Antes de comenzar el relato, permítanme describir a la protagonista. Sandra, es una mujer de 24 años, tés color canela, cara redonda ojos rasgados y de color café, cejas depiladas, nariz respingada, boca grande y labios delgados, cabello lacio un poco debajo de los hombros, senos medianos, cadera ancha, nalgas grandes y algo abultadas y un par de piernas espectaculares. Su carácter es agradable siempre sonríe y es muy coqueta, está casada y tiene en su haber un pequeña nena de tan solo 2 años de edad.
Comencemos…
Hace casi 4 años decidí expandir mis horizontes laborales adquiriendo la mitad de un pequeño gimnasio, en el cual solo existía la modalidad de pesas; poco tiempo y mucho dinero después decidimos introducir nuevas disciplinas con lo que tuvimos que contratar instructores para impartir cada una de ellas, mi socio y yo estuvimos de acuerdo en publicar una convocatoria y comenzar a recibir currículos.
Los currículos comenzaron a llegar y nos dimos a la tarea de revisar cada uno de ellos, para poder completar la plantilla y comenzar con las operaciones. Al fin la plantilla se completó y llego el día de las entrevistas.
Alrededor de las 8:30 a.m. llegue al local en cuestión, sentada en el capo de un auto blanco estaba Sandra, en su mano sostenía un folder; al acercarme ella se levantó y dijo.
- Buenos días… usted es la persona que hará las entrevistas?...
- Buen día, si, así es pero comenzaban hasta las 9:00 a.m.-respondí-
- Lo sé pero siempre me ha gustado llegar antes, pequeño defecto-dijo sonriente-
La sonrisa que se dibujaba en su rostro era verdaderamente hermosa, ya que dos pequeños hoyuelos se dibujaban en sus mejillas. La invite a pasar y rápidamente le di un recorrido por el gimnasio, explicándole que la mayoría del equipamiento era nuevo.
Por momentos mis ojos aprovechaban para dar una mirada a su cuerpo. Solo para constatar lo buena que esta. Pasamos a la oficina y la entrevista siguió, ahí me entere que recién había sido madre y que era casada desde hacía 4 años. La entrevista concluyo y Sandra salió del edificio con la promesa habitual de esperar nuestra llamada.
Las entrevistas continuaron y por fin llegamos a la decisión final, incluyendo a Sandra en el equipo de instructores de tiempo completo. Unos días después llame a su celular y le di las buenas noticias, ella se alegró y quedamos en vernos ese día mas tarde para acordar los términos de su contrato.
Por la tarde llegue al establecimiento, notando que los elegidos estaban sentados en espera de firmar sus contratos, uno a uno fueron pasando y saliendo; para mi sorpresa Sandra no estaba entre ellos, mi socio se encargó del ultimo y se retiró a su casa, yo me quede un rato más haciendo algunas labores de oficina.
A eso de las 18:30 hrs., un golpeteo en la puerta me hizo salir de la oficina, o más bien el pequeño cubículo al que llamamos oficina, a través de la puerta pude ver una silueta femenina y al abrir mire el hermoso rostro de Sandra. Se notaba que no estaba bien y que había llorado, así que pregunte.
- Estas bien, mujer?...
Ella asintió con la cabeza y respondió.
- Aja… puedo pasar… y perdón por la hora…
Me hice a un lado y ella entro sin decir más. Nos dirigimos a la oficina y antes de entrar me pregunto por el sanitario. Le indique el camino y ella camino hasta entrar en el cuarto de baño.
Unos segundos pasaron, para que apareciera en la puerta de la oficina, agitando las manos frente a su cara; como quien intenta disimular que ha llorado.
- Mujer… en verdad estas bien…-volví a preguntar, mientras le pasaba un pañuelo desechable-
- Pfff… no… no estoy bien… pero no quiero abrumarte con mi problemas… podemos firmar, para poder irme a casa?...-dijo aguantando para no derramar más lagrimas-
Tome el folder de su contrato, lo puse sobre el escritorio y los dos firmamos, al terminar ella se levantó y me ofreció su mano despidiéndose. Correspondí al gesto y salió de la oficina. Me quede sentado en la silla mientras pensaba en qué demonios le ocurría; mis pensamientos fueron interrumpidos por los mismos golpeteos en el cristal de la puerta.
Salí de nuevo y para mi sorpresa era Sandra de nuevo, con la única diferencia era una maleta en su mano derecha.
- Perdón, de verdad perdón pero quiero pedirte un favor, necesito calmarme antes de llegar a casa… me dejarías hacer un poco de ejercicio… claro si se puede…-dijo con las manos temblando y los ojos hinchados por el llanto.-
- Adelante, corazón… pasa… el gimnasio es todo tuyo…-respondí, al ver que en verdad estaba mal-
Le indique el camino hacia los vestidores y me fui a la oficina, para terminar con mis labores. Poco tiempo después Salí para ver qué pasaba, entre a la sección de pesas y no mire a nadie, seguí buscándola y la halle en las bicicletas de spinning.
- Como vas… ya más tranquila?...-pregunte, en voz alta-
Ella siguió pedaleando sin ofrecerme respuesta. Así que me acerque un poco, al hacerlo note que se había cambiado, su cuerpo estaba cubierto por un top amarillo, unos pantaloncillos cortos de lycra color negro y unos zapatos tenis del mismo color de su short. Su cuerpo transpiraba y brillaba con cada gota de sudor que escurría sobre él. Verla así me comenzó a excitar, casi llegando a su lado agite la mano para llamar su atención y me di cuenta del porque no escucho mi llamado; sus oídos eran cubiertos por dos pequeños audífonos en los que escuchaba música.
Al verme se sacó los audífonos de los oídos y bajo la intensidad de las pedaleadas, tomo su toalla y limpio el sudor de su rostro y dijo.
- Hola!!... jefe…?
- Veo que ya estas más tranquila…-dije sonriente-
- Si, ya más tranquila… gracias… de verdad gracias… pero dime si ya tienes que retirarte… -dijo intentando bajar de la bicicleta-
- No… no… ahora voy a mi auto por mi maleta… es hora del workout diario… así que puedes quedarte, si quieres…-dije sonriendo…-
- Ok… pues gracias… puede que me una a tu rutina… puedo?-pregunto sonriendo-
Como negarle algo con esa hermosa sonrisa. Salí de prisa hasta mi auto y tome mi maleta de gimnasio, al adentro la voz de Sandra se escuchaba alterada de nuevo al hacer una llamada por teléfono celular. Me dirigí a los vestidores y una vez que me cambie de ropa, pase despacio por el lugar en donde ella estaba, eche una ojeada y no vi a nadie; así que asumí que se había ido.
Así que me adentre en el calentamiento de mi rutina, después de unos minutos estuve listo; así que comencé con la rutina. Estando en eso, Sandra apareció con sigilo.
- Hola, de nuevo jefe… que… pensante que me había ido?...-dijo parada en la entrada de aquella sala-
- Hola, linda… si creí que te habías ido…-respondí-
- Tiene mucho que comenzaste?...-pregunto de nuevo-
- No…-respondí mientras me secaba la frente-
- Uyy!!... a ver si aguanto, siempre he hecho solo cardio y quiero comenzar a hacer más tono muscular…-dijo tocándose su abdomen poco flácido-
- Jaja, pues adelante comencemos… y sin ofenderte ni faltarte al respeto creo que estas muy guapa…-dije lanzando un anzuelo al rio-
Sandra, agradeció mi comentario y se colocó junto a mí, la rutina siguió adelante y no perdía tiempo para rozar su cuerpo cada que la ayudaba con un ejercicio. Durante ese tiempo Sandra sintió la necesidad de desahogarse y comenzó a platicarme la causa de su llanto y enojo. Así que me contó que había visto a su marido con otra mujer saliendo de un hotel por lo cual se sentía confundida y molesta…
- Como ves jefe?...-pregunto Sandra-
- Por un momento, pensé en hacerle lo mismo… -dijo Sandra, poniéndose de pie-
- Y que te lo impide?, con esa sonrisa y ese cuerpo creo que habrá fila para candidatearse…-dije ya excitado por los roces de su cuerpo con el mío-
Sandra sonrió por el comentario, pero ahora sonrisa era diferente y respondió.
- Jaja, creo que es hora de irse… jefe antes de que pase algo de lo que nos podamos arrepentir…
- Arrepentirme yo… no creo…-respondí mientras la miraba fijamente-
Volvió a sonreír y tomando su toalla camino en dirección de la puerta; dirigiéndose a los vestidores…
Pensé que ahí había terminado todo y me senté poco decepcionado sobre la banca para pecho. No pasaron ni dos minutos cuando Sandra apareció de nuevo tomándose del marco de la puerta, diciendo.
- De verdad te gusto… jefe?... te lo pregunto porque nadie me había hecho ninguna insinuación antes…
- Eres muy atractiva, Sandra… hasta un ciego lo vería…-respondí, mientras me levantaba del banco-
- Al carajo… con mi maridito… quiero cogerte jefe?... que dices?… lo hacemos?...-dijo mientras se acercaba con pasos sexys-
No dude ni un minuto en aceptar la oferta de aquella mujer hermosa. Tomándola de la cintura la gire dejándola de espaldas, mi pene se posó en sus buenas nalgas y comencé a restregarlo con movimientos suaves mientras una de mis manos se introducía en su pantaloncillo y la otra amasaba uno de sus senos suaves…
- Ooo!!... jefe… así… despacito… caliéntame, hazme desearte…mmm… jefe… mmm, te gusta mi cuerpo… quieres que me encuere para ti…-decía Sandra-
- Aja… déjame verte encuerada… nena… quiero verte y sentir todo tu cuerpo…-respondí-
Mis manos la dejaron lentamente, Sandra se sentó sobre el banco de pesas y se quitó los zapatos tenis, para después ponerse de pie y de un tirón sacarse de encima las pantaloncillos de lycra, dejando su sexo velludo ante mis ojos, tomando su top con las dos manos lo saco por encima de su cabeza, me miró fijamente y en sus ojos se notaba el morbo que aquello le provocaba.
- Tócame, jefe… deja que tus manos me recorran de arriba abajo…-decía Sandra mientras tomaba mis manos-
Mis manos dirigidas por las suyas tomaron sus senos, amasándolos lentamente. Sus manos dejaron las mías, bajando hasta su sexo; comenzando a masturbarse.
- Umm… bebe… puedo llamarte bebe… jefe?-pregunto Sandra-
- Dime como tú quieras… nena-respondí-
- Así… tócame las tetas… mmm, que rico… tus manos son suaves… bebe… apriétame un poquito los pezones… despacito… para que veas que sale…-dijo Sandra con voz jadeante-
Hice lo que me pedía, al apretar sus pezones la sorpresa llego… de sus senos aun salía leche materna… en pequeños chorros.
- Te gusta bebe…? Quieres probarla…? Chúpame las tetas bebe…-decía mientras mis labios obedientes se dirigían a sus senos-
Comencé a amamantarme de sus senos como un bebe hambriento, mientras ella gozaba el placer que aquello le producía.
- Ooo!!... bebe… mmm, chupa, chupa… ouu… ouu… así… así… déjame sentir tu lengua sobre mis tetas… bebe… lamelas por favor…-decía Sandra-
Lamí y amamante por algunos minutos mientras que los dedos de Sandra se clavaban en su vagina con suavidad, sus gemidos eran sonoros y deliciosos; el ambiente era de total morbo y sexo.
- Bebe… cógeme… cógeme ya…-dijo Sandra mientras me tomaba de la cabeza-
Lentamente mis labios soltaron sus senos, al tiempo que su cuerpo se recostaba el banco de pesas y abría las piernas, yo me desvestí muy aprisa, al bajar mis boxers mi pene aun flácido quedo al aire.
- Bebe… que verga tan rica tienes… me dejas ponerla dura?...-dijo preguntando Sandra-
Sentándose, sus manos frías tomaron mi pene y testículos, mientras los frotaban sus ojos se zaceaban mirándolos…
- Bebe… mmm… creo que no me voy a arrepentir… mira nada más… que pedazo de verga… quiero que me la metas toda….-dijo y se hundió mi pene en la boca-
- Mmm!!... mmm!!... mm, mm, mm, mm, mm, aaaa!!... esta rica… bebe… te gusta mi boca…-decía mirándome a los ojos-
- Claro… que me gusta… chupa más… deja lista esa verga para que te la meta toda…-respondí jadeante-
- Mmm… claro que si bebe… mm, mm, mm, mm, mm, mm, mm, aaaa!!...-se escuchaba mientras me daba un buen sexo oral-
Pocos minutos bastaron para que su boca húmeda y cálida dejara listo mi pene para penetrarla.
- Listo… nena… déjame metértelo quiero sentir como lo clavo en tu rajita…-dije morbosamente-
- Umm!!... si… bebe… métela despacio… me gusta que me cojan despacio y vayan aumentando de a poco… ok…-respondió mientras se recostaba en el banco y levantaba las piernas-
Mis manos tomaron sus tobillos colocándome frente a ella, sacando un poco de baba de su boca se la unto en la vagina y tomo mi pene dirigiéndolo hasta que mi glande se hundió en su vagina.
- Ouuu!!... bebeee!!... mmm!!... despacito… bebe… despacito… ouuuu!!... está bien rica tu verga… bebee!!... ummm!!...-gemía Sandra-
Poco a poco mi pene se hundió en ella, una vez que la penetración llego a la mitad, comencé a meter y sacar mi pene de su vagina.
- Umm, mm, mm, mm, mm, aa… bebe… esta rica tu verga… así sigue así… despacito… y ve metiéndomela más… hasta que este toda dentro…-decía Sandra-
- Uuu!!... nena estas empapada… su rajita chorrea… mmm!!... te gusta bebe… te gusta… ouu!!... cógeme, cógeme bebe… dame verga has que no me arrepienta nunca…-decíamos los dos-
Lentamente seguí bombeándomela hasta que mi pene quedo insertado en su totalidad en ella. Lo deje ahí por unos segundos mientras mis manos tomaban sus senos y los apretaban, brotando de ellos el líquido materno.
- Uyyy!!... bebe… aaaa!!... cógeme… dame verga… muévete… bebe… déjame sentir toda esa vergota dentro de mi…mmmjuu… quieres mi verga, nena… quieres que te coja… despacito… o duro…-decíamos-
- Despacito, bebe… despacito y vele subiendo poco a poco… aja… mmm… nena… que rica rajita… y tus tetas son hermosas… chúpalas bebe… dame verga y chúpame las tetas…-decíamos-
Mi pene se hundía despacio en Sandra mientras que mi lengua y labios se agasajaban con sus sesos, poco a poco el ritmo de mis caderas fue aumentando y con ello los gemidos y susurros.
- Ou, ou, ou, ou, ou, ou, aja, aja, aja, aja, aja, mm, mm, mm, mm, bebe, bebee!!... umm, así… uy que rico… nena… estas buenísima… que rico siento cuando se te clava mi verga entera… mm, mm, mm, uu, uu, uu, uu, uu, uu, si, si, si, si, así… dame, dame tu verga… lléname de leche la colita…-gemíamos-
De pronto mi pene se clavaba violentamente en la vagina de Sandra; lo que provoco que su mente desvariara y su boca pronunciara frases morbosas y excitantes.
- Ouu!!... bebe, umm, cógeme hazme olvidar a ese pendejo que me engaña con una putita fea y flaca… como me gustaría ver su cara del pendejo, mientras me coges bebe… que viera como gozo de esta verga… dura y grande en mi colita… aaa, aaa, aaa, aa, así bebe…
- Ouu!!... umm, umm, uum… así bebeee!!... que rico me coges… si vieras pendejo como se cogen a tu esposa… y le gusta… le encanta esta verga… mi raja está ardiendo y quiere más verga… pinche esposo pendejoooo!!... así… bebe… así… uuuuyyy!!... me voy a venir… me vengo… bebe… dame, dame… uyyy!!... ya… ya…. Uyyyy… bebe… mmm… me estas cogiendo riquísimo… nunca me había venido tan rapidoooo!!.... aaaaa!!-decía Sandra mientras gozaba de su primer orgasmo-
Sus fluidos vaginales no fueron muchos, pero su cuerpo delataba el placer que sentía. Sus senos se pusieron duros y sus pezones parecían piedra, sus piernas rígidas y su piel erizada eran síntomas inequívocos de su placer. Una vez que su cuerpo se relajó de nuevo me pidió que cambiáramos la posición, ahora quería montar mi pene y cabalgarlo. Lo cual hice recostándome sobre el suelo y dejando que ella se clavara mi pene a su gusto.
- Pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap… um, um, um, um, um, um, bebe… uy… que bueno estas… aa, aa, aa… así… móntame bien… nena… monta mi verga… umm!!... estas buenísima… quiero comerte toda… aja, aja… cómeme toda… cómeme… bebe… déjame la colita llena de leche…-decíamos-
- Quieres que te llene la colita de leche… quieres lechita… nena… no hay problema… no, no… estoy tomando pastillas bebe… aaa, aaa, aaa, aaa, así… uy que rico me clavo tu verga… ya quieres venirte… bebe… ya quieres llenarme de leche…no nena… dame más de tu raja… dame más… cógeme duro nena…-seguíamos diciendo…-
Ella me monto por un rato, hasta que le pedí que cambiáramos, ahora la coloque en posición de perrito, sobre el banco de pesas, ella se sujetó de la barra; la cual tenía discos de peso, así que no se movería al seguir con las penetraciones. La comencé a coger despacio para ir aumentando de apoco, era tanto el placer que sentía al penetrarla así, que la tome de los muslos y la levante quedando completamente en el aire; usando sus músculos abdominales y sus brazos logro sujetarse y afirmarse para gozar de todo el placer.
- Pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap… um, um, um, um, um, um, bebe… pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap… um, um, um, um, um, um, bebe… bebe… bebe… aaaaa!!... asi… asi… um, um… Pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap… um, um, um, um, um, um, que rico… me voy a venir de nuevo… espera… espera… déjame terminar contigo nena… no te vengas… ooo!!... aguanta… aaaa… aaa… aaa… aaa… dame… duro… cógeme duro… aaa… ya, a, a, a, a, a, a… ya…-gemíamos al unísono-
No tarde mucho en comenzar a sentir como mi pene se ponía aún más duro y sin dejar de penetrar a Sandra deje que mi semen le inundara la vagina.
- Aaaaaaaa!!.... uuuummmmm!!... bebe… que rico… siento como me llenas…. Aaaa!!... nena… nena… ummmm… que rico coges… no sé porque tu marido no se acaba todo esto… ummm!!... por pendejo… bebe… por eso…-decíamos-
Los la mezcla de fluidos más mi semen era una sensación increíble, lentamente la baje hasta que sus rodillas tocaron la parte acolchada del banco; los dos jadeábamos con rapidez y tratábamos de jalar todo el oxígeno posible. Después de unos minutos saque mi pene de su vagina y me derrumbe en el suelo. Ella se recostó sobre el banco de pesas y permanecimos ahí hasta que nuestros alientos volvieron. Los dos nos levantamos y nos dimos una ducha juntos, nadie se sintió arrepentido o avergonzado, tuvimos sexo una vez más en la ducha y al terminar nos vestimos y salimos del gimnasio.
Al día de hoy Sandra sigue casada, y está embarazada de su segundo hijo…
No hemos vuelto a tener sexo, pero sé que al día en que vuelva a disfrutar de su cuerpo llegara pronto… ya que las miradas e insinuaciones son cada vez más excitantes…
Fin…
Comencemos…
Hace casi 4 años decidí expandir mis horizontes laborales adquiriendo la mitad de un pequeño gimnasio, en el cual solo existía la modalidad de pesas; poco tiempo y mucho dinero después decidimos introducir nuevas disciplinas con lo que tuvimos que contratar instructores para impartir cada una de ellas, mi socio y yo estuvimos de acuerdo en publicar una convocatoria y comenzar a recibir currículos.
Los currículos comenzaron a llegar y nos dimos a la tarea de revisar cada uno de ellos, para poder completar la plantilla y comenzar con las operaciones. Al fin la plantilla se completó y llego el día de las entrevistas.
Alrededor de las 8:30 a.m. llegue al local en cuestión, sentada en el capo de un auto blanco estaba Sandra, en su mano sostenía un folder; al acercarme ella se levantó y dijo.
- Buenos días… usted es la persona que hará las entrevistas?...
- Buen día, si, así es pero comenzaban hasta las 9:00 a.m.-respondí-
- Lo sé pero siempre me ha gustado llegar antes, pequeño defecto-dijo sonriente-
La sonrisa que se dibujaba en su rostro era verdaderamente hermosa, ya que dos pequeños hoyuelos se dibujaban en sus mejillas. La invite a pasar y rápidamente le di un recorrido por el gimnasio, explicándole que la mayoría del equipamiento era nuevo.
Por momentos mis ojos aprovechaban para dar una mirada a su cuerpo. Solo para constatar lo buena que esta. Pasamos a la oficina y la entrevista siguió, ahí me entere que recién había sido madre y que era casada desde hacía 4 años. La entrevista concluyo y Sandra salió del edificio con la promesa habitual de esperar nuestra llamada.
Las entrevistas continuaron y por fin llegamos a la decisión final, incluyendo a Sandra en el equipo de instructores de tiempo completo. Unos días después llame a su celular y le di las buenas noticias, ella se alegró y quedamos en vernos ese día mas tarde para acordar los términos de su contrato.
Por la tarde llegue al establecimiento, notando que los elegidos estaban sentados en espera de firmar sus contratos, uno a uno fueron pasando y saliendo; para mi sorpresa Sandra no estaba entre ellos, mi socio se encargó del ultimo y se retiró a su casa, yo me quede un rato más haciendo algunas labores de oficina.
A eso de las 18:30 hrs., un golpeteo en la puerta me hizo salir de la oficina, o más bien el pequeño cubículo al que llamamos oficina, a través de la puerta pude ver una silueta femenina y al abrir mire el hermoso rostro de Sandra. Se notaba que no estaba bien y que había llorado, así que pregunte.
- Estas bien, mujer?...
Ella asintió con la cabeza y respondió.
- Aja… puedo pasar… y perdón por la hora…
Me hice a un lado y ella entro sin decir más. Nos dirigimos a la oficina y antes de entrar me pregunto por el sanitario. Le indique el camino y ella camino hasta entrar en el cuarto de baño.
Unos segundos pasaron, para que apareciera en la puerta de la oficina, agitando las manos frente a su cara; como quien intenta disimular que ha llorado.
- Mujer… en verdad estas bien…-volví a preguntar, mientras le pasaba un pañuelo desechable-
- Pfff… no… no estoy bien… pero no quiero abrumarte con mi problemas… podemos firmar, para poder irme a casa?...-dijo aguantando para no derramar más lagrimas-
Tome el folder de su contrato, lo puse sobre el escritorio y los dos firmamos, al terminar ella se levantó y me ofreció su mano despidiéndose. Correspondí al gesto y salió de la oficina. Me quede sentado en la silla mientras pensaba en qué demonios le ocurría; mis pensamientos fueron interrumpidos por los mismos golpeteos en el cristal de la puerta.
Salí de nuevo y para mi sorpresa era Sandra de nuevo, con la única diferencia era una maleta en su mano derecha.
- Perdón, de verdad perdón pero quiero pedirte un favor, necesito calmarme antes de llegar a casa… me dejarías hacer un poco de ejercicio… claro si se puede…-dijo con las manos temblando y los ojos hinchados por el llanto.-
- Adelante, corazón… pasa… el gimnasio es todo tuyo…-respondí, al ver que en verdad estaba mal-
Le indique el camino hacia los vestidores y me fui a la oficina, para terminar con mis labores. Poco tiempo después Salí para ver qué pasaba, entre a la sección de pesas y no mire a nadie, seguí buscándola y la halle en las bicicletas de spinning.
- Como vas… ya más tranquila?...-pregunte, en voz alta-
Ella siguió pedaleando sin ofrecerme respuesta. Así que me acerque un poco, al hacerlo note que se había cambiado, su cuerpo estaba cubierto por un top amarillo, unos pantaloncillos cortos de lycra color negro y unos zapatos tenis del mismo color de su short. Su cuerpo transpiraba y brillaba con cada gota de sudor que escurría sobre él. Verla así me comenzó a excitar, casi llegando a su lado agite la mano para llamar su atención y me di cuenta del porque no escucho mi llamado; sus oídos eran cubiertos por dos pequeños audífonos en los que escuchaba música.
Al verme se sacó los audífonos de los oídos y bajo la intensidad de las pedaleadas, tomo su toalla y limpio el sudor de su rostro y dijo.
- Hola!!... jefe…?
- Veo que ya estas más tranquila…-dije sonriente-
- Si, ya más tranquila… gracias… de verdad gracias… pero dime si ya tienes que retirarte… -dijo intentando bajar de la bicicleta-
- No… no… ahora voy a mi auto por mi maleta… es hora del workout diario… así que puedes quedarte, si quieres…-dije sonriendo…-
- Ok… pues gracias… puede que me una a tu rutina… puedo?-pregunto sonriendo-
Como negarle algo con esa hermosa sonrisa. Salí de prisa hasta mi auto y tome mi maleta de gimnasio, al adentro la voz de Sandra se escuchaba alterada de nuevo al hacer una llamada por teléfono celular. Me dirigí a los vestidores y una vez que me cambie de ropa, pase despacio por el lugar en donde ella estaba, eche una ojeada y no vi a nadie; así que asumí que se había ido.
Así que me adentre en el calentamiento de mi rutina, después de unos minutos estuve listo; así que comencé con la rutina. Estando en eso, Sandra apareció con sigilo.
- Hola, de nuevo jefe… que… pensante que me había ido?...-dijo parada en la entrada de aquella sala-
- Hola, linda… si creí que te habías ido…-respondí-
- Tiene mucho que comenzaste?...-pregunto de nuevo-
- No…-respondí mientras me secaba la frente-
- Uyy!!... a ver si aguanto, siempre he hecho solo cardio y quiero comenzar a hacer más tono muscular…-dijo tocándose su abdomen poco flácido-
- Jaja, pues adelante comencemos… y sin ofenderte ni faltarte al respeto creo que estas muy guapa…-dije lanzando un anzuelo al rio-
Sandra, agradeció mi comentario y se colocó junto a mí, la rutina siguió adelante y no perdía tiempo para rozar su cuerpo cada que la ayudaba con un ejercicio. Durante ese tiempo Sandra sintió la necesidad de desahogarse y comenzó a platicarme la causa de su llanto y enojo. Así que me contó que había visto a su marido con otra mujer saliendo de un hotel por lo cual se sentía confundida y molesta…
- Como ves jefe?...-pregunto Sandra-
- Por un momento, pensé en hacerle lo mismo… -dijo Sandra, poniéndose de pie-
- Y que te lo impide?, con esa sonrisa y ese cuerpo creo que habrá fila para candidatearse…-dije ya excitado por los roces de su cuerpo con el mío-
Sandra sonrió por el comentario, pero ahora sonrisa era diferente y respondió.
- Jaja, creo que es hora de irse… jefe antes de que pase algo de lo que nos podamos arrepentir…
- Arrepentirme yo… no creo…-respondí mientras la miraba fijamente-
Volvió a sonreír y tomando su toalla camino en dirección de la puerta; dirigiéndose a los vestidores…
Pensé que ahí había terminado todo y me senté poco decepcionado sobre la banca para pecho. No pasaron ni dos minutos cuando Sandra apareció de nuevo tomándose del marco de la puerta, diciendo.
- De verdad te gusto… jefe?... te lo pregunto porque nadie me había hecho ninguna insinuación antes…
- Eres muy atractiva, Sandra… hasta un ciego lo vería…-respondí, mientras me levantaba del banco-
- Al carajo… con mi maridito… quiero cogerte jefe?... que dices?… lo hacemos?...-dijo mientras se acercaba con pasos sexys-
No dude ni un minuto en aceptar la oferta de aquella mujer hermosa. Tomándola de la cintura la gire dejándola de espaldas, mi pene se posó en sus buenas nalgas y comencé a restregarlo con movimientos suaves mientras una de mis manos se introducía en su pantaloncillo y la otra amasaba uno de sus senos suaves…
- Ooo!!... jefe… así… despacito… caliéntame, hazme desearte…mmm… jefe… mmm, te gusta mi cuerpo… quieres que me encuere para ti…-decía Sandra-
- Aja… déjame verte encuerada… nena… quiero verte y sentir todo tu cuerpo…-respondí-
Mis manos la dejaron lentamente, Sandra se sentó sobre el banco de pesas y se quitó los zapatos tenis, para después ponerse de pie y de un tirón sacarse de encima las pantaloncillos de lycra, dejando su sexo velludo ante mis ojos, tomando su top con las dos manos lo saco por encima de su cabeza, me miró fijamente y en sus ojos se notaba el morbo que aquello le provocaba.
- Tócame, jefe… deja que tus manos me recorran de arriba abajo…-decía Sandra mientras tomaba mis manos-
Mis manos dirigidas por las suyas tomaron sus senos, amasándolos lentamente. Sus manos dejaron las mías, bajando hasta su sexo; comenzando a masturbarse.
- Umm… bebe… puedo llamarte bebe… jefe?-pregunto Sandra-
- Dime como tú quieras… nena-respondí-
- Así… tócame las tetas… mmm, que rico… tus manos son suaves… bebe… apriétame un poquito los pezones… despacito… para que veas que sale…-dijo Sandra con voz jadeante-
Hice lo que me pedía, al apretar sus pezones la sorpresa llego… de sus senos aun salía leche materna… en pequeños chorros.
- Te gusta bebe…? Quieres probarla…? Chúpame las tetas bebe…-decía mientras mis labios obedientes se dirigían a sus senos-
Comencé a amamantarme de sus senos como un bebe hambriento, mientras ella gozaba el placer que aquello le producía.
- Ooo!!... bebe… mmm, chupa, chupa… ouu… ouu… así… así… déjame sentir tu lengua sobre mis tetas… bebe… lamelas por favor…-decía Sandra-
Lamí y amamante por algunos minutos mientras que los dedos de Sandra se clavaban en su vagina con suavidad, sus gemidos eran sonoros y deliciosos; el ambiente era de total morbo y sexo.
- Bebe… cógeme… cógeme ya…-dijo Sandra mientras me tomaba de la cabeza-
Lentamente mis labios soltaron sus senos, al tiempo que su cuerpo se recostaba el banco de pesas y abría las piernas, yo me desvestí muy aprisa, al bajar mis boxers mi pene aun flácido quedo al aire.
- Bebe… que verga tan rica tienes… me dejas ponerla dura?...-dijo preguntando Sandra-
Sentándose, sus manos frías tomaron mi pene y testículos, mientras los frotaban sus ojos se zaceaban mirándolos…
- Bebe… mmm… creo que no me voy a arrepentir… mira nada más… que pedazo de verga… quiero que me la metas toda….-dijo y se hundió mi pene en la boca-
- Mmm!!... mmm!!... mm, mm, mm, mm, mm, aaaa!!... esta rica… bebe… te gusta mi boca…-decía mirándome a los ojos-
- Claro… que me gusta… chupa más… deja lista esa verga para que te la meta toda…-respondí jadeante-
- Mmm… claro que si bebe… mm, mm, mm, mm, mm, mm, mm, aaaa!!...-se escuchaba mientras me daba un buen sexo oral-
Pocos minutos bastaron para que su boca húmeda y cálida dejara listo mi pene para penetrarla.
- Listo… nena… déjame metértelo quiero sentir como lo clavo en tu rajita…-dije morbosamente-
- Umm!!... si… bebe… métela despacio… me gusta que me cojan despacio y vayan aumentando de a poco… ok…-respondió mientras se recostaba en el banco y levantaba las piernas-
Mis manos tomaron sus tobillos colocándome frente a ella, sacando un poco de baba de su boca se la unto en la vagina y tomo mi pene dirigiéndolo hasta que mi glande se hundió en su vagina.
- Ouuu!!... bebeee!!... mmm!!... despacito… bebe… despacito… ouuuu!!... está bien rica tu verga… bebee!!... ummm!!...-gemía Sandra-
Poco a poco mi pene se hundió en ella, una vez que la penetración llego a la mitad, comencé a meter y sacar mi pene de su vagina.
- Umm, mm, mm, mm, mm, aa… bebe… esta rica tu verga… así sigue así… despacito… y ve metiéndomela más… hasta que este toda dentro…-decía Sandra-
- Uuu!!... nena estas empapada… su rajita chorrea… mmm!!... te gusta bebe… te gusta… ouu!!... cógeme, cógeme bebe… dame verga has que no me arrepienta nunca…-decíamos los dos-
Lentamente seguí bombeándomela hasta que mi pene quedo insertado en su totalidad en ella. Lo deje ahí por unos segundos mientras mis manos tomaban sus senos y los apretaban, brotando de ellos el líquido materno.
- Uyyy!!... bebe… aaaa!!... cógeme… dame verga… muévete… bebe… déjame sentir toda esa vergota dentro de mi…mmmjuu… quieres mi verga, nena… quieres que te coja… despacito… o duro…-decíamos-
- Despacito, bebe… despacito y vele subiendo poco a poco… aja… mmm… nena… que rica rajita… y tus tetas son hermosas… chúpalas bebe… dame verga y chúpame las tetas…-decíamos-
Mi pene se hundía despacio en Sandra mientras que mi lengua y labios se agasajaban con sus sesos, poco a poco el ritmo de mis caderas fue aumentando y con ello los gemidos y susurros.
- Ou, ou, ou, ou, ou, ou, aja, aja, aja, aja, aja, mm, mm, mm, mm, bebe, bebee!!... umm, así… uy que rico… nena… estas buenísima… que rico siento cuando se te clava mi verga entera… mm, mm, mm, uu, uu, uu, uu, uu, uu, si, si, si, si, así… dame, dame tu verga… lléname de leche la colita…-gemíamos-
De pronto mi pene se clavaba violentamente en la vagina de Sandra; lo que provoco que su mente desvariara y su boca pronunciara frases morbosas y excitantes.
- Ouu!!... bebe, umm, cógeme hazme olvidar a ese pendejo que me engaña con una putita fea y flaca… como me gustaría ver su cara del pendejo, mientras me coges bebe… que viera como gozo de esta verga… dura y grande en mi colita… aaa, aaa, aaa, aa, así bebe…
- Ouu!!... umm, umm, uum… así bebeee!!... que rico me coges… si vieras pendejo como se cogen a tu esposa… y le gusta… le encanta esta verga… mi raja está ardiendo y quiere más verga… pinche esposo pendejoooo!!... así… bebe… así… uuuuyyy!!... me voy a venir… me vengo… bebe… dame, dame… uyyy!!... ya… ya…. Uyyyy… bebe… mmm… me estas cogiendo riquísimo… nunca me había venido tan rapidoooo!!.... aaaaa!!-decía Sandra mientras gozaba de su primer orgasmo-
Sus fluidos vaginales no fueron muchos, pero su cuerpo delataba el placer que sentía. Sus senos se pusieron duros y sus pezones parecían piedra, sus piernas rígidas y su piel erizada eran síntomas inequívocos de su placer. Una vez que su cuerpo se relajó de nuevo me pidió que cambiáramos la posición, ahora quería montar mi pene y cabalgarlo. Lo cual hice recostándome sobre el suelo y dejando que ella se clavara mi pene a su gusto.
- Pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap… um, um, um, um, um, um, bebe… uy… que bueno estas… aa, aa, aa… así… móntame bien… nena… monta mi verga… umm!!... estas buenísima… quiero comerte toda… aja, aja… cómeme toda… cómeme… bebe… déjame la colita llena de leche…-decíamos-
- Quieres que te llene la colita de leche… quieres lechita… nena… no hay problema… no, no… estoy tomando pastillas bebe… aaa, aaa, aaa, aaa, así… uy que rico me clavo tu verga… ya quieres venirte… bebe… ya quieres llenarme de leche…no nena… dame más de tu raja… dame más… cógeme duro nena…-seguíamos diciendo…-
Ella me monto por un rato, hasta que le pedí que cambiáramos, ahora la coloque en posición de perrito, sobre el banco de pesas, ella se sujetó de la barra; la cual tenía discos de peso, así que no se movería al seguir con las penetraciones. La comencé a coger despacio para ir aumentando de apoco, era tanto el placer que sentía al penetrarla así, que la tome de los muslos y la levante quedando completamente en el aire; usando sus músculos abdominales y sus brazos logro sujetarse y afirmarse para gozar de todo el placer.
- Pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap… um, um, um, um, um, um, bebe… pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap… um, um, um, um, um, um, bebe… bebe… bebe… aaaaa!!... asi… asi… um, um… Pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap… um, um, um, um, um, um, que rico… me voy a venir de nuevo… espera… espera… déjame terminar contigo nena… no te vengas… ooo!!... aguanta… aaaa… aaa… aaa… aaa… dame… duro… cógeme duro… aaa… ya, a, a, a, a, a, a… ya…-gemíamos al unísono-
No tarde mucho en comenzar a sentir como mi pene se ponía aún más duro y sin dejar de penetrar a Sandra deje que mi semen le inundara la vagina.
- Aaaaaaaa!!.... uuuummmmm!!... bebe… que rico… siento como me llenas…. Aaaa!!... nena… nena… ummmm… que rico coges… no sé porque tu marido no se acaba todo esto… ummm!!... por pendejo… bebe… por eso…-decíamos-
Los la mezcla de fluidos más mi semen era una sensación increíble, lentamente la baje hasta que sus rodillas tocaron la parte acolchada del banco; los dos jadeábamos con rapidez y tratábamos de jalar todo el oxígeno posible. Después de unos minutos saque mi pene de su vagina y me derrumbe en el suelo. Ella se recostó sobre el banco de pesas y permanecimos ahí hasta que nuestros alientos volvieron. Los dos nos levantamos y nos dimos una ducha juntos, nadie se sintió arrepentido o avergonzado, tuvimos sexo una vez más en la ducha y al terminar nos vestimos y salimos del gimnasio.
Al día de hoy Sandra sigue casada, y está embarazada de su segundo hijo…
No hemos vuelto a tener sexo, pero sé que al día en que vuelva a disfrutar de su cuerpo llegara pronto… ya que las miradas e insinuaciones son cada vez más excitantes…
Fin…
0 comentarios - Fitness, Sudor y Sexo: Sandra…