Esto me pasó hace ya algunos años; vivía por la Av.Caseros al 900 en un edificio antiguo de dos cuerpos.
Para ser mas exacto en un segundo piso del segundo cuerpo, la mayoría de los vecinos eran ya grandes, salvo una pareja que vivía en el primer piso del segundo cuerpo.
Calculo que tendrían unos 40 años, yo veintipico.
Las persianas de todas las ventanas eran con celosías y si bien no era de andar chusmeando, una madrugada se escuchaban algunos ruidos poco habituales, así que me levanto y paré la oreja.
Me acerco a la ventana sin encender la luz y veo que dónde vivía la pareja que comenté antes, tenía la ventana abierta de par en par, con bastante iluminación y se notaba que el alboroto venía de ahí.
No le dí mayor importancia y volví a acostarme.
Algo desvelado, sigo escuchando ruido, pero esta vez eran gemidos.
Así que bueno, volví a la ventana y veo un espectáculo único para este consorcio de vejetes.
El tipo se la estaba culeando a la mina haciendo la carretilla frente a la ventana, no tenían el más mínimo pudor sabiendo que desde la ventana de enfrente y la mia se los podía ver.
Como iban de acá para allá por momentos los perdía de foco, pero volvían a aparecer.
No me quedó otra que pajearme viendo porno en vivo.
Cada tanto hacían de las suyas, pero no solo cojían; también se peleaban y a las piñas.
Un tiempo después otra vez porno en vivo, esta vez yo también tenía la ventana abierta.
Lo que hice fue acercar una silla para ser el espectador N°1.
Pensaba que si me veían se terminaría el show, estaba jugado, pero quise experimentar y me quedé mirando tratando de no esconderme, en realidad quería que me vieran.
Y así fue, me vieron...
No tuvieron el más mínimo pudor porque no se escondieron ni cerraron la ventana ni nada, siguieron en la suya y de hecho nunca mas los perdí de foco, les gustaba ser observados.
Así pasaron varias películas, me los cruzaba en el pallier y me saludaban como si nada.
Un día después de un par de meses, estaban como siempre haciendo de las suyas, yo siempre mirando, cuando veo que el flaco me hace una seña para que vaya.
Ni lerdo ni perezoso, bajé el piso por la escalera, golpeo la puerta muy sutilmente y me abre el tipo.
Se sorprendió mucho al verme porque bajé en bolas, si, en bolas y con la pija al palo.
Se rió bastante y cómplice de mi parte dije, para que andar con preámbulos, yo ya los conozco intimamente, así por lo menos estamos en igualdad de condiciones.
Nos quedamos en el comedor ya que tenían un sillón bastante grande y cómodo; ella bastante pulposa, tetona y culona de pelo oscuro, largo y con ondas grandes; él muy alto, fornido, pero no musculoso unos huevos bien colgantes y la pija de un tamaño considerable, mas bien gruesa en la cabeza.
Hechas las pocas presentaciones que necesitábamos, sin mas la mina se prendió a mi verga de una mientras el se la cojía.
Hicimos muchas posiciones, pero la que mas me gustó fue una.
Ella boca arriba con las piernas levantadas, el arriba cojiendosela y yo de rodillas chupándole el orto a ella y cuando asomaba la pija se la lamía a lo largo, también le chupaba los huevos y el culo a él.
Era evidente que les gustó mucho porque fui invitado muchas veces.
Ya con mas confianza les practicaba sexo oral a los dos, lo único que nunca logré fue que él me la chupara, pero si me arrimó el ganso al culo y pajeó para que se endurezca...
Hasta que un día me mudé y no volví mas al barrio.
No se si seguirán viviendo en el mismo lugar, o si otro afortunado fue partícipe de sus fechorías sexuales.
Siempre me quedó la duda que lo hicieron apropósito por mí, porque el resto de la gente no daba.
Nunca mas hice un trío con una mujer, hoy ya no me dedico a esos menesteres.
SmegmaSeeker.
Para ser mas exacto en un segundo piso del segundo cuerpo, la mayoría de los vecinos eran ya grandes, salvo una pareja que vivía en el primer piso del segundo cuerpo.
Calculo que tendrían unos 40 años, yo veintipico.
Las persianas de todas las ventanas eran con celosías y si bien no era de andar chusmeando, una madrugada se escuchaban algunos ruidos poco habituales, así que me levanto y paré la oreja.
Me acerco a la ventana sin encender la luz y veo que dónde vivía la pareja que comenté antes, tenía la ventana abierta de par en par, con bastante iluminación y se notaba que el alboroto venía de ahí.
No le dí mayor importancia y volví a acostarme.
Algo desvelado, sigo escuchando ruido, pero esta vez eran gemidos.
Así que bueno, volví a la ventana y veo un espectáculo único para este consorcio de vejetes.
El tipo se la estaba culeando a la mina haciendo la carretilla frente a la ventana, no tenían el más mínimo pudor sabiendo que desde la ventana de enfrente y la mia se los podía ver.
Como iban de acá para allá por momentos los perdía de foco, pero volvían a aparecer.
No me quedó otra que pajearme viendo porno en vivo.
Cada tanto hacían de las suyas, pero no solo cojían; también se peleaban y a las piñas.
Un tiempo después otra vez porno en vivo, esta vez yo también tenía la ventana abierta.
Lo que hice fue acercar una silla para ser el espectador N°1.
Pensaba que si me veían se terminaría el show, estaba jugado, pero quise experimentar y me quedé mirando tratando de no esconderme, en realidad quería que me vieran.
Y así fue, me vieron...
No tuvieron el más mínimo pudor porque no se escondieron ni cerraron la ventana ni nada, siguieron en la suya y de hecho nunca mas los perdí de foco, les gustaba ser observados.
Así pasaron varias películas, me los cruzaba en el pallier y me saludaban como si nada.
Un día después de un par de meses, estaban como siempre haciendo de las suyas, yo siempre mirando, cuando veo que el flaco me hace una seña para que vaya.
Ni lerdo ni perezoso, bajé el piso por la escalera, golpeo la puerta muy sutilmente y me abre el tipo.
Se sorprendió mucho al verme porque bajé en bolas, si, en bolas y con la pija al palo.
Se rió bastante y cómplice de mi parte dije, para que andar con preámbulos, yo ya los conozco intimamente, así por lo menos estamos en igualdad de condiciones.
Nos quedamos en el comedor ya que tenían un sillón bastante grande y cómodo; ella bastante pulposa, tetona y culona de pelo oscuro, largo y con ondas grandes; él muy alto, fornido, pero no musculoso unos huevos bien colgantes y la pija de un tamaño considerable, mas bien gruesa en la cabeza.
Hechas las pocas presentaciones que necesitábamos, sin mas la mina se prendió a mi verga de una mientras el se la cojía.
Hicimos muchas posiciones, pero la que mas me gustó fue una.
Ella boca arriba con las piernas levantadas, el arriba cojiendosela y yo de rodillas chupándole el orto a ella y cuando asomaba la pija se la lamía a lo largo, también le chupaba los huevos y el culo a él.
Era evidente que les gustó mucho porque fui invitado muchas veces.
Ya con mas confianza les practicaba sexo oral a los dos, lo único que nunca logré fue que él me la chupara, pero si me arrimó el ganso al culo y pajeó para que se endurezca...
Hasta que un día me mudé y no volví mas al barrio.
No se si seguirán viviendo en el mismo lugar, o si otro afortunado fue partícipe de sus fechorías sexuales.
Siempre me quedó la duda que lo hicieron apropósito por mí, porque el resto de la gente no daba.
Nunca mas hice un trío con una mujer, hoy ya no me dedico a esos menesteres.
SmegmaSeeker.
2 comentarios - La ventana (Bi)