Después de la gran noche de sexo grupal, nos dormimos hasta el mediodía del día siguiente, al despertar Estela estaba duchándose, tarareando una canción y se la notaba feliz de la vida, yo remoloneaba en la cama, ella salió del baño y con un gran beso me saludo:
- Buen día amor, arriba remolón, hay que seguir disfrutando de las vacaciones, pero hoy tranqui nomas, que tal si nos dedicamos a la pileta el jacuzzi y a tomar unos tragos esos riquísimos que hacen en el bar??
-Buena idea amor, veo que estas con todas las pilas hoy.
-La verdad que estoy feliz y con ganas, pero con el cuerpo un poco dolorido, así que me gustaría descansar por un día, luego si disfrutar a pleno de los días que nos quedan.
Después de vestirnos, nos dirigimos al comedor, almorzamos y fuimos a la pileta, pedimos unos tragos y estuvimos toda la tarde entre tomar sol, nadar de vez en cuando, hasta que comenzó a oscurecer, luego nos fuimos para el spa, ahí hicimos nos dieron unos relajantes masajes, luego una media hora de hidromasajes, después el sauna, lo que nos dejó totalmente relajados, pedimos la cena al cuarto, cenamos y nos acostamos a dormir temprano, a la mañana siguiente temprano ya estábamos en el comedor, desayunando, mientras decidíamos que hacer durante ese día tan hermoso y soleado, cuando el mozo se acercó le pregunté:
- Usted me podría recomendar alguna recreación distinta para realizar durante el día?
- Si, si, por supuesto señor, yo le recomiendo que haga una excursión a Blue Hole, unos ríos, cascadas montañas y quebradas de belleza sin igual, justamente del hotel salen en una hora las combis para ese lugar, tiene guías, almuerzan en el lugar y visitan varios lugares, eso si, vaya cómodo, lleve unas buenas zapatillas porque va a caminar mucho, y no se olvide de su cámara de fotos.
- Te agradezco mucho, vamos a tomar esa excursión.
Así lo hicimos, nos registramos en la recepción del hotel, y 40 minutos más tarde ya estábamos en camino, más o menos una hora de viaje en combi, luego comenzamos a caminar más o menos una hora más, la vegetación era tupida, el paisaje era hermoso, el agua del rio tan transparente que podía verse los peses nadar, los brillos de su arena, algo que nunca habíamos visto. Cuando al fin llegamos a la primera posta, nos esperaban dos personas con unas conservadoras portátiles, nos repartieron unos paquetes de comida y unas botellitas de jugo o gaseosa, después de comer, nos retiraron todo lo descartable cuidando que no tiremos nada por ahí, seguimos caminando una media hora más y llegamos al lugar más bello que jamás había visto, una cascada de aguas cristalinas, en escalones, que llegaba a un lago natural pequeño y profundo totalmente rodeado de espesura muy verde y tupida.
Después de comer, el grupo se dispuso a iniciar la caminata, unas ocho personas además de nosotros iban en el grupo, marchamos por unos paisajes divinos, Estela se acercó a mí y me dijo al oído, este es un buen momento para separarnos del grupo y tener una sesión de sexo a la naturaleza, yo sonreí y asentí con la mirada, después de unos minutos divisé por el camino un camino mas angosto que se desviaba, ahí me senté diciendo que siguieran, ella se sentó junto a mi y cuando los vimos alejarse, tomamos la senda pequeña, caminamos una media hora cuando llegamos a una playa al costado de un rio no muy grande de aguas totalmente cristalinas y unas arenas blancas que eran una caricia a nuestros ojos.
Estela tomó la cámara de fotos, dándomela me dijo:
- Siempre quise sacarme unas fotos desnuda en un lugar así.
- No podemos desaprovechar el momento ni el lugar.
En ese instante ella comenzó a posar como una modelo, mientras se despojaba de su bikini, luego de su short y más tarde de su tanga, quedando solamente con sus zapatillas, se tocaba los pechos, arqueaba su espalda, luego en forma de perrito mostrándome su hermoso culo, y todo tipo de poses eróticas, traspasando la línea del porno, se metió en el agua, sus pezones se erizaron. toda desnuda con las piernas abiertas en contra de la corriente, se tocaba y yo me encargaba de documentar cada uno de sus movimientos, mientras sentía que mi pene crecía y se endurecía a cada instante. Ella salió del agua, enfiló hacia mí y arrodillándose bajó mi bermuda, tomó mi pene con las manos y comenzó a chuparlo y a pajearlo con toda su calentura, yo de pié sentía que mis piernas se aflojaban, luego de un rato, ella se recostó sobre la arena, abriendo sus piernas, me indicó:
- Cométela, que está a punto.
-Sin pensarlo abalancé mi cuerpo sobre su concha y comencé a chupar y lamer, luego mojando dos dedos se los introduje para estimular el punto G, esto produjo unos jadeos y respiración entrecortada en mi esposa, que se tocaba y amasaba sus tetas, luego me tomaba de la cabeza como tratando de meterla toda dentro de su ya inundada vagina, cuando de repente ella se incorporó con un grito, hizo un movimiento hacia atrás sentada sobre la arena, yo la miré a ella y ella miraba hacia mis espaldas, cuando volví la mirada, ahí estaban, tres hombres jóvenes, dos de ellos de raza negra y el otro un muchacho rubio de ojos claros, todos con pantalones cortos y torso descubierto, que mostraban sus cuerpos muy trabajados, unos abdominales marcados. Me dirigí a ellos diciéndoles:
- Señores, perdón, no sabíamos que había gente por el lugar.
El rubio se adelantó diciéndome:
- No se preocupen, solo sentimos unos ruidos y quisimos ver que pasaba, al ver semejante espectáculo nos quedamos atónitos, sobre todo quisimos admirar la belleza y el hermoso cuerpo de su acompañante.
Esto me tranquilizó un poco, ya que a primera impresión, supuse que serian algunos delincuentes de la zona o algo así.
-Sí, la verdad que el bella y muy caliente.
Girando mi cabeza hacia ella, le guiñé un ojo y le pedí que se acercara, ella sonrió, respiró hondo como apaciguada y sin ningún tapujo se acerco caminado sensualmente hacia nosotros, primero diciéndome algo al oído:
- Pillo, ya veo tus intenciones.
Luego se dirigió hacia los muchachos, presentándose.
- Estela, es un placer.
Dándole la mano a uno por uno, a lo que ellos se presentaron seguidamente.
- Perdón, soy José.
-Yo, Manuel.
- Y yo, Axel, y te aseguro que el placer es nuestro.
Ella con una sonrisa casi diabólica.
- El placer aun no lo han conocido, pero eso se puede remediar.
Entonces se arrodillo, bajando el pantalón de Axel, el rubio, que era el más cercano, tomando su pene que estaba ya erecto, y mostraba unos orgullosos 17 centímetros unos 6 de diámetro, mientras lo tomaba con una mano, con la otra, tomó el pene de Manuel que ya se había despojado de su bermuda, también estaba totalmente erecto, mostrando un tamaño de 18 centímetros igual de grueso que el anterior, pero el que nos sorprendió fue José, que tenía un pene al costado de la cara de mi mujer, también de unos 18 cm. pero ostentaba un grosor de por lo menos 8 o 9 cm, de diámetro, era una cosa que nunca antes vimos, yo me incorporé al grupo, diciéndoles a los muchachos:
-Gocen de esta mujer, que nunca van a tener una igual.
Así ella se multiplicó para chupar y pajear las cuatro porongas, siempre que tomaba con la boca la de José, le costaba meterla toda, pero igual seguía con su labor, para iniciar con la tarea de los chicos, di el puntapié inicial, me puse atrás de ella, ya que no necesitaba lubricación, por la chupada previa, y la calentura que tenía por la garchada que se le venía, así que apunté mi pene hacia su concha y se le empotré hasta el fondo, ella arqueó la espalda y exclamo:
- Si amor, como sabes lo que me gusta papi.
Luego se dirigió a Axel:
- Rubio, acóstate que vas a sentir que te monte una yegua de verdad.
Así lo hizo, ella se puso sobre el, tomó su blanco y erecto pene dirigiéndolo hacia la puerta de su chochita y dejo caerse sobre ella, logrando una penetración total hasta el fondo, los otros muchachos se acomodaron a ambos lados para que ella siguiera con la faena de chupar y pajear sus negros y brillosos morcillones, mientras yo de atrás miraba como ella subía y bajaba montando envainando ese sable corbo y blanco, que se perdía dentro de mi esposa sacándole unos jadeos de placer incomparables, entonces nuevamente tomé la decisión de actuar, entonces me acerqué a su culo, le pegue una mínima chupada luego lubricando mis dedos con mi propia saliva, le introduje, primero un dedo, luego dos y luego tres, no me costó tanto ya que ese ano, estaba muy entrenado y dilatado, me acomodé detrás de ella y la enculé de un solo movimiento, ella lo recibió con gusto y placer, comenzamos un vaivén rítmico y acompasado, como si esa coreografía estaría practicada por nosotros de toda la vida, ella comenzaba a jadear más fuerte y luego a gritar, su primer orgasmo estaba a punto de llegar y llegó nomas, fue intenso y prolongado, ella agobiada, pero no sin ganas de seguir recibiendo pija cayó sobre el semental blanco que montaba, luego se incorporó y poniéndose en forma de perrito le dijo a José:
- quiero sentir esa morcillota gigante en mi recto, quiero que me rompas toda, porque de ese grosor nunca recibí nada igual.
Yo presentí que sería una culeada épica, así que fi a tomar la filmadora de la mochila y la acomodé apuntando a centro de la escena.
José todo un caballero obedeció sin chistar, se puso por detrás y apunto ese cañón de gran calibre hacia el ano de mi delicada esposa, era evidente que a pesar de tener una dilatación importante, le costaría entrar fácilmente y a mi esposa se supondría un dolor importante, la tomó por la cintura, y arremetió con una fuerza casi brutal, introduciendo todo el glande, ella pegó un grito desgarrador, el retrocedió unos segundos y ella le gritó:
-quien te dijo que recularas, empuja, dele a esta puta lo que necesita, una buena enculada, aunque me escuches rogar de dolor, metela hasta el fondo sin piedad.
Nuevamente la caballerosidad de José quedó demostrada obedeciendo fielmente la orden de su ama y atacó nuevamente con fuerza, los gritos no cesaban, ya había entrado la mitad de su chota, luego retrocedió para tomar envión y empujo hasta el final, haciendo chocar sus huevos contra la vagina de mi amada mujer, a ella se le doblaron los brazos, supongo que de tanta tensión, y apoyó su cabeza sobre la arena, quedando su culo empinado y su espalda arqueada, creo yo que para recibir en su totalidad toda esa tranca descomunal que tenía dentro de su entrañas, luego de parar un minuto comenzó sus movimiento, los gritos de dolor, se fueron transformando en gritos de placer, hasta que le ordenó parar y dirigiéndose a Manuel habló:
- Muchachote, a ver si te las ingenias para meter ese sabrosa chota en mi vagina, que estoy hartamente necesitada de mas placer.
José que estaba de rodillas, sin sacar su poronga del culo de Estela, solo apoyó las planta de los pies sobre la arena, separo sus rodillas y quedo montado sobre ella, dando lugar a que Manuel detrás de ambos pudiera hacer su trabajo, así que intento meter su considerable aparato en la cuca de mi amada, pero al tener tan lleno el recto, y sus paredes, dificultaba su penetración, pero, como dicen que nada es imposible con esfuerzo y dedicación, Manuel le puso empeño y lentamente logró el objetivo, favoreciendo su trabajo la calentura de Estela que hacia fluir mucho liquido y lubricar sus partes intimas.
De esta forma estuvieron un rato largo, mientras Axel y yo nos pajeábamos mirando semejante espectáculo, los orgasmos de Estela se fueron dando uno tras otro, sin cambiar de posición ya que había sido difícil lograr la doble penetración con semejantes chotas negras y gigantes, así que cuando ella tuvo su ultimo orgasmo y ellos salieron de su interior, desde mi perspectiva vi como el culo y concha de mi esposa quedaban totalmente abiertos emulando dos agujeros negros de esos que salen en las películas del espacio exterior, eso me hizo sentir una sensación de calentura más de la que ya tenía.
Estela se tendió sobre la blanca arena y ordenó:
- Chicos, el sol esta fuerte, pueden ponerme algún protector?
los cuatro la rodeamos mientras nos pajeábamos de rodillas apuntando a su cuerpo, yo fui el primero en acabar, le apunté a su boca, la cual estaba abierta lo que recibió con agradecimiento lamiendo sus labios para tragar todo lo más posible, acerqué mi pene a su cara y ella con su lengua y labios la dejó totalmente limpia, luego fue Axel, que también le apuntó a la boca, de igual manera ella la limpió, luego Manuel le terminó en las tetas, mientras con sus manos ella distribuía esa lefa viscosa por todo su pecho, el ultimo fue José, que tardó bastante, pero la cantidad de leche que eyaculó fue impresionante, terminando de embadurnar todo su abdomen, tetas, y chorreando por los costados, ella trataba de juntar con sus dedos y tomar lo que podía con su boca.
Terminamos cansados, nos metimos al rio, después de un rato los muchachos nos preguntaron:
- ¿porque están tan lejos de cualquier parte?
Estela fue la que contestó:
- Yo tenía ganas de pija y nos separamos del grupo.
- Recibiste buena cantidad de pija, hermosa.
Axel, ofreció.
-Tenemos una camioneta a unos kilómetros de aquí, si ustedes quieren los llevamos a la ciudad, porque caminando no van a llegar antes del anochecer, y es muy oscuro, se puede perder.
Agradecimos su amabilidad, caminamos un rato hasta encontrar la camioneta, luego ya en la ciudad nos acercaron al hotel, me despedí de ellos con un apretón de manos, Estela lo hizo con unos lengüetazos de primera.
Llegamos al hotel y la gente estaba alarmada porque no nos encontraban, les dijimos que por descansar nos perdimos, pero nada paso a mayores, luego nos duchamos, cenamos en la cabaña y dormimos mucho, sobre todo Estela, que venía de un trajín importante.
Nos quedaban dos días de vacaciones, que los disfrutamos al máximo, con sexo convencional que era bastante bueno, playa, sol, tragos y arena. Unas vacaciones para el recuerdo, con las fotos y películas filmada en esa playa de ensueño, de vez en cuando las vemos y disfrutamos juntos Elena y yo, comentando y calentándonos, nos pegamos unas cogidas de campeonato y la pasamos de mil. Espero que les haya gustado. Chupadita de concha a todas de mi parte y chupadita de pija a todos de parte de Estela.
- Buen día amor, arriba remolón, hay que seguir disfrutando de las vacaciones, pero hoy tranqui nomas, que tal si nos dedicamos a la pileta el jacuzzi y a tomar unos tragos esos riquísimos que hacen en el bar??
-Buena idea amor, veo que estas con todas las pilas hoy.
-La verdad que estoy feliz y con ganas, pero con el cuerpo un poco dolorido, así que me gustaría descansar por un día, luego si disfrutar a pleno de los días que nos quedan.
Después de vestirnos, nos dirigimos al comedor, almorzamos y fuimos a la pileta, pedimos unos tragos y estuvimos toda la tarde entre tomar sol, nadar de vez en cuando, hasta que comenzó a oscurecer, luego nos fuimos para el spa, ahí hicimos nos dieron unos relajantes masajes, luego una media hora de hidromasajes, después el sauna, lo que nos dejó totalmente relajados, pedimos la cena al cuarto, cenamos y nos acostamos a dormir temprano, a la mañana siguiente temprano ya estábamos en el comedor, desayunando, mientras decidíamos que hacer durante ese día tan hermoso y soleado, cuando el mozo se acercó le pregunté:
- Usted me podría recomendar alguna recreación distinta para realizar durante el día?
- Si, si, por supuesto señor, yo le recomiendo que haga una excursión a Blue Hole, unos ríos, cascadas montañas y quebradas de belleza sin igual, justamente del hotel salen en una hora las combis para ese lugar, tiene guías, almuerzan en el lugar y visitan varios lugares, eso si, vaya cómodo, lleve unas buenas zapatillas porque va a caminar mucho, y no se olvide de su cámara de fotos.
- Te agradezco mucho, vamos a tomar esa excursión.
Así lo hicimos, nos registramos en la recepción del hotel, y 40 minutos más tarde ya estábamos en camino, más o menos una hora de viaje en combi, luego comenzamos a caminar más o menos una hora más, la vegetación era tupida, el paisaje era hermoso, el agua del rio tan transparente que podía verse los peses nadar, los brillos de su arena, algo que nunca habíamos visto. Cuando al fin llegamos a la primera posta, nos esperaban dos personas con unas conservadoras portátiles, nos repartieron unos paquetes de comida y unas botellitas de jugo o gaseosa, después de comer, nos retiraron todo lo descartable cuidando que no tiremos nada por ahí, seguimos caminando una media hora más y llegamos al lugar más bello que jamás había visto, una cascada de aguas cristalinas, en escalones, que llegaba a un lago natural pequeño y profundo totalmente rodeado de espesura muy verde y tupida.
Después de comer, el grupo se dispuso a iniciar la caminata, unas ocho personas además de nosotros iban en el grupo, marchamos por unos paisajes divinos, Estela se acercó a mí y me dijo al oído, este es un buen momento para separarnos del grupo y tener una sesión de sexo a la naturaleza, yo sonreí y asentí con la mirada, después de unos minutos divisé por el camino un camino mas angosto que se desviaba, ahí me senté diciendo que siguieran, ella se sentó junto a mi y cuando los vimos alejarse, tomamos la senda pequeña, caminamos una media hora cuando llegamos a una playa al costado de un rio no muy grande de aguas totalmente cristalinas y unas arenas blancas que eran una caricia a nuestros ojos.
Estela tomó la cámara de fotos, dándomela me dijo:
- Siempre quise sacarme unas fotos desnuda en un lugar así.
- No podemos desaprovechar el momento ni el lugar.
En ese instante ella comenzó a posar como una modelo, mientras se despojaba de su bikini, luego de su short y más tarde de su tanga, quedando solamente con sus zapatillas, se tocaba los pechos, arqueaba su espalda, luego en forma de perrito mostrándome su hermoso culo, y todo tipo de poses eróticas, traspasando la línea del porno, se metió en el agua, sus pezones se erizaron. toda desnuda con las piernas abiertas en contra de la corriente, se tocaba y yo me encargaba de documentar cada uno de sus movimientos, mientras sentía que mi pene crecía y se endurecía a cada instante. Ella salió del agua, enfiló hacia mí y arrodillándose bajó mi bermuda, tomó mi pene con las manos y comenzó a chuparlo y a pajearlo con toda su calentura, yo de pié sentía que mis piernas se aflojaban, luego de un rato, ella se recostó sobre la arena, abriendo sus piernas, me indicó:
- Cométela, que está a punto.
-Sin pensarlo abalancé mi cuerpo sobre su concha y comencé a chupar y lamer, luego mojando dos dedos se los introduje para estimular el punto G, esto produjo unos jadeos y respiración entrecortada en mi esposa, que se tocaba y amasaba sus tetas, luego me tomaba de la cabeza como tratando de meterla toda dentro de su ya inundada vagina, cuando de repente ella se incorporó con un grito, hizo un movimiento hacia atrás sentada sobre la arena, yo la miré a ella y ella miraba hacia mis espaldas, cuando volví la mirada, ahí estaban, tres hombres jóvenes, dos de ellos de raza negra y el otro un muchacho rubio de ojos claros, todos con pantalones cortos y torso descubierto, que mostraban sus cuerpos muy trabajados, unos abdominales marcados. Me dirigí a ellos diciéndoles:
- Señores, perdón, no sabíamos que había gente por el lugar.
El rubio se adelantó diciéndome:
- No se preocupen, solo sentimos unos ruidos y quisimos ver que pasaba, al ver semejante espectáculo nos quedamos atónitos, sobre todo quisimos admirar la belleza y el hermoso cuerpo de su acompañante.
Esto me tranquilizó un poco, ya que a primera impresión, supuse que serian algunos delincuentes de la zona o algo así.
-Sí, la verdad que el bella y muy caliente.
Girando mi cabeza hacia ella, le guiñé un ojo y le pedí que se acercara, ella sonrió, respiró hondo como apaciguada y sin ningún tapujo se acerco caminado sensualmente hacia nosotros, primero diciéndome algo al oído:
- Pillo, ya veo tus intenciones.
Luego se dirigió hacia los muchachos, presentándose.
- Estela, es un placer.
Dándole la mano a uno por uno, a lo que ellos se presentaron seguidamente.
- Perdón, soy José.
-Yo, Manuel.
- Y yo, Axel, y te aseguro que el placer es nuestro.
Ella con una sonrisa casi diabólica.
- El placer aun no lo han conocido, pero eso se puede remediar.
Entonces se arrodillo, bajando el pantalón de Axel, el rubio, que era el más cercano, tomando su pene que estaba ya erecto, y mostraba unos orgullosos 17 centímetros unos 6 de diámetro, mientras lo tomaba con una mano, con la otra, tomó el pene de Manuel que ya se había despojado de su bermuda, también estaba totalmente erecto, mostrando un tamaño de 18 centímetros igual de grueso que el anterior, pero el que nos sorprendió fue José, que tenía un pene al costado de la cara de mi mujer, también de unos 18 cm. pero ostentaba un grosor de por lo menos 8 o 9 cm, de diámetro, era una cosa que nunca antes vimos, yo me incorporé al grupo, diciéndoles a los muchachos:
-Gocen de esta mujer, que nunca van a tener una igual.
Así ella se multiplicó para chupar y pajear las cuatro porongas, siempre que tomaba con la boca la de José, le costaba meterla toda, pero igual seguía con su labor, para iniciar con la tarea de los chicos, di el puntapié inicial, me puse atrás de ella, ya que no necesitaba lubricación, por la chupada previa, y la calentura que tenía por la garchada que se le venía, así que apunté mi pene hacia su concha y se le empotré hasta el fondo, ella arqueó la espalda y exclamo:
- Si amor, como sabes lo que me gusta papi.
Luego se dirigió a Axel:
- Rubio, acóstate que vas a sentir que te monte una yegua de verdad.
Así lo hizo, ella se puso sobre el, tomó su blanco y erecto pene dirigiéndolo hacia la puerta de su chochita y dejo caerse sobre ella, logrando una penetración total hasta el fondo, los otros muchachos se acomodaron a ambos lados para que ella siguiera con la faena de chupar y pajear sus negros y brillosos morcillones, mientras yo de atrás miraba como ella subía y bajaba montando envainando ese sable corbo y blanco, que se perdía dentro de mi esposa sacándole unos jadeos de placer incomparables, entonces nuevamente tomé la decisión de actuar, entonces me acerqué a su culo, le pegue una mínima chupada luego lubricando mis dedos con mi propia saliva, le introduje, primero un dedo, luego dos y luego tres, no me costó tanto ya que ese ano, estaba muy entrenado y dilatado, me acomodé detrás de ella y la enculé de un solo movimiento, ella lo recibió con gusto y placer, comenzamos un vaivén rítmico y acompasado, como si esa coreografía estaría practicada por nosotros de toda la vida, ella comenzaba a jadear más fuerte y luego a gritar, su primer orgasmo estaba a punto de llegar y llegó nomas, fue intenso y prolongado, ella agobiada, pero no sin ganas de seguir recibiendo pija cayó sobre el semental blanco que montaba, luego se incorporó y poniéndose en forma de perrito le dijo a José:
- quiero sentir esa morcillota gigante en mi recto, quiero que me rompas toda, porque de ese grosor nunca recibí nada igual.
Yo presentí que sería una culeada épica, así que fi a tomar la filmadora de la mochila y la acomodé apuntando a centro de la escena.
José todo un caballero obedeció sin chistar, se puso por detrás y apunto ese cañón de gran calibre hacia el ano de mi delicada esposa, era evidente que a pesar de tener una dilatación importante, le costaría entrar fácilmente y a mi esposa se supondría un dolor importante, la tomó por la cintura, y arremetió con una fuerza casi brutal, introduciendo todo el glande, ella pegó un grito desgarrador, el retrocedió unos segundos y ella le gritó:
-quien te dijo que recularas, empuja, dele a esta puta lo que necesita, una buena enculada, aunque me escuches rogar de dolor, metela hasta el fondo sin piedad.
Nuevamente la caballerosidad de José quedó demostrada obedeciendo fielmente la orden de su ama y atacó nuevamente con fuerza, los gritos no cesaban, ya había entrado la mitad de su chota, luego retrocedió para tomar envión y empujo hasta el final, haciendo chocar sus huevos contra la vagina de mi amada mujer, a ella se le doblaron los brazos, supongo que de tanta tensión, y apoyó su cabeza sobre la arena, quedando su culo empinado y su espalda arqueada, creo yo que para recibir en su totalidad toda esa tranca descomunal que tenía dentro de su entrañas, luego de parar un minuto comenzó sus movimiento, los gritos de dolor, se fueron transformando en gritos de placer, hasta que le ordenó parar y dirigiéndose a Manuel habló:
- Muchachote, a ver si te las ingenias para meter ese sabrosa chota en mi vagina, que estoy hartamente necesitada de mas placer.
José que estaba de rodillas, sin sacar su poronga del culo de Estela, solo apoyó las planta de los pies sobre la arena, separo sus rodillas y quedo montado sobre ella, dando lugar a que Manuel detrás de ambos pudiera hacer su trabajo, así que intento meter su considerable aparato en la cuca de mi amada, pero al tener tan lleno el recto, y sus paredes, dificultaba su penetración, pero, como dicen que nada es imposible con esfuerzo y dedicación, Manuel le puso empeño y lentamente logró el objetivo, favoreciendo su trabajo la calentura de Estela que hacia fluir mucho liquido y lubricar sus partes intimas.
De esta forma estuvieron un rato largo, mientras Axel y yo nos pajeábamos mirando semejante espectáculo, los orgasmos de Estela se fueron dando uno tras otro, sin cambiar de posición ya que había sido difícil lograr la doble penetración con semejantes chotas negras y gigantes, así que cuando ella tuvo su ultimo orgasmo y ellos salieron de su interior, desde mi perspectiva vi como el culo y concha de mi esposa quedaban totalmente abiertos emulando dos agujeros negros de esos que salen en las películas del espacio exterior, eso me hizo sentir una sensación de calentura más de la que ya tenía.
Estela se tendió sobre la blanca arena y ordenó:
- Chicos, el sol esta fuerte, pueden ponerme algún protector?
los cuatro la rodeamos mientras nos pajeábamos de rodillas apuntando a su cuerpo, yo fui el primero en acabar, le apunté a su boca, la cual estaba abierta lo que recibió con agradecimiento lamiendo sus labios para tragar todo lo más posible, acerqué mi pene a su cara y ella con su lengua y labios la dejó totalmente limpia, luego fue Axel, que también le apuntó a la boca, de igual manera ella la limpió, luego Manuel le terminó en las tetas, mientras con sus manos ella distribuía esa lefa viscosa por todo su pecho, el ultimo fue José, que tardó bastante, pero la cantidad de leche que eyaculó fue impresionante, terminando de embadurnar todo su abdomen, tetas, y chorreando por los costados, ella trataba de juntar con sus dedos y tomar lo que podía con su boca.
Terminamos cansados, nos metimos al rio, después de un rato los muchachos nos preguntaron:
- ¿porque están tan lejos de cualquier parte?
Estela fue la que contestó:
- Yo tenía ganas de pija y nos separamos del grupo.
- Recibiste buena cantidad de pija, hermosa.
Axel, ofreció.
-Tenemos una camioneta a unos kilómetros de aquí, si ustedes quieren los llevamos a la ciudad, porque caminando no van a llegar antes del anochecer, y es muy oscuro, se puede perder.
Agradecimos su amabilidad, caminamos un rato hasta encontrar la camioneta, luego ya en la ciudad nos acercaron al hotel, me despedí de ellos con un apretón de manos, Estela lo hizo con unos lengüetazos de primera.
Llegamos al hotel y la gente estaba alarmada porque no nos encontraban, les dijimos que por descansar nos perdimos, pero nada paso a mayores, luego nos duchamos, cenamos en la cabaña y dormimos mucho, sobre todo Estela, que venía de un trajín importante.
Nos quedaban dos días de vacaciones, que los disfrutamos al máximo, con sexo convencional que era bastante bueno, playa, sol, tragos y arena. Unas vacaciones para el recuerdo, con las fotos y películas filmada en esa playa de ensueño, de vez en cuando las vemos y disfrutamos juntos Elena y yo, comentando y calentándonos, nos pegamos unas cogidas de campeonato y la pasamos de mil. Espero que les haya gustado. Chupadita de concha a todas de mi parte y chupadita de pija a todos de parte de Estela.
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