Lucia...
Solía salir bastante en verano y este sería otro mas donde yo iba a salir fuera de casa, relajarme de la escuela y disfrutar la vida como debe de ser, y que mas que en las calurosas playas de México. A mis 22 años todo era sencillo para mi a pesar de los problemas que había solucionado recientemente.
Mis amigos no me acompañarían, ellos tenían planeado un viaje a la sierra a acampar y como a mi no me agrada de eso los rechacé (trío de homosexuales); al viajar solo supuse que sería un viaje tranquilo, sin molestias ni percances. Hasta que...
Mi tía lucia es una mujer muy pero muy normal, nada resaltaba en ella a simple vista, no era exuberante ni mucho menos llamativa, pero si la mirabas y contemplabas detenidamente era algo interesante y muy bella. Ella tiene una sonrisa hermosa que resalta al verla a los ojos y contemplar su piel blanca contrastando con su cabello castaño, unos pechos de tamaño regular pero que con un buen sostén logran ser muy aceptables a la vista, y yendo mas abajo, está una cintura muy bien formada, esas curvas son endemoniadas y llegando a sus caderas nos encontraremos con unas caderas que no son anchas pero resaltan por detrás gracias a un lindo trasero formado por un par de nalgas que si se califican con un 8 sería una calificación mas que perfecta; el platillo fuerte son sus piernas, que si bien no son largas hacen buen conjunto con lo antes descrito. En fin, su cuerpo no resaltaba gracias a su vestimenta, blusas largas y pantalones o aveces faldas que superan la rodilla e incluso llegan hasta el tobillo en raras ocasiones y para terminar unos lentes que son bonitos y que hacen que sumemos 20 años mas a sus grandiosos 38 años.
Yo tenía ya planeado el viaje, solo me faltaba el hospedaje y para bien de mi madre le pidió a mi tía lucia que me hospedara unos días en su casa en Vallarta playa que yo visitaría en esas vacaciones; al acceder puesto que era mas económico prepare mis maletas y partí hacía Vallarta.
VARIAS HORAS DE VIAJE DESPUÉS...
Al llegar a Vallarta y notificar a mi tía Lucia que ya había arribado decidí sentarme a que ella llegase para ir a tomar una ducha, no me aguantaba ni yo; pasaron los minutos y al ver a una señora que se acercaba a mi y me decía.
—¿Valentin? ¡ERES TU!
—Tía me da mucho gusto verla. ¡desde que era un niño no la veía!
Al terminar nuestra charla de apertura tomamos un taxi hasta su casa, fue un viaje un poco trágico pues me contó de su ruptura con su marido y de la perdida del bebé que esperaba... en fin, llegamos a su casa en un lugar no muy distante de la zona hotelera.
Ella me guío por los cuartos, me enseño el mio y desempaque rápidamente para comer lo que mi tía Lucia, que en el transcurso del viaje del taxi hacía su casa me pidió que la llamará Lucy había preparado para la ocasión.
—Que rica cena tía, muchas gracias.—Dije al terminar.
—Muchas gracias Vale, me llena de alegría que hayas quedado satisfizo por la comida.
—De nada tía, gracias a ti, si me permite iré a tomar una ducha que estoy un poco cansado y de ahí dormiré un poco.
—Esta bien hijo.—Termino con una sonrisa en su rostro.
VARIOS DÍAS DE PLATICA, CONOCIMIENTO MUTUO, RELAJACIÓN Y PERCANCES SIN IMPORTANCIA DESPUÉS...
Mi tía me avisó que saldría al mercado a comprar unas cosas para la comida, dijo que iba a tardar así que aproveche para hacer un poco de ejercicio en poca ropa puesto que el calor era infernal. Después de mi sesión me metí en seco a darme un baño que mas bien era un rápido duchazo; entre sin toalla y mi ropa la había dejado en mi cuarto puesto que no había nadie me anime a entrar sin licra al baño para taparme. Salí sin preocupaciones... hasta ese instante.
—¡Valentin! ponte algo hijo.—Dijo mi tía anonadada por verme sin ropa en la entrada del baño.
—¡Disculpe tía! no me había dado cuenta que estaba aquí, entre por que pensé que no llegaría ahorita. ¿Me podría pasar una toalla?—Dije sonrojado y un poco apenado tapándome mis partes.
—Hijito que no vuelva a pasar por favor, me diste un buen susto.
—No se asuste tía, es algo natural de los hombres.
—Yo lo sé, pero eres mi sobrino y es extraño verte de esa manera.
Algo en ese percance me encendió, fue mi exhibicionista escondido.
Paso la tarde sin ningún inconveniente para los dos, y paso la tarde y llegó la noche y mi morbo aumentaba de mas en mas, aun al imaginarme aquel momento me pongo de una manera muy extraña, quería que me volviera a ver desnudo, me gustaba, así que decidí usar un poco menos de ropa, solo un short y si era posible andar en boxers.
A día siguiente ya en la acción pretendida, mi tía me veía mucho mas, y mas mi pene, sentía que clavaba su mirada hacía mi pene, cosa que me excitaba. De poco a poco la confianza aumentaba con ella, confianza que llegaba a su punto a partir de lo que estaría por ocurrir.
Yo llegué de ir a caminar y a conocer un poco mas la ciudad, solo tenía 2 semanas mas de viaje; fui directo al patio y ella, mi tía estaba ahí, en brasier y un calzón de color negro con el que pude contemplar las formas, ella solo se tapo y me justifico que estaba lavando y que saliera, era su sobrino y no debía verla en paños menores.
—Disculpe tía, fue mi error no avisar,—Dije escondido detrás de la puerta hacia el patio.
—Esta bien hijo, ya voy para allá.
Mi excitación era tal que tenía una erección. No pude contenerme y me masturbé en el baño,
A la mañana siguiente mi tía me avisó que me bañara rápido para que tuviéramos tiempo, íbamos a ir a comprar cosas para hacer de comer.
—¿Y si nos duchamos juntos tía?
—¡Estas loco hijo!
—Vamos a ahorrar tiempo y agua.—Dijo mi lado caliente y ecologista
—¡NO! como crees que vamos a hacer eso.
—Vamos, ya me vio sin ropa, no es nada que temer, no pasara nada.
—Pero tu no me haz visto, a parte soy tu tía, ten un poco de respeto.
—Por favor, no perdamos tiempo, la dejare usar brasier y calzón.
—Mira, ya te dije que no!
Ella se acerco a la puerta, se quedo inmóvil unos segundos y retrocedió.
—Esta bien! pero rápido y si te pasas de listo vas a ver!
Mi alegría no cabía en mi, sentí una terrible emoción, me desvestí y corrí hacia el baño.
La espere, y al verla entrar con un brasier café y un calzón morado, se sujeto el cabello de una manera muy sensual y entro. Rápidamente clavo la mirada en mi pene y en mi cuerpo mojado.
—Esta rica el agua tía!
—Se nota!
Me quede impresionado con las formas, las curvas y su hermoso cuerpo, apenas había descubierto el gran tesoro dormido, ese tesoro escondido en una vestimenta que no dejaba ver ni a Dios.
—Que bien formado tienes el cuerpo, mas de una debe morirse por ti.—dijo mi tía en un tono picarón.
—(Mi tía me esta viendo con morbo.—Pensé) JAJA! gracias tía, yo digo que si JAJA!
Al enjabonarme sentí sus manos en mi cuerpo, bajaron por mi vientre hasta llegar a mi pene.
—Que grande esta
Me quede callado y vi la cara de mi tía, era un rostro diferente. Se despojo de su ropa dejándome ver sus pezones color café de unos pechos un poco caídos pero que eran bellos; dejo ver también su sexo, con vellos, no muchos, pero me provocaban excitación.
Ella comenzó a acariciarme el pene de arriba abajo y yo aun no comprendía que pasaba, solo sentía excitación.
—Hace mucho que no me como un pene, y que mejor que este tan grande.
Me recargo en la pared mojada del baño dejándome sin palabras.
—Me provocaba verte en boxers, me ponía caliente ver tu cuerpo y tu bulto que sobresalía tanto así que me masturbaba pensando en ti. Ahora te tengo, a ti y a tu gran pedazo de carne, me lo voy a tragar todo y lo que salga de el también. Me hacía falta algo así.
Salimos y yo aun sin palabras la tome por detrás de su cintura, la empuje a la cama quedando una hermosa perspectiva de sus nalgas abiertas dispuestas a tragarse mi pene.
—Hoy tía, sera mi puta, le haré todo lo que desee.
Y así fue...
Embestida tras embestida, estaba a punto de terminar, voltee a mi tía y...
—Trágate mi leche!
Solo ella tomo mi pene, lo introdujo en su boca y eyacule hasta quedar seco, fue una sensación increíble.
Ese fue el inicio de unas bellas vacaciones.
Solía salir bastante en verano y este sería otro mas donde yo iba a salir fuera de casa, relajarme de la escuela y disfrutar la vida como debe de ser, y que mas que en las calurosas playas de México. A mis 22 años todo era sencillo para mi a pesar de los problemas que había solucionado recientemente.
Mis amigos no me acompañarían, ellos tenían planeado un viaje a la sierra a acampar y como a mi no me agrada de eso los rechacé (trío de homosexuales); al viajar solo supuse que sería un viaje tranquilo, sin molestias ni percances. Hasta que...
Mi tía lucia es una mujer muy pero muy normal, nada resaltaba en ella a simple vista, no era exuberante ni mucho menos llamativa, pero si la mirabas y contemplabas detenidamente era algo interesante y muy bella. Ella tiene una sonrisa hermosa que resalta al verla a los ojos y contemplar su piel blanca contrastando con su cabello castaño, unos pechos de tamaño regular pero que con un buen sostén logran ser muy aceptables a la vista, y yendo mas abajo, está una cintura muy bien formada, esas curvas son endemoniadas y llegando a sus caderas nos encontraremos con unas caderas que no son anchas pero resaltan por detrás gracias a un lindo trasero formado por un par de nalgas que si se califican con un 8 sería una calificación mas que perfecta; el platillo fuerte son sus piernas, que si bien no son largas hacen buen conjunto con lo antes descrito. En fin, su cuerpo no resaltaba gracias a su vestimenta, blusas largas y pantalones o aveces faldas que superan la rodilla e incluso llegan hasta el tobillo en raras ocasiones y para terminar unos lentes que son bonitos y que hacen que sumemos 20 años mas a sus grandiosos 38 años.
Yo tenía ya planeado el viaje, solo me faltaba el hospedaje y para bien de mi madre le pidió a mi tía lucia que me hospedara unos días en su casa en Vallarta playa que yo visitaría en esas vacaciones; al acceder puesto que era mas económico prepare mis maletas y partí hacía Vallarta.
VARIAS HORAS DE VIAJE DESPUÉS...
Al llegar a Vallarta y notificar a mi tía Lucia que ya había arribado decidí sentarme a que ella llegase para ir a tomar una ducha, no me aguantaba ni yo; pasaron los minutos y al ver a una señora que se acercaba a mi y me decía.
—¿Valentin? ¡ERES TU!
—Tía me da mucho gusto verla. ¡desde que era un niño no la veía!
Al terminar nuestra charla de apertura tomamos un taxi hasta su casa, fue un viaje un poco trágico pues me contó de su ruptura con su marido y de la perdida del bebé que esperaba... en fin, llegamos a su casa en un lugar no muy distante de la zona hotelera.
Ella me guío por los cuartos, me enseño el mio y desempaque rápidamente para comer lo que mi tía Lucia, que en el transcurso del viaje del taxi hacía su casa me pidió que la llamará Lucy había preparado para la ocasión.
—Que rica cena tía, muchas gracias.—Dije al terminar.
—Muchas gracias Vale, me llena de alegría que hayas quedado satisfizo por la comida.
—De nada tía, gracias a ti, si me permite iré a tomar una ducha que estoy un poco cansado y de ahí dormiré un poco.
—Esta bien hijo.—Termino con una sonrisa en su rostro.
VARIOS DÍAS DE PLATICA, CONOCIMIENTO MUTUO, RELAJACIÓN Y PERCANCES SIN IMPORTANCIA DESPUÉS...
Mi tía me avisó que saldría al mercado a comprar unas cosas para la comida, dijo que iba a tardar así que aproveche para hacer un poco de ejercicio en poca ropa puesto que el calor era infernal. Después de mi sesión me metí en seco a darme un baño que mas bien era un rápido duchazo; entre sin toalla y mi ropa la había dejado en mi cuarto puesto que no había nadie me anime a entrar sin licra al baño para taparme. Salí sin preocupaciones... hasta ese instante.
—¡Valentin! ponte algo hijo.—Dijo mi tía anonadada por verme sin ropa en la entrada del baño.
—¡Disculpe tía! no me había dado cuenta que estaba aquí, entre por que pensé que no llegaría ahorita. ¿Me podría pasar una toalla?—Dije sonrojado y un poco apenado tapándome mis partes.
—Hijito que no vuelva a pasar por favor, me diste un buen susto.
—No se asuste tía, es algo natural de los hombres.
—Yo lo sé, pero eres mi sobrino y es extraño verte de esa manera.
Algo en ese percance me encendió, fue mi exhibicionista escondido.
Paso la tarde sin ningún inconveniente para los dos, y paso la tarde y llegó la noche y mi morbo aumentaba de mas en mas, aun al imaginarme aquel momento me pongo de una manera muy extraña, quería que me volviera a ver desnudo, me gustaba, así que decidí usar un poco menos de ropa, solo un short y si era posible andar en boxers.
A día siguiente ya en la acción pretendida, mi tía me veía mucho mas, y mas mi pene, sentía que clavaba su mirada hacía mi pene, cosa que me excitaba. De poco a poco la confianza aumentaba con ella, confianza que llegaba a su punto a partir de lo que estaría por ocurrir.
Yo llegué de ir a caminar y a conocer un poco mas la ciudad, solo tenía 2 semanas mas de viaje; fui directo al patio y ella, mi tía estaba ahí, en brasier y un calzón de color negro con el que pude contemplar las formas, ella solo se tapo y me justifico que estaba lavando y que saliera, era su sobrino y no debía verla en paños menores.
—Disculpe tía, fue mi error no avisar,—Dije escondido detrás de la puerta hacia el patio.
—Esta bien hijo, ya voy para allá.
Mi excitación era tal que tenía una erección. No pude contenerme y me masturbé en el baño,
A la mañana siguiente mi tía me avisó que me bañara rápido para que tuviéramos tiempo, íbamos a ir a comprar cosas para hacer de comer.
—¿Y si nos duchamos juntos tía?
—¡Estas loco hijo!
—Vamos a ahorrar tiempo y agua.—Dijo mi lado caliente y ecologista
—¡NO! como crees que vamos a hacer eso.
—Vamos, ya me vio sin ropa, no es nada que temer, no pasara nada.
—Pero tu no me haz visto, a parte soy tu tía, ten un poco de respeto.
—Por favor, no perdamos tiempo, la dejare usar brasier y calzón.
—Mira, ya te dije que no!
Ella se acerco a la puerta, se quedo inmóvil unos segundos y retrocedió.
—Esta bien! pero rápido y si te pasas de listo vas a ver!
Mi alegría no cabía en mi, sentí una terrible emoción, me desvestí y corrí hacia el baño.
La espere, y al verla entrar con un brasier café y un calzón morado, se sujeto el cabello de una manera muy sensual y entro. Rápidamente clavo la mirada en mi pene y en mi cuerpo mojado.
—Esta rica el agua tía!
—Se nota!
Me quede impresionado con las formas, las curvas y su hermoso cuerpo, apenas había descubierto el gran tesoro dormido, ese tesoro escondido en una vestimenta que no dejaba ver ni a Dios.
—Que bien formado tienes el cuerpo, mas de una debe morirse por ti.—dijo mi tía en un tono picarón.
—(Mi tía me esta viendo con morbo.—Pensé) JAJA! gracias tía, yo digo que si JAJA!
Al enjabonarme sentí sus manos en mi cuerpo, bajaron por mi vientre hasta llegar a mi pene.
—Que grande esta
Me quede callado y vi la cara de mi tía, era un rostro diferente. Se despojo de su ropa dejándome ver sus pezones color café de unos pechos un poco caídos pero que eran bellos; dejo ver también su sexo, con vellos, no muchos, pero me provocaban excitación.
Ella comenzó a acariciarme el pene de arriba abajo y yo aun no comprendía que pasaba, solo sentía excitación.
—Hace mucho que no me como un pene, y que mejor que este tan grande.
Me recargo en la pared mojada del baño dejándome sin palabras.
—Me provocaba verte en boxers, me ponía caliente ver tu cuerpo y tu bulto que sobresalía tanto así que me masturbaba pensando en ti. Ahora te tengo, a ti y a tu gran pedazo de carne, me lo voy a tragar todo y lo que salga de el también. Me hacía falta algo así.
Salimos y yo aun sin palabras la tome por detrás de su cintura, la empuje a la cama quedando una hermosa perspectiva de sus nalgas abiertas dispuestas a tragarse mi pene.
—Hoy tía, sera mi puta, le haré todo lo que desee.
Y así fue...
Embestida tras embestida, estaba a punto de terminar, voltee a mi tía y...
—Trágate mi leche!
Solo ella tomo mi pene, lo introdujo en su boca y eyacule hasta quedar seco, fue una sensación increíble.
Ese fue el inicio de unas bellas vacaciones.
1 comentarios - Vacaciones de infarto con mi tía Lucia