La cafeteria de la universidad no habia tenido cajeras bonitas hasta esa mañana, siempre eran hombres, sin embargo aquella mañana fue diferente.
Nos fuimos a comer despues de unas cuantas clases, unos amigos y yo, al fin que despues de sentarnos en una mesa, vimos en las cajas algo excepcional, nos quedamos impresionados con lo que vimos en las cajas, una nueva cajera estaba atendiendo, era un primor, tenia una carita de angel, su piel era clara y sus ojos tan brillantes, sin dudarlo corrimos a formarnos y pedir precisamente en esa caja.
Cual fue nuestra impresión cuando al ir a traer lo que pediamos, notamos que la cajera llevaba unos pequeños shorts, que dejaban ver unas piernas tan carnosas que de inmediato se me antojaron abrir. Pues volvimos a la mesa para comentar nuestras impresiones y toda clase de pensamientos cochinos, a fin, que los dias pasaron y cada vez se me antojaba mas y mas aquella cajera.
Cierta mañana habia mucho ruido en la cafeteria, no por los estudiantes sino por que habia una especie de fiesta, conmemorando el aniversario de dicha cafeteria, y ya saben, que habian edecanes paseandose con sus piernotas magistrales y la linda cajera no se podia quedar atras, aquella noche iba a haber una fiesta, en una discoteca local, me imaginaba que la cajera iba ir asi que esa era mi oportunidad.
Al salir de la escuela, no crei lo que me sucedió, me la encontré, estaba tal vez esperando el autobus, me armé de valor y le hablé, pregunté por la fiesta, y al irme le dije, bueno, ojalá nos encontremos ahi, nos despedimos con una sonrisa.
Por la noche, las cosas estaban que arde, universitarios bailando y tomando disfrutando la buena llegada de un viernes, como debe ser, lo primero que hice al llegar fue buscar a la cajera, cuando la encontré, me dispuse a abrir esas piernas tan hermosas que guardaba esta vez bajo una minifalda al estilo porrista. Su nombre es Jazmin, que bonito, estuvimos platicando un par de horas, unos tragos y algunas piezas de baile, no me le habia despegado en toda la noche.
Entonces, sucedió, me dijo, que por favor la acompañara al baño, que gran oportunidad pues de haber ido ella sola otro tipo se le habria pegado y mi oportunidad se iria por el drenaje, al llegar a la puerta, me dijo: Esta noche me la estoy pasando bien, creo, que debemos terminarla como se debe, yo miré alrededor por si alguien estaba vigilando y la metí al baño de hombres, en un cubículo, me senté y ella se quitó la blusa para dejarme ver un par de tetas tan hermosas que de inmediato empecé a masajear, pasé mi lengua por sus pezones y la escuché gemir, nos besamos tantas veces que nos faltaba el aire para respirar, fue cuando me pidió cambiar de lugar, ella se sentó y me bajó el cierre, buscó entre mis pantalones mi verga que ya estaba durísima, nadamas sacarla la empezó a devorar con tanta fuerza que la sujeté del cabello diciendole, no pares, sigue asi.
Despues de unos minutos volvimos a cambiar de lugar, alzé su pequeña faldita y le bajé sus pantys, aquella vagina estaba de lujo, practicamente, estaba empapada y al parecer le habia puesto cuidado para follar aquella noche, pues tenia un vello recortado y parejo, lo suficiente para poder chupar su dulce néctar vaginal, el cual no perdi tiempo y empecé a chupar su vagina, estaba tan deliciosa, saqué mi pene completamente y se acercó mirandome fijamente, usó su mano para guiarme hacia su vagina, y sentí, una calidez impresionante, empezó a montarme una y otra vez mientras tocaba sus tetas y besabamos nuestras bocas jugueteando con las lenguas. Llevé mis manos hacia su culo y lo empujaba hacia mi verga, penetrando una y otra vez su mojada vagina.
No tengo idea si alguien entró mientras estábamos en acción, pero no olvidaré esa noche, terminé corriendome en su pecho y me regaló sus pantys verdes, claro que estaba preparada, pues traia otras en su bolso, le pregunté: cuando me regalaras esas? Y se echó a reir, pronto, me dijo.
El lunes siguiente como de costumbre fui a almorzar con los mismos amigos, cual fue su impresion al notar que la cajera y yo nos dirigiamos miradas mas allá de cliente y cajera.
Nos fuimos a comer despues de unas cuantas clases, unos amigos y yo, al fin que despues de sentarnos en una mesa, vimos en las cajas algo excepcional, nos quedamos impresionados con lo que vimos en las cajas, una nueva cajera estaba atendiendo, era un primor, tenia una carita de angel, su piel era clara y sus ojos tan brillantes, sin dudarlo corrimos a formarnos y pedir precisamente en esa caja.
Cual fue nuestra impresión cuando al ir a traer lo que pediamos, notamos que la cajera llevaba unos pequeños shorts, que dejaban ver unas piernas tan carnosas que de inmediato se me antojaron abrir. Pues volvimos a la mesa para comentar nuestras impresiones y toda clase de pensamientos cochinos, a fin, que los dias pasaron y cada vez se me antojaba mas y mas aquella cajera.
Cierta mañana habia mucho ruido en la cafeteria, no por los estudiantes sino por que habia una especie de fiesta, conmemorando el aniversario de dicha cafeteria, y ya saben, que habian edecanes paseandose con sus piernotas magistrales y la linda cajera no se podia quedar atras, aquella noche iba a haber una fiesta, en una discoteca local, me imaginaba que la cajera iba ir asi que esa era mi oportunidad.
Al salir de la escuela, no crei lo que me sucedió, me la encontré, estaba tal vez esperando el autobus, me armé de valor y le hablé, pregunté por la fiesta, y al irme le dije, bueno, ojalá nos encontremos ahi, nos despedimos con una sonrisa.
Por la noche, las cosas estaban que arde, universitarios bailando y tomando disfrutando la buena llegada de un viernes, como debe ser, lo primero que hice al llegar fue buscar a la cajera, cuando la encontré, me dispuse a abrir esas piernas tan hermosas que guardaba esta vez bajo una minifalda al estilo porrista. Su nombre es Jazmin, que bonito, estuvimos platicando un par de horas, unos tragos y algunas piezas de baile, no me le habia despegado en toda la noche.
Entonces, sucedió, me dijo, que por favor la acompañara al baño, que gran oportunidad pues de haber ido ella sola otro tipo se le habria pegado y mi oportunidad se iria por el drenaje, al llegar a la puerta, me dijo: Esta noche me la estoy pasando bien, creo, que debemos terminarla como se debe, yo miré alrededor por si alguien estaba vigilando y la metí al baño de hombres, en un cubículo, me senté y ella se quitó la blusa para dejarme ver un par de tetas tan hermosas que de inmediato empecé a masajear, pasé mi lengua por sus pezones y la escuché gemir, nos besamos tantas veces que nos faltaba el aire para respirar, fue cuando me pidió cambiar de lugar, ella se sentó y me bajó el cierre, buscó entre mis pantalones mi verga que ya estaba durísima, nadamas sacarla la empezó a devorar con tanta fuerza que la sujeté del cabello diciendole, no pares, sigue asi.
Despues de unos minutos volvimos a cambiar de lugar, alzé su pequeña faldita y le bajé sus pantys, aquella vagina estaba de lujo, practicamente, estaba empapada y al parecer le habia puesto cuidado para follar aquella noche, pues tenia un vello recortado y parejo, lo suficiente para poder chupar su dulce néctar vaginal, el cual no perdi tiempo y empecé a chupar su vagina, estaba tan deliciosa, saqué mi pene completamente y se acercó mirandome fijamente, usó su mano para guiarme hacia su vagina, y sentí, una calidez impresionante, empezó a montarme una y otra vez mientras tocaba sus tetas y besabamos nuestras bocas jugueteando con las lenguas. Llevé mis manos hacia su culo y lo empujaba hacia mi verga, penetrando una y otra vez su mojada vagina.
No tengo idea si alguien entró mientras estábamos en acción, pero no olvidaré esa noche, terminé corriendome en su pecho y me regaló sus pantys verdes, claro que estaba preparada, pues traia otras en su bolso, le pregunté: cuando me regalaras esas? Y se echó a reir, pronto, me dijo.
El lunes siguiente como de costumbre fui a almorzar con los mismos amigos, cual fue su impresion al notar que la cajera y yo nos dirigiamos miradas mas allá de cliente y cajera.
0 comentarios - Fantasias vueltas realidad con la nueva cajera