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Solita por Oroño

Solita por Oroño

Ya hacía una semana que Dani se había ido de vacaciones y yo estaba en abstinencia total de cualquier tipo de sexo, y como si fuese poco ver imágenes en P! y charlar con ella (sabés quien sos) me provocaban unas tremendas ganas de unos buenos polvos.

Los primeros días no fueron tan terribles pero a medida que pasaba el tiempo mi deseo de ricos orgasmos crecía cada vez más. Hasta que a los ocho días de estar sin él no aguanté más. Recordé una sugerencia de Dani y me empezó a dar vueltas por la cabeza la perversa y morbosa idea de tener mis orgasmos en público. Así que agarré la balita vibradora y salí para el trabajo tan caliente como estaba.

Durante toda esa tarde estuve pensando la forma de hacer realidad mis más bajos deseos. Antes de salir del trabajo fui al baño y me puse la balita dentro de la concha. Todos nos fuimos. Caminé por calle Rioja hasta Oroño, en donde había mucha gente, paseando, corriendo… Puse la balita a toda velocidad y empecé a caminar entre la gente.

Al principio no me producía nada y encima al caminar se iba saliendo. Cuando pensé que la diversión se iba a terminar del todo porque se terminó por salir, empezó mi placer y mi suplicio.
La balita al salirse se ubicó justo arriba de mi clítoris y su vibración primero comenzó a darne un sabroso cosquilleo.

A todo esto yo iba paseando entre la gente que no se daba cuenta de mi divertido juego. Miraba a todos a la cara para ver sus reacciones pero obviamente cada uno iba en su mundo. Y empecé a estremecerme, mis piernas se aflojaban y sentía placer tanto por el trabajo de la balita como por el morbo de estar en plena calle por acabar.

El primer orgasmo vino de repente, fuerte, recorriendo mi cuerpo por completo como un rayo, no se qué cara habré puesto pero por supuesto trataba de disimular lo que estaba ocurriendo en mi, más precisamente en mi concha, muy caliente a esas alturas.

Seguí caminando y paseando por Oroño. No terminó de pasar el primero que vino el segundo, más largo y placentero. Me duró algunas cuadras. Yo iba disfrutando del paseo y de mis terribles orgasmos y la gente nunca notó todo lo que me pasaba.

Fui hasta el río y volví por Oroño unas cuantas cuadras hasta desviar para mi casa. En ese trayecto fui completamente entre las nubes, ya no me importaba nada ni nadie, solo disfrutaba de lo que había hecho y deseaba que Dani hubiese estado ahí paseando y viviéndolo conmigo o sabiendo lo que hacía para que él también se disfrutase de la situación y después me coja duramente como lo hace siempre.

Claro que toda esa energía sexual contenida por tantos días no se liberó con esto solamente, recién se calmó cuando Dani volvió….pero eso lo cuento mas adelante….

10 comentarios - Solita por Oroño

marcelopcf
Te paso mi numero por las dadas y voy a visitarte
elgranjj
Alguien se dio cuenta?
leproso96
faaa, me vuelo la cabeza me gustaria saber quien sos... siempre andas por la zona de rioja y oroño?
TomasRozzarino
muy bueno el relato... voy a prestar especial atencion cuando pase por esa esquina jajaj
tin26cam
genial porlvito entre la gente
silvito
en una de esas te cruce, siempre corro por oroño hasta el rio y vuelvo..