¡Buenas noches, los saluda de nuevo Dorval Escritor, que disfruten el relato!
Corrían los tiempos del 2012, según recuerdo era un viernes, era de las primeras veces que tomaba la confianza de ir a fiestas de noche, sabiendo que llegaría al día siguiente a casa, apenas tenía cumplidos los 18 años, pero a decir verdad hasta antes de esta edad era muy tímido y siempre regresaba a casa rondando los 22-23h. Era el cumpleaños de una de mis mejores amigas y yo, acababa de finalizar una relación de la cual no quedé muy bien parado… digamos que sentía cierto rencor por la chica en cuestión, así que como buen mexicano, tomé una decisión con el clásico “a chingar a su madre” y decidí ir a la fiesta, no tenía planes, así que no tenía nada que perder y había algo que ganar… olvidar de momento lo que sentía. Bien, llegué al sitio en cuestión a eso de las 20h, habían empezado desde las 14h por lo que cuando arribé ya había bastantes personas sumamente ebrias y algunas otras grifas, decidí empezar algo tranquilo, saludando gente mientras llevaba mi botella de tequila, me encontré a varios de mis amigos de la preparatoria (a estas alturas estaba estudiando ingeniería civil en segundo semestre) y mi sorpresa fue que la mayoría de los que conocía y que estaban ahí eran conocidos compartidos con mi ex.
Seguí sin que esto me afectara y me encontré a un amigo muy leal y divertido, que me ofreció subir a quemar mota a la azotea, accedí y fui, mientras iba con mi tercer trago de tequila, con la incertidumbre de si “me cruzaría o no”, por fortuna no fue así, nos fumamos un porro por cada uno y empezaron las risas, ya no había más tequila así que seguí bebiendo un alcohol verde con sabor a menta. Al rato me encontré con una amiga muy cercana a mi ex, ojos miel, cabello rubio, labios rosas, delgada, nariz finita, con un toque de inteligencia bastante atractivo, por suerte, era más amiga mía que de ella, así que comenzamos a platicar, la conversación comenzaba a subir de tono, más porque ella me decía que me admiraba por cómo había terminado las cosas con su amiga, porque NADIE la había cortado así, siempre había sido ella la que terminaba con las relaciones.
Comenzó a abrazarme, a tocar mis brazos (por ese tiempo había comenzado a hacer ejercicio, aunque no se veían resultados en volumen, sólo en firmeza), me decía que me estaba poniendo “fuertecito” y de pronto comenzó a besarme el cuello, una de las zonas en las que soy más débil… comenzamos a besarnos hasta fundir nuestras lenguas en lo que parecía una batalla a muerte entre dos serpientes que intentan ahogar a su víctima, con movimientos fuertes, precisos, firmes y sabiendo lo que hacían, comencé a acariciar sus senos, aunque pequeños, eran firmes y sus pezones parecían estar dispuestos a perforar mis dedos si los tocaba directamente, inoportunamente llegó un inadaptado a interrumpir el momento, tuve ganas de matarlo, pues yo ya tenía una erección capaz de sacarle un ojo a Teresa de Calcuta. ¡Estábamos a punto de coger y nos interrumpe ese idiota! Bien, quiso platicar y detrás de él llegaron dos amigas mías buscándome, incluyendo a la del cumpleaños, querían celebrar conmigo en especial porque era de los primerizos en acudir a sus reuniones. Así que me llevaron a la planta baja para beber con ellas y seguir con el desmadre, dejé a Karen con el tipo ese y bajé con mis amigas.
Después de tomarme dos vasos de mezcal (lo único que quedaba) con mis amigas, regresé a la planta alta, donde estaba la chica que me había dejado con dolor de huevos hace unos minutos… custodiaban la puerta y no me dejaron pasar porque mi amiga estaba cogiendo con el ñoño ese… ¡Claro, la había dejado con un calentón por su culpa y ahora él se aprovechaba de ello y se la cogía!
Visto esto, me bajé a seguir bebiendo con mis amigos, resulta que terminamos jugando esos típicos juegos de borrachos que consisten en poner ebria a toda la banda en cuestión de minutos, y como sólo había mezcal (Ya ni refresco) se imaginarán como se puso la situación, después de unos fondos yo ya no podía ni caminar, me metí al baño y caí de bruces (menos mal que no estaba orinado como en algunas otras fiestas a las que he ido) salí y me encontré con otra amiga de mi ex, comenzamos a platicar, esta chica se llama Diana, y tiene unos muy hermosos pechos por cierto, siempre le gusté, igual que a la rubia de la parte anterior del relato, pero la que se vio lista fue mi ex, de las 3 fue la que consiguió tener algo conmigo, y no es que sea el típico guapo ligón, pero en ese grupo tenían una conexión especial con mi persona… se dio cuenta de que estaba demasiado ebrio (no podía ni sostenerme perfectamente) y vio la oportunidad, me besó y obviamente le correspondí, comenzamos al juego de lenguas pasional, sus labios mordían con suavidad los míos, pero con una precisión digna de cirujana, pronto me dio el calentón y empecé a acariciar sus firmes nalgas, la cargué y frotó su pelvis contra mi miembro a punto de romper el pantalón. Después de un rato de estar así, la bajé y comenzó a sobarme el pene a través de la ropa, me tomó de la mano y me llevó al baño de la planta baja (donde estaban todos mis conocidos y por tanto, se enteraron de la acción, mi amigo, con el que me puse grifo me dijo “no hay pedo carnal, yo te tiro esquina” y se quedó cuidando que nadie nos interrumpiera mientras estábamos en el acto.
Seguimos besándonos en un juego pasional mientras ella bajó la mano hasta mi miembro y comenzó a acariciarlo, mientras yo, haciendo lo propio abrí su pantalón y comencé a masajear su vulva dentro de su pantie, la cual estaba bastante húmeda, le quité la blusa y el brassiere y dejó a relucir sus hermosos senos, con los cuales se entretuvo mi boca un largo tiempo, rodeando sus pezones en círculos con mi lengua mientras con la izquierda apretaba suavemente y le daba masaje, ella por su parte me masturbaba, llegados a este punto, los dos estábamos bastante calientes, así que saqué un condón, me lo puse y comencé a introducir mi boa en su túnel, (aunque a decir verdad, boa es algo exagerado jaja, sólo me mide unos 16cm)
-Aaah
-¿Todo bien?
-Sí, sí ¡Sigue!
-Aaah, que bien te mueves, pareces experta ¡Dame clases!
-Cuando quieras alumno mío
Seguimos así hasta que decidí cambiar, me senté en el escusado, y ella se sentó sobre mí, cabalgando como una amazona, desempeñando a la perfección su papel, de arriba hacia adelante, de abajo a arriba, ¡Joder! ¡De haber sabido que follaba así no me habría ido con la amiga! La paré y se puso de espaldas a mí con las manos apoyadas en el lavabo, tomándola por la cintura comencé a embestirla con fuerza, notando como vibraba como en cámara lenta su trasero, ella por su parte, gritaba ¡Más, más, así, así! Por lo que aceleré mi ritmo, y en cuestión de segundos acabé, llené de semen todo el condón, ella se bajó, me lo quitó y siguió mamando mi juvenil poste, por lo que la erección no se redujo y dijo “probablemente no lo volvamos a hacer así que no desperdiciaré este día” y se lo volvió a meter en el templo de venus, yo extasiado sólo me dejé hacer, ella hacía todo el trabajo, muy bien por cierto, me sentía incapaz de frenarla y cuando después de unos minutos tuvo un orgasmo, acabé poco después que ella, nos vestimos, nos besamos de nuevo y salimos a disfrutar lo que quedaba del día con nuestros amigos (eran aprox. las 5 am.) cuando desperté ella ya se había ido, no supe en qué momento perdí la consciencia, pero mi amigo me contaba lo que había pasado con gran emoción, mientras que un exnovio de la chica con la que me divertí me veía con cara de odio extremo, eran las 9 am, tenía frío y seguimos bebiendo para no tener cruda, al poco tiempo limpiamos la casa y nos fuimos cada uno a nuestras viviendas, cabe destacar que llegué a la mía a eso de las 4p.m. y dormí unas 12 horas seguidas, hasta que me despertó el hambre y en Facebook todas las fotos que no denotaban para nada lo loco de la noche… sólo unos chavos compartiendo tragos y bailando.
Después me enteré que mi exnovia supo, pero eso ya será otra historia… tal vez les cuente qué pasó con ella. Hasta la próxima.
Corrían los tiempos del 2012, según recuerdo era un viernes, era de las primeras veces que tomaba la confianza de ir a fiestas de noche, sabiendo que llegaría al día siguiente a casa, apenas tenía cumplidos los 18 años, pero a decir verdad hasta antes de esta edad era muy tímido y siempre regresaba a casa rondando los 22-23h. Era el cumpleaños de una de mis mejores amigas y yo, acababa de finalizar una relación de la cual no quedé muy bien parado… digamos que sentía cierto rencor por la chica en cuestión, así que como buen mexicano, tomé una decisión con el clásico “a chingar a su madre” y decidí ir a la fiesta, no tenía planes, así que no tenía nada que perder y había algo que ganar… olvidar de momento lo que sentía. Bien, llegué al sitio en cuestión a eso de las 20h, habían empezado desde las 14h por lo que cuando arribé ya había bastantes personas sumamente ebrias y algunas otras grifas, decidí empezar algo tranquilo, saludando gente mientras llevaba mi botella de tequila, me encontré a varios de mis amigos de la preparatoria (a estas alturas estaba estudiando ingeniería civil en segundo semestre) y mi sorpresa fue que la mayoría de los que conocía y que estaban ahí eran conocidos compartidos con mi ex.
Seguí sin que esto me afectara y me encontré a un amigo muy leal y divertido, que me ofreció subir a quemar mota a la azotea, accedí y fui, mientras iba con mi tercer trago de tequila, con la incertidumbre de si “me cruzaría o no”, por fortuna no fue así, nos fumamos un porro por cada uno y empezaron las risas, ya no había más tequila así que seguí bebiendo un alcohol verde con sabor a menta. Al rato me encontré con una amiga muy cercana a mi ex, ojos miel, cabello rubio, labios rosas, delgada, nariz finita, con un toque de inteligencia bastante atractivo, por suerte, era más amiga mía que de ella, así que comenzamos a platicar, la conversación comenzaba a subir de tono, más porque ella me decía que me admiraba por cómo había terminado las cosas con su amiga, porque NADIE la había cortado así, siempre había sido ella la que terminaba con las relaciones.
Comenzó a abrazarme, a tocar mis brazos (por ese tiempo había comenzado a hacer ejercicio, aunque no se veían resultados en volumen, sólo en firmeza), me decía que me estaba poniendo “fuertecito” y de pronto comenzó a besarme el cuello, una de las zonas en las que soy más débil… comenzamos a besarnos hasta fundir nuestras lenguas en lo que parecía una batalla a muerte entre dos serpientes que intentan ahogar a su víctima, con movimientos fuertes, precisos, firmes y sabiendo lo que hacían, comencé a acariciar sus senos, aunque pequeños, eran firmes y sus pezones parecían estar dispuestos a perforar mis dedos si los tocaba directamente, inoportunamente llegó un inadaptado a interrumpir el momento, tuve ganas de matarlo, pues yo ya tenía una erección capaz de sacarle un ojo a Teresa de Calcuta. ¡Estábamos a punto de coger y nos interrumpe ese idiota! Bien, quiso platicar y detrás de él llegaron dos amigas mías buscándome, incluyendo a la del cumpleaños, querían celebrar conmigo en especial porque era de los primerizos en acudir a sus reuniones. Así que me llevaron a la planta baja para beber con ellas y seguir con el desmadre, dejé a Karen con el tipo ese y bajé con mis amigas.
Después de tomarme dos vasos de mezcal (lo único que quedaba) con mis amigas, regresé a la planta alta, donde estaba la chica que me había dejado con dolor de huevos hace unos minutos… custodiaban la puerta y no me dejaron pasar porque mi amiga estaba cogiendo con el ñoño ese… ¡Claro, la había dejado con un calentón por su culpa y ahora él se aprovechaba de ello y se la cogía!
Visto esto, me bajé a seguir bebiendo con mis amigos, resulta que terminamos jugando esos típicos juegos de borrachos que consisten en poner ebria a toda la banda en cuestión de minutos, y como sólo había mezcal (Ya ni refresco) se imaginarán como se puso la situación, después de unos fondos yo ya no podía ni caminar, me metí al baño y caí de bruces (menos mal que no estaba orinado como en algunas otras fiestas a las que he ido) salí y me encontré con otra amiga de mi ex, comenzamos a platicar, esta chica se llama Diana, y tiene unos muy hermosos pechos por cierto, siempre le gusté, igual que a la rubia de la parte anterior del relato, pero la que se vio lista fue mi ex, de las 3 fue la que consiguió tener algo conmigo, y no es que sea el típico guapo ligón, pero en ese grupo tenían una conexión especial con mi persona… se dio cuenta de que estaba demasiado ebrio (no podía ni sostenerme perfectamente) y vio la oportunidad, me besó y obviamente le correspondí, comenzamos al juego de lenguas pasional, sus labios mordían con suavidad los míos, pero con una precisión digna de cirujana, pronto me dio el calentón y empecé a acariciar sus firmes nalgas, la cargué y frotó su pelvis contra mi miembro a punto de romper el pantalón. Después de un rato de estar así, la bajé y comenzó a sobarme el pene a través de la ropa, me tomó de la mano y me llevó al baño de la planta baja (donde estaban todos mis conocidos y por tanto, se enteraron de la acción, mi amigo, con el que me puse grifo me dijo “no hay pedo carnal, yo te tiro esquina” y se quedó cuidando que nadie nos interrumpiera mientras estábamos en el acto.
Seguimos besándonos en un juego pasional mientras ella bajó la mano hasta mi miembro y comenzó a acariciarlo, mientras yo, haciendo lo propio abrí su pantalón y comencé a masajear su vulva dentro de su pantie, la cual estaba bastante húmeda, le quité la blusa y el brassiere y dejó a relucir sus hermosos senos, con los cuales se entretuvo mi boca un largo tiempo, rodeando sus pezones en círculos con mi lengua mientras con la izquierda apretaba suavemente y le daba masaje, ella por su parte me masturbaba, llegados a este punto, los dos estábamos bastante calientes, así que saqué un condón, me lo puse y comencé a introducir mi boa en su túnel, (aunque a decir verdad, boa es algo exagerado jaja, sólo me mide unos 16cm)
-Aaah
-¿Todo bien?
-Sí, sí ¡Sigue!
-Aaah, que bien te mueves, pareces experta ¡Dame clases!
-Cuando quieras alumno mío
Seguimos así hasta que decidí cambiar, me senté en el escusado, y ella se sentó sobre mí, cabalgando como una amazona, desempeñando a la perfección su papel, de arriba hacia adelante, de abajo a arriba, ¡Joder! ¡De haber sabido que follaba así no me habría ido con la amiga! La paré y se puso de espaldas a mí con las manos apoyadas en el lavabo, tomándola por la cintura comencé a embestirla con fuerza, notando como vibraba como en cámara lenta su trasero, ella por su parte, gritaba ¡Más, más, así, así! Por lo que aceleré mi ritmo, y en cuestión de segundos acabé, llené de semen todo el condón, ella se bajó, me lo quitó y siguió mamando mi juvenil poste, por lo que la erección no se redujo y dijo “probablemente no lo volvamos a hacer así que no desperdiciaré este día” y se lo volvió a meter en el templo de venus, yo extasiado sólo me dejé hacer, ella hacía todo el trabajo, muy bien por cierto, me sentía incapaz de frenarla y cuando después de unos minutos tuvo un orgasmo, acabé poco después que ella, nos vestimos, nos besamos de nuevo y salimos a disfrutar lo que quedaba del día con nuestros amigos (eran aprox. las 5 am.) cuando desperté ella ya se había ido, no supe en qué momento perdí la consciencia, pero mi amigo me contaba lo que había pasado con gran emoción, mientras que un exnovio de la chica con la que me divertí me veía con cara de odio extremo, eran las 9 am, tenía frío y seguimos bebiendo para no tener cruda, al poco tiempo limpiamos la casa y nos fuimos cada uno a nuestras viviendas, cabe destacar que llegué a la mía a eso de las 4p.m. y dormí unas 12 horas seguidas, hasta que me despertó el hambre y en Facebook todas las fotos que no denotaban para nada lo loco de la noche… sólo unos chavos compartiendo tragos y bailando.
Después me enteré que mi exnovia supo, pero eso ya será otra historia… tal vez les cuente qué pasó con ella. Hasta la próxima.
1 comentarios - No podía caminar pero...