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la flor artificial

Capitulo 3: Hermanadas

Quede en estado de pánico, o mejor dicho librado al azar del destino, así me sentía. Luego de la confirmación del embarazo opte no se por que en ocultar esa información a mi madre. Vergüenza, infelicidad... vallase a saber su razón lo único que deseaba era no seguir los pasos de mi padre.
Fueron momentos en el cual estaba muy separado de mi madre a quien poco veía, y cuanto mas me regañaba, mas huía de casa. Sumido por el típico capricho adolescente casi todas las tardes me encontraba al lado de mi bella flor, que, mas allá de cualquier pasado que haya tenido, para mi significaba demasiado. Dormíamos juntos, desnudos y mi dulce despertar era sintiendo su saliva en mi miembro. Le encantaba despertarme haciéndome sexo oral, me lo hacia mientras miraba la televisión en su sillón, mientras cenábamos, recuerdo aun como le gustaba con su boca llena de aceite bajarse en la mesa y desnudarmela bajando mi cierre para comenzar a chuparme.
Había llenado su hogar con flores de Bach que simbolizan la fertilidad y la procreación. En cada rincón, en su mesa de luz, en su cama se encontraban y hasta hacíamos el amor entre ellas. Aun así estaba muy lejos de esa fantasía que tenia por cumplir de hacerlo recostada sobre miles y miles de flores pero aun así le gustaba y estábamos contentos y felices ambos.
También amaba que les tome fotos desnuda, haciendo el amor, retractarme a mi, y en cada centímetro de su piel, de cada orificio de su cuerpo, una fotografía de ella y para ella allí estaba. su pose sensual y su atrevimiento hacía incluso llegar al orgasmo en mi soledad con solo mirar aquellas fotos. Una de ellas fue su tattoo en primera plana la cual usé el 14 de febrero 1985 donde, como estaba escaso de dinero aproveche a publicar su foto con una leyenda que ahora poco recuerdo en una revista de forma gratuita.
No se si aquello fue una buena idea. Aquel 14 de febrero a Tatiana (hasta ahora jamas les comente su nombre) se alegró mucho por tal presente pero a los pocos días luego de ello, sonó el teléfono de su hogar. Eran de la editorial, una tal Jazmin Benitez luego de ver ese anuncio con la fotografía, quería contactarse con mi amor, así que la editorial que contaba con los datos que tuve que entregar para hacer la solicitud, nos llamó para asesorarse si podían dar esa información. Sin saber de quien se trataba como un novato adolescente le pase de inmediato la llamada informándole del nombre de quien deseaba hacer contacto con ella. Pego un grito de asombro y vino corriendo a sacarme el teléfono de la mano.
Era quien simbolizaba su otra mitad en el tatuaje, su gran amiga, Jazmin.
No quise molestar en su primer encuentro el cual sucedió rápidamente luego de aquel primer contacto telefónico.
Me tocó el momento de conocerla, mas bien fui a lo de mi amor y ella ya estaba con su amiga esperando para conocerme. Que les puedo decir, era una mujer mayor que Tatiana, con un rostro mas adusto y sufrido que mi amor, una cicatriz invadía y se deslizaba en su antebrazo. Se la veía feliz por haber visto ese anuncio, ambas me agradecieron ya que eso causó su reencuentro donde siempre se buscaron pero jamas pudieron contactarse.
Las semanas pasaban y su cuerpo comenzaba a dar forma a nuestro niño, pero en aquella relación de ambas algo no se que, me molestaba al punto que sentía celos, no lo supe con precisión hasta que en una charla ya amena y lejos de lo que había sido su gran reencuentro, me lo confirman; habían sido amantes.
¿Amantes?, ¿como?... Ellas trabajaban muchas veces a dúo haciendo espectáculos lésbicos o con clientes específicos y rigurosos de los cuales estaban deseosos de ver y estar presenciando a ambas en acción.
No me horrorice porque ya conocía su pasado pero sentí una necesidad de competencia que jamas había pasado por ello, y temía que perdiera.
Creo que lo advirtieron y un buen día, me hicieron ver...
Estábamos en su sillón los tres, y me sentía nuevamente como el pichón aprendiendo a comer, y las dos, innatas con batallas y derrotas, dispuestas a enseñarme un nuevo mundo, a explorar entre la cornisa de lo inmoral y el morbo. Me encontraba en medio de ellas, cayado, esperando el inicio de la función y ellas eran las protagonistas. Aquella mujer estiro su brazo acariciando la mejilla de mi amor el cual cerró sus ojos presintiendo el tacto aun mas lacerante que pronto vendría. Tatiana se sentó arriba mio y abrazando a su partener comenzó a besarla y juntas se acariciaban el cual no soporté mas y mis dedos querían tomar rumbo al cuerpo desconocido.
Su cuerpo estaba encima y no lograba penetrarla por nuestra ropa puesta aunque mi ardor empezaba a consumirme cuanto mas las veía. mi mano pidiendo permiso acarició la silueta de los senos de nuestra amiga sobre su ropa. Me avergonzaba porque era mayor, una mujer entrada en edad en la que yo acostumbraba a tener respeto y ni pensar en algo así. Pero se dejaba... Estaba ella tan pendiente de los labios de mi rubí, de mi flor de lotus, que ni se mosqueaba en simplificar mis deseos, aunque yo me las rebusque y levanté su remera junto a su corpiño desprendiéndose un pecho el cual comencé a lactar con gran deseo. Luego me acompañó mi mujer y mamo del otro pecho cuando Jazmin nos tomaba con sus manos de nuestras cabezas y se acostaba apenas tomando una postura de relajación. Mi mujer dejo la teta y comenzó a desvestirme y se sumo la otra. luego cada una hizo lo mismo y yo, parado sentía como sus manos buscaban mi pene erecto el cual apuntaba a la concha mas cercana que era la de aquella mujer cuyas cicatrices eran aun mas de las que había visto en su brazo. Había sufrido mucho de seguro. Ella misma me tomó de la mano y me hizo caer arriba de ella, el cual, inmediatamente la penetre y comencé a besarla aunque no me gustara. Mi mujer se arrodilló y sentí de pronto como lamia mis testículos que rozaban en el clítoris de nuestra amiga. Le pasaba la lengua a mi tallo y hasta me lo sacó del agujero con su mano para meterselo en la boca, mientras que me dedicaba a tomar de las tetas de Jazmin. Me creí poderoso. Mi flor se sentó encima de la boca de aquella mujer el cual esta ya sabia que hacer en las viejas practicas de la casona. Nosotros nos besábamos mientras nos excitábamos, yo penetrando a su amiga y ésta por lamer la vagina de mi amor. Acabe, inmediatamente me baje y comencé a chupar su vagina bañada con mi semen. Le pase la mano y luego de estar mojada se la tiré pintando todo el pecho de Jazmin, donde brillaba y su pezón se denotaba la marca de una gota blanca, la mía. Mi mujer se tiro al suelo y arrastro consigo a su amiga, la beso hasta hacerse mutuamente sexo oral, yo aproveche para besarles sus colas y mordérselas. Con un gran gemido nuestra amiga había acabado el cual me abalance para morderle todos sus senos mientras que mi amor me practicaba ahora a mi sexo oral. Estaba tan caliente mi amor que tomo desesperadamente el control remoto y se lo introducía en su vagina mientras me peteaba. Le saque su cara de mi pija y la levante del suelo con fuerza, aun tenia el control remoto hundido en su vagina, la apoye sobre la mesa y comencé a cojerla analmente. Su amiga arrodillada le lamia los pechos y con su mano le movía el control enterrado en su concha. Seguía cojiendo a mi mujer, nuestra amiga se había ido pero regresó con un trozo de hielo que se derretía de inmediato al ser rozado sobre los pezones de mi amor. La temperatura y la calentura que desprendían nuestros cuerpos hacia que las gotas de aquel pobre hielo se desprendiesen y recorran su cuerpo entero bordeando así la silueta de mi fantasía. La noche dio de todos los sabores que la vida le pueden ofrecer a un hombre afortunado, con el plus de dos ex amantes que se reencontraban con un ferviente deseo adormecido por causas ajenas a su voluntad. Sobre el suelo estaba encima mio nuestra amiga, a la cual se lo estaba asciendo, y arrodillada arriba de ella estaba Tatiana quien colándose los dedos la tocaba y gemía al volver a acabar, siendo tanto su fuerza realizada que se meaba cayendo a ambos, sobre el cuerpo de nuestra amiga encima de su pecho y deslizándose hacia mi, quien me encontraba de bajo de ella penetrándola. Esa noche duro mas que cualquiera de las mías, finalizamos destruidos, vacíos, acabados, secos, derruidos, dolidos, satisfechos...
Desperté donde quedamos, sobre el suelo encima de una manta, desnudos, desee y luego me arrepentí por el olor de quedar sucia toda la noche, a lamer la vagina de nuestra amiga quien estaba a mi lado dormida boca arriba. Sentí su jugo ya agrio y frió que había estado allí desde las primeras horas de la madrugada, se despertó y sonriéndome intento hacer lo propio conmigo. Pero la frene aclarando que se iba a encontrar con lo mismo un feo olor a causa de mi semen que allí quedo y que nuestro cansancio nos gano. Me dijo que no importara, que con su lengua me la limpiaría toda y cuando mas sucia mas rica era para ella y comenzó a alimentarse de mi nuevamente mientras mi amor abría sus ojos y nos miraba deseosa.
Ese fue el momento que mas vivo me sentí estar, pero todo dura por un lapso de tiempo determinado y lo que sucedería después, de ello no podría imaginar...

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