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Mi madre hermosa mujer lactando 2

Mi madre hermosa mujer lactando 2



Quedé profundamente dormido junto a mi madre, ella seguía abrazada a mi cuando desperté vi la hora y eran las 6:50 am, como me moví ella se despertó, encendió la lamparita y me dijo: -¿que hora es cariño?-, -las 6:50 mamá-, - hoy es domingo, nos levantamos hasta que queramos-, -si mamá, ni desperté anoche para ir a mi cuarto-, -no cariño estabas muy cansado, pero dormiste aquí con tu madre-, -dormí muy a gusto contigo mamá-, -me alegra corazón, por otro lado siento mis pechos llenos otra vez, es un poco incomodo- al escuchar eso una excitación tremenda me vino, -entiendo, ¿puedo tomar mamá?-, -¿en que quedamos corazón?-, -en que podría beberla a diario y así también ayudarte a no sentirte tan llena-, -¿entonces?, no quiero que vuelvas a preguntar cariño, solamente dime cuando quieras hacerlo o yo te diré cuando me sienta muy llena ¿de acuerdo?-, -de acuerdo mamá así lo haremos-, -bueno corazón, ahora te daré tu leche, acomódate-, mi madre sacó su enorme seno izquierdo lo tomé y empecé a chupar suavemente su pezón, la abracé y ella hizo lo mismo también, con su mano izquierda me acariciaba mi mejilla y mi cabello, era un momento muy intimo también por momentos me besaba mi frente, estaba extremadamente cachondo, así terminé con toda la leche de su seno izquierdo, mi madre sacó el derecho y rápidamente lo empecé a chupar, al hacerlo cerraba los ojos disfrutando del momento pues el disfrutar esa deliciosa leche y los enormes y suaves senos de mi madre era una sensación increíble, abría la boca lo más que podía para tratar de meter lo más posible su seno, pero era muy grande, lo cual me causaba una mayor excitación pues ver esas enormes tetotas frente a mi completamente desnudas me volvía completamente loco y me causaba una emoción muy fuerte.

Después de unos excitantes minutos terminé con toda la leche de su seno derecho y ella se los guardó, le dije: -te adoro mamá eres muy cariñosa-, -también te adoro corazón, eres mi máxima adoración-, me abrazó y yo hice lo mismo también con mis brazos, quedamos muy juntos y quedó mi cara en su cuello, ella me acariciaba la espalda con su delicada mano, me sentía tan bien que instintivamente y al tener su cuello tan cerca empecé a darle pequeños besos a lo largo de su cuello, mi madre siguió acariciando mi espalda, sus manos eran suaves, tersas, delicadas, en eso sin dejar de abrazarme con su mano izquierda empezó a acariciar mi cara, su mano era delicada y lo hacía con una ternura muy especial, también empecé a hacer lo mismo con mi mano derecha, ella me sonrió nos acariciábamos mutuamente la cara, como estábamos muy cerca nos veíamos directo a los ojos, veía su hermoso color verde muy claro, le besé su mejilla y seguí acariciando su cara, -que hermoso momento es este hijo mío, mi corazón, una intimidad muy bella-, entonces ella acercó sus labios y besó delicadamente mi rostro en varios puntos, mis mejillas, mis ojos, mi frente, mi sien y mi nariz, nos acercamos aun más sin dejar de abrazarnos hasta pegar nuestras 2 frentes, nos veíamos a los ojos ella me sonreía y acariciaba mi cara, sentir sus manos era algo delicioso, me separé un poco y la volví a acariciar en su hermosa cara, lo hacía suave y despacio, con mis dedos acaricié su sensual boca y ella empezó a besar mi mano yo empecé a besar su mejilla derecha, siguió besando mi mano hasta que de pronto me vio a los ojos, me sonrió, le sonreí también, me acerqué aun más y dejó de besar mi mano, no pude más y besé superficialmente su boca, retiré mi boca rápido, pero ella me volvió a dar un beso, la besé, solo eran besos de piquito, estuvimos con esos besos unos minutos, aunque poco a poco empezamos a abrir nuestras bocas y empecé a chupar sus labios, ella también lo hizo, poco a poco se hizo un beso en la boca, nos estábamos besando, la abracé más fuerte y continúe besándola, ninguno de los 2 habló, su boca sabía agradable, ella besaba estupendamente, sabía como usar sus labios, disfruté ese momento tan especial, nos dejamos de besar y nos quedamos abrazados en completo silencio y al poco tiempo nos volvimos a dormir.

Desperté rato después, al abrir los ojos vi que mi madre me veía con mucha ternura, estaba a mi lado con su cabeza apoyada en su mano derecha, al ver que abrí los ojos me sonrió, diciendo: -buenos días corazón, te quedaste profundamente dormido, desperté hace rato pero no te quise despertar, ándale vamos a preparar el desayuno y después salimos un rato-, -buenos días mamá, dormí muy rico a tu lado, pero sobretodo con tu afecto y tus hermosos mimos y besos-, -gracias hijo, me alegra que mi afecto te agrade -, -si mamá me encanta que seas tan cariñosa, aunque es un poco raro un beso en la boca entre madre e hijo, pero fue muy hermoso-, -claro hijo, siento que fue el momento estábamos muy cerca y así se dio este beso que me pareció hermoso pues fue un beso y un beso es una demostración de afecto y amor yo te amo eres mi hijo y un amor se muestra de diferentes formas-, -si mamá pienso igual, aunque ¿crees que podamos seguir besándonos así más ocasiones?-, -pues al menos en publico no pues pueden pensar mal, pero ahora que lo pienso nosotros podemos demostrarnos cariño y afecto como nos nazca, mira, si te nace hacerlo hagámoslo, bésame como te nazca, un beso no tiene nada de malo, así ninguna caricia es mala, al contrario es una muestra de amor y donde hay amor no hay nada malo-, -claro mamá te entiendo muy bien y pienso como tu, te voy a besar cuando me nazca hacerlo, como ahora-, la tomé de la barbilla y la besé en la boca, mientras la besaba la abracé -te adoro mamá eres lo mejor-, -yo también te adoro hijo, eres mi orgullo-, la seguí besando un poco más hasta que nos levantamos.

Aquel fue un gran día, mi madre aceptaba que nos besáramos pues lo consideraba una muestra más de cariño, estaba yo muy feliz con esa situación, en la tarde cuando terminamos de comer fuimos a reposar a las hamacas, al sentarme yo en una mi madre se sentó conmigo junto aprovechando que estas eran amplias, nos acomodamos en la hamaca y nos abrazamos, sentir el calor del cuerpo de mi madre hizo que me excitara, además que vestía una blusa escotada y tenía una buena panorámica de sus tetas, me acomodé y recordando lo que hablamos en la mañana empecé a besarla suavemente, deseaba saborear su deliciosa boca, ella me correspondió también fue un beso prolongado, después estuvimos platicando de varios temas ahí acurrucados en la hamaca, aunque a ratos nos besábamos interrumpiendo nuestra platica, al besarla mi madre me acariciaba mis mejillas suavemente con ambas manos, hasta que empezó a oscurecer y decidimos meternos a la casa. Dentro mi madre preparó para cenar unas tortas y licuado, cenamos amenamente, al terminar me dijo que sentía sus pechos muy llenos, -cariño siento mis pechos muy llenos, creo que es momento de tomar tu leche anda vamos a mi recamara-, al escuchar esas palabras el corazón me empezaba a palpitar fuertemente y empecé a sudar de la excitación, subimos a su recamara, me pidió esperarla mientras se cambiaba, se puso un camisón y un short como pijama, se veía muy sexy lo cual aumento mi deseo.

Me recosté en la cama, mi madre se colocó a mi lado izquierdo y mientras nos mirábamos empezó a desabotonarse el camisón y descubrió sus enormes pechos, dada la confianza que habíamos empezado a tener le dije sin rodeo alguno: -tienes unos pechos hermosos mamá, son grandes y muy estéticos-, -gracias cariño trato de cuidarme lo más que puedo, pero dime en total confianza ¿te gustan mis pechos?-, -bueno, pues si, claro que me gustan, son muy bellos, de hecho me gustaría tocarlos un poco-, -mmmmmm bueno pues anda ven acércate más y acarícialos un poco, anda no tengas pena, te he dicho que las caricias no son malas-, aquellas palabras me sonaron fascinantes a mi, por fin tendría las enormes y hermosas tetas de mi madre en mis manos. Mi madre se levantó un poco, se sentó en la cama, yo también me incorporé acercándome a ella empecé a acariciar su seno izquierdo con los nudillos de mi mano, poco a poco abrí mis manos y los empecé a tocar completamente, estaba nervioso pero a la vez con una excitación tremenda, con mis yemas sentía su suavidad y la tersura de su piel, mi madre me miraba y a ratos me sonreía, la suavidad de sus tetas era deliciosa, pesaban por la leche contenida en ellos, eran enormes no me cabían en mi mano, tenía un manjar en mis manos. Por un momento tuve los 2 en mis manos, los apretaba un poco y salía un poco de leche unas gotas, era un momento sumamente erótico y especial.

Fueron alrededor de 15 minutos acariciando con mis manos los enormes senos de mi madre, cuando dejé de hacerlo me acerqué y empecé a chupar su pezón tomando el seno con mi mano y apretando un poco para que saliera más leche, estaba hambriento de la leche de mi madre succionaba más rápido, acabé pronto con la leche de su seno izquierdo en eso mi madre se recostó y lo hice también para estar más cómodo y chupar más placenteramente. Mientras chupaba su otro seno con mi mano tocaba el otro, con mis dedos acariciaba su pezón, mientras mi madre acariciaba mi cabello, sentía muchísimo placer, tenía una erección bastante dura, me concentraba en saborear esa deliciosa leche, no tardé mucho en terminar con la leche de su seno, al hacerlo seguí acariciando sus senos con mis manos, después de un rato mi madre me dijo: -veo que disfrutas mucho este momento, cariño, también lo disfruto mucho, esta intimidad es algo mágico solo de nosotros dos-, le sonreí y empecé a besarla en la boca, un beso largo cuando apartamos nuestras bocas mi madre me acarició mi cara y dijo: -vamos a dormir ya ¿que te parece que durmamos juntos abrazados-, -claro mamá, es muy rico dormir así-, mi madre apagó la luz y nos metimos entre las cobijas completamente abrazados, al poco tiempo nos dormimos.

Al día siguiente nos despertamos a las 6 pues era Lunes y ella debía ir a trabajar y yo a la escuela, nos bañamos y arreglamos rápido, mi madre se vistió con una falda negra de satín muy ajustada, una blusa de olanes blanca algo escotada, su cabello recogido y zapatillas de tacón alto que tanto me excitaban, se veía muy elegante y sensual ella preparó algo rápido de desayunar, salimos y me dejó en la escuela en la camioneta como siempre y ella se fue al trabajo, en la escuela no dejaba de pensar en mi madre y en sus deliciosos senos, me distraje en varias
clases por esta razón, al salir de la escuela y yendo rumbo a casa eran las 2:45 pm, recibí un mensaje de mi madre: “buenas tardes mi vida, ven a recogerme a la oficina a las 5, y de aquí te invito a comer al restaurante que quieras, besos" me agradó mucho la idea, fui a casa a dejar mis cosas de la escuela y salí cerca de 4:30, pues las oficinas de la empresa estaban a media hora de la casa, en el camino, se me ocurrió comprar rosas para mi madre ya que eran sus flores favoritas, pasé a una florería y compré un ramo de diferentes colores de rosas, muy colorido por la variedad de colores. Al llegar a la empresa entré al edificio, subí hasta la oficina de mi madre que ocupaba la gerencia de dicha empresa llegué y saludé a Jimena la secretaria de mi madre, una chica de 24 años muy guapa, morena y con un culo de infarto, ella ya me conocía pues muchas veces iba a recoger a mi madre al trabajo, me dijo: -hola, tu mami está en la oficina pasa-, -gracias Jimena, buenas tardes-, eran las 5:04 pm, estaba a la hora acordada.

Entré y mi madre revisaba unos papeles, -hola corazón, ah pero que hermosas rosas, que belleza de colores, muchas gracias cariño-, -de nada mamá me gusta verte sonreír, quería darte algo bello y que te guste- después de decir esto le di el ramo, ella se levantó y me abrazó al acercarnos exclamó: -auch me apretaste un poco mis pechos, los tengo bastante llenos y algo sensibles me siento incomoda-, -bueno pues lo voy a arreglar, sentémonos en el sillón-, -¿aquí quieres que te amamante amor?-, -si mamá tengo muchas ganas de tomar de tu leche y quiero ayudarte a que no te sientas incomoda ni abultada en tus pechos-, -está bien cariño pero cierra bien la puerta-, me levanté y cerré bien, mi madre me sonrió y empezó a desabotonar su blusa mi excitación iba en aumento, traía un brassier muy sexy negro y blanco de encaje, mi madre lo desabrochó y lo hizo a un lado, inmediatamente mis manos tomaron sus tetas y las sobé unos minutos, para después meterías en mi boca, estaba muy cachondo que mi madre se dolió por las fuertes chupadas que daba, bajé mi intensidad, las saboreaba más despacio, mi madre me acariciaba la nuca, al acabar la leche cambié de seno pero seguí acariciando el otro con mi mano, succionaba toda su sabrosa leche, y disfrutaba de la suavidad de esas hermosas tetas, su tamaño, firmeza, y belleza me provocaban una excitación tremenda.

Al terminar con toda su leche, no me importó y seguí chupando un poco más quería seguirlo haciendo cuando escuché a mi madre decir: -hijo aunque no te lo había dicho pero me gusta mucho darte pecho, no sé si esté mal decirlo pero siento placer, un placer natural de la estimulación y caricias en los senos que son zonas muy erógenas, no sé que pienses-, -bueno mamá no sabía que te gustara tanto, también yo siento mucho placer incluso tengo erecciones de ese placer que siento espero que no te enojes con esto que te digo-, -no hijo no me enojo, pues hasta cierto punto es natural tu excitación y la mía, ante todo somos un hombre y una mujer que sienten, no somos de palo, si nos estimulamos es lógico sentir placer pero como te dije las caricias no son malas, no es malo lo que hacemos no dañamos a nadie son nuestras caricias-, -en eso tienes razón mamá, son nuestras, me encantaría que lo siguiéramos haciendo si tu quieres claro-, -mira hijo mi corazón si sentimos placer y nos gusta no veo porque no seguir acariciándonos, lo veo como una forma más de expresar nuestros sentimientos, me gustaría seguir acariciándonos tu que dices-, -me encantaría sin duda y pues como te has dado cuenta mamá tu me excitas mucho, eres muy hermosa y sensual, me encanta acariciarte y lo quiero seguir haciendo-, -claro que me he dado cuenta, mira cariño, aunque somos madre e hijo no veo malo que tengamos esa intimidad, a mi también me agradan tus caricias, si nos gusta y nos da placer ¿porque no hacerlo? no dañamos a nadie, es una forma más de convivir-, -mamá que razón tienes, pero entonces ¿tu y yo podríamos tener sexo, te gustaría hacerlo?-, -pues claro que podríamos, es una forma más de convivir y expresar nuestro amor y cariño, no le veo lo malo, son caricias corporales y ya-, -mamá tus palabras me hacen muy feliz, tengo tantas ganas de estar contigo tu me encantas-, al terminar de decir esto le di un beso en la boca muy largo ella me correspondió.

Al despegar nuestras bocas nos acariciamos la cara, viéndonos a los ojos, era un momento sumamente íntimo, hasta que mi madre dijo: -mi amor vámonos ya, vamos a comer como te dije, ¿que restaurante quieres que vayamos?-, -mamá no quisiera dejar de acariciarte, pero si tengo mucha hambre, vámonos a donde sea, solamente que te guste-, -bueno hijo te llevaré a uno cercano está a unas cuadras donde se come espléndido-, mi madre se volvió a colocar su brassier, su blusa y también su saco, se volvió a pintar sus labios, tomó el ramo que compré, su bolsa y salimos de su oficina, al caminar mi madre yo miraba sus nalgotas, enfundadas en esa falda se veían increíbles, pronto serian mías en el restaurante comimos muy rico, convivimos muy agradable, mi madre era una mujer muy amena, el platicar con ella lo disfrutaba mucho, su buen humor era su sello distintivo me entendía siempre y aprendía de ella, nunca discutíamos, ella no lo permitía. Acabamos de comer y salimos del restaurante todos los hombres se quedaban perplejos de la belleza de mi madre, me sentía orgulloso de tener una madre así: tan bella, tan sensual, tan inteligente, tan amena y por tener ese cuerpo tan infartante. Llegamos a casa a las 8:00 pm, hice mi tarea lo más rápido posible, mi madre estaba en su habitación, cuando terminé mi tarea subí con ella, ella estaba recostada vestía una bata delgada y ceñida color crema, veía la T.V. al verme la apagó, se levantó y sonriendo abrió su bata mostrando sus hermosos pechos, rebosantes -ven cariño necesito tu boca en mis pechos-, rápido llegué a ella y tomé su pezón izquierdo con mi boca, ella me dirigió a la cama, me recosté y ella de lado, tocaba sus senos mientras mi boca tomaba su leche.

La suavidad y textura de sus senos me volvía loco, le dije -mamá no me gustaría que dejes de lactar, hacer esto para mi es una experiencia maravillosa y única, la disfruto mucho-, -si hijo, bueno mientras tu no dejas de estimular mis senos no dejaré de producir leche-, -los estimularé siempre para poder saborear tu exquisita leche-, seguí chupando y chupando, mi madre gemía un poco sentía placer al succionar su leche y chupar su pezón. Al terminar su leche seguí acariciando sus senos, mi madre destapó la cama y nos metimos en las cobijas, ahí seguí chupando a mi completo antojo pues tener esas preciosas tetas tan cerca causaba adicción e invitaba a volverse loco de placer, al poco rato nos abrazamos y nos besamos en la boca, un beso largo yo disfrutaba el sabor de su aliento, después nos dispusimos a dormir abrazados y muy juntos.

Continuara…

2 comentarios - Mi madre hermosa mujer lactando 2

Masbien_Loquita
COMO ME CALENTO ESTE RELATO, MUY BUEN APORTEEE 🤤 QUIERO LEER EL PROXIMO CAPITULOO♥ VAN MIS ULTIMOS PUNTITOSS