Esa noche él me abrió por el culo. Estábamos ahí tomándonos unas cervezas hablando de la vida y de las relaciones de pareja. Pensando en posibilidades para sonreír más. Y luego ya no pensé, abrí mi boca y me entregué a un beso pequeñito. Quería un poco de amor y también quería sentirme una hembrita.
Todo fue rápido, fue un pum, pam, pum. En el iPod estaba sonando Lucha Reyes y el ambiente tenía atmósfera de fin del mundo. Me parecía un lujo estar cachando mientras que la Reyes se desgarraba la garganta en cada canción. Y él me volteó sobre la cama y metió su rostro en medio de mis nalgas, me dejo húmeda. Luego introdujo su pene en mi culo y a mí me dolió como mierda. Yo gemía pensando ahorita me vengo o me voy a partir. Aguanta Saturnita, olvídate del dolor, siente la energía del cosmos y deja que fluya, qué chucha, me decía. Él empujó su pene tres veces y se vino, gritó como una bestia. Yo vi el vacío en sus ojos y zium se fue lejos. Así es el sexo, cosa tan rara, pensé. En ese momento observé a unas polillas en el techo y me di cuenta de lo maravilloso de la creación. Es que se acaba el año y a mí me da cierta ansiedad, supongo. Por eso me pongo tan puta, tan solitaria, no lo sé. Fui al baño a cepillarme los dientes, era el momento de retirarse. Aproveché y leí a Condorito mientras hacía mi última pis. Vi mi celular. Un amigo me decía que ya había llegado, yo le había pedido que fuera a recogerme porque estaba medio ebria y quería hacer tiempo antes de llegar a mi casa.
Me despedí apresuradamente de mi compañero y le agarré la barriga al gato, dije chau y bajé por las escaleras. Me subí al auto de ese chico y le di un beso en el cachete. Él me preguntaba de dónde venía tan despeinada, y como a mí me cansa dar explicaciones le dije que por favor fuéramos al malecón a tirar. Nos miramos y nos reímos porque no sabíamos qué más decirnos. A veces no es necesario hablar con ciertas personas.
Él no encontraba dónde estacionarse y me dijo que no íbamos a poder tirar porque tenía muy poco tiempo y no tenía condones. Yo sonreí, recuerdo que sonreí, porque la escena me pareció graciosa. Me quería ir corriendo pero me iba a tropezar, porque estaba ebria. Me dijo que podíamos tocarnos y nada más, yo sonreí de indignación. Entonces le dije, Oye, te la voy a chupar y nada más, sólo por esta vez. Total, yo ya me había venido hace unos minutos.
Y así fue, se la corrí un ratito, se la chupé hasta que se vino. Nada del otro jueves, acá no tenía que haber profundidad ni pensamientos. Solo fue un poco de semen sabor a lejía y el acto había acabado. Nos pasamos al asiento de adelante y seguíamos riendo hechos unos cojudos. Y le dije, déjame en la esquina nomás, de aquí yo me voy sola a mi casa. Me bajé y paré un taxi, todo bien. Quería llegar a casa y bañarme con agua tibia, sacarme los sudores del cuerpo. Y ahora, con la sensación de cansancio y de no querer dormir, he sacado mi cabeza por la ventana a ver cómo hace su ronda nocturna el basurero. Son dos los muchachos que corren en zigzag por la pista recogiendo las bolsas, y se hacen señales y son rápidos. Me estoy fumando un cigarrillo y me doy cuenta de que un día seré polvo. Y recuerdo a Tony Montana diciendo El mundo es tuyo, chica.
Vente en mí 2015, estoy lista.
Todo fue rápido, fue un pum, pam, pum. En el iPod estaba sonando Lucha Reyes y el ambiente tenía atmósfera de fin del mundo. Me parecía un lujo estar cachando mientras que la Reyes se desgarraba la garganta en cada canción. Y él me volteó sobre la cama y metió su rostro en medio de mis nalgas, me dejo húmeda. Luego introdujo su pene en mi culo y a mí me dolió como mierda. Yo gemía pensando ahorita me vengo o me voy a partir. Aguanta Saturnita, olvídate del dolor, siente la energía del cosmos y deja que fluya, qué chucha, me decía. Él empujó su pene tres veces y se vino, gritó como una bestia. Yo vi el vacío en sus ojos y zium se fue lejos. Así es el sexo, cosa tan rara, pensé. En ese momento observé a unas polillas en el techo y me di cuenta de lo maravilloso de la creación. Es que se acaba el año y a mí me da cierta ansiedad, supongo. Por eso me pongo tan puta, tan solitaria, no lo sé. Fui al baño a cepillarme los dientes, era el momento de retirarse. Aproveché y leí a Condorito mientras hacía mi última pis. Vi mi celular. Un amigo me decía que ya había llegado, yo le había pedido que fuera a recogerme porque estaba medio ebria y quería hacer tiempo antes de llegar a mi casa.
Me despedí apresuradamente de mi compañero y le agarré la barriga al gato, dije chau y bajé por las escaleras. Me subí al auto de ese chico y le di un beso en el cachete. Él me preguntaba de dónde venía tan despeinada, y como a mí me cansa dar explicaciones le dije que por favor fuéramos al malecón a tirar. Nos miramos y nos reímos porque no sabíamos qué más decirnos. A veces no es necesario hablar con ciertas personas.
Él no encontraba dónde estacionarse y me dijo que no íbamos a poder tirar porque tenía muy poco tiempo y no tenía condones. Yo sonreí, recuerdo que sonreí, porque la escena me pareció graciosa. Me quería ir corriendo pero me iba a tropezar, porque estaba ebria. Me dijo que podíamos tocarnos y nada más, yo sonreí de indignación. Entonces le dije, Oye, te la voy a chupar y nada más, sólo por esta vez. Total, yo ya me había venido hace unos minutos.
Y así fue, se la corrí un ratito, se la chupé hasta que se vino. Nada del otro jueves, acá no tenía que haber profundidad ni pensamientos. Solo fue un poco de semen sabor a lejía y el acto había acabado. Nos pasamos al asiento de adelante y seguíamos riendo hechos unos cojudos. Y le dije, déjame en la esquina nomás, de aquí yo me voy sola a mi casa. Me bajé y paré un taxi, todo bien. Quería llegar a casa y bañarme con agua tibia, sacarme los sudores del cuerpo. Y ahora, con la sensación de cansancio y de no querer dormir, he sacado mi cabeza por la ventana a ver cómo hace su ronda nocturna el basurero. Son dos los muchachos que corren en zigzag por la pista recogiendo las bolsas, y se hacen señales y son rápidos. Me estoy fumando un cigarrillo y me doy cuenta de que un día seré polvo. Y recuerdo a Tony Montana diciendo El mundo es tuyo, chica.
Vente en mí 2015, estoy lista.
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