La historia que voy a contar puede que me haya cambiado la vida para siempre. No lo sé. Ya veremos dentro de algún tiempo. De momento lo estoy disfrutando.
Mi nombre es Miguel, tengo 20 años y estoy en segundo año de universidad. Mis padres se han jubilado en septiembre pasado y decidieron volver a su tierra donde tenemos una finca con huerto y eso. Mis hermanos son mayores y cada uno vive en una ciudad. La mayor vive en Barcelona y el segundo en Salamanca. Por tanto yo me iba a quedar durante el curso solo en nuestro piso de Madrid, sin tener unos padres cerca que te controlen. No han sido muy pesados, pero cuanto más lejos mejor. Lo cierto es que este curso pasado pintaba de lo mejor cuando mis padres me comunicaron que se quedaban en la finca y que iba a vivir solo. para ellos fue muy fuerte. su niño se iba a quedar solo en Madrid, pero para mí era la bomba.
Y así fue. Al principio la verdad es que desvarié un poco. Siempre había en mi casa fiesta con bastante alcohol, chicas que enseguida se iban a la cama con uno, o con varios. En ese tiempo por primera vez estuve con tres tías a la vez y lo peor de todo es que ni siquiera sabía como se llamaban dos de ellas. Fue una época especial que me duró hasta el final del año. En Diciembre mis padres habían recibido varias quejas de vecinos sobre mi comportamiento y ellos querían cortar por lo sano. Una solución era volver; descartado por ellos, así que me cortaron las alas. Hablaron con los padres de mis amigos y aunque somos mayores de edad, las familias que influyen imperan el respeto. Ya no pude volver a dar una fiesta porque mis amigos se excusaban por sus padres. Se jodió el chollo. Además, mi hermana mayor, que se llama Marta, se había separado del marido y había pedido el traslado. Y la trasladaron de hospital (es psicóloga) y se vino a Madrid. Por tanto se vino a casa a vivir y a controlarme. Mi hermana tiene 28 años y la verdad es que está muy buena. Tiene buenas tetas y unas curvas de escándalo, pero eso será después.
Lo cierto es que empezamos a vivir con roces, pues yo no quería estar atado, y ella sí me ataba. Poco a poco la cosa se fue normalizando y ya no discutíamos. Todos los días cuando ella llegaba a casa se duchaba y se ponía el pijama. En mi casa tenemos calefacción central, y la verdad es que hace mucho calor. Así que dormimos con pijamas de verano. Siempre se ponía pijamas de tirantes con pantaloncito corto, y cuando veíamos la tele por la noche a la mínima le veía las tetas o el "cachete" del culo. La verdad es que no me importaba porque no me fijaba en ella como una tía, pero ¡joder!, ella era una tía.
Un sábado por la noche en febrero, estaba lloviendo a mares; mis amigos tenían exámenes y decidí quedarme en casa. Mi hermana me dice:
-¿no sales?.
-Pues no. Ninguno sale y además, con el tiempo que hace no me apetece.
-Y tu chica?
-Cortamos hace quince días. Ahora no salgo con nadie.
Ella se metió en la ducha y al rato salió con su pijamita. Yo llevaba un chándal y una camiseta. En la tele estaba un partido del Real Madrid, que estaba a punto de terminar.
-Terminará pronto ¿no?.
-Diez minutos.
-Pedimos una pizza?
-Venga vale.
Pedimos unas pizzas, y nos dispusimos a cenar. Mi hermana como nunca había hecho conmigo empezó a interesarse por mis amigos, con las chicas con las que había salido y todo eso. La verdad es que estaba muy dicharachera para lo que era ella. Seguimos cenando y conversamos. Yo le pregunté acerca de su separación y ella me contó que Gerardo, mi cuñado, era un pendón. A la mínima se liaba con compañeras del hospital (es médico traumatólogo) y encima con amigas suyas. Por eso había pedido el traslado, para no estar cerca de él ni de ellas.
Nos pusimos a ver una película en el sofá y resulta que era una un poquito fuerte. Ahora no recuerdo el título, pero es una en la que la protagonista es Paz V. Había escenas de sexo explícitas, y la verdad, yo estaba un poco excitado.
-¿Parece que se te despierta?
Me puse colorado. Se me había empalmado delante de mi hermana y ella lo sabía. Contraataqué.
-Creo que tú tampoco te quedas corta. Ella se había puesto un cojín encima y los pezones se le marcaban pues los debía tener duro.
-Una no es de piedra, y entre lo que ve en la tele y lo que tiene en casa lo normal es los tenga así. Además, una está un poco desatendida.
La conversación era muy rara en relación a dos hermanos. Si hubiese sido otra chica me hubiese lanzado, pero era mi hermana.
-Además, creo que tú tienes un pene más grande que el de la película. el de la película en cuestión tenía un aparato enorme.
-Pues no. Es más pequeño.
-Déjame ver para comparar......
¿Qué había dicho mi hermana? ¿Qué le enseñara la polla? ¿Empalmada como la tenía? ¿Estaba loca?
Y se acercó a mí.
-Venga, no te de vergüenza. Enséñamela.
Y me bajé el chándal. Mi polla se marcaba por debajo de los boxer, y parecía que iba a estallar. Me hizo un ademán, y me bajé los calzoncillos. Zas. La polla saltó como un resorte. Mi hermana se empezó a reír y dijo:
-Vaya empalmada que tienes chaval, pero no me extraña, con este aparato las tienes que dejar rendidas. La verdad es que la tengo muy normal, pero al parecer mi cuñado tiene una un "poquito" más pequeña.
-Creo que no está mal.
Y se acercó más y me dice:
-¿Cuánto te mide?
Y no me dejó decir nada. La cogió con sus manos, extendió una y dijo:
-Más o menos andas por los 16 cms.
De verdad, me estaba manoseando la polla, jugando con ella como el que hace otra cosa, y yo estaba que no podía más. La erección no bajaba y de repente me dice:
-Uhh, lo que echa de menos una algunas veces.
-Será porque quieres. Porque la verdad, es que estás muy buena.
-Te parece que estoy buena?
-Tienes un tipazo y unas tetas que quitan el hipo.
y la pregunta que hice, no sé por qué la hice.
-¿Qué medidas tienes?
Y se desnudó, quedándose con un tanguita blanco como única prenda.
-Mídeme.
Cogí la cinta métrica de costurera y me dispuse a medir.
Pecho: 92 cms. bastante bien
Estómago: 65 cms. bien conservada
Cintura: 93 cms. bien proporcionada.
-Lo que pasa es que con las bragas no se puede medir bien.
-Tú lo quieres es verme el coño, jodido.
-Pues la verdad, es lo justo (todavía mi polla estaba erecta)
Y se bajó lentamente la tanga tarareando la musiquilla de un streeptease.
Vaya coñito que tenía mi hermana. Lo tenía afeitado por los lados aunque sí tenía una buena mata de pelo.
-Te gusta? Y se dio una vuelta sobre sí misma para deleite mío.
-Uhauuu. Maciza! si no fueras mi hermana te follaba ahora mismo (no sé por qué me salieron esas palabras)
Y ella se acercó a mí, y me dio un morreo de campeonato. Morreo al que correspondí metiéndonos la lengua. Seguidamente me enganchó del culo y empezó a restregarse sobre mí.
Yo estaba como una moto pero pensaba la locura que estaba haciendo. Por otra parte mi hermana mayor estaba como una salida metiéndome mano por todos los lados. Me agarraba del culo, se restregaba, estaba en definitiva muy excitada. De repente me solto:
-ven aquí mi amor.
Y se metió mi polla en su boca. Empezó a hacerme una mamada como ninguna otra mujer me lo había hecho.
Dioooos!. En ese momento tenía una excitación enorme junto con un miedo por lo que estábamos haciendo. No pude aguantar mucho y me corrí en su boca. Ella no paró y se lo tomó todo. Siguió chupando hasta que se me puso blandengue.
Nuestras respiraciones eran altas, sudábamos pero no nos decíamos nada. De repente se tumbó encima de mí en el sofá y empezó otra vez a besarme. Nunca había estado con una chica tan activa. Me sobrepasaba todo. Me cogió de la mano, nos levantamos y nos fuimos a su habitación.
Me dijo en voz baja:
-Disfruta!
Me tumbé en la cama y ella me ofreció su conejo a mi boca. Estaba empapado. Empecé a chupárselo y a meterle la lengua por todos los lados. Yo creo que chorreaba. Me caían jugos por la cara de lo excitaba que estaba. De repente noté como mi polla recibía otra ración de boca. Otra vez estaba a punto. He de decir que si bien no tardo mucho en correrme, puede hacerlo bastantes veces. Mi polla estaba otra vez tiesa (como para no estarlo) y su conejo rebosaba de jugos. De repente paró y me dijo susurrando:
-Ahora vamos a gozar.
Se sentó encima de mí y se la metió de una vez. Entraba de vicio pues estaba muy dilatada. Empezó a follarme y la verdad es que hasta ahora no me había fijado en su cara, más por vergüenza que otra cosa, pero en este momento vi a una mujer que estaba buenísima disfrutando de un polvo como nunca lo había hecho antes. Tenía una expresión de gozo increíble. De repente me iba a correr y sólo acerté a suspirar:
-me corrr...
-Siiiii...
Y me corrí dentro de ella. Ella siguió follando con toda mi leche dentro hasta que se puso morcillona. Se la sacó se agacho, poniendo el culo en pompa y empezó a chuparmela otra vez. Era insaciable.
Descansamos un momento sin decirnos nada. a mí empezó a ponerse la polla en buen estado y en ese momento me dije que ahora me tocaba a mí. La tumbé, ella sonrió y se la metí. Empecé un mete saca muy despacio como a mí me gusta, ya que de esa manera aguanto más, y sé que a las mujeres les gusta esa sensación. Sacaba la polla de vez en cuando y se la restregaba por el clítoris. Se retorcía cada vez que lo hacía. Se volvió y me ofreció su culo en pompa:
-Sigue así. En mi vida he gozado tanto.
Se la metí de nuevo, y empezó a moverse ella. No tardé mucho en correrme. Me empujó, me tumbé boca arriba en la cama, y me dijo:
-Chupa este helado mixto. seguro que te gusta.
Y empecé a chuparle el conejo con una mezcla de sabor impresionante. Por primera vez en mi vida estaba probando mi semen pero mezclado con el sabor de una mujer. Yo la oía a ella jadear. Se cambió de posición y volvimos a hacer un 69. Otra corrida. Ya casi no me salía nada. Nos tumbamos, nos relajamos sin decir nada, hasta que ella cambió de posición y me dijo:
-Tío, me hacía falta uno como este. Muchas gracias.
-para mí ha sido una gozada.
-Pues si quieres podemos seguir haciéndolo todos los días. Ya no necesitas a ninguna pendona para follar. La tienes en casa.
Y desde entonces, follamos como locos. Salimos por ahí los fines de semana y si vamos a sitios que no nos conozcan nos comportamos como novios. Lo hemos hecho en su coche, en casa de algún amigo, y lo hacemos de todas las formas posibles.
Mi nombre es Miguel, tengo 20 años y estoy en segundo año de universidad. Mis padres se han jubilado en septiembre pasado y decidieron volver a su tierra donde tenemos una finca con huerto y eso. Mis hermanos son mayores y cada uno vive en una ciudad. La mayor vive en Barcelona y el segundo en Salamanca. Por tanto yo me iba a quedar durante el curso solo en nuestro piso de Madrid, sin tener unos padres cerca que te controlen. No han sido muy pesados, pero cuanto más lejos mejor. Lo cierto es que este curso pasado pintaba de lo mejor cuando mis padres me comunicaron que se quedaban en la finca y que iba a vivir solo. para ellos fue muy fuerte. su niño se iba a quedar solo en Madrid, pero para mí era la bomba.
Y así fue. Al principio la verdad es que desvarié un poco. Siempre había en mi casa fiesta con bastante alcohol, chicas que enseguida se iban a la cama con uno, o con varios. En ese tiempo por primera vez estuve con tres tías a la vez y lo peor de todo es que ni siquiera sabía como se llamaban dos de ellas. Fue una época especial que me duró hasta el final del año. En Diciembre mis padres habían recibido varias quejas de vecinos sobre mi comportamiento y ellos querían cortar por lo sano. Una solución era volver; descartado por ellos, así que me cortaron las alas. Hablaron con los padres de mis amigos y aunque somos mayores de edad, las familias que influyen imperan el respeto. Ya no pude volver a dar una fiesta porque mis amigos se excusaban por sus padres. Se jodió el chollo. Además, mi hermana mayor, que se llama Marta, se había separado del marido y había pedido el traslado. Y la trasladaron de hospital (es psicóloga) y se vino a Madrid. Por tanto se vino a casa a vivir y a controlarme. Mi hermana tiene 28 años y la verdad es que está muy buena. Tiene buenas tetas y unas curvas de escándalo, pero eso será después.
Lo cierto es que empezamos a vivir con roces, pues yo no quería estar atado, y ella sí me ataba. Poco a poco la cosa se fue normalizando y ya no discutíamos. Todos los días cuando ella llegaba a casa se duchaba y se ponía el pijama. En mi casa tenemos calefacción central, y la verdad es que hace mucho calor. Así que dormimos con pijamas de verano. Siempre se ponía pijamas de tirantes con pantaloncito corto, y cuando veíamos la tele por la noche a la mínima le veía las tetas o el "cachete" del culo. La verdad es que no me importaba porque no me fijaba en ella como una tía, pero ¡joder!, ella era una tía.
Un sábado por la noche en febrero, estaba lloviendo a mares; mis amigos tenían exámenes y decidí quedarme en casa. Mi hermana me dice:
-¿no sales?.
-Pues no. Ninguno sale y además, con el tiempo que hace no me apetece.
-Y tu chica?
-Cortamos hace quince días. Ahora no salgo con nadie.
Ella se metió en la ducha y al rato salió con su pijamita. Yo llevaba un chándal y una camiseta. En la tele estaba un partido del Real Madrid, que estaba a punto de terminar.
-Terminará pronto ¿no?.
-Diez minutos.
-Pedimos una pizza?
-Venga vale.
Pedimos unas pizzas, y nos dispusimos a cenar. Mi hermana como nunca había hecho conmigo empezó a interesarse por mis amigos, con las chicas con las que había salido y todo eso. La verdad es que estaba muy dicharachera para lo que era ella. Seguimos cenando y conversamos. Yo le pregunté acerca de su separación y ella me contó que Gerardo, mi cuñado, era un pendón. A la mínima se liaba con compañeras del hospital (es médico traumatólogo) y encima con amigas suyas. Por eso había pedido el traslado, para no estar cerca de él ni de ellas.
Nos pusimos a ver una película en el sofá y resulta que era una un poquito fuerte. Ahora no recuerdo el título, pero es una en la que la protagonista es Paz V. Había escenas de sexo explícitas, y la verdad, yo estaba un poco excitado.
-¿Parece que se te despierta?
Me puse colorado. Se me había empalmado delante de mi hermana y ella lo sabía. Contraataqué.
-Creo que tú tampoco te quedas corta. Ella se había puesto un cojín encima y los pezones se le marcaban pues los debía tener duro.
-Una no es de piedra, y entre lo que ve en la tele y lo que tiene en casa lo normal es los tenga así. Además, una está un poco desatendida.
La conversación era muy rara en relación a dos hermanos. Si hubiese sido otra chica me hubiese lanzado, pero era mi hermana.
-Además, creo que tú tienes un pene más grande que el de la película. el de la película en cuestión tenía un aparato enorme.
-Pues no. Es más pequeño.
-Déjame ver para comparar......
¿Qué había dicho mi hermana? ¿Qué le enseñara la polla? ¿Empalmada como la tenía? ¿Estaba loca?
Y se acercó a mí.
-Venga, no te de vergüenza. Enséñamela.
Y me bajé el chándal. Mi polla se marcaba por debajo de los boxer, y parecía que iba a estallar. Me hizo un ademán, y me bajé los calzoncillos. Zas. La polla saltó como un resorte. Mi hermana se empezó a reír y dijo:
-Vaya empalmada que tienes chaval, pero no me extraña, con este aparato las tienes que dejar rendidas. La verdad es que la tengo muy normal, pero al parecer mi cuñado tiene una un "poquito" más pequeña.
-Creo que no está mal.
Y se acercó más y me dice:
-¿Cuánto te mide?
Y no me dejó decir nada. La cogió con sus manos, extendió una y dijo:
-Más o menos andas por los 16 cms.
De verdad, me estaba manoseando la polla, jugando con ella como el que hace otra cosa, y yo estaba que no podía más. La erección no bajaba y de repente me dice:
-Uhh, lo que echa de menos una algunas veces.
-Será porque quieres. Porque la verdad, es que estás muy buena.
-Te parece que estoy buena?
-Tienes un tipazo y unas tetas que quitan el hipo.
y la pregunta que hice, no sé por qué la hice.
-¿Qué medidas tienes?
Y se desnudó, quedándose con un tanguita blanco como única prenda.
-Mídeme.
Cogí la cinta métrica de costurera y me dispuse a medir.
Pecho: 92 cms. bastante bien
Estómago: 65 cms. bien conservada
Cintura: 93 cms. bien proporcionada.
-Lo que pasa es que con las bragas no se puede medir bien.
-Tú lo quieres es verme el coño, jodido.
-Pues la verdad, es lo justo (todavía mi polla estaba erecta)
Y se bajó lentamente la tanga tarareando la musiquilla de un streeptease.
Vaya coñito que tenía mi hermana. Lo tenía afeitado por los lados aunque sí tenía una buena mata de pelo.
-Te gusta? Y se dio una vuelta sobre sí misma para deleite mío.
-Uhauuu. Maciza! si no fueras mi hermana te follaba ahora mismo (no sé por qué me salieron esas palabras)
Y ella se acercó a mí, y me dio un morreo de campeonato. Morreo al que correspondí metiéndonos la lengua. Seguidamente me enganchó del culo y empezó a restregarse sobre mí.
Yo estaba como una moto pero pensaba la locura que estaba haciendo. Por otra parte mi hermana mayor estaba como una salida metiéndome mano por todos los lados. Me agarraba del culo, se restregaba, estaba en definitiva muy excitada. De repente me solto:
-ven aquí mi amor.
Y se metió mi polla en su boca. Empezó a hacerme una mamada como ninguna otra mujer me lo había hecho.
Dioooos!. En ese momento tenía una excitación enorme junto con un miedo por lo que estábamos haciendo. No pude aguantar mucho y me corrí en su boca. Ella no paró y se lo tomó todo. Siguió chupando hasta que se me puso blandengue.
Nuestras respiraciones eran altas, sudábamos pero no nos decíamos nada. De repente se tumbó encima de mí en el sofá y empezó otra vez a besarme. Nunca había estado con una chica tan activa. Me sobrepasaba todo. Me cogió de la mano, nos levantamos y nos fuimos a su habitación.
Me dijo en voz baja:
-Disfruta!
Me tumbé en la cama y ella me ofreció su conejo a mi boca. Estaba empapado. Empecé a chupárselo y a meterle la lengua por todos los lados. Yo creo que chorreaba. Me caían jugos por la cara de lo excitaba que estaba. De repente noté como mi polla recibía otra ración de boca. Otra vez estaba a punto. He de decir que si bien no tardo mucho en correrme, puede hacerlo bastantes veces. Mi polla estaba otra vez tiesa (como para no estarlo) y su conejo rebosaba de jugos. De repente paró y me dijo susurrando:
-Ahora vamos a gozar.
Se sentó encima de mí y se la metió de una vez. Entraba de vicio pues estaba muy dilatada. Empezó a follarme y la verdad es que hasta ahora no me había fijado en su cara, más por vergüenza que otra cosa, pero en este momento vi a una mujer que estaba buenísima disfrutando de un polvo como nunca lo había hecho antes. Tenía una expresión de gozo increíble. De repente me iba a correr y sólo acerté a suspirar:
-me corrr...
-Siiiii...
Y me corrí dentro de ella. Ella siguió follando con toda mi leche dentro hasta que se puso morcillona. Se la sacó se agacho, poniendo el culo en pompa y empezó a chuparmela otra vez. Era insaciable.
Descansamos un momento sin decirnos nada. a mí empezó a ponerse la polla en buen estado y en ese momento me dije que ahora me tocaba a mí. La tumbé, ella sonrió y se la metí. Empecé un mete saca muy despacio como a mí me gusta, ya que de esa manera aguanto más, y sé que a las mujeres les gusta esa sensación. Sacaba la polla de vez en cuando y se la restregaba por el clítoris. Se retorcía cada vez que lo hacía. Se volvió y me ofreció su culo en pompa:
-Sigue así. En mi vida he gozado tanto.
Se la metí de nuevo, y empezó a moverse ella. No tardé mucho en correrme. Me empujó, me tumbé boca arriba en la cama, y me dijo:
-Chupa este helado mixto. seguro que te gusta.
Y empecé a chuparle el conejo con una mezcla de sabor impresionante. Por primera vez en mi vida estaba probando mi semen pero mezclado con el sabor de una mujer. Yo la oía a ella jadear. Se cambió de posición y volvimos a hacer un 69. Otra corrida. Ya casi no me salía nada. Nos tumbamos, nos relajamos sin decir nada, hasta que ella cambió de posición y me dijo:
-Tío, me hacía falta uno como este. Muchas gracias.
-para mí ha sido una gozada.
-Pues si quieres podemos seguir haciéndolo todos los días. Ya no necesitas a ninguna pendona para follar. La tienes en casa.
Y desde entonces, follamos como locos. Salimos por ahí los fines de semana y si vamos a sitios que no nos conozcan nos comportamos como novios. Lo hemos hecho en su coche, en casa de algún amigo, y lo hacemos de todas las formas posibles.
5 comentarios - Yo y mi hermanita mayor...(Primer relato)
gracias por compartir