Hola poringueros y poringueras. Este relato tiene la autorización de Laura T., mi amante.
A ella la conocí vía facebook, en un foro de un grupo de rock argentino. Le gustó un comentario mío, me lo respondió y al toque le mandé una solicitud. De eso a encamarme con ella pasó un par de semanas. Está casada con un boludo que la deja los fines de semana para irse a pescar con los amigos. La mina tiene 45 años, petisita, morocha, no es muy flaca pero tiene unas tetas hermosas y un culo que es un poema. Nos encontramos siempre en un pub de Retiro a la tarde y este finde pasado vino vestida para matar. Tenía un corset de cuero, pantalones de cuero, unos zapatos con tacos altísimos en los que hacía equilibrio, todo de negro.
No me aguanté ni un minuto más, pagué la cuenta y nos subimos al auto en dirección a un telo que nos gusta mucho. Para cuando entramos en la suite ya le venía manoseando el culo por ensima de su pantalón. Se quitó el pantalón y su culo pomposo quedó apenas cubierto por una mini tanga hilo dental negra. La agarré por detrás, le apoyé el bulto y empecé a recorrerle la nuca con mi lengua mientras le desabrochaba el corset y tomaba con mis manos sus pechos. Ella gemía suavemente, gustosa. Mi lengua siguió su recorrido hasta desembocar en su cola, la empujé levemente para que quede agachada y reciba mi lengua dentro de su conchita jugosa. Allí empezó a gemir con más fuerza mientras buscaba afirmarse de algún lado. Poco después se dio vuelta, me desabrochó el jeans, sacó mi verga grande y vigorosa, y la empezó a chupar con mucho esmero. Por el reflejo del espejo veo su pomposo culo y me dieron ganas de acariciarlo y meterle mis dedos dentro de su ano.
-Ay papito!!!! Metelos todos!!!! -me dice alentándome a que mis cinco grandes dedos entren todos y cada uno de ellos. Cuando ello ocurrió, gritaba alocada y se empezó a mover de modo tal que mi mano le daba todo el placer a ese hermoso culo.
A esa altura volaba de calentura, y luego de chuparme pija de nuevo con maestría le largo toda mi esperma calentita dentro de su boca. Ella, con un dedo, tomó un resto que corría por debajo de su boca y lo tomó gustosa.
Nos fuimos a la ducha escosesa, y allí la empujé nuevamente para que quede agachada y reciba por detrás mi pija que se recuperaba para entrar en actividad. Ella gritaba alocada, me tomaba con sus manos con firmeza hasta casi lastimarme. No quería que me apartara de ella ni por un instante. Quería disfrutar de mi pene de 20x6 en su interior, sentir el contacto de nuestras pieles, chupar mis dedos, disfrutar de estar con un hombre de 1,86 siendo que ella no superaba 1,60. Sus tetas se bamboleaban en forma pendular y su cadenita de oro golpeaba su pecho. Al rato mi esperma corría por sus pequeñas piernas.
Fuimos a la cama, la acomodé en posición perrita para que el bello culo de Laura reciba mi atención. Su ano estaba dilatado y recibió cada centímetro de carne adentro. Siempre lucía espléndida, su piel brillaba de transpiración y la luz se reflejaba en ella. Una traviesa gota de transpiración se dirigió hacia su ano que recibía mi pija, como queriendo sumarse a la fiesta. Con gritos acusó recibo de toda la fuerza con la que le daba. Al cabo de un rato la lleno hasta saturar su capacidad y nos dejamos caer, exhaustos.
Estuvimos toda la tarde, lo hicimos en varias posiciones, y antes de irnos me calenté al verla con su minitanga y sus zapatos con tacos. De un tirón le arranco su tanga y le empiezo a darle bomba a ese hermoso culo que me calienta. Ella, con dificultad por los tacos de sus zapatos, acepta gustosa que su macho la penetre y la llene de nuevo con mi lechita calentita.
A la salida agarramos el auto y pasamos por un shopping y le regalé otra mini tanga similar que me agradeció con un apasionado beso de lengua delante de la envidiosa vendedora.
Recorrimos el shopping tomados de la mano, ella hecha una gata enfundada en su atuendo de cuero. Caminando pasamos por el frente de un sex shop y nos miramos, cómplices.
Obviamente entramos para darle algún regalito más para que lo luzca para mi. Laura, te prometo más tarde con sesiones de buen sexo y atenderte de la manera que merecés, no como el idiota de tu marido. Porque vos sos mi puta.
A ella la conocí vía facebook, en un foro de un grupo de rock argentino. Le gustó un comentario mío, me lo respondió y al toque le mandé una solicitud. De eso a encamarme con ella pasó un par de semanas. Está casada con un boludo que la deja los fines de semana para irse a pescar con los amigos. La mina tiene 45 años, petisita, morocha, no es muy flaca pero tiene unas tetas hermosas y un culo que es un poema. Nos encontramos siempre en un pub de Retiro a la tarde y este finde pasado vino vestida para matar. Tenía un corset de cuero, pantalones de cuero, unos zapatos con tacos altísimos en los que hacía equilibrio, todo de negro.
No me aguanté ni un minuto más, pagué la cuenta y nos subimos al auto en dirección a un telo que nos gusta mucho. Para cuando entramos en la suite ya le venía manoseando el culo por ensima de su pantalón. Se quitó el pantalón y su culo pomposo quedó apenas cubierto por una mini tanga hilo dental negra. La agarré por detrás, le apoyé el bulto y empecé a recorrerle la nuca con mi lengua mientras le desabrochaba el corset y tomaba con mis manos sus pechos. Ella gemía suavemente, gustosa. Mi lengua siguió su recorrido hasta desembocar en su cola, la empujé levemente para que quede agachada y reciba mi lengua dentro de su conchita jugosa. Allí empezó a gemir con más fuerza mientras buscaba afirmarse de algún lado. Poco después se dio vuelta, me desabrochó el jeans, sacó mi verga grande y vigorosa, y la empezó a chupar con mucho esmero. Por el reflejo del espejo veo su pomposo culo y me dieron ganas de acariciarlo y meterle mis dedos dentro de su ano.
-Ay papito!!!! Metelos todos!!!! -me dice alentándome a que mis cinco grandes dedos entren todos y cada uno de ellos. Cuando ello ocurrió, gritaba alocada y se empezó a mover de modo tal que mi mano le daba todo el placer a ese hermoso culo.
A esa altura volaba de calentura, y luego de chuparme pija de nuevo con maestría le largo toda mi esperma calentita dentro de su boca. Ella, con un dedo, tomó un resto que corría por debajo de su boca y lo tomó gustosa.
Nos fuimos a la ducha escosesa, y allí la empujé nuevamente para que quede agachada y reciba por detrás mi pija que se recuperaba para entrar en actividad. Ella gritaba alocada, me tomaba con sus manos con firmeza hasta casi lastimarme. No quería que me apartara de ella ni por un instante. Quería disfrutar de mi pene de 20x6 en su interior, sentir el contacto de nuestras pieles, chupar mis dedos, disfrutar de estar con un hombre de 1,86 siendo que ella no superaba 1,60. Sus tetas se bamboleaban en forma pendular y su cadenita de oro golpeaba su pecho. Al rato mi esperma corría por sus pequeñas piernas.
Fuimos a la cama, la acomodé en posición perrita para que el bello culo de Laura reciba mi atención. Su ano estaba dilatado y recibió cada centímetro de carne adentro. Siempre lucía espléndida, su piel brillaba de transpiración y la luz se reflejaba en ella. Una traviesa gota de transpiración se dirigió hacia su ano que recibía mi pija, como queriendo sumarse a la fiesta. Con gritos acusó recibo de toda la fuerza con la que le daba. Al cabo de un rato la lleno hasta saturar su capacidad y nos dejamos caer, exhaustos.
Estuvimos toda la tarde, lo hicimos en varias posiciones, y antes de irnos me calenté al verla con su minitanga y sus zapatos con tacos. De un tirón le arranco su tanga y le empiezo a darle bomba a ese hermoso culo que me calienta. Ella, con dificultad por los tacos de sus zapatos, acepta gustosa que su macho la penetre y la llene de nuevo con mi lechita calentita.
A la salida agarramos el auto y pasamos por un shopping y le regalé otra mini tanga similar que me agradeció con un apasionado beso de lengua delante de la envidiosa vendedora.
Recorrimos el shopping tomados de la mano, ella hecha una gata enfundada en su atuendo de cuero. Caminando pasamos por el frente de un sex shop y nos miramos, cómplices.
Obviamente entramos para darle algún regalito más para que lo luzca para mi. Laura, te prometo más tarde con sesiones de buen sexo y atenderte de la manera que merecés, no como el idiota de tu marido. Porque vos sos mi puta.
2 comentarios - Laura vestida de cuero