Mi vecino el pervertido 3, mi primer trio

Querés saber como empezó esta historia?

http://www.poringa.net/posts/relatos/2658635/Mi-vecino-el-pervertido.html


http://www.poringa.net/posts/relatos/2662361/Mi-vecino-el-pervertido-2.html



Habían pasado cuatro meses de aquel mediodía en el que me entregué al placer absoluto, con Cláudio nos llevábamos cada dia mejor en la cama, bueno en la cama, la mesa, el sofá, la ducha, el auto etcétera. Lo que yo no sabia era que mi nuevo amigo estaba dispuesto a ir por más.

"Hola bebe, el sábado es el cumpleaños de un amigo, me acompañas?"
Su mensaje me tomó por sorpresa, nuestra relación no había incluido hasta ese momento salidas con amigos, pero me pareció que no tenia nada de malo así que quedamos en encontrarnos fuera del barrio, como de costumbre.

Llegamos al departamento de Guillermo, el amigo en cuestión, me presentó al cumpleañero y los demás invitados como "una amiga" sin demasiados detalles.
La noche transcurría con normalidad, entre charlas, cervezas y musica. Algunas horas después el lugar se empezó a vaciar, Cláudio se ponía cada vez más caliente, sin ningún pudor me besaba y me abrazaba, yo no era para nada inmune a su contacto y me moría de ganas de ir a cojer con él, pero también necesitaba ir al baño, la cerveza ya no quería estar en mi vejiga.

Cuando salí del baño lo vi sentado en sofá, no había nadie más.

-nos vamos? Le pregunté

_tan rápido? No, veni acá, Guille se durmió, me parece que tomó demasiado

Me hizo recostar en el sofá y con una habilidad asombrosa me sacó los zapatos y el pantalón.

-para, y si se despierta tu amigo?

-trata de no gritar tanto como siempre y no se va a despertar, jaja

Me corrió la tanguita a un costado y empezó a lamerme muy despacio, uso sus dedos para separar los labios de mi vagina y fue directo con la lengua a encontrarse con mi clítoris, sus dedos se alternaban para hurgarme en la concha y el culo. No daba mas de placer cuando abrí los ojos y vi a Guillermo desnudo parado al lado mio. Traté de incorporarme y taparme con las manos

-ya que me estás usando el sillón me podrías convidar no? Le dijo a Cláudio

-tranquila bebe, Guille te va a tratar bien, relajate, alguna vez te mentí?

-si, ahora! Me dijiste que tu amigo dormia!

-una mentirita piadosa, queríamos darte una sorpresa.

Guillermo se sentó en el espacio que había quedado atrás mio y me invitó a recostarme encima suyo.

-vamos a arrancar despacito, no tengas miedo, me dijo

Cláudio se volvió a meter entre mis piernas y su amigo me besó de una forma muy dulce en la boca, me sacó la remera y el corpiño para poder acariciarme las tetas. Me sentía la mas puta del planeta, y me encantaba.
Las dos bocas y las cuatro manos no tardaron en hacerme acabar, mientras yo gemía y me retorcía involuntariamente mis amantes de turno cambiaron de lugar.
Guille me hizo poner en cuatro patas e inició una cojida bestial, su pija no era tan grande como la de Cláudio pero la sabia usar muy bien. Mi amigo y entregador se paró adelante mio refregandome su majestuosa verga por la cara, yo abrí la boca y él me la metió todo lo que pudo.
Dos pijas me llenaban, yo lo estaba disfrutando, ya había perdido la cuenta de las veces que había acabado. Guillermo me agarraba fuerte de la cadera para enterrarse bien en mi y en un momento me dio un chirlo en la cola

-que putita sos! Me parece que dos pijas no te alcanzan!

No pensé que fuera posible pero me calenté mas todavía, ese contacto violento estaba abriendo una nueva puerta en mi, me gustaba estar entregada, estar a merced de dos hombres en celo.

Claudio no daba mas de calentura, se acomodó en el sofa y me hizo sentar arriba suyo dándole la espalda, Guille tomó su lugar en mi boca, tenia la pija bañada con mis fluidos, se la chupe al mismo tiempo que me movía haciendo entrar y salir a mi vecino de mi empapada concha.

-te voy a llenar la boquita de leche y te la vas a tomar toda! Me ordenó

Seguí succionando y pajeandolo hasta que sentí una cantidad impresionante de semen brotando, trague todo lo que pude, sólo algunas gotas se me escaparon por la comisura, las junte con los dedos y las saboree como a un manjar.
La acabada de Cláudio no se hizo esperar mucho mas, me hizo levantar y soltó unos chorros de leche caliente en mi espalda.

Quedamos desparramados en el sofá, Guillermo fue el primero en levantarse, volvió con una cerveza helada y me la dio

-toma hermosa, así te repones, que todavía no probé ese culo divino que tenés...

Continuará.