La importancia de la humillación en una relación Ama-esposo sumiso
Hola a todos, bueno hemos recibido varios PMs consultando sobre nuestra relación, la sumisión, humillación, etc.
Ante todo, volver a aclarar que ninguno de nosotros somos expertos ni estudiosos en la materia.
No somos si psicólogos, ni sexólogos ni nada que se le parezca. Como nos han preguntado varias veces por nuestros estudios o a que nos dedicamos, les cuento mi amada Mónica es licenciada en Administración de Empresas y hoy está a cargo de nuestra empresa textil, Darío, nuestro macho corneador, es Perito Mercantil, yo son Analista de Sistemas devenido a amo de casa.
Entre las preguntas nos llamó la atención alguien –no se identificó como mujer u hombre- consultando acerca de si el esposo sumiso y cornudo debía o no sentir placer y disfrutar de las diferentes situaciones de cornudez, sumisión o humillación.
La respuesta es que si, seguro, no tendría ningún sentido una relación Esposa Dominante-esposo sumiso, cornudo, si cualquiera de las partes sintiera displacer.
La diferencia radica en que le da placer a cada rol, a la Esposa Dominante, al Macho Corneador, o el sumiso y cornudo esposo.
El placer de la Esposa Dominante o HotWife como se suela llamar, parece a priori bien clara, ella se da la libertad de tener sexo con quien le apetezca, sin preocuparse en lo más mínimo de su cornudo esposo y del “qué dirán”, más aun, al dominar en todos los aspectos a su esposo sumiso, el la atiende como una reina, además el esposo normalmente se dedica a los quehaceres domésticos. Ella toma las riendas del hogar, decisiones económicas, lugares para vacacionar, compras, todo.
Por otro lado ella disfruta del placer que le da humillar y dominar a su esposo. Muchas Amas disfrutan y obtienen grandes dosis de placer en penetrar, vestir de sirvienta o con ropas de mujer, feminizar a su pareja, humillarlo en la intimidad, a veces frente a el o los machos corneadores y muchas veces frente a amigos íntimos o familiares.
El rol del macho corneador también parece claro prima facie: va a tener todo el sexo que quiera, cuanto más y más rudo mejor, sin otro compromiso que respetar por supuesto a la hembra que le toca servir. Adicionalmente le causará mucho morbo y dosis de placer el hecho de tener en la casa o habitación al sumiso esposo, haciendo de “telonero”, limpiando, lubricando o lo que Hembra y Macho decidan ordenarle. El nivel de intimidad entre el Macho Corneador y el esposo sumiso varia, entre que este último directamente no esté presente, hasta que le retire los condones, limpie con la lengua el culo o las tetas de la Hembra y quite su eyaculación, les practique sexo oral durante el coito, hasta hacerlo vestir de mujer, humillarlo, manosearlo o penetrarlo.
Cuando hay una clara relación de Dominación y sumisión, la Esposa es quien le dice al Macho Corneador, que puede y que no puede hacer con el sumiso esposo.
Este último sólo obedece ya que nada excede las reglas establecidas originalmente.
El placer del sumiso. El cornudo esposo, recibe grandes dosis de placer pasivo de una infinidad de eventos, hablo de placer pasivo y para dar un ejemplo, podemos citar a aquella persona que obtiene placer al ver o imaginar una situación erótica en presencia de terceros, ejemplo trabajo, en una situación así un hombre por ejemplo puede sentirse altamente excitado, tener una erección y hasta en ocasiones eyacular, sin tener ninguna actitud activa ni estimularse físicamente.
Muchos cornudos eyaculan como suele decirse “en seco”, sin recibir ni darse ninguna estimulación física, a veces el simple rozamiento de su pene con cualquier objeto (sabana, piso, pared) le produce la eyaculación. Muchos experimentan eyaculación con el pene semi erecto y algunos hasta con el pene flácido. Esto sucede porque el cornudo y sumiso siente y goza con el placer de su Ama Esposa, escuchando, viendo, imaginando.
Hay sumisos que eyaculan al practicar sexo oral a los amantes, al lamer el semen y los flujos de ellos, al sentir el olor de la ropa íntima, al ser orinado, al besar el calzado, al escuchar un relato por teléfono, al confirmar que alguien se “enteró” de su cornudez, y un largo etcétera.
Si la Esposa Dominante, decide feminizar al esposo, haciéndolo usar ropa femenina o comportarse como tal, muchos cornudos luego de una etapa de aprendizaje, gozaran y obtendrán placer si se los trata de manera vejatoria. Por ejemplo un esposo travestido como mujer, haciendo los quehaceres domésticos, si la Dominante Esposa o el Macho Corneador, lo tratan de puta o lo manosean, el sumiso puede llegar a excitarse de maneras que antes nunca había experimentado.
Hay que tener en cuenta, que en la mayoría de los casos, el cornudo y sumiso, no es, ni fue nunca un gran amante, y muchas veces hay una raíz bisexual en su carácter. Esta bisexualidad, por la realidad social quizás ha estado oculta o tapada o fingida durante años y al salir a la luz resulta como una explosión.
La realidad en estas relaciones es que todos Esposa, Macho y sumiso, obtienen placer en sus roles y cuanto más los afirmen, más placer recibe cada parte.
Finalmente nos preguntan que cosas o por donde empieza una esposa a ser dominante y un esposo sumiso. Bueno aquí una lista de ideas, hay miles más seguramente, por supuesto el orden no tiene que ver con prioridad.
Como recomendación a las parejas que quieran comenzar con estas prácticas, les podemos sugerir charlar mucho primero, empezar con pequeñas dosis (a veces los cuernos no es lo primero que se debe buscar) e ir incrementando
Bueno podemos mencionar,
Hacer que el esposo les pinte las uñas
Les elija la ropa y se las compre
Barra, lave, planche, o se haga cargo de los quehaceres domésticos.
Si la situación económica lo permita, que el sumiso abandone su trabajo y se dedique a dichos quehaceres.
Dar órdenes al sumiso y no pedir. Por ejemplo “prepara la comida” y no “podrías preparar la comida”
No permitir que el sumiso penetre a la esposa, si lo hace debería ser con un dildo o consolador y no con su miembro
El sumiso no debe masturbarse sin permiso
Vestir con ropa íntima de mujer al sumiso
Vestir de sirvienta al sumiso
Si el sumiso tiene vello corporal, obligarlo a mantenerse depilado en absolutamente todo su cuerpo, ideal también que se mantenga calvo.
Tener variedad de dildos o consoladores, ponerle nombres masculinos y usarlos con frecuencia.
Hablar frente a conocidos, amigos o familiares, acerca de hombres, en lo posible frente al sumiso. Mencionar “dotes” o contar anécdotas de novios o amantes anteriores.
La Esposa Domina debería salir sola por las noches con la frecuencia que desee
En el caso que se haya logrado comenzar una relación con un Macho Corneador:
Tratar de evitar la penetración del sumiso, también evitar dentro de las posibilidades la eyaculación.
El premio del sumiso debe ser al principio enterarse que fue cornudo, luego escuchar o espiar, luego ver de cerca, oler prendas íntimas, condones usados, etc.
Se le puede permitir al sumiso practicar sexo oral a la Domina siempre luego de su sesión de sexo, pero no penetrarla y obedecer todas sus instrucciones.
Cuando la relación Domina-Macho Corneador y sumiso, va evolucionando, hay ciertos actos que tienen un poder se sumisión/humillación y por ende un poder erótico sexual inmenso.
Enumeramos algunos, deben existir cientos más.
Permitir que el sumiso, practique sexo oral mientras los amantes tienen sexo
Ordenarle al sumiso que se dedique a tomar el miembro del Macho e introducirlo en la vagina de la Hembra
Orinar al sumiso. Obligar al sumiso a orinarse encima. Obligarlo a orinar sentado en el inodoro
Atar al sumiso, o hacerlo pasear como perrito, atarle un collar
Hacer que el cornudo agradezca el “servicio” del corneador.
Actuar con normalidad delante del cornudo, o sea Esposa y Macho, se pueden besar, tocar, manosear, inclusive fornicar, mientras el sumiso hace sus tareas sin chistar.
Dependiendo de los gustos y límites de cada quien, se puede castigan al sumiso con algún látigo, o mascara de cuero, mordazas, etc.
La comunicación entre la Domina y el sumiso, debe existir, máxime al principio y durante la evolución de la relación y evolución de los roles. Normalmente se puede comenzar con juegos donde tanto la Domina como el sumiso se comuniquen.
Por ejemplo la Domina podría preguntar: “te gusta cornudo que tu amada Esposa te vista de mujer?” o “No es cierto que el cornudo merece un castigo?” etc
El sumiso también puede ayudar a que su amada y Dominante Esposa descubra y explore nuevas formas de dominación por ejemplo podría decir “el cornudo quiere demostrar su devoción hacia usted mi amada Esposa vistiendo se de mujer” o “usando tacones” o “limpiando la casa” o “que mi Ama y Señora maneje nuestras finanzas” etc etc.
Bueno, los dejamos hasta la próxima, un beso y gracias por leernos!
Hola a todos, bueno hemos recibido varios PMs consultando sobre nuestra relación, la sumisión, humillación, etc.
Ante todo, volver a aclarar que ninguno de nosotros somos expertos ni estudiosos en la materia.
No somos si psicólogos, ni sexólogos ni nada que se le parezca. Como nos han preguntado varias veces por nuestros estudios o a que nos dedicamos, les cuento mi amada Mónica es licenciada en Administración de Empresas y hoy está a cargo de nuestra empresa textil, Darío, nuestro macho corneador, es Perito Mercantil, yo son Analista de Sistemas devenido a amo de casa.
Entre las preguntas nos llamó la atención alguien –no se identificó como mujer u hombre- consultando acerca de si el esposo sumiso y cornudo debía o no sentir placer y disfrutar de las diferentes situaciones de cornudez, sumisión o humillación.
La respuesta es que si, seguro, no tendría ningún sentido una relación Esposa Dominante-esposo sumiso, cornudo, si cualquiera de las partes sintiera displacer.
La diferencia radica en que le da placer a cada rol, a la Esposa Dominante, al Macho Corneador, o el sumiso y cornudo esposo.
El placer de la Esposa Dominante o HotWife como se suela llamar, parece a priori bien clara, ella se da la libertad de tener sexo con quien le apetezca, sin preocuparse en lo más mínimo de su cornudo esposo y del “qué dirán”, más aun, al dominar en todos los aspectos a su esposo sumiso, el la atiende como una reina, además el esposo normalmente se dedica a los quehaceres domésticos. Ella toma las riendas del hogar, decisiones económicas, lugares para vacacionar, compras, todo.
Por otro lado ella disfruta del placer que le da humillar y dominar a su esposo. Muchas Amas disfrutan y obtienen grandes dosis de placer en penetrar, vestir de sirvienta o con ropas de mujer, feminizar a su pareja, humillarlo en la intimidad, a veces frente a el o los machos corneadores y muchas veces frente a amigos íntimos o familiares.
El rol del macho corneador también parece claro prima facie: va a tener todo el sexo que quiera, cuanto más y más rudo mejor, sin otro compromiso que respetar por supuesto a la hembra que le toca servir. Adicionalmente le causará mucho morbo y dosis de placer el hecho de tener en la casa o habitación al sumiso esposo, haciendo de “telonero”, limpiando, lubricando o lo que Hembra y Macho decidan ordenarle. El nivel de intimidad entre el Macho Corneador y el esposo sumiso varia, entre que este último directamente no esté presente, hasta que le retire los condones, limpie con la lengua el culo o las tetas de la Hembra y quite su eyaculación, les practique sexo oral durante el coito, hasta hacerlo vestir de mujer, humillarlo, manosearlo o penetrarlo.
Cuando hay una clara relación de Dominación y sumisión, la Esposa es quien le dice al Macho Corneador, que puede y que no puede hacer con el sumiso esposo.
Este último sólo obedece ya que nada excede las reglas establecidas originalmente.
El placer del sumiso. El cornudo esposo, recibe grandes dosis de placer pasivo de una infinidad de eventos, hablo de placer pasivo y para dar un ejemplo, podemos citar a aquella persona que obtiene placer al ver o imaginar una situación erótica en presencia de terceros, ejemplo trabajo, en una situación así un hombre por ejemplo puede sentirse altamente excitado, tener una erección y hasta en ocasiones eyacular, sin tener ninguna actitud activa ni estimularse físicamente.
Muchos cornudos eyaculan como suele decirse “en seco”, sin recibir ni darse ninguna estimulación física, a veces el simple rozamiento de su pene con cualquier objeto (sabana, piso, pared) le produce la eyaculación. Muchos experimentan eyaculación con el pene semi erecto y algunos hasta con el pene flácido. Esto sucede porque el cornudo y sumiso siente y goza con el placer de su Ama Esposa, escuchando, viendo, imaginando.
Hay sumisos que eyaculan al practicar sexo oral a los amantes, al lamer el semen y los flujos de ellos, al sentir el olor de la ropa íntima, al ser orinado, al besar el calzado, al escuchar un relato por teléfono, al confirmar que alguien se “enteró” de su cornudez, y un largo etcétera.
Si la Esposa Dominante, decide feminizar al esposo, haciéndolo usar ropa femenina o comportarse como tal, muchos cornudos luego de una etapa de aprendizaje, gozaran y obtendrán placer si se los trata de manera vejatoria. Por ejemplo un esposo travestido como mujer, haciendo los quehaceres domésticos, si la Dominante Esposa o el Macho Corneador, lo tratan de puta o lo manosean, el sumiso puede llegar a excitarse de maneras que antes nunca había experimentado.
Hay que tener en cuenta, que en la mayoría de los casos, el cornudo y sumiso, no es, ni fue nunca un gran amante, y muchas veces hay una raíz bisexual en su carácter. Esta bisexualidad, por la realidad social quizás ha estado oculta o tapada o fingida durante años y al salir a la luz resulta como una explosión.
La realidad en estas relaciones es que todos Esposa, Macho y sumiso, obtienen placer en sus roles y cuanto más los afirmen, más placer recibe cada parte.
Finalmente nos preguntan que cosas o por donde empieza una esposa a ser dominante y un esposo sumiso. Bueno aquí una lista de ideas, hay miles más seguramente, por supuesto el orden no tiene que ver con prioridad.
Como recomendación a las parejas que quieran comenzar con estas prácticas, les podemos sugerir charlar mucho primero, empezar con pequeñas dosis (a veces los cuernos no es lo primero que se debe buscar) e ir incrementando
Bueno podemos mencionar,
Hacer que el esposo les pinte las uñas
Les elija la ropa y se las compre
Barra, lave, planche, o se haga cargo de los quehaceres domésticos.
Si la situación económica lo permita, que el sumiso abandone su trabajo y se dedique a dichos quehaceres.
Dar órdenes al sumiso y no pedir. Por ejemplo “prepara la comida” y no “podrías preparar la comida”
No permitir que el sumiso penetre a la esposa, si lo hace debería ser con un dildo o consolador y no con su miembro
El sumiso no debe masturbarse sin permiso
Vestir con ropa íntima de mujer al sumiso
Vestir de sirvienta al sumiso
Si el sumiso tiene vello corporal, obligarlo a mantenerse depilado en absolutamente todo su cuerpo, ideal también que se mantenga calvo.
Tener variedad de dildos o consoladores, ponerle nombres masculinos y usarlos con frecuencia.
Hablar frente a conocidos, amigos o familiares, acerca de hombres, en lo posible frente al sumiso. Mencionar “dotes” o contar anécdotas de novios o amantes anteriores.
La Esposa Domina debería salir sola por las noches con la frecuencia que desee
En el caso que se haya logrado comenzar una relación con un Macho Corneador:
Tratar de evitar la penetración del sumiso, también evitar dentro de las posibilidades la eyaculación.
El premio del sumiso debe ser al principio enterarse que fue cornudo, luego escuchar o espiar, luego ver de cerca, oler prendas íntimas, condones usados, etc.
Se le puede permitir al sumiso practicar sexo oral a la Domina siempre luego de su sesión de sexo, pero no penetrarla y obedecer todas sus instrucciones.
Cuando la relación Domina-Macho Corneador y sumiso, va evolucionando, hay ciertos actos que tienen un poder se sumisión/humillación y por ende un poder erótico sexual inmenso.
Enumeramos algunos, deben existir cientos más.
Permitir que el sumiso, practique sexo oral mientras los amantes tienen sexo
Ordenarle al sumiso que se dedique a tomar el miembro del Macho e introducirlo en la vagina de la Hembra
Orinar al sumiso. Obligar al sumiso a orinarse encima. Obligarlo a orinar sentado en el inodoro
Atar al sumiso, o hacerlo pasear como perrito, atarle un collar
Hacer que el cornudo agradezca el “servicio” del corneador.
Actuar con normalidad delante del cornudo, o sea Esposa y Macho, se pueden besar, tocar, manosear, inclusive fornicar, mientras el sumiso hace sus tareas sin chistar.
Dependiendo de los gustos y límites de cada quien, se puede castigan al sumiso con algún látigo, o mascara de cuero, mordazas, etc.
La comunicación entre la Domina y el sumiso, debe existir, máxime al principio y durante la evolución de la relación y evolución de los roles. Normalmente se puede comenzar con juegos donde tanto la Domina como el sumiso se comuniquen.
Por ejemplo la Domina podría preguntar: “te gusta cornudo que tu amada Esposa te vista de mujer?” o “No es cierto que el cornudo merece un castigo?” etc
El sumiso también puede ayudar a que su amada y Dominante Esposa descubra y explore nuevas formas de dominación por ejemplo podría decir “el cornudo quiere demostrar su devoción hacia usted mi amada Esposa vistiendo se de mujer” o “usando tacones” o “limpiando la casa” o “que mi Ama y Señora maneje nuestras finanzas” etc etc.
Bueno, los dejamos hasta la próxima, un beso y gracias por leernos!
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