Me desperté totalmente contra mi voluntad, con un tierno beso en la frente y otro en la nariz
-bombón, está sonando tu despertador
-ya? Noo!
Habían pasado apenas dos horas desde que nos habíamos dormido después de explorar varias veces el cuerpo del otro con cada parte de nuestro cuerpo.
Nos bañamos y salimos a cumplir nuestras obligaciones, si no fuera porque necesitaba el bendito certificado de asistencia me hubiese quedado descansando.
Después de hacer un esfuerzo enorme por mantenerme despierta en el congreso, volví al hotel y llamé a mi marido. Le dije que como no estaba acostumbrada a dormir sola me había despertado muchas veces la noche anterior, que iba a tomar algo para dormir y recién al día siguiente iba a volver a casa.
A las diez de la noche ya estaba lista para un segundo round, bañada, perfumada y con mi ropa mas provocativa.
-estoy abajo bombón, te espero en el hall.
Se me erizó la piel con sólo leer su mensaje, era increíble lo que provocaba en mi.
La cena fue muy relajada, charlamos, tomamos un vino riquisimo y no paramos de provocarnos.
Volvimos al hotel, cuando subimos al ascensor me gire para apretar el boton del piso y me quedé así dándole la espalda, mirándolo por el espejo, se acercó, pego su cuerpo al mio apoyandome la pija ya erecta entre mis nalgas, sin dejar de cruzar las miradas me mordisqueaba la oreja mientras me agarraba con lujuria los pechos.
Cuando se abrió la puerta, las dos señoras mayores que esperaban para subir al ascensor se horrorizaron al vernos.
Entramos a la habitación riéndonos de nuestra pequeña travesura y literalmente nos arrancamos la ropa, ya nada se interponía entre nosotros, entre nuestras ganas, sólo nos quedaba disfrutar.
Después de varias horas de increíble sexo el intercambio de caricias, besos y gemidos nos había dejado extenuados.
Nos metimos en la ducha y nos enjabonamos mutuamente, a pesar del cansancio nuestros sentidos estaban alertas. El agua que nos envolvía y las manos inquietas hicieron que la excitación ganara de nuevo.
Sentí que la humedad entre mis piernas no era por culpa de la ducha, sin pensarlo me arrodille y me apoderé de su pija, movía mi mano de abajo hacia arriba, acercaba mi lengua y lamía apenas su glande dejándolo con ganas de más.
Me la fui metiendo en la boca sin ningún apuro hasta que entró toda, alternaba distintas formas de darle placer, succionándolo con fuerza, jugando con la lengua, dándole suaves besos en el glande, rozandolo con los dientes.
Tiraba la cabeza para atrás y gemia haciéndome saber que lo estaba disfrutando.
Me hizo levantar y girar, quede de nuevo como en el ascensor. Sus dedos se resbalaban en mis glúteos y se acercaban cada vez a mi hoyito, cuando estuvieron en el lugar indicado, apoyó uno de sus pulgares y se fue metiendo despacito en mi interior; salió, volvió a entrar, así hasta que mi culo estuvo listo para recibir a su pija.
Se deslizaba fácilmente ayudado por el jabón y mi calentura, me hizo inclinar un poco hacia adelante y con una de sus manos me empezó a masturbar.
-como voy a hacer para separarme de vos? me dijo
Tanto estímulo me llevó al éxtasis total, mi espalda se arqueaba, las piernas me temblaban, era tal el placer que no me entraba en el cuerpo. Sentí como su verga se hinchaba y latía, los movimientos fueron cada vez mas intensos, me agarró firme de la cadera para poder bombearme con mas fuerza, poco después acabó, su leche salía como disparada invadiendome de un calor exquisito.
Terminamos de bañarnos y volvimos a la cama, esta vez para dormir.
Al despertar nos despedimos con un inolvidable polvo mañanero, no desperdiciamos ni un segundo del poco tiempo que nos quedaba para estar juntos.
Salimos del hotel y cada uno volvió a su vida habitual, aunque seguimos en contacto planeando un nuevo encuentro.
-bombón, está sonando tu despertador
-ya? Noo!
Habían pasado apenas dos horas desde que nos habíamos dormido después de explorar varias veces el cuerpo del otro con cada parte de nuestro cuerpo.
Nos bañamos y salimos a cumplir nuestras obligaciones, si no fuera porque necesitaba el bendito certificado de asistencia me hubiese quedado descansando.
Después de hacer un esfuerzo enorme por mantenerme despierta en el congreso, volví al hotel y llamé a mi marido. Le dije que como no estaba acostumbrada a dormir sola me había despertado muchas veces la noche anterior, que iba a tomar algo para dormir y recién al día siguiente iba a volver a casa.
A las diez de la noche ya estaba lista para un segundo round, bañada, perfumada y con mi ropa mas provocativa.
-estoy abajo bombón, te espero en el hall.
Se me erizó la piel con sólo leer su mensaje, era increíble lo que provocaba en mi.
La cena fue muy relajada, charlamos, tomamos un vino riquisimo y no paramos de provocarnos.
Volvimos al hotel, cuando subimos al ascensor me gire para apretar el boton del piso y me quedé así dándole la espalda, mirándolo por el espejo, se acercó, pego su cuerpo al mio apoyandome la pija ya erecta entre mis nalgas, sin dejar de cruzar las miradas me mordisqueaba la oreja mientras me agarraba con lujuria los pechos.
Cuando se abrió la puerta, las dos señoras mayores que esperaban para subir al ascensor se horrorizaron al vernos.
Entramos a la habitación riéndonos de nuestra pequeña travesura y literalmente nos arrancamos la ropa, ya nada se interponía entre nosotros, entre nuestras ganas, sólo nos quedaba disfrutar.
Después de varias horas de increíble sexo el intercambio de caricias, besos y gemidos nos había dejado extenuados.
Nos metimos en la ducha y nos enjabonamos mutuamente, a pesar del cansancio nuestros sentidos estaban alertas. El agua que nos envolvía y las manos inquietas hicieron que la excitación ganara de nuevo.
Sentí que la humedad entre mis piernas no era por culpa de la ducha, sin pensarlo me arrodille y me apoderé de su pija, movía mi mano de abajo hacia arriba, acercaba mi lengua y lamía apenas su glande dejándolo con ganas de más.
Me la fui metiendo en la boca sin ningún apuro hasta que entró toda, alternaba distintas formas de darle placer, succionándolo con fuerza, jugando con la lengua, dándole suaves besos en el glande, rozandolo con los dientes.
Tiraba la cabeza para atrás y gemia haciéndome saber que lo estaba disfrutando.
Me hizo levantar y girar, quede de nuevo como en el ascensor. Sus dedos se resbalaban en mis glúteos y se acercaban cada vez a mi hoyito, cuando estuvieron en el lugar indicado, apoyó uno de sus pulgares y se fue metiendo despacito en mi interior; salió, volvió a entrar, así hasta que mi culo estuvo listo para recibir a su pija.
Se deslizaba fácilmente ayudado por el jabón y mi calentura, me hizo inclinar un poco hacia adelante y con una de sus manos me empezó a masturbar.
-como voy a hacer para separarme de vos? me dijo
Tanto estímulo me llevó al éxtasis total, mi espalda se arqueaba, las piernas me temblaban, era tal el placer que no me entraba en el cuerpo. Sentí como su verga se hinchaba y latía, los movimientos fueron cada vez mas intensos, me agarró firme de la cadera para poder bombearme con mas fuerza, poco después acabó, su leche salía como disparada invadiendome de un calor exquisito.
Terminamos de bañarnos y volvimos a la cama, esta vez para dormir.
Al despertar nos despedimos con un inolvidable polvo mañanero, no desperdiciamos ni un segundo del poco tiempo que nos quedaba para estar juntos.
Salimos del hotel y cada uno volvió a su vida habitual, aunque seguimos en contacto planeando un nuevo encuentro.
11 comentarios - Sexo clandestino en el hotel 2
Gracias por compartir.
Angie te deja Besos y Lamiditas !!!
La mejor forma de agradecer la buena onda que se recibe es comentando, al menos al que te comenta. Yo comenté tu post, vos comentaste el mío?
Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!
después acabó, su leche salía como disparada invadiendome de un calor exquisito"[/i]
No hay nada más exquisito y excitante que los encuentros sexuales clandestinos...MARAVILLOSO!!
Muy buen post Cami FELICITACIONES!! +10