté que ella era dominante y que era bien activa, sabía perfectamente lo que le gustaba. Desnudita Erica era un sueño, tenía una piel única, una boca siempre voraz y sus pechos eran firmes, tenía los pezones como el pico de una mamadera, al excitarse se le paraban exageradamente además de ponerse durísimos, los labios de entrada al cielo eran suaves y finos y tenía un clítoris que se hinchaba y prolongaba hacia afuera, era ideal para tomarlo con mis labios y hacerla delirar al extremo pero lo que más me impresionó de ella era cómo se mojaba. Estando yo ahí, comenzando a besarla pude ver cómo bajaba, como un velo, una cortina de baba desde arriba, cubriendo toda su conchita depilada, chorreando de a poco hasta mojar las sábanas ....pero ella quería dominar asi que la dejé que me ponga de espaldas. Me dio un par de besos en la boca como saboreando su propia miel y después no dejó un milímetro de mi sin recorrer con su lengua. El tronco, la cabeza, el glande, los huevos y hasta insinuó seguir hasta el ano pero luego me enteraría porqué prefirió dejarlo para otra oportunidad. Toda mi entrepierna estaba empapada con su saliva y así fue como se subíó y en cuclillas se la enterró lentamente y enseguida ví como un líquido viscoso bajaba desde su interior corriendo luego por el tronco de mi pija, a medida que ella apuraba el ritmo bajaba cada vez más líquido hasta que gritó - Ay cómo me calentaste guacho mirá como estoy chorreando...no puedo más voy a acabar !! -- Y junto con un grito profundo y descontrolado largó una cantidad de líquido como yo nunca había visto antes, la cara se le había transformado, tenía ahora una expresión afiebrada en los ojos -- No acabaste -- me dijo todavía jadeante .
- No ...
Y se deslizó hacia abajo, mi pija y todo el resto de la comarca estaba empapado de ella cuando comenzó a pasarle la lengua, a chuparla, a metérsela entera en la boca y comérsela de manera salvaje hasta que me hizo acabar en su boca retorciéndome y bufando como un toro mientras la tenía agarrada de los pelos. Después de beber toda mi leche se quedó un ratito más besando mi miembro suavemente con sus labios hasta que se detuvo y apoyando su cara contra mi pecho dijo:
- Diego, jurame que me vas a coger siempre no importa lo que pase entre nosotros .
- Prometido.
3 comentarios - Historia real (Erica - capitulo 2)
Excelente, excitante, breve pero intenso....
Te dejo 5 puntines para cada uno, en este = 10