Después de casi dos años, volví al sauna que queda en la ciudad de La Plata a ver que onda.
Leí una nota en internet que lo habían renovado y no podía dejar de comprobarlo por mis propios medios.
Yo creo que está para un 3 porongas (mi puntuación) con un máximo de 5 claro.
La historia se dió ayer a eso de las 11 de la mañana, cuando de tanto ver pijas y culos en la web, mas los post que hago quedé bastante caliente, y cómo no me gusta pajearme, sumado a que había leído lo de la remodelación dije: porqué no.
Llegamos tipo 4 de la tarde, el chico que atendía por desgracia no está mas, y sí...apenas entramos vimos que hubo algunos cambios pero no todos favorables a mi gusto.
Hablo en plural porque soy casado, pero de vez en cuando tenemos la licencia de compartir algunas cosas.
Mi idea aparte de cojer, era también de darme unos gustitos, el primero un buen masaje, un lindo chapuzón en el jacuzzi y aprovechar los baños húmedos y secos por una cuestión de bienestar corporal.
Había dos masajistas que no conocía, por ende le pregunto al que atiende si me recomendaba alguno, pero no se comprometió diciéndome que ambos eran buenos, le pregunto cual estaba disponible primero y me dice "tal" se libera a las 16:30 Horas, tomo ese turno y me voy al sector fumador a fumarme un pucho.
En esas estaba, solo en el lugar, cuando viene un tipo de unos 45 años, delgado, peludito, rapado, ojos verdes (se los ví después) y se sienta en uno de los taburetes que había, yo estaba sentado en un sillón de dos cuerpos.
Una falla, en el sector fumador no había cenicero, y como soy medio cabrón, tampoco fui a buscar uno.
Vuelvo a lo que estaba, ambos teníamos puesto esa especie de taparrabos y culo de una tela finita, son bastante cortos, o sea que siempre sobresale la cabeza del choto o la poronga si la tenemos algo larga.
Como no tengo paz, me aseguré que se viera bien mi herramienta y comencé a tocarme, surtió efecto casi instantáneamente, salvo que ninguno de los dos se levantó para tocarse.
Luego de unos minutos, me levanto con la intención de ir a conocer las instalaciones, pero al pasar por al lado del flaco le agarro la pija, este, ni lerdo ni perezoso se prendió a la mía, estuvimos un rato y le digo de ir a los reservados, me da el ok y allá fuimos.
En el camino me encuentro con mi cónyuge diciéndole que voy a terminar lo que empecé en el salón fumador.
Vamos a uno de los cuartos, que cambiaron un poco solamente, el techo ahora no permite ver desde arriba, no hay luz, solo la que entra desde afuera y un calor de la concha de la lora.
Apenas entramos y nos sacamos el taparrabos, comenzamos a franelear, muy sexual el muchacho (xxx1) vamos a llamarlo. Me chupó desde la punta del pie, hasta las orejas, el culo, los huevos, la pija, todo.
Yo no me quedé atrás, con la diferencia que mi mamada de culo, tiene mucho que envidiar a los que la practican debido a que me gusta tanto, pero tanto que hice un culto de eso.
Los que han tenido esa experiencia conmigo lo pueden decir, queda muy poco modesto contarlo, pero bueno, es la verdad. Estaba en lo mejor, (yo chupándole el culo y la pija desde atrás) cuando siento una voz familiar avisándome que está el masajista esperando.
Le aviso al flaco y me dice que está todo bien pero que se queda a esperarme para terminar lo que empezamos.
Voy a ver al masajista y fue muy grata la sorpresa que me llevé, a ver como describirlo.
No mas que 1,70 metros, muy bien formado, nada de musculatura excesiva, culo redondo, pelo corto oscuro y una cara y ojos dignos de un muñeco.
Usaba un short color rojo apretado, ojotas y nada mas.
Una vez en el recinto de masajes me pregunta si quiero algo en particular, a lo que respondo que me interesaba en las piernas, espalda y luego en general.
Como siempre, comienzo boca a abajo, lo único que podía ver eran sus pies a través del hueco de la camilla, muy lindos por cierto.
Comenzó muy light, pero luego fue increscendo que sin ejercer mucha presión se notaba que hacía muy bien su trabajo, luego de treinta minutos me pide que me ponga boca arriba y siguió.
Todo mas que bien, hasta que me agarra uno de los brazos, me pone la mano en su musco y comienza a masajearme el mismo desde el hombro hasta la mano, era la verdad muy tentador subir un poco la mano, pero me mantuve muy serio y profesional tratando de no pensar demasiado para que no se me pare del todo.
Cuando llegaba a la mano, no era un masaje, era como una especie de caricia que realmente me hacía estremecer.
Cuando le toca el turno al otro brazo y hace exactamente lo mismo, sin querer le toqué el bulto. (NI YO ME LO CREO) la cosa es que fui por más, y el mismo fue quién me guió la mano para que se lo toque mejor.
Cómo siempre cuento que soy sumamente extrovertido y "sin" vergüenza alguna, lo agarré de la cintura del short y directamente se lo bajé.
Ahí le agarro la poronga que la tenía tipo roca sin hablar estuve un buen rato.
Luego muy sutilmente me dice: querés que arreglemos algo?
Cómo soy un hijo de puta, le pregunto que sería arreglar algo...
Era mas que evidente que el flaco aparte de masajes tiene su "otro" negocio, y que de hecho lo felicito porque está muy bueno.
No es que tenga una poronga descomunal ni nada de eso, pero destila sexo, es amable, lindo, tiene toda la mercadería expuesta en su vidriera.
Le pregunto cuanto cobraba y en que consistía y me dice:
$300 todo lo que quiera y sino por algo menos podía ser un bucal y esas boludeces; yo que si bien no soy avaro ni mucho menos, no suelo pagar por sexo, salvo aquella vez que prostituí a un flaco nada que ver.
Le digo, mira: Como ya sé quién sos y lo que haces, lo dejamos para la próxima porque no ando con tanta guita en la billetera, pero se nota que andaba seco y me hizo cada vez mejor precio.
Me dio lástima y a la vez morbo, pagar para que me haga lo que yo quería y hacerle yo lo que se me antoje sin chistar así que arreglé.
Lo primero que hice fue ponerlo en el borde de la camilla, lo acosté e hice que se levante las patas, ese culo por favor, se lo gasté, como así también los huevos largos y pija rocosa.
Cómo arreglé por menos de la mitad, solo me pajeaba.
Igual a mi me interesaba chuparlo todo, así que gasté mis divisas en esa inversión.
Al final me dice si quiero la leche, cosa que obvio le digo que sí, me pregunta dónde y yo le digo vemos.
Ahí acostado directo en la camilla, le hago una garganta profunda (otra de mis especialidades aún con pijas enormes) me dice que acaba. Le digo dale.
Sentí en el fondo de mi garganta los borbotones de guasca y los latidos de su pija por la calentura. Generalmente escupo la leche, pero esta vez sin pensarlo me la tragué en su totalidad para finalmente dejarlo bien limpio. Es muy lindo para despreciar ese manjar.
Yo no acabé.
Porqué?
Porque me acordaba que me estaban esperando y gratis afuera.
eso quedará para la próxima.
Cómo siempre cuento y digo, mis relatos son todos reales.
Espero les haya gustado.
SmegmaSeeker.
Leí una nota en internet que lo habían renovado y no podía dejar de comprobarlo por mis propios medios.
Yo creo que está para un 3 porongas (mi puntuación) con un máximo de 5 claro.
La historia se dió ayer a eso de las 11 de la mañana, cuando de tanto ver pijas y culos en la web, mas los post que hago quedé bastante caliente, y cómo no me gusta pajearme, sumado a que había leído lo de la remodelación dije: porqué no.
Llegamos tipo 4 de la tarde, el chico que atendía por desgracia no está mas, y sí...apenas entramos vimos que hubo algunos cambios pero no todos favorables a mi gusto.
Hablo en plural porque soy casado, pero de vez en cuando tenemos la licencia de compartir algunas cosas.
Mi idea aparte de cojer, era también de darme unos gustitos, el primero un buen masaje, un lindo chapuzón en el jacuzzi y aprovechar los baños húmedos y secos por una cuestión de bienestar corporal.
Había dos masajistas que no conocía, por ende le pregunto al que atiende si me recomendaba alguno, pero no se comprometió diciéndome que ambos eran buenos, le pregunto cual estaba disponible primero y me dice "tal" se libera a las 16:30 Horas, tomo ese turno y me voy al sector fumador a fumarme un pucho.
En esas estaba, solo en el lugar, cuando viene un tipo de unos 45 años, delgado, peludito, rapado, ojos verdes (se los ví después) y se sienta en uno de los taburetes que había, yo estaba sentado en un sillón de dos cuerpos.
Una falla, en el sector fumador no había cenicero, y como soy medio cabrón, tampoco fui a buscar uno.
Vuelvo a lo que estaba, ambos teníamos puesto esa especie de taparrabos y culo de una tela finita, son bastante cortos, o sea que siempre sobresale la cabeza del choto o la poronga si la tenemos algo larga.
Como no tengo paz, me aseguré que se viera bien mi herramienta y comencé a tocarme, surtió efecto casi instantáneamente, salvo que ninguno de los dos se levantó para tocarse.
Luego de unos minutos, me levanto con la intención de ir a conocer las instalaciones, pero al pasar por al lado del flaco le agarro la pija, este, ni lerdo ni perezoso se prendió a la mía, estuvimos un rato y le digo de ir a los reservados, me da el ok y allá fuimos.
En el camino me encuentro con mi cónyuge diciéndole que voy a terminar lo que empecé en el salón fumador.
Vamos a uno de los cuartos, que cambiaron un poco solamente, el techo ahora no permite ver desde arriba, no hay luz, solo la que entra desde afuera y un calor de la concha de la lora.
Apenas entramos y nos sacamos el taparrabos, comenzamos a franelear, muy sexual el muchacho (xxx1) vamos a llamarlo. Me chupó desde la punta del pie, hasta las orejas, el culo, los huevos, la pija, todo.
Yo no me quedé atrás, con la diferencia que mi mamada de culo, tiene mucho que envidiar a los que la practican debido a que me gusta tanto, pero tanto que hice un culto de eso.
Los que han tenido esa experiencia conmigo lo pueden decir, queda muy poco modesto contarlo, pero bueno, es la verdad. Estaba en lo mejor, (yo chupándole el culo y la pija desde atrás) cuando siento una voz familiar avisándome que está el masajista esperando.
Le aviso al flaco y me dice que está todo bien pero que se queda a esperarme para terminar lo que empezamos.
Voy a ver al masajista y fue muy grata la sorpresa que me llevé, a ver como describirlo.
No mas que 1,70 metros, muy bien formado, nada de musculatura excesiva, culo redondo, pelo corto oscuro y una cara y ojos dignos de un muñeco.
Usaba un short color rojo apretado, ojotas y nada mas.
Una vez en el recinto de masajes me pregunta si quiero algo en particular, a lo que respondo que me interesaba en las piernas, espalda y luego en general.
Como siempre, comienzo boca a abajo, lo único que podía ver eran sus pies a través del hueco de la camilla, muy lindos por cierto.
Comenzó muy light, pero luego fue increscendo que sin ejercer mucha presión se notaba que hacía muy bien su trabajo, luego de treinta minutos me pide que me ponga boca arriba y siguió.
Todo mas que bien, hasta que me agarra uno de los brazos, me pone la mano en su musco y comienza a masajearme el mismo desde el hombro hasta la mano, era la verdad muy tentador subir un poco la mano, pero me mantuve muy serio y profesional tratando de no pensar demasiado para que no se me pare del todo.
Cuando llegaba a la mano, no era un masaje, era como una especie de caricia que realmente me hacía estremecer.
Cuando le toca el turno al otro brazo y hace exactamente lo mismo, sin querer le toqué el bulto. (NI YO ME LO CREO) la cosa es que fui por más, y el mismo fue quién me guió la mano para que se lo toque mejor.
Cómo siempre cuento que soy sumamente extrovertido y "sin" vergüenza alguna, lo agarré de la cintura del short y directamente se lo bajé.
Ahí le agarro la poronga que la tenía tipo roca sin hablar estuve un buen rato.
Luego muy sutilmente me dice: querés que arreglemos algo?
Cómo soy un hijo de puta, le pregunto que sería arreglar algo...
Era mas que evidente que el flaco aparte de masajes tiene su "otro" negocio, y que de hecho lo felicito porque está muy bueno.
No es que tenga una poronga descomunal ni nada de eso, pero destila sexo, es amable, lindo, tiene toda la mercadería expuesta en su vidriera.
Le pregunto cuanto cobraba y en que consistía y me dice:
$300 todo lo que quiera y sino por algo menos podía ser un bucal y esas boludeces; yo que si bien no soy avaro ni mucho menos, no suelo pagar por sexo, salvo aquella vez que prostituí a un flaco nada que ver.
Le digo, mira: Como ya sé quién sos y lo que haces, lo dejamos para la próxima porque no ando con tanta guita en la billetera, pero se nota que andaba seco y me hizo cada vez mejor precio.
Me dio lástima y a la vez morbo, pagar para que me haga lo que yo quería y hacerle yo lo que se me antoje sin chistar así que arreglé.
Lo primero que hice fue ponerlo en el borde de la camilla, lo acosté e hice que se levante las patas, ese culo por favor, se lo gasté, como así también los huevos largos y pija rocosa.
Cómo arreglé por menos de la mitad, solo me pajeaba.
Igual a mi me interesaba chuparlo todo, así que gasté mis divisas en esa inversión.
Al final me dice si quiero la leche, cosa que obvio le digo que sí, me pregunta dónde y yo le digo vemos.
Ahí acostado directo en la camilla, le hago una garganta profunda (otra de mis especialidades aún con pijas enormes) me dice que acaba. Le digo dale.
Sentí en el fondo de mi garganta los borbotones de guasca y los latidos de su pija por la calentura. Generalmente escupo la leche, pero esta vez sin pensarlo me la tragué en su totalidad para finalmente dejarlo bien limpio. Es muy lindo para despreciar ese manjar.
Yo no acabé.
Porqué?
Porque me acordaba que me estaban esperando y gratis afuera.
eso quedará para la próxima.
Cómo siempre cuento y digo, mis relatos son todos reales.
Espero les haya gustado.
SmegmaSeeker.
13 comentarios - Ayer en el sauna (gay)