Hola, les escribo mi primer relato erótico.
No es inventado.
Estaba mirando fotos eróticas, desnudos, y luego pasé al hentai.
A veces no tener el cuerpo en vivo y en directo hace que uno se aburra muy rápido, incluso como hombre.
El tema es que me encontraba en la mesa y al otro lado estaba mi pareja (Caty), muy concentrada (al extremo) con un juego de simulador conocido.
Me empecé a tocar. Despacio al principio, imaginándome las escenas con Caty. Cada tanto le miraba para ver si se había dado cuenta de lo que estaba haciendo. Ni Pelota.
Seguí y seguí. Pronto la tenía como una piedra y me costaba disimularlo y mantener mi pene confinado. Para los que saben, esto complica un poco el tema de tocarse como se debe.
Cuestión, estaba tan excitado y ella tan ensimismada que lo saque de mi pantalón y le di un merecido masaje (manoseo), haciendo un escándalo de movimientos y respiraciones ajetreadas.
Ella, ni cuenta se daba aun.
Habré estado una hora o dos en total, no les miento.
De pronto ella me estaba mirando y yo solo le pude devolver la sonrisa cómplice que tenía en su rostro.
Se paró, cruzó la mesa, se agachó y me la empezó a chupar.
Si antes la tenía dura imaginen ahora.
"Estás sudado" me dijo
"Y sí... esta mal?"
"Me encanta"
Con su mano me pajeaba y con su boca (y dientes) me mordía y acariciaba la punta. ¡Qué sensación!
Luego, casi a punto de acabar y con mi pene aun en su boca...
"Vamos a la cama...?"
Y así fuimos. No sé cómo nos sacamos la ropa en un segundo. Yo ya estaba a mil y sabía que no iba a durar mucho más. Creo que hasta se lo dije.
Se puso en cuatro y apuntó su hermoso culo hacía mí, poniéndome duro nuevamente. En cuanto se la metí empezó a gemir, estaba recontra excitada también.
La sacaba y la metía sin refrenarme, golpeándola con mi cadera y agarrando la suya como sé que le encanta.
A los diez minutos y ella a medio orgasmo por venir, terminé. No se dio cuenta.
Seguí, eso no me iba a parar (o desparar en este caso) el pene. Seguí y seguí por cinco o diez minutos más, hasta que se me puso flácido no por la falta de romperla toda, sino porque el imbécil de mi pene tiro la toalla muscularmente.
Creo que fui algo bruto conmigo mismo durante mi pajeada personal.
Paramos. Nos besamos como locos. Caty no daba más y le empecé a acariciar por abajo, hasta que le metí mi dedo medio por la vagina, mientras que el pulgar le rozaba el clítoris.
¡Como empezó a gemir y gritar!
Le rozaba cada vez más fuerte, para ver cuan excitada estaba y cuanto dolor se aguantaba (es muy sensible).
Noté que le gustaba mucho el clítoris. Empecé a jugar con él de forma circular con sus fluidos hasta que no daba más, y se notaba por como se retorcía y cerraba las piernas en torno a mi mano.
"Te gusta?" le pregunté
"Me encanta!"
Terminó gritando como una puta mientras agarraba mi mano con la suya, como para intentar evitar que yo siguiera torturándola.
Lo cual hice de todas formas y siguió terminando un rato más, con dolor y placer.
La cama terminó toda mojada y ella temblando mientras nos besábamos, abrazados.
Fin, por ahora.
Miguel
No es inventado.
Estaba mirando fotos eróticas, desnudos, y luego pasé al hentai.
A veces no tener el cuerpo en vivo y en directo hace que uno se aburra muy rápido, incluso como hombre.
El tema es que me encontraba en la mesa y al otro lado estaba mi pareja (Caty), muy concentrada (al extremo) con un juego de simulador conocido.
Me empecé a tocar. Despacio al principio, imaginándome las escenas con Caty. Cada tanto le miraba para ver si se había dado cuenta de lo que estaba haciendo. Ni Pelota.
Seguí y seguí. Pronto la tenía como una piedra y me costaba disimularlo y mantener mi pene confinado. Para los que saben, esto complica un poco el tema de tocarse como se debe.
Cuestión, estaba tan excitado y ella tan ensimismada que lo saque de mi pantalón y le di un merecido masaje (manoseo), haciendo un escándalo de movimientos y respiraciones ajetreadas.
Ella, ni cuenta se daba aun.
Habré estado una hora o dos en total, no les miento.
De pronto ella me estaba mirando y yo solo le pude devolver la sonrisa cómplice que tenía en su rostro.
Se paró, cruzó la mesa, se agachó y me la empezó a chupar.
Si antes la tenía dura imaginen ahora.
"Estás sudado" me dijo
"Y sí... esta mal?"
"Me encanta"
Con su mano me pajeaba y con su boca (y dientes) me mordía y acariciaba la punta. ¡Qué sensación!
Luego, casi a punto de acabar y con mi pene aun en su boca...
"Vamos a la cama...?"
Y así fuimos. No sé cómo nos sacamos la ropa en un segundo. Yo ya estaba a mil y sabía que no iba a durar mucho más. Creo que hasta se lo dije.
Se puso en cuatro y apuntó su hermoso culo hacía mí, poniéndome duro nuevamente. En cuanto se la metí empezó a gemir, estaba recontra excitada también.
La sacaba y la metía sin refrenarme, golpeándola con mi cadera y agarrando la suya como sé que le encanta.
A los diez minutos y ella a medio orgasmo por venir, terminé. No se dio cuenta.
Seguí, eso no me iba a parar (o desparar en este caso) el pene. Seguí y seguí por cinco o diez minutos más, hasta que se me puso flácido no por la falta de romperla toda, sino porque el imbécil de mi pene tiro la toalla muscularmente.
Creo que fui algo bruto conmigo mismo durante mi pajeada personal.
Paramos. Nos besamos como locos. Caty no daba más y le empecé a acariciar por abajo, hasta que le metí mi dedo medio por la vagina, mientras que el pulgar le rozaba el clítoris.
¡Como empezó a gemir y gritar!
Le rozaba cada vez más fuerte, para ver cuan excitada estaba y cuanto dolor se aguantaba (es muy sensible).
Noté que le gustaba mucho el clítoris. Empecé a jugar con él de forma circular con sus fluidos hasta que no daba más, y se notaba por como se retorcía y cerraba las piernas en torno a mi mano.
"Te gusta?" le pregunté
"Me encanta!"
Terminó gritando como una puta mientras agarraba mi mano con la suya, como para intentar evitar que yo siguiera torturándola.
Lo cual hice de todas formas y siguió terminando un rato más, con dolor y placer.
La cama terminó toda mojada y ella temblando mientras nos besábamos, abrazados.
Fin, por ahora.
Miguel
1 comentarios - 01. Me masturbé frente a ella.