ESTO ES UN RELATO FANTÁSTICO, PURA FICCIÓN, CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA COINCIDENCIA
.Esta historia se desarrolla en el área de Psiquiatría de en un hospital, de un país en vías de desarrollo (2º mundo).
El camillero Marcos por necesidades económicas y por no ser un buen estudiante ingreso a una muy temprana edad a trabajar a un pequeño hospital como camillero a la edad de 18 años. Como cualquier joven tuvo algunas relaciones de noviazgo durante su juventud, la mayoría fueron cortas y sin mucha importancia.
Ahora Marcos tiene 25 años y sigue siendo camillero, pero ahora en un hospital de Psiquiatría cubriendo turnos de 24 X 48. Le encanta estar de guardia en la noche, todo es tan tranquilo y silencioso.
Después de su ultima relación, una noche furioso, deprimido y sin coger por algunas semanas, se dio cuenta que estaba en una mina de oro, en una mina donde podría tener toda el placer que quisiera.
Una noche dando su recorrido por las habitaciones de los pacientes vio a una señora durmiendo de 49 años llamada Sara. Sara fue ingresada hace varios años, tuvo un accidente donde se golpeo la cabeza y sufrió daño cerebral.
Lo primero que pensó Marcos fue - Que mejor que una señora que ya está más cogida que una jovencita, ella no habla no me podrá delatar, y sera difícil detectar que la penetré.-
Marcos terminó su turno sin novedad, sólo planeando lo que seria su desflemada con aquella mujer, camino a casa pasó a comprar una caja de condones y un poco de lubricante.
Sus dos días de asueto pasaron muy tranquilos, comió con su madre, vio algunos amigos busco alguna nueva pareja, cosas vagas.
Y por fin llego el día de trabajo, llego como siempre, saludó algunos de sus compañeros, fue a las regaderas, se puso su uniforme de camillero y guardo sus demás pertenencias en su casillero, excepto los condones y el lubricante, esos los guardo muy bien en su pantalón.
El reloj marcó la 1 am y fue a dar su recorrido habitual, y vio a esa mujer, no era muy bonita y con pechos caídos, pero tenia un trasero divino, el corazón de Marcos latía fuertemente, sus piernas y manos le temblaban, pero eso no sería impedimento para continuar con su plan.
Se acerco a Sara y empezó a acariciar las piernas, le abrió la bata y empezó a jugar con sus tetas, las chupaba y mordisqueaba un poco, le bajo las bragas y le empezó a hacer un oral, la mujer despertó y levantó un poco la cabeza para ver que sucedía y él se acerco a su rostro y le habló, la calmó, bien sabía que esa mujer no entendía lo que estaba sucediendo, lo único que le preocupaba, es que fuera a gritar.
Para su suerte no grito, solo se acostó y se quedo mirando hacia al techo, Marcos saco su pene que ya lo tenia más firme que un asta y más caliente que un carbón al rojo vivo, tomó la mano de la Sara, le puso su pene en la mano, y se empezó a masturbar. Sara estaba inexpresiva, como siempre. Marcos tomó su pene y le empezó a restregar la punta en la cara de Sara, por todos lados, llegando a la boca le metió un poco la punta, hasta los dientes nada mas, no lo fuera a morder. Y ahí se siguió masturbando.
Después se puso el condón le abrió las piernas a Sara y se la empezó a meter poco a poco, aquella mujer empezó a respirar cada vez más rápido, y Marcos a su vez le metía y sacaba su pene lento pero constante. Una vez que sintió que Sara ya estaba mojada se la metía y sacaba cada vez más rápido y más fuerte.
Sara empezaba a gemir así que Marcos tomo la almohada y se la puso en la boca de Sara y le decía que se callara, pero como algo instintivo, algo natural en cualquier mujer, sin importar raza o condición medica, gemía y lo disfrutaba, Marcos también disfrutaba de aquella sensación que hace tiempo no deleitaba.
Marcos sacó su pene de la vagina y acostó boca abajo a Sara, ahora se la iba a meter por su colita, abrió la botella de lubricante y le dejo caer bastante en la cola, Marcos le empezó a meter poco a poco su pene, apenas le metió la punta y la sacó, cuando se dio cuenta que salio con mierda, olvidó ese detalle, así que le limpió el lubricante y la volvió a voltear. y se cambió de condón.
De nuevo se la empezó a follar por la vagina, muy duro y rápido, le acariciaba las piernas, las tetas. Estaba aprovechando al máximo su aventura.
Cuando sintió que se vendría, sacó el pene de la vagina, se quitó el condón y se acercó a la cara de Sara, le abrió la boca y se empezó a masturbar, Sara empezó a lamber la punta del pene con su lengua, pareciera que sabía lo que hacía, así que Marcos le metió el pene en la boca, sin temor a ser mordido y se corrió, a Sara se le lleno la boca de semen, se trago toda la leche de Marcos.
Marcos se vistió y vistió rápidamente a Sara y le dijo que se durmiera, Sara como niña buena obedeció y se acostó sin hacer ruido, pero con una gran sonrisa. Marcos tomo los dos condones y metió el que estaba con mierda dentro del otro, los amarró y los hecho a su pantalón igual que la botella de lubricante.
Marcos ya no terminó su recorrido, fue a su casillero a guardar los condones y el lubricante en su mochila y tomar unos dulces, como pretexto para ir al casillero, de ahí se fue a un sillón donde descansaba mientras no había novedades en el hospital. Se quedo profundamente dormido hasta que uno de sus compañero le desperto
Continuará...
2 comentarios - El Hospital del Placer (Parte 1)
Bien narrado, sobre todo por que en todo momento tiene detalles realistas que te hacen sentirlo como tal aun que por supuesto, y como bien marcas al principio, TODO ES FICCIÓN.
Saludos y queda pendiente la continuación.