Caperucita roja y el lobo 1
Y finalmente salimos en el auto con destino a la fiesta, me sentía ansioso, excitado. Denisse, mi caperucita estaba hermosa. Nuestro auto tiene vidrios polarizados, en un semáforo, se bajo un poco la tanguita que quedo entre sus muslos, me dio su mano para que se la mojara y se empezó a acariciar su conchita suavemente, en cada semáforo que parábamos, me daba su mano a chupar y después se acariciaba muy suavemente.
-Quiero llegar bien calentita, como necesitada de algo más... así no me pongo tan quisquillosa, tan exigente... le gustaré a Rafa...? -yo me iba poniendo cada vez más caliente, pensaba hasta donde iba a llegar, ya si se animaba a bajar así a la fiesta, para mi era una Denisse desconocida, nueva, diferente. Cuando bajamos del auto y entramos al salón, me dijo que ella iba a dejar el piloto en el guardarropas, que le pidiera una cerveza, así no estaba tan inhibida. la deje en el guardarropa y fui hacia la barra, pedí dos cervezas y mirando para donde ella estaba, el tiempo empezó a transcurrir para mi en cámara lenta, veía como se iba sacando ese piloto, quedando con su capa que poco cubría, vi a mi amigo Cristian, que estaba con Mariano otro amigo, mordiendo el vaso, como queriéndoselo comer. la mayoría de los hombres que ya estaban en el lugar, se dieron vuelta a mirarla, yo me apuré a volver con los tragos y por suerte no paso nada raro. Ninguno sabía de los que estaban que Denisse tenía algo que ver conmigo, y mi disfraz no permitía que se me viera la cara, Estuvimos charlando un rato más con Denisse, muy tranquilos, se acercó un muchacho, y le dijo algo a Denisse, no lo conocía, ella le agradeció lo que le dijo, pero le dijo que no quería bailar, este muchacho se empezó a poner cargoso, lo agarre de la solapa de su disfraz de tanguero y casi lo levantó del piso, se disculpo y se fue del lugar. Y al poco rato vi a entrar a Myriam, con un disfraz tan atrevido como el de Denisse, venía vestida de puta parisina de época, y estaba deliciosa, a ambos costados unos muchachos, a su derecha Rafa, disfrazado de Capitan Sparrow, y a su izquierda un muchacho más joven, muy musculoso también disfrazado de marinero, que como supe después era el hermano menor de Rafa. Myriam vino hacia nosotros y nos presento, le dijo a Rafa que yo era Darío, si se acordaba de mí, por supuesto dijo él, como estás viejo, me dijo y me dió la mano, ella dijo que se iba a bailar con su marinero, a divertirse un rato nada más. En ese momento Rafa miro a caperucita.
-Myriam me hablo mucho de vos, realmente se quedo corta sos una mujer muy atractiva... pero bueno... estás con tu marido... ya nos conocemos y es un lobo feroz...
-Pura apariencia en realidad... -dijo Denisse- en casa... es una gatita mimosa... yo puedo hacer lo que quiera...
-Y te gustaría bailar conmigo...
-Por supuesto...
Empezaron a bailar tranquilamente, yo lo veía a Rafa acercarsele al oído para hablarle, estar casi rozándola, en un momento Myriam se acercó hacia ellos y la empezó a guiar en el baile a Caperucita que se ponía cada vez más atrevida, en un momento se puso de culo a Rafa subiendo lentamente su capa dejando casi toda su cola al descubierto mientras bailaba sensualmente, Rafa la tomó de la cintura y la apoyo suavemente, también jugando con su pelvis como si la estuviera cogiendo, a partir de ahí cada vez se rozaban y tocaban más. Rafa después le hablo al oído, conversaron un rato más mientras seguían bailando muy sensualmente, el flaco vestido de tanguero miraba hacia mi lado como sobrandome, traté de no concentrarme en eso. Vinieron de bailar hasta donde yo estaba, caperucita me dijo que tenían calor, que se iban a sentar, que les llevara unos tragos. había unos reservados medio inventados en un costado, estaban en un sillón uno al lado del otro, el le hablaba a la oreja y su mando jugaba en sus muslos acercándose cada vez más a su conchita, cuando yo llegué con los tragos los apoyaron en una mesa que había, Denisse me dijo.
-Mira este bulto amor... mientras se lo apretaba a Rafa sobre el disfraz que estaba tan sorprendido como yo. Me parece que tendríamos que irnos a algún otro lugar... no te parece cielo... -terminaron los tragos y poniéndose de pie salimos los tres el capitán Sparrow agarraba a Caperucita de la cintura. subieron en el asiento de atrás, yo iba conduciendo, empezaron a besarse, no lo habían hecho todavía, sentí una corriente eléctrica por todo el cuerpo. Caperucita se puso a caballo sobre la pija del capitán Sparrow que le saco los pechos sobre el sujetador y empezó a chuparlos con deleite. ninguno de los dos decía nada. Yo no sabía donde ir caperucita me dijo que fuéramos para los bosques de palermo a un lugar que solíamos ir cuando eramos novios, ella se puso de rodillas al costado de él en el asiento, el culo hacia la ventana, y empezó a bajar el cierre de su pantalón, libero una pija de buen tamaño, de una forma que parecía perfecta, parecía una escultura, Caperucita la miro con deleite, me tocó el hombro,
-Mirá Lobito que poronga me voy a comer... - y se inclino a chuparlo, la cara de Rafa era un poema, ella jugaba con su lengua alrededor de su cabeza, lo estaba enloqueciendo.- Dame un forro amor... -me dijo le dí y aproveche a ponerme uno yo no quería correrme encima como un adolescente, ella se lo puso detenidamente, volvió a montarlo en cuclillas, me miró girando la cabeza por el espejo retrovisor, corrió su tanga un costado y se metió solo la cabeza, un gemido profundo escapó de su boca, después siguió bajando de a poco hasta que la tuvo toda adentro, se quedaron un rato largo besándose en silencio con la pija de Rafa bien clavada a fondo de Denisse. ella se empezó a mover de a poco subía y bajaba sobre esa poronga, que cada vez salía más mojada por los jugos que denisse le iba regalando. el ahora le comía los pechos como desesperado, los dos gemían bastante, Denisse se clavó duro sobre él estaba teniendo su primer orgasmo apoyando su cabeza en el hombro de él, su cadera se movía queriéndose clavar todavía más a fondo, mientras decía un profundo... síiiiiii.... que delicia.... En ese momento llegamos a Palermo, a nuestro lugar, bastante oscuro, y ahora mucho más resgioso que tiempo atrás, Rafa abrió la puerta de su lado, la hizo bajar a caperucita, le saco la capa, le puso los pechos por encima del corpiño y la volco sobre el capot del el auto, con la panza apoyada en él, Denisse me miraba, su cara era de profundo gozo, el la clavo en esa posición y empezó una cogida brutal que movía el coche, Denisse me miraba con cada vez más cara de gozo, Rafa le hablaba al oido mientras le daba bien duro, cada vez más, después la tomo del pelo le levanto la cabeza y le mordió el cuello, la cara de Denisse era un poema y seguía mirandome. yo me decía que no podía aceptar esto, que no podía gozar así porque mi placer se iba a asociar a mi sufrimiento, mi cuerpo iba a aprender esto, y mientras pensaba en todo eso, mi pija escupía leche a chorros viendo como Rafa la trataba a Denisse que gozaba como nunca la había visto gozar. y mi pija seguía dura como si no hubiera acabado. Rafa la tomo del pelo y la arrodilló delante de él se sacó el forro se la hizo chupar un poco y se empezó a pajear hasta que le escupió toda su leche en su carita y sus pechos. Rafa se la restregó por los pechos, la juntó de su cara con los dedos y se los dio a chupar, Denisse tenía cara de puta caliente, después la ayudo a pararse, la besó y volvieron hacia el auto. Denisse me golpeó la puerta del acompañante se sentó a mi lado, me dijo que lo lleváramos a Rafa a su casa, así podíamos tener un rato de intimidad nosotros. Rafa no dijo nada, lo dejamos en su casa, Denisse notó mi bulto y me apretó sobre el disfraz, después abrió el cierre y metió la mano sacándolo, ahí noto el forro puesto y lleno de leche.
-Acabaste... muy bien que te pusiste un forro así no manchas tu tanguita eh... gatita... -me saco el forro y lo anudó tirándolo por la ventanilla, después me la empezó a chupar dulcemente sin decir nada.
En casa fuimos a la cama, ella me puso un forro y me montó, ya que no se cuida ni con díu ni quiere tomar pastillas. me acercaba sus pechos a mi boca para que los chupara, pero me impresionaba y además me parecía que era mucho chuparla así llena de leche de Rafa, aunque estuviera seca.
-Cuando acabaste...? -me preguntó.-
-Cuando te agarró del pelo y te mordió el cuello...
-Si que salvaje... mira como me marcó toda... como si fuera su perrita... -mi pija se tensó y tuve un orgasmo impresionante mientras caperucita también tenía el suyo. Después entregamos nuestros cuerpos al sueño.
Y finalmente salimos en el auto con destino a la fiesta, me sentía ansioso, excitado. Denisse, mi caperucita estaba hermosa. Nuestro auto tiene vidrios polarizados, en un semáforo, se bajo un poco la tanguita que quedo entre sus muslos, me dio su mano para que se la mojara y se empezó a acariciar su conchita suavemente, en cada semáforo que parábamos, me daba su mano a chupar y después se acariciaba muy suavemente.
-Quiero llegar bien calentita, como necesitada de algo más... así no me pongo tan quisquillosa, tan exigente... le gustaré a Rafa...? -yo me iba poniendo cada vez más caliente, pensaba hasta donde iba a llegar, ya si se animaba a bajar así a la fiesta, para mi era una Denisse desconocida, nueva, diferente. Cuando bajamos del auto y entramos al salón, me dijo que ella iba a dejar el piloto en el guardarropas, que le pidiera una cerveza, así no estaba tan inhibida. la deje en el guardarropa y fui hacia la barra, pedí dos cervezas y mirando para donde ella estaba, el tiempo empezó a transcurrir para mi en cámara lenta, veía como se iba sacando ese piloto, quedando con su capa que poco cubría, vi a mi amigo Cristian, que estaba con Mariano otro amigo, mordiendo el vaso, como queriéndoselo comer. la mayoría de los hombres que ya estaban en el lugar, se dieron vuelta a mirarla, yo me apuré a volver con los tragos y por suerte no paso nada raro. Ninguno sabía de los que estaban que Denisse tenía algo que ver conmigo, y mi disfraz no permitía que se me viera la cara, Estuvimos charlando un rato más con Denisse, muy tranquilos, se acercó un muchacho, y le dijo algo a Denisse, no lo conocía, ella le agradeció lo que le dijo, pero le dijo que no quería bailar, este muchacho se empezó a poner cargoso, lo agarre de la solapa de su disfraz de tanguero y casi lo levantó del piso, se disculpo y se fue del lugar. Y al poco rato vi a entrar a Myriam, con un disfraz tan atrevido como el de Denisse, venía vestida de puta parisina de época, y estaba deliciosa, a ambos costados unos muchachos, a su derecha Rafa, disfrazado de Capitan Sparrow, y a su izquierda un muchacho más joven, muy musculoso también disfrazado de marinero, que como supe después era el hermano menor de Rafa. Myriam vino hacia nosotros y nos presento, le dijo a Rafa que yo era Darío, si se acordaba de mí, por supuesto dijo él, como estás viejo, me dijo y me dió la mano, ella dijo que se iba a bailar con su marinero, a divertirse un rato nada más. En ese momento Rafa miro a caperucita.
-Myriam me hablo mucho de vos, realmente se quedo corta sos una mujer muy atractiva... pero bueno... estás con tu marido... ya nos conocemos y es un lobo feroz...
-Pura apariencia en realidad... -dijo Denisse- en casa... es una gatita mimosa... yo puedo hacer lo que quiera...
-Y te gustaría bailar conmigo...
-Por supuesto...
Empezaron a bailar tranquilamente, yo lo veía a Rafa acercarsele al oído para hablarle, estar casi rozándola, en un momento Myriam se acercó hacia ellos y la empezó a guiar en el baile a Caperucita que se ponía cada vez más atrevida, en un momento se puso de culo a Rafa subiendo lentamente su capa dejando casi toda su cola al descubierto mientras bailaba sensualmente, Rafa la tomó de la cintura y la apoyo suavemente, también jugando con su pelvis como si la estuviera cogiendo, a partir de ahí cada vez se rozaban y tocaban más. Rafa después le hablo al oído, conversaron un rato más mientras seguían bailando muy sensualmente, el flaco vestido de tanguero miraba hacia mi lado como sobrandome, traté de no concentrarme en eso. Vinieron de bailar hasta donde yo estaba, caperucita me dijo que tenían calor, que se iban a sentar, que les llevara unos tragos. había unos reservados medio inventados en un costado, estaban en un sillón uno al lado del otro, el le hablaba a la oreja y su mando jugaba en sus muslos acercándose cada vez más a su conchita, cuando yo llegué con los tragos los apoyaron en una mesa que había, Denisse me dijo.
-Mira este bulto amor... mientras se lo apretaba a Rafa sobre el disfraz que estaba tan sorprendido como yo. Me parece que tendríamos que irnos a algún otro lugar... no te parece cielo... -terminaron los tragos y poniéndose de pie salimos los tres el capitán Sparrow agarraba a Caperucita de la cintura. subieron en el asiento de atrás, yo iba conduciendo, empezaron a besarse, no lo habían hecho todavía, sentí una corriente eléctrica por todo el cuerpo. Caperucita se puso a caballo sobre la pija del capitán Sparrow que le saco los pechos sobre el sujetador y empezó a chuparlos con deleite. ninguno de los dos decía nada. Yo no sabía donde ir caperucita me dijo que fuéramos para los bosques de palermo a un lugar que solíamos ir cuando eramos novios, ella se puso de rodillas al costado de él en el asiento, el culo hacia la ventana, y empezó a bajar el cierre de su pantalón, libero una pija de buen tamaño, de una forma que parecía perfecta, parecía una escultura, Caperucita la miro con deleite, me tocó el hombro,
-Mirá Lobito que poronga me voy a comer... - y se inclino a chuparlo, la cara de Rafa era un poema, ella jugaba con su lengua alrededor de su cabeza, lo estaba enloqueciendo.- Dame un forro amor... -me dijo le dí y aproveche a ponerme uno yo no quería correrme encima como un adolescente, ella se lo puso detenidamente, volvió a montarlo en cuclillas, me miró girando la cabeza por el espejo retrovisor, corrió su tanga un costado y se metió solo la cabeza, un gemido profundo escapó de su boca, después siguió bajando de a poco hasta que la tuvo toda adentro, se quedaron un rato largo besándose en silencio con la pija de Rafa bien clavada a fondo de Denisse. ella se empezó a mover de a poco subía y bajaba sobre esa poronga, que cada vez salía más mojada por los jugos que denisse le iba regalando. el ahora le comía los pechos como desesperado, los dos gemían bastante, Denisse se clavó duro sobre él estaba teniendo su primer orgasmo apoyando su cabeza en el hombro de él, su cadera se movía queriéndose clavar todavía más a fondo, mientras decía un profundo... síiiiiii.... que delicia.... En ese momento llegamos a Palermo, a nuestro lugar, bastante oscuro, y ahora mucho más resgioso que tiempo atrás, Rafa abrió la puerta de su lado, la hizo bajar a caperucita, le saco la capa, le puso los pechos por encima del corpiño y la volco sobre el capot del el auto, con la panza apoyada en él, Denisse me miraba, su cara era de profundo gozo, el la clavo en esa posición y empezó una cogida brutal que movía el coche, Denisse me miraba con cada vez más cara de gozo, Rafa le hablaba al oido mientras le daba bien duro, cada vez más, después la tomo del pelo le levanto la cabeza y le mordió el cuello, la cara de Denisse era un poema y seguía mirandome. yo me decía que no podía aceptar esto, que no podía gozar así porque mi placer se iba a asociar a mi sufrimiento, mi cuerpo iba a aprender esto, y mientras pensaba en todo eso, mi pija escupía leche a chorros viendo como Rafa la trataba a Denisse que gozaba como nunca la había visto gozar. y mi pija seguía dura como si no hubiera acabado. Rafa la tomo del pelo y la arrodilló delante de él se sacó el forro se la hizo chupar un poco y se empezó a pajear hasta que le escupió toda su leche en su carita y sus pechos. Rafa se la restregó por los pechos, la juntó de su cara con los dedos y se los dio a chupar, Denisse tenía cara de puta caliente, después la ayudo a pararse, la besó y volvieron hacia el auto. Denisse me golpeó la puerta del acompañante se sentó a mi lado, me dijo que lo lleváramos a Rafa a su casa, así podíamos tener un rato de intimidad nosotros. Rafa no dijo nada, lo dejamos en su casa, Denisse notó mi bulto y me apretó sobre el disfraz, después abrió el cierre y metió la mano sacándolo, ahí noto el forro puesto y lleno de leche.
-Acabaste... muy bien que te pusiste un forro así no manchas tu tanguita eh... gatita... -me saco el forro y lo anudó tirándolo por la ventanilla, después me la empezó a chupar dulcemente sin decir nada.
En casa fuimos a la cama, ella me puso un forro y me montó, ya que no se cuida ni con díu ni quiere tomar pastillas. me acercaba sus pechos a mi boca para que los chupara, pero me impresionaba y además me parecía que era mucho chuparla así llena de leche de Rafa, aunque estuviera seca.
-Cuando acabaste...? -me preguntó.-
-Cuando te agarró del pelo y te mordió el cuello...
-Si que salvaje... mira como me marcó toda... como si fuera su perrita... -mi pija se tensó y tuve un orgasmo impresionante mientras caperucita también tenía el suyo. Después entregamos nuestros cuerpos al sueño.
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