Mi primera experiencia con mi propia madre se produjo cuando la oí hacer ruidos extraños de su habitación una mañana. Miré por la rendija de la puerta y ella estaba acostada sobre su espalda en la cama totalmente desnuda, con las piernas bien abiertas. Ella estaba frotando vigorosamente entre sus piernas y empujando sus caderas en el aire. Me puse de pie y miré a mi madre y me di cuenta de que estaba dándose placer a sí misma. No pude evitar ponerme al palo y comencé a tocarme a través de mis pantalones. Era tan sexy y me excite como loco. Al igual pero con mi sexo, saque la pija afuera y me empecé a pajear, por desgracia no pude evitar estornudar. Inmediatamente me llamó a la habitación y me preguntó lo que era lo yo estaba haciendo. Le dije que estaba de paso de la puerta como estornudé pero ella me llamó y no había duda el bulto en mis pantalones. Se levantó y no hizo ningún movimiento para esconderse de mí. Señaló el bulto y dijo que era malo para observar a otras personas que juegan con sí mismos a menos que sea invitado. Sorprendentemente, ella tendió los brazos y me hizo señas para ella. Como ella me sostuvo cerca, dijo. "Ahora usted tiene el secreto de la momia, me tenes que prometer que no lo sabrá nunca ningún ser viviente". "Oh, yo no voy a la momia" contesté. Yo no sé por qué estaba temblando más de lo que siempre había sentido por la forma en la madre domina la mayoría de las cosas en la casa. "Si te gusta la momia, tendrás que mantener su secreto para siempre", dijo. "Ay puta, me he calentado como jamás como con ninguna mina y eres mi madre", le dije, temblando como nunca y me preguntaba cómo está todo iba a terminar. No tuve que esperar demasiado tiempo. Ella dio un paso atrás y luego guio mi mano para entre sus piernas. Podría jurar que mi corazón dejó de latir mientras mis dedos sintieron la carne jugosa de la concha de mi madre. Ella me ayudó a empujar mis dedos dentro. Yo estaba en un mundo maravilloso mientras exploraba este nuevo tesoro encontrado y pensé que me iba a desmayar. Ella habló de nuevo y suave susurro latía tanto en mis oídos que no oí lo que dijo. Ella dijo de nuevo "" Dije que ahora usted sabe el secreto de la momia, usted puede hacer lo que quiera con ella. " A pesar de que ella hablaba en voz muy baja, yo la escuché, pero no podía creer lo que estaba escuchando. Seguramente, ella no significaba que yo podía hacer lo que quisiera con ella !! Sentí sus manos en mis pantalones e hice todo para que sea más fácil para ella. Yo nunca me había acabado en mis pantalones tan rápido. Ella miró a mi chota y sonrió. "Dásela a su mamá", susurró. Presentó sus tetas enormes y me dijo lo que gozo cuando ella me estaba dando de mamar, ella solía excitarse por mi forma de chupar sus pezones. Dijo que a menudo era tan bueno que tenía que pajearse mientras yo mamaba ya que sentía que estaba felizmente alimentándome de ella. Ella me invito a chupar de nuevo para que se encienda y lo suficientemente húmeda para acomodar mi pija dentro de ella. Yo no podía ayudarme a mí mismo y con entusiasmo cedi a sus tetas pesadas chupándolas con toda dedicación. Una vez que ella estaba bien despierta, cambie la succión al mordisqueo suave. Esto tuvo el efecto deseado y no pasó mucho tiempo antes de que ella me llevó a la cama donde se acostó y me invitó a entrar en ella. Era ella, quien guió a mi palpitante pija dentro de ella. Ella me hizo una seña en la cama e introdujo mi cabeza púrpura en su impaciente y húmedo agujero, haciendo pucheros con sus labios. Empujé toda mi pija adentro con la impaciencia de la juventud, lo se convirtió en un hermoso gemido. Mi puro placer de sentir su calidez y suavidad; su asombro cuando le di una sacudida tal que la tomó por sorpresa. Me dejó empapado la poronga con vibrante juventud. Se puso a cabalgar el bicho llevando hacia arriba y abajo invitándome a acabar dentro de ella. Quería aprovechar al máximo la oportunidad y traté de entrar tanto en su interior como pude. Me froté la zona de la pelvis en su clítoris. Ella debe haber sabido que me estaba acercando mi pico, sin embargo, dejar que coincidir con la mía cuerpo y sus caderas empujaron hacia mí, duplicando el placer. Yo estaba jadeando y esfuerzo y que me estaba arreando. "Sí mama, Sí, voy a acabar dentro de esta hermosa momia ", le dije y se quedó sin aliento. Gemí cuando finalmente me metí tan profundo como pude y ella hizo eco de ese gemido. Sentí que mi pija se apoderó de ella como un orgasmo con verdadera intensidad y placer. Entonces le sentí de nuevo su arco pero esta vez para recibir mi leche. Me sentí maravillosamente bien cuando yo sentí mi leche entrar en su concha. Esta fue la primera vez, y aún sigo disfrutando como la puta madre.
2 comentarios - De regreso con un incesto