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El día que mi hermano me hizo su mujer

Para los que les gusta les relatos de incesto, espero que les guste, y se mojen igual que yo, porque siempre que escribo mis relatos acabo hecha un mar de flujos je je.

PTD: este relato es de una amiga después subiré foticos de ella que esta bien rica att: NataliaMed-Col


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Cuando estaba pequeña, solía jugar con mi hermano, a todos los juegos típicos de nuestra edad.

Nuestros juegos siempre terminaban en riñas, más parecíamos perros y gatos y mi madre siempre acababa dándonos una tunda a ambos.

Mi hermano es seis años mayor que yo, y es solo hijo de mi padre, pero mi madre lo crió desde los 6 años como un hijo, aunque nunca la dejó que la llamara mami
Cuando mi hermano cumplió 14 años, se fue a la capital a vivir con su madre, y no lo volví a ver hasta hace poco.

Solía llamar a la casa muy de vez en cuando para saludar, y como tenía tantos años de no verme, me pidió que le enviara una foto mía y de mis otros dos hermanos.

Complaciendo los deseos de mi hermanito, le envié algunas fotos de la familia. A las semanas me llamó y me dijo que me veía muy bien y que estaba muy cambiada.
Yo simplemente lo tomé como un alago entre hermanos.

Pasaron los meses, cuando cumplí años, mi hermano me envío un mensaje al móvil dónde decía:

_¡Hola hermanita, feliz cumpleaños, que cumplas muchos más, sigue celebrando, y también sigue soltera!


Yo lo único que hice fue reír, pues la verdad lo tomé como una frase sarcástica y a la vez egoísta típica de hermanos. Hasta llegué a pensar: _ ¿qué rayos se cree este, ahora se viene a meter en mi vida privada?

Como no le contesté el mensaje, me llamó para saludarme, y yo con una risa sarcástica le dije:

_Ok ok, gracias hermano.

Él me dijo:

_Ay hermanita, en cualquier momento voy a visitarlos y nos vamos de fiesta tú y yo.

Le contesté:

_sí, está bien hermano, te espero.


Dicho y hecho, un día estaba en mi casa viendo la televisión. Ese fin de semana mi madre y hermanos habían salido de paseo de repente alguien tocó la puerta.
Abrí la puerta y para mi sorpresa al frente mío había un hombre alto, musculoso, de cabellera castaña, ¡Cielos!

_Esa cara es conocida, pensé.

_Esa mirada, esos ojos color miel, son tan familiares.
En ese momento, se acerca me da un beso en la mejilla, y me dice:

_ ¡Hola hermanita!

Era mi hermano, convertido en todo un hombre, y vaya ¡qué hombre! Era digno de un monumento.

Aquellas facciones tan perfectas, esa cabellera castaña, sus ojos color miel. Y ni se diga de su físico, un metro ochenta (un súper hombre y yo soy baja de estatura, mido como metro cincuenta) esos brazos musculosos.
Mis pensamientos fueron interrumpidos, por un abrazo tan fuerte y estrujante, que terminó por confirmarme las miles de cosas que estaban pasando por mi cabecita en ese instante tan glorioso.

_no me vas a saludar, estás muda. ¿Acaso no me vas a recibir? Me dijo.

Yo contesté:

_sí claro, ¡Hola Esteban! Casi no te reconozco, pero pasa, pasa y toma asiento.

Mi hermano tomó asiento en el sofá del salón de mi casa.
_Vaya hermanito, no me esperaba esta visita, y menos ver lo cambiado que estás.

Mi hermano tomó el control del televisor y comenzó a cambiar los canales, me miró con aquellos ojos color miel y me dijo:

_ ja ja, bueno hermanita, yo puedo decir lo mismo de ti, estás muy bella. Y bueno, te había prometido celebrar tú cumpleaños. Y una promesa es una promesa.

_Bueno Esteban, te ofrezco algo para tomar o comer, haz de estar sediento o no sé hambriento por el viaje. Estoy sola este fin de semana, mami y los chicos se fueron de paseo.

_Sí hermanita, prepárame algo de comer, nunca me has cocinado, así que inspírate.

_ ¡qué pillo! Le dije, ¡tampoco abuses eh!


Me levanté fui a la cocina, le preparé algo para comer.
Mi hermano se sentó en la mesa, yo me senté con él para acompañarlo.

Puse mis manos sobre mi cara, y lo miraba como boba. No podía creer que ese muñeco fuera mi hermano. De pronto los pensamientos hablaban en mí ¡Andrea contrólate, ya! Es tu hermano ¡Ay Dios, pero que boca tan carnosa, uy y esos brazos! ¡Este no es aquel mocoso con el que siempre peleaba!

Mi hermano, estaba tan concentrado comiendo, que nunca se percató de que lo observaba como el coyote al correcaminos. Y con las babas colgando de la boca, pero a la vez me daba mucha pena, porque ¡ES MI HERMANO!

Cuando mi hermano terminó de comer, se puso a conversar conmigo y a recordar nuestras épocas de infancia. Interrumpió la conversación:

_Bueno hermanita y dime qué quieres para tú cumpleaños. Tú pide, sí está a mi alcance con mucho gusto te complazco.

Ay madre mía, mi hermano no debía decirme eso, mi mente torcida estaba imaginando un sin número de cosas, que NO ERAN CORRECTAS.

_Bueno hermano, la verdad no se me ocurre nada, ¿por qué mejor no me sorprendes?

Creo que mi hermano, estaba esperando que yo le dijera algo así, porque de pronto sus ojos tomaron un brillo distinto y me dijo:

_ Estamos solos verdad y como tu hermano mayor te cuidaré, y bueno sí tú me permites, yo te mimaré, seré tú sirviente hoy. Te cocinaré, te arroparé te contaré cuentos, tú pide.

_comencé a reír, ay hermano que ocurrente eres, ya no somos niños.

_bueno hermanita eso está más que claro, mírate tu cabellera es tan larga y negra, tienes una figura espectacular. Ttú eres la que manda, dime ¿qué hacemos? ¿Quieres salir?

Yo la verdad no quería salir, quería quedarme con él en casita.

_ay no hermanito, mejor quedémonos en casa, veamos una peli.

_Ok hermana, tú mandas.

Nos pusimos a ver una peli, pero se me vino una idea a la mente.
Y le dije a mi hermano que me hiciera un masaje en los pies.

Mi hermano, muy obediente comenzó a masajearme los pies, comenzó por los dedos, luego por la planta del pie, los talones, los tobillos.

_dime hermanita, ¿tienes novio?

Yo le contesté:
_no hermano, hace 5 meses no tengo novio, ahora estoy en receso solitario ja ja.

_Bueno entonces, espero que mi deseo de cumpleaños se esté cumpliendo me dijo.

_cómo eres egoísta Esteban, le dije.

_Bueno hermanita, tú eres una chica lista, y muy linda. No resistiría verte con un patán cabeza hueca. Ya no existen chicos como yo, listos y guapos.

_que modesto eres hermano.

_bueno hermanita, agradece que me heredaras la belleza.
_ay hermano no inventes, a poco ves que soy linda.

Mírame ni me parezco a ti, soy de piel morena, y tú eres de piel blanca, eres alto y yo soy bajita somos como el agua y el aceite.

_Hermanita, eres linda y punto.

Se levantó y me dio un beso en la frente. Yo cerré los ojos y suspiré.

_ ¿qué te pasa hermanita?

_nada hermano le dije.

_no seas así Andrea, dime ¿qué pasa?

_pues hermano, que hoy que has entrado a mi puerta, me sorprendiste, eres como un sueño, y la verdad no debería pensar estas cosas. Eres mi hermano.

Mi hermano se levantó, me tomó de las manos y me miró por unos segundos, y luego me dijo:

_Promesas son promesas, la vamos a pasar bien hermana.

Me abrazó, me frotaba la espalda, yo sentía esas manos que recorrían mi espalda, y abandoné todo pensamiento de culpabilidad y le dije:

_Hermano, tomarías una ducha conmigo, como cuando éramos niños.

_Claro hermana, vamos.

Me tomó de la mano. Nos quitamos la ropa y nos metimos en la ducha.

Mi hermano tomó el jabón y comenzó a enjabonarme la espalda, bajaba hasta mis nalgas, luego hasta mis pantorrillas. Metía sus manos entre las piernas, sin tocar mi sexo y eso me estaba excitando muchísimo.

Yo me di la vuelta y me puse frente a él, le enjaboné el pecho, era tan musculoso.

Ambos nos metimos al agua y nos lavamos el jabón. Mi hermano me abrazó y me dio un beso muy tierno y cálido. Sentí desfallecer, mi hermano besaba muy bien, muy rico, muy sensual.. la verdad estamos envueltos en un ambiente muy erótico...

Nos abrazamos, estrechamos nuestros cuerpos, mis senos estaban duros y chocaban contra su pecho musculoso.

Bajé mi mano y le apreté las nalgas, y le di un beso tan largo y apasionado, que pude sentir como su miembro se comenzaba a endurecer entre mis piernas.

Mi hermano comenzó a descender, y comenzó a besar mis pechos, comenzó a jugar con mis pezones, yo lo agarraba de la cabeza.

Bajó por mi vientre, hasta el pubis. Ahí se detuvo, admiró mi sexo, y luego se agachó por en frente y comenzó a besarlo, sacó la punta de su lengua y comenzó a lamerlo todo y a mojarme mucho más que al inicio.

Que sensación, estaba en el paraíso. Yo movía mis caderas, adelante y atrás. Mi hermano me metía los dedos en la vagina y los movía con rapidez. No tarde mucho en tener un orgasmo glorioso. Tuve que sostenerme de la pared del baño, porque hasta las piernas me tambalearon. Y mi hermano saboreó mis jugos vaginales.

Salimos de la ducha, nos secamos con toallas. Fuimos a mi cuarto, le pedí que se sentara sobre el borde la cama.
Tomé una almohada, la puse en el suelo, me arrodillé frente a él y le di una gran lamida a su pene. Mi hermano se estremecía, pero me levantó del suelo y me dijo:

_Hermanita, hoy soy tu sirviente, no debes hacer esto por mí.

Me acostó sobre la cama, y comenzó a lamerme todo el cuerpo. Que sensación.

_Que rico sabor tienes hermana, es lo que me decía, todo tu cuerpo es delicioso.

Luego, se acostó y ofreció su cuerpo para mi placer. Yo me senté sobre su pene, y dejé que me penetrara, lo cabalgué, luego me hice hacia atrás sentada sobre la cama, y movíamos nuestras caderas.

_ahh que rico regalo de cumpleaños hermanito.

Mi hermano solo sonreía, y me tocaba los senos.

Luego cambiamos de postura, hicimos un 69 delicioso. No tardé mucho en sentir otro orgasmo

Hicimos una cantidad increíble de posturas, en cada embestida sentía olas y olas de placer.

Esa tarde mi hermano me hizo sentir una cantidad interminable de orgasmos, y vaya que tenía resistencia, porque aun mantenía su erección.

Me dijo:

_dime hermanita, ¿cómo quieres que termine?

_ay hermanito, dentro de mí, no te preocupes...

_está bien ricura, estás muy rica hermana, todo tu cuerpo me encanta, cuando vi tus fotos y te vi tan hermosa, me sentí celoso de todos los chicos que quisieran pretenderte, por eso vine hermana.

_ay hermanito, sí supieras todos los pensamientos que tuve, cuando te presentaste en mi puerta.

_Ven hermanita ponte de frente a mí, siéntate y rodéame con tus piernas la cintura.

Así lo hice, y comenzamos a movernos, aceleramos el ritmo, hasta que amos estallamos en un orgasmo profundo e intenso.

_Ay hermanito, que rico cojes le dije.

Luego ambos nos quedamos acostados en la cama, en posición de cuchara.

Mi hermano me besó la oreja.

_le dije, me encanta tú regalo de cumple, nunca lo olvidaré, en adelante quiero que ambos nos pertenezcamos

El me dijo:

_no olvides hermanita, promesas son promesas

7 comentarios - El día que mi hermano me hizo su mujer

Amorosoo_89 +1
exelente aporte ehhh ademas en hermano se llama esteban igual q yo 😃
carlito_45
Muy buen relato. Te he dejado unos puntitos. Mi wpp es 0059899856088; ya que me encantaría poder chatear con vos