Hace años trabajé un tiempo en una empresa proveedora de insumos de laboratorio, no era gran cosa pero me pagaban el mantenimiento del auto y solo eran 5 o 6 horas por día, generalmente a las 3 de la tarde ya estaba libre.
Un día llego a mi primer reunión en un laboratorio alemán y la nena que me recibió en la recepción era un caramelo de esos que te paralizan y acaso también te atontan un poco hasta que lográs recomponerte y recuperar la compostura. Una morocha lindísima con una piel de terciopelo, estaba sentadita detrás del escritorio de la recepción y lo que se veía de la cintura para arriba solo podía ser el anticipo de aún mejores noticias. Al sur del escote de su camisa blanca desabotonada un poco más allá de lo recomendable para un día de semana a las 10 am se dejaba entrever un paraíso de colinas ondulantes, verdor y ríos caudalosos.
Siempre fuí así, nunca me gustaron todas pero cuando alguna mujer me paralizaba hasta la emoción con su belleza iba al frente sea como sea, perdí muchas veces claro pero también tuve mujeres muy lindas.
Después de informarle que me esperaban para una reunión y de responder su pregunta ''de parte de quién ?'' ella se comunicó con un interno, anunció mi presencia y luego me dijo que tomara asiento y que ya venían a buscarme. No recuerdo qué palabras de ocasión le dije, nada zarpado ni de regalado, pero sí recuerdo que al sonreir bajó la vista como ruborizándose primero pero luego me miró a los ojos, parecíó gustarle mi manera sutil de intentar acercarme a ella.
Al salir de la reunión, en la recepción no había nadie más que ella, le dije ''Gracias. Que tengas un buen día'' pero me detuve un instante y arriesgué un interesado ''puedo saber cómo te llamás ?''
''Erica'' respondió luego de un incómodo silencio breve. Solo me sonreí, puse una mano sobre mi corazón e incliné la cabeza con un gesto de agradecimiento y salí a la calle.
Subí al auto y llamé al laboratorio desde mi celular, reconocí su voz al atender y dije:
- ''Erica....lindo nombre''. La escuché reírse sorprendida.
- ''Sos terrible ...siempre llamás así a las mujeres?'' Lo dijo como acercándose mucho al teléfono y en secreto.
- ''No. Vos no sos cualquier mujer, me gustaste muchísimo y quería que lo sepas''
Se quedó muda, como sabía que ella estaba trabajando y no quería comprometerla, comenté:
- ''Quiero que sepas que no soy un pesado ni un baboso, si por cualquier motivo que sea no da está todo bien. No vuelvo a llamarte más, quedate tranquila''.
- ''Perfecto, déjeme su teléfono y él lo va a llamar'' . Entendí que había gente y ella no podía hablar asi que le dí mi número.
A la noche, sonó mi celular.
- Hola ?
- Diego ?
- Sí ..quién habla?
- Erica.
- Hey ! Que lindo que me llamaste ! (Yo saltaba de un lado para el otro)
- La verdad es que cuando me hablaste en la recepción pensé ''simpático el tipo'', después te dije mi nombre y te fuiste sin decir una palabra y no entendí nada y cuando me llamaste...esa sí que no me la esperaba. Siempre sos una caja de sorpresas ?
- Mejor salgamos un día de éstos y averigualo vos misma ...
- Me parece bien ...
Ella vivía en Adrogué y prefirió venir a capital en su auto y que nos encontremos en algún lugar. La esperé en San Juan y Defensa. Cuando ví llegar su auto me bajé del mío y me acerqué a la ventanilla de su lado. Vaya ubicación preferencial !! En los 30 segundos que transcurrieron desde el ''hola'' y el beso en la mejilla y que agarró su cartera y un abrigo pude disfrutar su breve pollerita y otra vez una camisa pero ésta vez con la abertura perfecta para una salida nocturna, no se veía mucho pero se notaba lo suficiente. Le dí mi mano para bajar del auto y cuando la tuve parada frente a mí y nos miramos por un instante supe enseguida que las cosas se iban a complicar.
Un día llego a mi primer reunión en un laboratorio alemán y la nena que me recibió en la recepción era un caramelo de esos que te paralizan y acaso también te atontan un poco hasta que lográs recomponerte y recuperar la compostura. Una morocha lindísima con una piel de terciopelo, estaba sentadita detrás del escritorio de la recepción y lo que se veía de la cintura para arriba solo podía ser el anticipo de aún mejores noticias. Al sur del escote de su camisa blanca desabotonada un poco más allá de lo recomendable para un día de semana a las 10 am se dejaba entrever un paraíso de colinas ondulantes, verdor y ríos caudalosos.
Siempre fuí así, nunca me gustaron todas pero cuando alguna mujer me paralizaba hasta la emoción con su belleza iba al frente sea como sea, perdí muchas veces claro pero también tuve mujeres muy lindas.
Después de informarle que me esperaban para una reunión y de responder su pregunta ''de parte de quién ?'' ella se comunicó con un interno, anunció mi presencia y luego me dijo que tomara asiento y que ya venían a buscarme. No recuerdo qué palabras de ocasión le dije, nada zarpado ni de regalado, pero sí recuerdo que al sonreir bajó la vista como ruborizándose primero pero luego me miró a los ojos, parecíó gustarle mi manera sutil de intentar acercarme a ella.
Al salir de la reunión, en la recepción no había nadie más que ella, le dije ''Gracias. Que tengas un buen día'' pero me detuve un instante y arriesgué un interesado ''puedo saber cómo te llamás ?''
''Erica'' respondió luego de un incómodo silencio breve. Solo me sonreí, puse una mano sobre mi corazón e incliné la cabeza con un gesto de agradecimiento y salí a la calle.
Subí al auto y llamé al laboratorio desde mi celular, reconocí su voz al atender y dije:
- ''Erica....lindo nombre''. La escuché reírse sorprendida.
- ''Sos terrible ...siempre llamás así a las mujeres?'' Lo dijo como acercándose mucho al teléfono y en secreto.
- ''No. Vos no sos cualquier mujer, me gustaste muchísimo y quería que lo sepas''
Se quedó muda, como sabía que ella estaba trabajando y no quería comprometerla, comenté:
- ''Quiero que sepas que no soy un pesado ni un baboso, si por cualquier motivo que sea no da está todo bien. No vuelvo a llamarte más, quedate tranquila''.
- ''Perfecto, déjeme su teléfono y él lo va a llamar'' . Entendí que había gente y ella no podía hablar asi que le dí mi número.
A la noche, sonó mi celular.
- Hola ?
- Diego ?
- Sí ..quién habla?
- Erica.
- Hey ! Que lindo que me llamaste ! (Yo saltaba de un lado para el otro)
- La verdad es que cuando me hablaste en la recepción pensé ''simpático el tipo'', después te dije mi nombre y te fuiste sin decir una palabra y no entendí nada y cuando me llamaste...esa sí que no me la esperaba. Siempre sos una caja de sorpresas ?
- Mejor salgamos un día de éstos y averigualo vos misma ...
- Me parece bien ...
Ella vivía en Adrogué y prefirió venir a capital en su auto y que nos encontremos en algún lugar. La esperé en San Juan y Defensa. Cuando ví llegar su auto me bajé del mío y me acerqué a la ventanilla de su lado. Vaya ubicación preferencial !! En los 30 segundos que transcurrieron desde el ''hola'' y el beso en la mejilla y que agarró su cartera y un abrigo pude disfrutar su breve pollerita y otra vez una camisa pero ésta vez con la abertura perfecta para una salida nocturna, no se veía mucho pero se notaba lo suficiente. Le dí mi mano para bajar del auto y cuando la tuve parada frente a mí y nos miramos por un instante supe enseguida que las cosas se iban a complicar.
2 comentarios - Historia real (Erica - capitulo 1)
cómo vas a dejar una historia asi de interesante en la nada?