Mi excitación subía por momentos con cada gemido suyo no pude mas que colocarme encima de la camilla y sentándome en cima suya me quede observando como de su preciosa boca salían unos gemidos preciosos que eran música para mis oídos como su respiración entre cortada hacia subir sus magníficos pechos a un ritmo delicioso no pude mas que colocar mi monstruoso miembro entre ellos y apretarlos para sentir su calor y su suavidad y como lo apretaban, seguidamente empecé a moverlo lentamente llegando hasta su pequeña boca que a la vez sentía su acogedor calor, mis movimientos empezaron a ser cada vez mas enérgicos con cada embestida notaba como su boca se abría un poco mas pudiendo notar su lengua y su humedad, no pude mas que agarrar su pezones en esto la chica emitió un gemido pero siguió dormida, empecé a retorcerlos suavemente, mientras ella gemía, mi respiración empezó a agitarse, al igual que mis movimientos cada vez queria mas y mas no podía contenerme, las venas de mi sexo palpitaban el calor me invadía sabia que estaba al limite, aquel ser que me habitaba queria mucho mas, casi al momento el calor me desbordo mi sexo se tenso de sobremanera y una riada de semen cubrió su precioso rostro casi por completo, mis ojos se cerraron por el placer y solté un gemido que decoro la sala en la que me encontraba, pero aquello no acabaría allí queria mucho mas.
No pude mas que darle la vuelta y pude ver su sexo que se mostraba ante mi rosado, apetecible y muy húmedo no pude mas que restregar el glande por el y mojarlo con sus propios flujos, lentamente fui introduciéndolo, podía escuchar como su sexo emitía sonidos por la penetración y por sus flujos una vez que estuvo en su interior empecé a empujar mas adentro de ella notando como con la acometida su interior se abría a mi paso, sintiendo su calidez y su humedad, al momento pude notar su limite y ni siquiera estaba la mitad dentro de ella sabia que si la elevaba podía entrar un poco mas y así lo hice eleve su cuerpo y note como el glande dio un empujón mas haciendo que se notara un pequeño bulto en su vientre aquella sensación era maravillosa, estaba en lo mas profundo de ella, notaba su calor y como su cuerpo temblaba ante mi y al a vez ella emitía unos gemidos por el placer que sentía, fue maravilloso no queria que aquello acabase nunca, así que empecé a moverme lentamente sintiendo como su sexo incluso succionaba el mío y ala vez me lo apretaba con fuerza no pude mas que seguir moviendo nuestros gemidos se mezclaban al unísono, mis movimientos eran cada vez mas fuertes, notaba como resbalaba sus flujos por mi sexo y sus caderas mojando la sabana de la camilla, pero poco me importaba queria desbordarme dentro de ella, pero al poco tiempo note como su sexo se volvía incluso mas estrecho y como una riada de flujo salio de el mojando el mío mientras emitía un gemido de sobremanera que inundo la sala, sabia perfectamente que había llegado al orgasmo pero yo aun queria desbordarme dentro de ella inundarla con mi semen sin parar, en cada arremetida notaba como llegaba a mi limite, podía ver el bulto como subía y bajaba en su vientre, no queria darle tregua alguna, la chica parecía como si fuera un trapo en mis manos, un juguete que manejaba a mi antojo, estaba tan concentrada en aquello que ni siquiera escuche como la puerta se abría, cuando ya estaba casi al limite note unas manos me agarraban no tenia ni idea de quien era pero tuve una ligera idea, ya había notado lo mismo anteriormente y sabia que no me equivocaría al girar la cabeza.
Y efectivamente cuando la gire me di cuenta que se trataba de Aoi allí esta desnuda por completo con su largísimo sexo erecto pro completo.
-- Suéltame…quiero correrme dentro de ella…no tienes derecho…-- dije mientras pataleaba en el aire, para intentar soltarme pero me resultaba imposible.
-- No te preocupes te sentirás genial…te lo prometo…-- dijo Aoi con una sonrisa picarona, mientras me guiñaba un ojo.
Enseguida note como el glande de su sexo se abría paso en mi sexo, no había notado nada igual antes, sentí como un poco de sangre salía, era la primera vez que sentía aquella sensación, aunque dolía no queria que parase, notaba como cada vez se introducía mas y mas a cada centímetro era un sensación placentera y dolorosa que me embargaba, por que no decirlo tenia algo de miedo, pero no me importaba en absoluto mi corazón me decía que estaba con alguien que seria muy importante en mi vida, cuando su sexo llego note como golpeaba en mi útero, sorprendentemente note como empezaba a moverse pero no de la manera habitual si no que giraba en mi interior dando giros llenándome cada vez iba a mas velocidad, rápidamente el dolor había desaparecido sustituido por el placer, que era maravilloso e indescriptible incluso podría decirse que me volvería adicta a aquella sensación, al mismo tiempo empezó a mover sus caderas lentamente una y otra vez no pude mas que girar la cabeza y pude ver la suya de placer enseguida mis labios se juntaron con los suyos y comenzamos a besarnos locamente, a la vez que ella seguía moviéndose frenéticamente golpeando mi útero con cada arremetida, no podía ni siquiera imaginar que a quien se lo hice sentía esto era algo maravilloso que no queria que terminase, nuestras lenguas danzaban en la boca de la otra, mientras su cintura seguía moviéndose sin compasión taladrando mi interior sin descanso, mis flujos caían sin control manchando el suelo y mis muslos que lo hacían brillar, mezclándose con los de mi compañera al instante note como una ráfaga de calor me invadía y como mi sexo tanto uno como el otro se contraían nuevamente, las venas de mi sexo se endurecieron a la vez que mi sexo apretaba aun mas el de Aoi ese momento me pareció que se congelaba para siempre en el tiempo, y enseguida note como una riada de flujo me invadía a la vez que mi sexo expulsaba semen como si fuera una fuente manchando aquel sitio, a la vez Aoi note como gritaba pero no queria apartar mi boca de la suya, note su grito sordo en mi boca y como una riada de semen me inundaba por dentro llenando hasta el mas recóndito lugar de mi interior incluso, sentí como salía afuera por los envites de Aoi, mezclándose con nuestros flujos, no pude mas que cerrar los ojos y dejarme llevar estaba casi sin sentido no podía soportarlo mas, al momento cerré los ojos no se ni siquiera cuanto tiempo estuve así.
Al abrir los ojos me sentía muy débil y cansada note como aquella cosa desaparecía poco a poco, a la vez que tenia muchísima hambre a mi lado mirándome con ojos tiernos se encontraba Aoi, se había quedado conmigo hasta que despertase.
-- Muchas gracias…por ayudarme…-- dije mientras bajaba la cabeza avergonzada por lo que había pasado.
-- No te preocupes…me extrañe que tardaras tanto además me dijeron que la doctora no había venido…y pusieron a esta y es extraño la enfermera siempre me dice…dos días antes cuando va a faltar…-- dijo Aoi pensativa en lo que estaba ocurriendo.
-- ¿Ha sido tu primera vez…? …-- pregunto Aoi bajando la cabeza y algo sonrojada pero sin perder su sonrisa.
-- Si te refieres a eso…si ha sido mi primera vez…y debo confesarte que me ha encantado… -- respondí con una sonrisa en los labios y el candor de mis mejillas.
-- Me alegro que te haya gustado…pero bueno tenemos que arreglar este desastre e intentar que esa chica no se entere de nada…-- dijo Aoi mientras nos levantábamos y nos arreglábamos nosotras y aquel desastre.
Al momento escuchamos unos gemidos que provenían del armario de los medicamentos, parecían muy débiles, y algo apagados pero podían escucharse con claridad.
-- ¿Has oído eso…? … Son como unos gemidos vienen del armario de los medicamentos…-- pregunte con cierta curiosidad, viendo que al momento Aoi se ponía al otro lado de la puerta para abrirla.
-- Muy bien a la de tres…uno…dos…y tres…-- dijo Aoi mientras abría la puerta de golpe, al momento un cuerpo atado y amordazado cayo al suelo era la enfermera, que al parecer la habían retenido.
-- ¿Pero que le han hecho…? …-- pregunto Aoi con mucha curiosidad no sabia el por que y que tenia que ver en todo esto.
-- No lo se estaba revisando el historial de Akemi cuando entraron tres chicos y me golpearon caí al suelo y no recuerdo nada mas…-- respondió Ashley con tono de miedo en su voz y la verdad no era para menos después de lo que había sufrido.
-- ¿Saben quienes eran…? …-- pregunto Aoi, para intentar averiguar que es lo que ocurría y empezar a atar cabos.
-- Si, se quienes son…son de tu mismo curso Aoi…tendría que mirar en los ficheros…para acordarme de sus nombres ahora mismo no podría recordarlos me duele terriblemente la cabeza…lo que si puedo recordar es el tatuaje que tenían en sus muñecas un símbolo japonés…-- respondió Ashley mientras se tocaba la cabeza, lo mas seguro que tuviera algún chichón pero, lo que dijo me puso los pelos de punta aunque mi reacción no paso desapercibida para Aoi.
-- La revisión medica habrá finalizado…es mejor que vayamos a cambiarnos y a comer algo…¿Akemi te ocurre algo…? …Te noto algo pálida…-- dijo Aoi mientras me miraba de arriba, abajo.
-- Me siento algo cansada…y me duele la cabeza…-- dije mientras intentaba andar, ya que de inmediato sufrí un pequeño mareo, mis piernas temblaban, aunque no fue suficiente para hacerme caer al suelo.
-- Siéntate un momento…es mejor que descanses…-- dijo Aoi mientras me sentaba en la silla de Ashley e intentaba descansar, Aoi entretanto se ocupo de la otra chica vistiéndola y dejándola descansar, por lo visto solo estaba sedada, pero pensé que se llevaría una sorpresa cuando se despertara.
Me senté en aquella silla juntando las piernas todo lo fuerte que podía me sentía algo incomoda, al no tener la pegatina colocada, ya me había acostumbrado a ella y sin tenerla corría peligro de volver a excitarme nuevamente.
-- Tomate esto…-- dijo Ashley mientras me ofrecía unas vitaminas, al menos estaría un poco mejor.
-- ¿Te ocurre algo…? …-- pregunto Aoi extrañada mientras me veía cerrar las piernas de esa forma.
-- No tengo el sello…y Christine…no esta tendría que llamarla…podría pasarme nuevamente…-- dije mientras bajaba la cabeza intentando pensar en otra cosa, por que aquellas ganas de seguir empezaban a aumentar y lo mas seguro que no pudiera detenerlas siempre.
-- ¿Tienes su numero o algo para llamarla…? …si me lo dio…tengo los dos pero no tengo móvil…-- dije mientras recordaba lo que me había dicho Christine antes de marcharse a trabajar.
-- No te preocupes…Seguro que Ashley te lo dejara…-- dijo Aoi mientras hablaba con la doctora para que pudiera hacer una llamada, al momento regreso con su móvil en la mano.
Marque los números con los dedos temblorosos, aun estaba algo mareada y la cabeza seguía doliéndome pero gracias a las vitaminas no era tan fuerte como antes.
-- Diga…¿Quién es…?...-- dijo Christine, con un tono como si estuviera en medio de una venta.
-- Christine soy yo Akemi…¿Podrías venir a la academia con un sello…? …Es que el que tenia ha caído y no creo que sirva volver a ponérmelo…-- dije con voz temerosa de lo que me pudiera decir, nunca había soportado las broncas.
-- ¿Pero se puede saber que es lo que has hecho…?...¿Te encuentras bien…? …-- pregunto Christine casi sin control su tono había cambiado radicalmente a miedo.
-- No te preocupes de verdad…todo esta bien…ven y tráeme eso…-- dije intentando calmarla pero sabia que hasta que no hablara con Ashley no estaría tranquila.
-- Muy bien no tardare…espérame en la enfermería…-- dijo Christine mientras colgaba la llamada.
-- No tardara mucho…muchas gracias por dejarme el móvil…-- dije agradeciéndole el favor que me había hecho, solo esperaba que llegara rápido aquello no tardaría mucho en salir nuevamente.
-- Será mejor que vaya a hablar… con el director de lo que ha pasado…-- dijo Aoi, ya que un ataque debería ser notificado aunque no estaba muy segura si fuera la persona mas indicada para saberlo, por mi aquellos tipos los había enviado él precisamente.
-- ¿Podrías esperar y vamos las dos juntas…?... -- pregunte a Aoi para que al menos no me dejara sola ya que me había salvado dos veces de cometer un desastre con una chica inocente.
-- Claro no hay problema…-- dijo Aoi sonriéndome con su habitual expresión de felicidad.
Christine no tardo mas de veinte minutos en aparecer en cuanto llego entro corriendo en la enfermería con cara de miedo, no sabia lo que se iba a encontrarme en cuanto me vio se lanzo para abrazarme esperando que no hubiera ocurrido nada extraño.
-- Christine no se preocupe…se encuentra bien aunque noto que tiene algo de anemia…no se preocupe…no ha ocurrido nada extraño…gracias a Aoi…al menos a ella…-- dijo Ashley mientras se incorporaba poniéndose la mano en la cabeza aun dolorida por el golpe.
-- ¿Le ha pasado algo a alguien…? …-- pregunto Christine algo exaltada esperando lo peor.
-- Bueno esa chica al menos se levantará un poco dolorida y espero que no se acuerde de nada mas…aparte de eso a mí me han golpeado…unos tipos con unos tatuajes de un símbolo japonés…-- dijo Ashley resumiendo muy escuetamente todo lo que había pasado.
Aquella respuesta le ocasiono un escalofrió por toda la espalda, incluso su rostro se marco mas aun el miedo.
-- Esto ya es demasiado…deberíamos de volver a mudarnos a otro sitio…no podemos quedarnos…es demasiado peligroso…-- dijo Christine mientras me colocaba la pegatina, en cuanto sentí su contacto me encontré mas aliviada las ganas que tenia desaparecieron por completo.
-- No quiero volver a mudarme…estoy harta siempre viajando de un lugar a otro…debemos plantarles cara…-- dije envalentonándome, ya estaba harta en todos estos años había ido de un colegio a otro y no conseguí amigos, al fin cuando encontraba alguien no pensaba volver a irme.
-- Pero Akemi…¿Sabes lo que estas diciendo…? … Podrían capturarte y no me perdonaría perderte…-- dijo Christine mientras me abrazaba, note como sus lagrimas resbalaban por su mejilla, aunque no sabría decir si era de emoción o de miedo.
-- Christine…no podemos huir…cuantas veces lo haremos volverán a perseguirnos…seria una vuelta sin fin…tenemos que plantarles cara de alguna forma…-- dije intentando animar a Christine, que al parecer mis palabras tuvieron efecto en ella.
-- Muy bien…¿Pero por donde empezamos…? …-- pregunto Christine un poco liada, mientras se limpiaba las lagrimas, al parecer aquel llanto le había servido para desahogarse, sabia perfectamente que no queria perderme que era lo único que le quedaba.
-- Por aquellos chicos…los del tatuaje que ha dicho Ashley…pero será mejor que lo hagamos nosotras…para empezar es mejor que se lo digamos al director…-- dijo Aoi intentando trazar un plan pero estaba convencida que lo del director no era la mejor idea.
Salimos de la enfermería, en dirección al despacho del director, para contarle lo que había pasado mientras Christine hablaba con Ashley.
Los pasillos se habían llenado de gente, era le recreo y todos estaban de un sitio para otro, aunque no estaban muy concurridos, mientras caminábamos empecé a buscar a Kameko y Etsuko pero no las veía por ninguna parte.
Aoi pregunto a la secretaria si podía ver al director y enseguida nos condujo a su despacho, una vez en el pasillo vimos que su puerta estaba entre abierta cosa que me extraño bastante en cuanto entramos pudimos ver al director atado a la silla y amordazado, algo que me extraño bastante por la conversación que había escuchado.
No pude mas que darle la vuelta y pude ver su sexo que se mostraba ante mi rosado, apetecible y muy húmedo no pude mas que restregar el glande por el y mojarlo con sus propios flujos, lentamente fui introduciéndolo, podía escuchar como su sexo emitía sonidos por la penetración y por sus flujos una vez que estuvo en su interior empecé a empujar mas adentro de ella notando como con la acometida su interior se abría a mi paso, sintiendo su calidez y su humedad, al momento pude notar su limite y ni siquiera estaba la mitad dentro de ella sabia que si la elevaba podía entrar un poco mas y así lo hice eleve su cuerpo y note como el glande dio un empujón mas haciendo que se notara un pequeño bulto en su vientre aquella sensación era maravillosa, estaba en lo mas profundo de ella, notaba su calor y como su cuerpo temblaba ante mi y al a vez ella emitía unos gemidos por el placer que sentía, fue maravilloso no queria que aquello acabase nunca, así que empecé a moverme lentamente sintiendo como su sexo incluso succionaba el mío y ala vez me lo apretaba con fuerza no pude mas que seguir moviendo nuestros gemidos se mezclaban al unísono, mis movimientos eran cada vez mas fuertes, notaba como resbalaba sus flujos por mi sexo y sus caderas mojando la sabana de la camilla, pero poco me importaba queria desbordarme dentro de ella, pero al poco tiempo note como su sexo se volvía incluso mas estrecho y como una riada de flujo salio de el mojando el mío mientras emitía un gemido de sobremanera que inundo la sala, sabia perfectamente que había llegado al orgasmo pero yo aun queria desbordarme dentro de ella inundarla con mi semen sin parar, en cada arremetida notaba como llegaba a mi limite, podía ver el bulto como subía y bajaba en su vientre, no queria darle tregua alguna, la chica parecía como si fuera un trapo en mis manos, un juguete que manejaba a mi antojo, estaba tan concentrada en aquello que ni siquiera escuche como la puerta se abría, cuando ya estaba casi al limite note unas manos me agarraban no tenia ni idea de quien era pero tuve una ligera idea, ya había notado lo mismo anteriormente y sabia que no me equivocaría al girar la cabeza.
Y efectivamente cuando la gire me di cuenta que se trataba de Aoi allí esta desnuda por completo con su largísimo sexo erecto pro completo.
-- Suéltame…quiero correrme dentro de ella…no tienes derecho…-- dije mientras pataleaba en el aire, para intentar soltarme pero me resultaba imposible.
-- No te preocupes te sentirás genial…te lo prometo…-- dijo Aoi con una sonrisa picarona, mientras me guiñaba un ojo.
Enseguida note como el glande de su sexo se abría paso en mi sexo, no había notado nada igual antes, sentí como un poco de sangre salía, era la primera vez que sentía aquella sensación, aunque dolía no queria que parase, notaba como cada vez se introducía mas y mas a cada centímetro era un sensación placentera y dolorosa que me embargaba, por que no decirlo tenia algo de miedo, pero no me importaba en absoluto mi corazón me decía que estaba con alguien que seria muy importante en mi vida, cuando su sexo llego note como golpeaba en mi útero, sorprendentemente note como empezaba a moverse pero no de la manera habitual si no que giraba en mi interior dando giros llenándome cada vez iba a mas velocidad, rápidamente el dolor había desaparecido sustituido por el placer, que era maravilloso e indescriptible incluso podría decirse que me volvería adicta a aquella sensación, al mismo tiempo empezó a mover sus caderas lentamente una y otra vez no pude mas que girar la cabeza y pude ver la suya de placer enseguida mis labios se juntaron con los suyos y comenzamos a besarnos locamente, a la vez que ella seguía moviéndose frenéticamente golpeando mi útero con cada arremetida, no podía ni siquiera imaginar que a quien se lo hice sentía esto era algo maravilloso que no queria que terminase, nuestras lenguas danzaban en la boca de la otra, mientras su cintura seguía moviéndose sin compasión taladrando mi interior sin descanso, mis flujos caían sin control manchando el suelo y mis muslos que lo hacían brillar, mezclándose con los de mi compañera al instante note como una ráfaga de calor me invadía y como mi sexo tanto uno como el otro se contraían nuevamente, las venas de mi sexo se endurecieron a la vez que mi sexo apretaba aun mas el de Aoi ese momento me pareció que se congelaba para siempre en el tiempo, y enseguida note como una riada de flujo me invadía a la vez que mi sexo expulsaba semen como si fuera una fuente manchando aquel sitio, a la vez Aoi note como gritaba pero no queria apartar mi boca de la suya, note su grito sordo en mi boca y como una riada de semen me inundaba por dentro llenando hasta el mas recóndito lugar de mi interior incluso, sentí como salía afuera por los envites de Aoi, mezclándose con nuestros flujos, no pude mas que cerrar los ojos y dejarme llevar estaba casi sin sentido no podía soportarlo mas, al momento cerré los ojos no se ni siquiera cuanto tiempo estuve así.
Al abrir los ojos me sentía muy débil y cansada note como aquella cosa desaparecía poco a poco, a la vez que tenia muchísima hambre a mi lado mirándome con ojos tiernos se encontraba Aoi, se había quedado conmigo hasta que despertase.
-- Muchas gracias…por ayudarme…-- dije mientras bajaba la cabeza avergonzada por lo que había pasado.
-- No te preocupes…me extrañe que tardaras tanto además me dijeron que la doctora no había venido…y pusieron a esta y es extraño la enfermera siempre me dice…dos días antes cuando va a faltar…-- dijo Aoi pensativa en lo que estaba ocurriendo.
-- ¿Ha sido tu primera vez…? …-- pregunto Aoi bajando la cabeza y algo sonrojada pero sin perder su sonrisa.
-- Si te refieres a eso…si ha sido mi primera vez…y debo confesarte que me ha encantado… -- respondí con una sonrisa en los labios y el candor de mis mejillas.
-- Me alegro que te haya gustado…pero bueno tenemos que arreglar este desastre e intentar que esa chica no se entere de nada…-- dijo Aoi mientras nos levantábamos y nos arreglábamos nosotras y aquel desastre.
Al momento escuchamos unos gemidos que provenían del armario de los medicamentos, parecían muy débiles, y algo apagados pero podían escucharse con claridad.
-- ¿Has oído eso…? … Son como unos gemidos vienen del armario de los medicamentos…-- pregunte con cierta curiosidad, viendo que al momento Aoi se ponía al otro lado de la puerta para abrirla.
-- Muy bien a la de tres…uno…dos…y tres…-- dijo Aoi mientras abría la puerta de golpe, al momento un cuerpo atado y amordazado cayo al suelo era la enfermera, que al parecer la habían retenido.
-- ¿Pero que le han hecho…? …-- pregunto Aoi con mucha curiosidad no sabia el por que y que tenia que ver en todo esto.
-- No lo se estaba revisando el historial de Akemi cuando entraron tres chicos y me golpearon caí al suelo y no recuerdo nada mas…-- respondió Ashley con tono de miedo en su voz y la verdad no era para menos después de lo que había sufrido.
-- ¿Saben quienes eran…? …-- pregunto Aoi, para intentar averiguar que es lo que ocurría y empezar a atar cabos.
-- Si, se quienes son…son de tu mismo curso Aoi…tendría que mirar en los ficheros…para acordarme de sus nombres ahora mismo no podría recordarlos me duele terriblemente la cabeza…lo que si puedo recordar es el tatuaje que tenían en sus muñecas un símbolo japonés…-- respondió Ashley mientras se tocaba la cabeza, lo mas seguro que tuviera algún chichón pero, lo que dijo me puso los pelos de punta aunque mi reacción no paso desapercibida para Aoi.
-- La revisión medica habrá finalizado…es mejor que vayamos a cambiarnos y a comer algo…¿Akemi te ocurre algo…? …Te noto algo pálida…-- dijo Aoi mientras me miraba de arriba, abajo.
-- Me siento algo cansada…y me duele la cabeza…-- dije mientras intentaba andar, ya que de inmediato sufrí un pequeño mareo, mis piernas temblaban, aunque no fue suficiente para hacerme caer al suelo.
-- Siéntate un momento…es mejor que descanses…-- dijo Aoi mientras me sentaba en la silla de Ashley e intentaba descansar, Aoi entretanto se ocupo de la otra chica vistiéndola y dejándola descansar, por lo visto solo estaba sedada, pero pensé que se llevaría una sorpresa cuando se despertara.
Me senté en aquella silla juntando las piernas todo lo fuerte que podía me sentía algo incomoda, al no tener la pegatina colocada, ya me había acostumbrado a ella y sin tenerla corría peligro de volver a excitarme nuevamente.
-- Tomate esto…-- dijo Ashley mientras me ofrecía unas vitaminas, al menos estaría un poco mejor.
-- ¿Te ocurre algo…? …-- pregunto Aoi extrañada mientras me veía cerrar las piernas de esa forma.
-- No tengo el sello…y Christine…no esta tendría que llamarla…podría pasarme nuevamente…-- dije mientras bajaba la cabeza intentando pensar en otra cosa, por que aquellas ganas de seguir empezaban a aumentar y lo mas seguro que no pudiera detenerlas siempre.
-- ¿Tienes su numero o algo para llamarla…? …si me lo dio…tengo los dos pero no tengo móvil…-- dije mientras recordaba lo que me había dicho Christine antes de marcharse a trabajar.
-- No te preocupes…Seguro que Ashley te lo dejara…-- dijo Aoi mientras hablaba con la doctora para que pudiera hacer una llamada, al momento regreso con su móvil en la mano.
Marque los números con los dedos temblorosos, aun estaba algo mareada y la cabeza seguía doliéndome pero gracias a las vitaminas no era tan fuerte como antes.
-- Diga…¿Quién es…?...-- dijo Christine, con un tono como si estuviera en medio de una venta.
-- Christine soy yo Akemi…¿Podrías venir a la academia con un sello…? …Es que el que tenia ha caído y no creo que sirva volver a ponérmelo…-- dije con voz temerosa de lo que me pudiera decir, nunca había soportado las broncas.
-- ¿Pero se puede saber que es lo que has hecho…?...¿Te encuentras bien…? …-- pregunto Christine casi sin control su tono había cambiado radicalmente a miedo.
-- No te preocupes de verdad…todo esta bien…ven y tráeme eso…-- dije intentando calmarla pero sabia que hasta que no hablara con Ashley no estaría tranquila.
-- Muy bien no tardare…espérame en la enfermería…-- dijo Christine mientras colgaba la llamada.
-- No tardara mucho…muchas gracias por dejarme el móvil…-- dije agradeciéndole el favor que me había hecho, solo esperaba que llegara rápido aquello no tardaría mucho en salir nuevamente.
-- Será mejor que vaya a hablar… con el director de lo que ha pasado…-- dijo Aoi, ya que un ataque debería ser notificado aunque no estaba muy segura si fuera la persona mas indicada para saberlo, por mi aquellos tipos los había enviado él precisamente.
-- ¿Podrías esperar y vamos las dos juntas…?... -- pregunte a Aoi para que al menos no me dejara sola ya que me había salvado dos veces de cometer un desastre con una chica inocente.
-- Claro no hay problema…-- dijo Aoi sonriéndome con su habitual expresión de felicidad.
Christine no tardo mas de veinte minutos en aparecer en cuanto llego entro corriendo en la enfermería con cara de miedo, no sabia lo que se iba a encontrarme en cuanto me vio se lanzo para abrazarme esperando que no hubiera ocurrido nada extraño.
-- Christine no se preocupe…se encuentra bien aunque noto que tiene algo de anemia…no se preocupe…no ha ocurrido nada extraño…gracias a Aoi…al menos a ella…-- dijo Ashley mientras se incorporaba poniéndose la mano en la cabeza aun dolorida por el golpe.
-- ¿Le ha pasado algo a alguien…? …-- pregunto Christine algo exaltada esperando lo peor.
-- Bueno esa chica al menos se levantará un poco dolorida y espero que no se acuerde de nada mas…aparte de eso a mí me han golpeado…unos tipos con unos tatuajes de un símbolo japonés…-- dijo Ashley resumiendo muy escuetamente todo lo que había pasado.
Aquella respuesta le ocasiono un escalofrió por toda la espalda, incluso su rostro se marco mas aun el miedo.
-- Esto ya es demasiado…deberíamos de volver a mudarnos a otro sitio…no podemos quedarnos…es demasiado peligroso…-- dijo Christine mientras me colocaba la pegatina, en cuanto sentí su contacto me encontré mas aliviada las ganas que tenia desaparecieron por completo.
-- No quiero volver a mudarme…estoy harta siempre viajando de un lugar a otro…debemos plantarles cara…-- dije envalentonándome, ya estaba harta en todos estos años había ido de un colegio a otro y no conseguí amigos, al fin cuando encontraba alguien no pensaba volver a irme.
-- Pero Akemi…¿Sabes lo que estas diciendo…? … Podrían capturarte y no me perdonaría perderte…-- dijo Christine mientras me abrazaba, note como sus lagrimas resbalaban por su mejilla, aunque no sabría decir si era de emoción o de miedo.
-- Christine…no podemos huir…cuantas veces lo haremos volverán a perseguirnos…seria una vuelta sin fin…tenemos que plantarles cara de alguna forma…-- dije intentando animar a Christine, que al parecer mis palabras tuvieron efecto en ella.
-- Muy bien…¿Pero por donde empezamos…? …-- pregunto Christine un poco liada, mientras se limpiaba las lagrimas, al parecer aquel llanto le había servido para desahogarse, sabia perfectamente que no queria perderme que era lo único que le quedaba.
-- Por aquellos chicos…los del tatuaje que ha dicho Ashley…pero será mejor que lo hagamos nosotras…para empezar es mejor que se lo digamos al director…-- dijo Aoi intentando trazar un plan pero estaba convencida que lo del director no era la mejor idea.
Salimos de la enfermería, en dirección al despacho del director, para contarle lo que había pasado mientras Christine hablaba con Ashley.
Los pasillos se habían llenado de gente, era le recreo y todos estaban de un sitio para otro, aunque no estaban muy concurridos, mientras caminábamos empecé a buscar a Kameko y Etsuko pero no las veía por ninguna parte.
Aoi pregunto a la secretaria si podía ver al director y enseguida nos condujo a su despacho, una vez en el pasillo vimos que su puerta estaba entre abierta cosa que me extraño bastante en cuanto entramos pudimos ver al director atado a la silla y amordazado, algo que me extraño bastante por la conversación que había escuchado.
1 comentarios - duda (futanari 4)