Allá lejos y hace tiempo, volvía del laburo, eran mas o menos las ocho y media de la noche.
Bajo del colectivo 17 y camino hacia mi casa, (dos cuadras).
A mitad de la primera cuadra, veo que hay un Torino rojo coupé estacionado, un tipo adentro sentado al volante que cuando lo miro me clava la mirada.
No solo vi sus ojos oscuros y su cara de "cana" sinó que sus bigotes poblados renegridos eran una invitación al garche.
Cómo en ésa época era jodido con la cana, cuando llego a la esquina me doy vuelta como quién no quiere la cosa y veo que arranca.
Pasa por al lado de mi, dobla a la izquierda y se estaciona nuevamente, esta vez cuando me miró dejó escapar una sonrisa que me derritió.
Me acerco al auto, nos saludamos y me dice de una: Estaba esperando a una mina que labura en la mercería que está por la Av Mitre, pero se nota que no fué a trabajar.
y la verdad que estoy tan caliente que en una de esas me podés ayudar.
Yo medio cagado todavía (era la primera vez que me pasaba algo así), le digo: - Bueno dame unos minutos que llego a mi casa, aviso que salgo así no se preocupan y vuelvo.
Así lo hice.
Cuando regreso, me subo al auto, arranca mientras me decía, tengo una casa que no uso en Lanús, así que vamos te parece?
Le doy el ok, no sé cuanto tardamos en llegar, me parecieron horas porque no conocía muy bien el lugar, llegamos, estaciona frente a una casa que parecía una tapera.
Entramos, era una casa muy muy vieja, con un patio grande y habitaciones que las puertas daban todas a ese patio.
Abre una de esas puertas, así en la total oscuridad me dice que pase, me recontra cagué porque no se veía un carajo, pensé este no solo quiere cojer, me quiere hacer mierda!
Se dió cuenta de mi cagazo y me dicé esperá...
Prende una estufa de cuarzo que al ratiro el color de las varillas hizo que se viera y bastante.
Hacía un frío mortal y comenzaba a llover.
Tiras unas frazadas al piso (no había ni muebles) empezamos a rascar, besarnos, y luego de un rato ya entrados en calor, nos empezamos a sacar la ropa.
Cuando finalmente lo veo totalmente desnudo, me enamoré, si, me enamoré posta.
Trataré de describirlo lo mas preciso posible.
1,76 mas o menos como yo.
Cuerpo marcado, pero no de gimnasio, sinó de laburante, bastante peludo, pelo oscuro, bigotes negros, sonrisa de degenerado, ojos que penetran, un culo bien redondo y también peludo y que decir de sus genitales:
Unos veinte por arriba de las patas, grosa, cabeza bien formada, con mucha pielcita y unos huevos rendondos algo colgantes.
Las piernas muy formadas y musculosas y a pesar de su aspecto de hijo de puta, un dulce.
Hicimos de todo, a pesar de su masculinidad, le gustaba que se la den, ( a mi no me va mucho eso) pero al decir verdad, como estaba tan caliente, y el macho era lo mejor que me había pasado en la vida, le entregué el orto.
Me lo chupó por un buen rato, jugó con sus dedos muy despacio, gracias a eso, pude lograr que me cojiera prácticamente si sentir dolor alguno.
Nos hechamos dos polvos, el segundo fué mejor que el primero aún; era el tipo que lo querés tener de amante perfecto para siempre.
Pero siempre es mucho tiempo.
Le dí el teléfono de mi trabajo con algo de resquemor (no existían los celulares).
No sé el tiempo que habrá pasado hasta que cuando ya me habia olvidado de "Daniel" un día me sorprendió con un llamado.
Debo decir que desde la primera vez que lo ví y hasta que me llamó siempre cuando bajaba del colectivo tenía muchas ganas de encontrarlo.
Así fue por bastante tiempo, hasta que nunca mas llamó.
Un día de la vida, no recuerdo el tiempo que había pasado, fácil 3 años, se nota que revisando su agenda me volvió a llamar, yo estudiaba de noche así que ese día falté y fuí esta vez a su casa de Bernal.
Cuando me encuentro, ya no era la misma persona que había conocido y enamorado, mis ojos no veían lo mismo.
La vida le había pasado por encima.
Debo decir que igual cogí, pero mi postura fue diferente, mi entrega no fue igual, de hecho hasta lo miraba desde "arriba" claro él sin saber que había formado parte de mi vida pero yo de la de él nada.
Laburaba con camiones, la casa tapera, la usaba de taller mecánico, llegúe a conocer a su mujer, su hija y la amante de la mercería.
Pero él no llegó a conocerme.
relato real.
SmegmaSeeker
Bajo del colectivo 17 y camino hacia mi casa, (dos cuadras).
A mitad de la primera cuadra, veo que hay un Torino rojo coupé estacionado, un tipo adentro sentado al volante que cuando lo miro me clava la mirada.
No solo vi sus ojos oscuros y su cara de "cana" sinó que sus bigotes poblados renegridos eran una invitación al garche.
Cómo en ésa época era jodido con la cana, cuando llego a la esquina me doy vuelta como quién no quiere la cosa y veo que arranca.
Pasa por al lado de mi, dobla a la izquierda y se estaciona nuevamente, esta vez cuando me miró dejó escapar una sonrisa que me derritió.
Me acerco al auto, nos saludamos y me dice de una: Estaba esperando a una mina que labura en la mercería que está por la Av Mitre, pero se nota que no fué a trabajar.
y la verdad que estoy tan caliente que en una de esas me podés ayudar.
Yo medio cagado todavía (era la primera vez que me pasaba algo así), le digo: - Bueno dame unos minutos que llego a mi casa, aviso que salgo así no se preocupan y vuelvo.
Así lo hice.
Cuando regreso, me subo al auto, arranca mientras me decía, tengo una casa que no uso en Lanús, así que vamos te parece?
Le doy el ok, no sé cuanto tardamos en llegar, me parecieron horas porque no conocía muy bien el lugar, llegamos, estaciona frente a una casa que parecía una tapera.
Entramos, era una casa muy muy vieja, con un patio grande y habitaciones que las puertas daban todas a ese patio.
Abre una de esas puertas, así en la total oscuridad me dice que pase, me recontra cagué porque no se veía un carajo, pensé este no solo quiere cojer, me quiere hacer mierda!
Se dió cuenta de mi cagazo y me dicé esperá...
Prende una estufa de cuarzo que al ratiro el color de las varillas hizo que se viera y bastante.
Hacía un frío mortal y comenzaba a llover.
Tiras unas frazadas al piso (no había ni muebles) empezamos a rascar, besarnos, y luego de un rato ya entrados en calor, nos empezamos a sacar la ropa.
Cuando finalmente lo veo totalmente desnudo, me enamoré, si, me enamoré posta.
Trataré de describirlo lo mas preciso posible.
1,76 mas o menos como yo.
Cuerpo marcado, pero no de gimnasio, sinó de laburante, bastante peludo, pelo oscuro, bigotes negros, sonrisa de degenerado, ojos que penetran, un culo bien redondo y también peludo y que decir de sus genitales:
Unos veinte por arriba de las patas, grosa, cabeza bien formada, con mucha pielcita y unos huevos rendondos algo colgantes.
Las piernas muy formadas y musculosas y a pesar de su aspecto de hijo de puta, un dulce.
Hicimos de todo, a pesar de su masculinidad, le gustaba que se la den, ( a mi no me va mucho eso) pero al decir verdad, como estaba tan caliente, y el macho era lo mejor que me había pasado en la vida, le entregué el orto.
Me lo chupó por un buen rato, jugó con sus dedos muy despacio, gracias a eso, pude lograr que me cojiera prácticamente si sentir dolor alguno.
Nos hechamos dos polvos, el segundo fué mejor que el primero aún; era el tipo que lo querés tener de amante perfecto para siempre.
Pero siempre es mucho tiempo.
Le dí el teléfono de mi trabajo con algo de resquemor (no existían los celulares).
No sé el tiempo que habrá pasado hasta que cuando ya me habia olvidado de "Daniel" un día me sorprendió con un llamado.
Debo decir que desde la primera vez que lo ví y hasta que me llamó siempre cuando bajaba del colectivo tenía muchas ganas de encontrarlo.
Así fue por bastante tiempo, hasta que nunca mas llamó.
Un día de la vida, no recuerdo el tiempo que había pasado, fácil 3 años, se nota que revisando su agenda me volvió a llamar, yo estudiaba de noche así que ese día falté y fuí esta vez a su casa de Bernal.
Cuando me encuentro, ya no era la misma persona que había conocido y enamorado, mis ojos no veían lo mismo.
La vida le había pasado por encima.
Debo decir que igual cogí, pero mi postura fue diferente, mi entrega no fue igual, de hecho hasta lo miraba desde "arriba" claro él sin saber que había formado parte de mi vida pero yo de la de él nada.
Laburaba con camiones, la casa tapera, la usaba de taller mecánico, llegúe a conocer a su mujer, su hija y la amante de la mercería.
Pero él no llegó a conocerme.
relato real.
SmegmaSeeker
2 comentarios - Revenge - Venganza