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Entre teléfonos, papeles y braguetas

Mi trabajo no es exactamente el lugar perfecto para mi, pero tiene sus cosas buenas. Seguramente no todos tienen el plan de pasar sus días en una oficina en medio de papeles y corridas. Obvio que preferiría otra vida más amena, pero con él tengo la independencia económica que me permite darme otros lujos mucho más placenteros. 


Como dije al principio trabajo en una oficina. En una empresa privada bastante conocida, algunos contactos familiares me dieron la posibilidad de acceder a un puesto menor y probablemente la cantidad de botones desabrochados en mi camisa el día de la entrevista ayudaron a que me tomaran para el cargo. 


La verdad no estoy muy capacitada para esto y lo que sé lo he ido aprendiendo sobre la marcha, pero lo que denominan "buena presencia" tiene mucho que ver con mi permanencia en el puesto. Como deben saber los que se desempeñan como administrativos la monotonía del trabajo se corta siempre con los lazos entre compañeros. Bueno en mi caso al ser la única mujer en el piso y la más joven entre hombres de cuarentones para arriba era muy bien tratada por la mayoría.


Mi jefe directo, se caracterizó siempre por su capacidad profesional, había comenzado desde abajo, como cadete y ahora era uno de los más respetados directivos. Su experiencia le daba una sensibilidad especial con cada uno de los empleados. Conocía a todos por su nombre, preguntaba por las familias, sabía muy bien como trabajaba cada uno y yo no era la excepción. Estaba muy atento a mi rendimiento, tal vez por ser mujer, tal vez por mi falta de experiencia pero tenía muchas dudas sobre mi.


A pesar de no ser la más capacitada, tenía una ventaja que me permitía moverme con cierta soltura. Siempre había alguno de mis babosos compañeros presto a ayudarme en cualquier tarea que tuviera que realizar. Solo bastaba con que hiciera ese gesto de preocupación mordiendo la lapicera y con cara de incertidumbre para que alguno de los muchachos me preguntaba si necesitaba una mano. 


Así pasaban mis primeros meses en el trabajo y cada vez era mayor el protagonismo que tenía entre el personal. No era raro que cada vez que alguno de los chicos salía a comprar cigarrillos o hacer algún trámite externo, me trajera un chocolate o alguna golosina. Cualquier situación que les permitiera tener mi atención y mi simpatía la aprovechaban. Era simpático ver a esos señores en su mayoría entrados en años y un poco excedidos de peso por las horas sentados en sus cubículos, hacerme piropos color sepia. 


No tenía ninguna preocupación y mucho menos intenciones con ninguno de ellos. La mayoría eran tipos casados que solo querían probar su virilidad ante el resto jugando a seducir una mujer mucho más joven. Ninguno parecía tenerse la confianza necesaria para encararme sin medias tintas y llevarse lo que vino a buscar.


A ese bizarro espectáculo que me daban de lunes a viernes yo le aportaba algo de aliento con mi vestuario muchas veces sugerente. No tenemos uniforme obligatorio, solo pautas generales de buena presencia, por lo que a veces mis diminutas polleras eran el centro de las miradas durante gran parte de la mañana, o las transparencias de mis camisas escasamente abrochadas que también daban que hablar más de una vez.


Estando de novia y con atención de sobra no me interesaba levantarme ningún tipo mayor y encima casado como eran todos mis compañeros. El único hombre casado que me interesaba era el flaco de la mensajería que era un monumento al macho argentino. Pasaba todos los lunes a traer y retirar documentación por cada sector. Nunca perdía oportunidad para charlar con ese morocho bien marcado, era como que no encajaba con el clima del lugar. Cada vez que me indicaba donde firmar yo me perdía en ese brazo tatuado desde la muñeca hasta el hombro y en la sonrisa perfecta que ponía ante mis preguntas tontas. El anillo dorado en su mano izquierda no me molestaría para nada si me tiraba onda. 


La presencia frecuente de ese bombón me dejaba muy contenta y mis compañeros que querían reforzar su papel de macho alfa no hacían más que decirme que ese tenía pinta de gay para desmerecerlo. Yo por mi parte los histeriqueaba un poco, preguntando si se ponían celosos con tono pícaro y gesto juguetón. En una de esas charlas estábamos un jueves frente al escritorio de Torres, cuando mi jefe interrumpió aclarándose la garganta detrás de mí. Me di vuelta pensando que era alguno de los muchachos celosos y al verlo cambié a una postura más seria.
- Señor Rivero, digame - le dije ya sin mi lasciva sonrisa 
- Necesito los borradores que le dejé en su escritorio cuanto antes - me dijo, mirando su celular.
- Enseguida Señor Rivero - le contesté y salí caminando para mi escritorio. 


Cuando me puse a buscar no había ningún borrador sobre mi escritorio. No tenía idea de que me estaba hablando mucho menos después de tanta distracción que había tenido ese día. No sabía que hacer. Cuando empecé a morder la lapicera y puse mi carita de preocupación inmediatamente Torres y Espósito se acercaron a ver que había pasado.
- Fijate bien, capaz lo cambiaste de lugar cuando vino el chico Playboy - me dijo Torres
- No es este sobre? - me preguntó Espósito sacando un paquete papel madera de abajo de unas hojas.
Sonreí aliviada y fui a llevarle el encargo a mi jefe. Cuando entré estaba hablando por teléfono. Así que me hizo seña que se lo deje. Lo dejé apoyado al lado del porta retrato de su señora y me fui.


Cuando salí me acerqué a mis compañeros y le dí un beso en la mejilla (muy cerca de la boca) a cada uno. Como tienen una distancia muy chica entre sus computadoras, al agacharme a agradecerle a uno le ponía, apropósito, la cola a milímetros de la cara al otro. Lo hice muy lento como premio por haberme ayudado y para ellos era como ir a Disney. Al incorporarme les dije - ay chicos, ustedes son mis héroes, gracias! - Después de ese corto momento de coqueteo, volví a mi escritorio moviendo la cadera de forma muy provocativa, enfundada en una pollera azul bien corta y ajustada, aparte tenía la cola bien parada por lo alto de mis tacos y combinaba con una camisa blanca que transparentaba demasiado.Torres se quedó con la taza de café en la mano y boca abierta tanto tiempo que su aliento en la taza hizo que se le empañen los anteojos. No fue más disimulado Espósito que hasta se mordió los labios. Con eso di por terminado el momento de juegos con los dos gorditos.


Estaba paveando en internet cuando abrió la puerta de la oficina Rivero con unos papeles en la mano y me dice 
- Esto no debería estar enviado? - y me tira en el escritorio unas notas. 
Al parecer en medio de mis obvias insinuaciones al mensajero, no me di cuenta y le di los borradores en vez de las notas. Rivero que controlaba todos nuestros movimientos, incluso cuando no lo veíamos seguramente lo suponía que había pasado.
- Ay! no habrá agarrado el sobre equivocado el muchacho? - dije tratando de desligarme. 
Rivero miró al rededor al igual que yo y vio como en todos los cubículos levantaban la vista para ver. 
- Llame ya a este número y derive la llamada a mi oficina, voy a tener que arreglar este desastre. Después quiero hablar con usted en privado - me dijo rojo y mordiéndose para no levantar la voz.


Cuando se paró y se fue yo me quedé en mi escritorio roja como un tomate por la vergüenza y con los ojos llorosos. Prácticamente me daba por despedida. No era la primera vez que me llamaban la atención por mis distracciones pero nunca lo había visto tan enojado a mi jefe. Cuando le pasé la llamada apoyé el tubo del teléfono y me invadió una angustia terrible. El cuchicheo al rededor no podía ocultarse ni con el casi constante sonar de teléfonos ni con el sonido de la ruidosa impresora que era lo único que se movía en mi escritorio en ese momento. Tenía demasiadas deudas como para quedarme sin trabajo y la verdad no iba a tener tanta suerte de que me tomaran de nuevo solo por la "buena presencia". Apreté la boca y miré para arriba para aguantar el llanto y me quité una lagrima que se escapaba con la punta del pulgar. 


Mientras estaba parada frente a la impresora esperando que terminen de salir las hojas, con  la mirada perdida, totalmente ida en mis pensamientos imaginaba que excusa poner esta vez. En ese momento de concentración se acercó Espósito con un vaso de agua y me lo ofreció. Le agradecí con una sonrisa y mientras esperaba las impresiones trató de calmarme un poco, de reojo pude ver que el resto lejos de mis compañeros estaban hipnotizados por como movía la cola con las dos manos apoyadas en el escritorio. No lo había notado y eso también me hizo sonreír. Entonces salió la última hoja y no tuve más remedio que juntar valor e ir a ver a mi enojado patrón.


- Si pase, tome asiento - me dijo, mirándome por encima de sus anteojos, apenas me vio entrar.
- Señor Rivero, le quería decir que ... 
- No diga nada, ya la escuche disculparse varias veces - me interrumpió. Y siguió con su regaño
- Su falta de profesionalismo es inaceptable y alarmante, tiene la asistencia de la mayoría de los empleados de esta oficina por su "simpatía" y aún así comete errores infantiles por una constante falta de atención.
Apenas iba empezando y mis ojos empezaron a ponerse llorosos de nuevo. 
- El problema que tiene es que está más preocupada coqueteando con el personal que aprendiendo a hacer su trabajo. Mire esa pollera, le parece adecuada en un ámbito laboral? y esa camisa también, acaso le parece que está bien que todos veamos su sostén? por favor! Un poco de seriedad señorita - completó, mientras ya tenía lagrimas en mis dos mejillas. 
- Eso no tiene nada que ver - le dije, secándome las lagrimas. 
- En realidad poco importa eso, esta es su última semana acá - me contestó para dar por finalizada la discusión


Al oír eso si bien lo sabía, me molesté tanto que le dije 
- Parece que el problema no es mi trabajo, sino a quien le coqueteo verdad? - le dije parandome frente al escritorio apretando mis pechos con los brazos. 
- Que esta diciendo? No me falte el respeto - me respondió con los ojos abiertos grandes como nunca.
- Dijo que todos veían mi sostén. Eso lo incluye a usted, le gusta lo que ve? - le dije ya totalmente jugada 
- Esto es totalmente innecesario - me dijo girando la vista a la computadora con las manos temblorosas  
- Bueno, capaz si lo ve más de cerca me pueda decir mejor - y mordiéndome la lengua, me empecé a desabrochar la camisa. 


Mientras me la terminaba de quitar fui dando la vuelta por el escritorio hasta quedar al lado de él, con la cola para afuera y apoyada en los brazos de su silla con mis tetas casi desnudas a la altura de su cara.
- Le gusta ahora que lo ve de cerca Señor Rivero? - le dije con voz de trola
Tartamudeó un poco sin poder decir nada y miró de reojo la foto de su esposa tragando saliva.
- N n no no me gusta - dijo con poco convencimiento pero volvió a mirarme inevitablemente.
- Bueno si no le gusta me lo tendré que sacar - le respondí, y lo desabroché dejándolo caer sobre su falda que mostraba una erección imposible de evitar.
Cuando tuvo un par de jóvenes y firmes pechos con los pezones apuntando hacia él se quedó con la boca abierta y yo llené esa boca con mi pecho izquierdo.
Puso sus dos brazos en mi espalda y empezó a chupar mis tetas con una desesperación animal. 
Yo mientras abrazaba su cabellera gris con una mano con la otra puse el porta retrato de la mujer en el primer cajón del escritorio y lo cerré de un golpe con la cadera.


Se distrajo un segundo por el ruido y movió la cabeza pero no entendió lo que había hecho. Para asegurarme que no busque la foto puse mi mano en su verga que estaba pidiendo desesperadamente salir del pantalón y cuando cerró los ojos por el placer de mi caricia le apreté los cachetes con la otra. Apenas abrió la boca le di un beso en el que mi lengua y la suya se juntaron en medio nuestras bocas haciéndolo perder el control de sus actos. Su aliento a cigarrillo y café con mi aliento a caramelos y mi perfume suave se empezaron a mezclar de a poco, mientras me acariciaba la cola por arriba de la minifalda. No había dudas de que era mío ya.


- No podes hacer esto nena - me dijo entre un beso y otro. Mientras yo le desabrochaba el pantalón. No podía desabrochar el botón que estaba un poco trabado, al tacto así que dejé de besarlo para mirar botón rebelde.
- Relájese, si después me quiere echar es su decisión - le dije mientras me saboreaba antes de agacharme. Cuando sintió mi boca desde su ombligo bajando de a poco, metí mi mano adentro de su calzoncillo y saqué su pija que estaba muy dura. Levanté la mirada y le sonreí con cara maliciosa, abrí la boca y envolví la cabezona con mis labios mirándolo fijamente y pude ver cerro los ojos, abrió la boca y tiró la cabeza para atrás. Con esos innegables gestos de placer en su rostro decidí regalarle más placer aún y mi lengua empezó a dar vueltas por la cabeza  de su pija. Con eso empecé a sentir gemidos de placer que me entusiasmaron bastante. Entusiasmo que me hizo meterla entera adentro de mi boca y empezar a cabecear de arriba a abajo para aumentar su goce. Con cada subida y bajada sentía los espasmos de placer en todo su cuerpo. "cuando habrá sido la última vez que le dieron una mamada como esta" pensé con su pija del lado de adentro de mi mejilla y cuando la largué hizo ese sonido como de descorche que tanto me gusta. 


- Le gusta Señor Rivero? Le parece aceptable? - le pregunté con algunos hilos blancuscos que colgaban de mi boca hasta la punta de su verga
- Que buena boca tenes pendeja! No pares - me dijo, agarrando mi cabeza para que siguiera con mi trabajito oral. Me calentó que me empujara la nuca. La velocidad de las chupadas fue aumentando, las exclamaciones de placer también, la saliva que caía de mi boca era más espesa por los líquidos que salían de su pija. Ya tenía casi segura mi continuidad y para asegurarme de que mi jefecito estuviera satisfecho con mi presencia en la oficina por un tiempo más, me la saqué de la boca haciendo ruidito y le dije con voz finita de nena:
- Quiero su lechita en mi boca Señor - volvió a morderse los labios y yo me la metí en la boca y mamé con una velocidad mucho más intensa en busca de mi premio. - mmmm siiiiii ahhhhh - llegó a largar antes de estallar en una acabada muy caliente dentro de mi boca. No me detuve y le saqué hasta el último chorro. No podía quedar duda de que yo tenía que seguir dando vueltas de lunes a viernes por ahí.  

Con la boca llena de leche lo miré, dejé salir un poco entre mis labios y me la volví a succionar. Le sonreí en forma juguetona y tragué todo antes de saborearme pasando la lengua de lado a lado de mis labios. Frente a la cara de excitación de mi satisfecho patrón, me limpié entre la boca y la pera, aún con los pechos desnudos y le dije
- Mañana me tengo que llevar mis cosas todavía? - Haciéndole ojitos desde abajo. 
- No quedate tranquila hermosa, de acá no te vas - me dijo acariciando mi mejilla. A modo de agradecimiento le chupe el dedo pulgar mientras me acariciaba la cara 
- Gracias señor - le dije con tono gatuno y le di un nuevo beso de lengua pero con gusto a leche. Me abrazó fuerte y apenas dejamos de besarnos me dijo
- Anda nenita, sos increíble. Con razón tenes a todos así - y cuando me paré me levantó la pollera y me apretó una nalga. El tiempo que me llevó ponerme de nuevo el corpiño y la camisa estuvo jugando con mis nalgas y asombrado por mi finita tanga fucsia. 
- Me voy a terminar de imprimir los informes señor? - corté su masaje a mi cola.
- Si si claro que si - me ayudó a bajarme la pollera que tenía amontonada en la cintura y yo me fui mientras se acomodaba la ropa. 


Al salir de la oficina, acomodandome el pelo y con una sonrisa de oreja a oreja, miré para el lado de mis maduritos amigos y les guiñe el ojo. Los dos se miraron incrédulos. Yo me senté en mi escritorio y me puse un chupetin en la boca para disimular el aliento. Por si quedaba alguna duda, a los pocos minutos se abrió la puerta de nuevo y salió mi jefe, con la camisa fuera del pantalón y sin gel fijador en el pelo. 
- Tengo que salir, cualquier llamada me la pasas al celular- me indicó y yo le respondí que si con la cabeza, para no dejar mi golosina.
Los otros dos se susurraban y se daban codazos mientras me miraban jugar con el chupetín al recibir las indicaciones. 
Apenas cruzó la puerta Rivero, yo me fui al baño para retocarme el maquillaje. Estaba prácticamente a cara lavada de tanto que me había limpiado los ojos y la boca. Estuve un rato maquillándome y cuando me terminaba de pintar los labios se abrió la puerta del baño y entraron Espósito y Torres.
- La pasaste bien con el viejo Rivero? - fue directo al grano Espósito, sin dar vueltas.
- Parece que te vas a quedar - agregó Torres, que fue un poco más sutil pero con un gesto de picardía inconfundible. 
Yo mientras terminaba con lo mío me apoyé en la pileta sacando cola y les dije mirándolos en el espejo
- Me aseguré un tiempito más acá. Quieren ver como? - les dije con decidida voz y cara de puta. Mis ojos clavados en el espejo los sorprendieron al principio pero Torres reaccionó rápido y fue sin dudarlo a trabar la puerta. 


Me di vuelta mordiendo la tapa del lápiz labial como hacía todos los días con la lapicera y cada uno se paró de un lado mío mirándome de arriba a abajo pero sin tocarme un pelo. Me agaché ahí mismo y bajaron la bragueta del pantalón tan apurados que me causó gracia. Cuando me metí la de Torres en la boca sentí un gemido hermoso y la voz de mi otro compañero diciendo - noooo, mira que puta - eso me hizo darme vuelta y comersela a él para que viera lo acertado que estaba. Me apretó el hombro con fuerza al sentir mis labios y mi lengua en acción.
- Como no les iba a agradecer todo lo que me ayudan chicos? - les dije pajeandolos con una mano a cada uno. Los dos estaban muy calientes. Me puse la primer pija en la boca de nuevo y empecé a mamar con todo. Miré hacia arriba y los ojos de mi compañero estaban blancos. Espo, me agarró la cabeza y empezó a cogerme la cara, metiéndola bien adentro. Me sacaba las pijas de la boca para respirar y seguía chupando alternadamente.


Seguí así un rato delirando con los gemidos de los dos y las frases que me tiraban
- si si putita que linda boquita mi amor - repetía Espósito
- ay nena siiii así así bien adentro - llegó a articular Torres. Yo sabía que llevaban esperando esto desde que me presenté y esta era su oportunidad. Los dos gorditos estaban en el paraíso. No dejaban de mirarme ahí abajo con sus pijas en mi boca. Me paré de golpe y ya estaban tan calientes que prácticamente me arrancaron la ropa, la camisa la levantaron como si fuera una remera y la pollera me la pusieron de cinturón. El corpiño me lo saqué yo. Uno me metía la mano entre las piernas por delante y el otro por detrás, las manos restantes iban a mis pechos, los dos alternaban entre mi cuello y mi boca para besar. Yo estaba de frente al espejo nuevamente y veía como los dos me manoseaban y me besaban toda. Esa imagen me calentaba más que sus caricias. Me excité demasiado. Mis manos seguían masturbandolos. No podía dejar de verme entre esos dos, vaía como habían corrido mi tanga y se enloquecían al verme y sentirme totalmente depilada. 


Le chupé el dedo mayor a Torres y le dije
- este lo quiero en el culo - y lo seguí besando solo que intensifique la paja que le estaba haciendo. Eso lo calentó más aún y empezó a metermelo despacito por atrás. Cuando escucharon mis gemidos se excitaron mal y Espósito me metió otro en la concha. 
- Ay si chicos, me gusta sentirlos adentro - les lancé agitada entre gemidos. y seguí - vengan, vamos para allá - y nos metimos en uno de los tres baños individuales que había. Cerramos la puerta y quedamos bien apretados. Agarré la pija de Espo, y me la apoyé en mi concha mirandolo con cara de animal en celo. No dudó un segundo en metermela hasta el fondo causandome un grito que se apuró a callar tapándome la boca. Torres que había estado jugando con mi culito, hizo lo propio apoyandola en el anillo y fue metiendola con más cuidado.
Todo en un espacio mínimo. Estaba pegada a los dos y sentía a cada uno gemir en cada uno de mis oídos. Estaba suspendida en el aire con mis piernas al rededor de Espósito y agarrada de las dos nalgas por Torres. Parecía que la frágil armazón del baño se iba a desarmar por la violencia de los movimientos. El sudor de los dos en mi cuerpo, sus pechos peludos, frotándome de atrás y adelante, mi lengua pasando de boca en boca y mis piernas mojadas ya por mi y por ellos. Fueron la mezcla perfecta para el orgasmo fantástico que tuve.


- mmm te mojaste toda putita - me dijo Torres con voz entre cortada, sin dejar de cogerme el culo con un ritmo frenético. Ya estaba adentro en su totalidad. Sentía los huevos de ambos, en la doble embestida. 
- Querés que te mojemos más? - sugirió mi otro compañero, abriendo la puertita para tener más espacio. Me bajaron y yo entendí y abrí la boca con la lengua para afuera. Los dos se pajearon a toda velocidad hasta empezar a gemir y casi a la vez se vinieron en mi cara. Casi todo sobre mi lengua pero dejé caer la mayor parte para darles un poco más de show. Los tres terminamos igual de agitados y excitados. Se las lamí un poco para limpiarlas y después me lavé en la pileta y me quedé arreglándome otra vez, mientras salían. 


Habían pasado muchas cosas y mientras me maquillaba esta vez pensaba en como iba a cambiar mi estadía en la oficina a partir de esto. Ya era tarde, la mayoría se había ido cuando salí así que junte rápido mis cosas y me fui. Después de mucho revisar me di cuenta que no me había llevado mi celular así que al día siguiente pasé por el cuarto de monitoreo donde están los chicos de seguridad y les pregunté a ellos si sabían algo. Cuando uno de los 3 muchachos me lo está devolviendo casi sin mirarme, el que controlaba las pantallas dice 
- no lo puedo creer, vos sos la del baño - y antes de que me de vuelta la puerta se cierra atrás mío con fuerza.
-Bueno el señor Rivero me va a perdonar que llegue tarde por hoy - les dije mientras apoyaba la cartera en la mesa. Me sonreí mientras se me acercaban y me arrodillé con cara de viciosa. 








    

20 comentarios - Entre teléfonos, papeles y braguetas

lecheroloko +1
"llegó a largar antes de estallar en una acabada muy caliente dentro de mi boca." se me fue toda la leche a la cabeza cuando lei esto
lecheroloko
@Mishiand69 la dureza que se mezcla con la humedad en mis calzones me interrumpió. Qué relato me recomendás para EXPLOTAR?
Mishiand69 +1
@lecheroloko yo los escribo a todos pensando que sirvan para eso
lecheroloko +1
@Mishiand69 claro! pero estaba viendo y hay algunos...intensos! me calienta mucho como describís el momento del climax masculino
fechumza1 +2
sos unica linda! me encantaria tener una compañera de trabajo como vos
Mishiand69 +1
gracias amor! besitos 😘
Amorosoo_89 +1
exelenteee amor !! me hiciste acabar como siempre 😃 sos divina incestusa ♥
Mishiand69 +1
gracias mi incestuoso amor 😘
Amorosoo_89 +1
@Mishiand69 somos unicos 🙎‍♂️ ❤️ ❤️ te adoro mucho lo sabes !!
Mishiand69 +1
@Amorosoo_89 y yo a vos lindo 😉
Sambetin +1
Te dejo puntitos nuevamentes mi amor! ♥ Claramente te pasaste de nuevo ... Acabe ... ya con el Sr. Rivas... Y luego cuando vi la ultima parte mmm! Genial.. ♥

♥ Uff..... me dejaste afull! ♥ ¿Quien no quisiera tenerte de compañerita amor? 🤤 🤤 🤤 🤤 🙂




Mishiand69
mmmm mis amores, lo que más me gusta es que me digan que acabaron leyéndome.
besitos para vos 😘
Sambetin +1
Jaja.. Igual, los lapsos de tiempo son largos .. y nos haces desear leerte pronto mi amor 🙂
Mishiand69
hacer desear es parte de la seducción mi amor 😉
rososos +1
Sos tan puta, q me encanta.
Mishiand69
gracias! sabes que me encanta que me digas eso jijiji
besitos 😘
Agustin2909 +1
Muy caliente tu relato
Sos una grosa
Mishiand69
gracias amor!
Besitos 😘
Tiburoncin007 +1
Tremendo relato 🔥 🔥 🔥 me fue quemando lentamente y para cuando me di cuenta ya estaba muy excitado 🤤 y con una ereccion que parecia me trague un frasco entero de viagra 🙎‍♂️
Estupendos tus relatos Mishi 👍 ya me lei unos tres y casi me da un infarto 🔥 creo que la dosis debe ser de leer uno o dos por dia 😀
Saludos ✌️ regresare con puntos y a leer mas
Tiburoncin007 +1
Regrese con los puntos prometidos 😉
Mishiand69
sabía que ibas a volver! un comentario como ese viene con puntos jijiji
gracias amor!
😘
clandestyna +1
Impecable como de costumbre!
Mishiand69
como los tuyos amiga!
Gracias
besitos 😘
kellcito +1
Como me calientan tus relatos Mishi... me dejas con la pija super dura!!
Mishiand69 +1
es la idea amor, gracias! besitos 😘
kellcito +1
@Mishiand69 y que bien te sale hermosa
elledany +1
👏 👏 👏 👏 👏 ( Volveré ...gracias por compartir 😀 😀 😀 )
elledany +1
@Mishiand69 😳 😳 😳 😀 😀

Entre teléfonos, papeles y braguetas
Mishiand69 +1
@elledany así me gustan más 😚
elledany +1
@Mishiand69 Yeeesss !!!!! 😆 😆 😆 😚
manupado +1
Muy bueno! Me encanto! Espectacular! Me imagine todo! 😃
Mishiand69 +1
entonces lo escribí bien jijiji besitos amor 😘
Gbalvz20 +1
No pude llegar al final del relato, como me calentas x dios 🙂
Mishiand69 +1
me encanta cuando me dicen eso, me los imagino
besitos gracias 😘
si-yeah +1
Wow… preciosos relato!!!
Mishiand69 +1
Gracias amor! 😘
tuperno00 +1
jaja no dejas una pija viva!! muy bien putita, eres la mejor!!
Mishiand69 +1
ellas vienen a mi jijiji gracias amor!
tuperno00
@Mishiand69 alla va la mia entonces!jaja
GRINGO2200
sos la mas puta de todas yegua!!!! y yo en la oficina rodeado de machos y con la pija que se me sale del pantalon!!! besos PUTA
juanteba +1
Nos encantó. Sobre todo a mi.

-lu
Mishiand69 -2
Gracias Lu! besitos para Juan! 😘
juanteba +1
@Mishiand69 No, todos los besos para mi.

-lu
Mishiand69 +1
@juanteba jijiji dale todos para vos linda
pieldechocolate +1
Super excitante, para calentar esta lluviosa noche de domingo!!
pete
Mishiand69 +1
gracias! besitos
L_u_Ca_S
me encantooo!!! como tus posts y vos!!!! me fascinaa hermosaaa!! terriblee como quedoo!! besos donde mas te gusten hermosaa!!! ❤️
Mishiand69
gracias bombón! sabes que sos muy especial para mi 😉
L_u_Ca_S
@Mishiand69 mmm pero nose si tan especial como vos sos para mi hermosa!! :3