Su nombre era Melisa y en la familia le desian melli. Era la menor de 4 hermanos, tenia 15 años, linda, sensual, femenina, delicada. Estructurada y conservadora por haber crecido en una familia muy religiosa. Era virgen a su edad las hormonas la hacían pensar todo el tiempo en como seria coger, que un hombre la agarre de los brazos la ponga contra la pared, le abrara las piernas con los pies y la penetre asta el fondo de su vagina, . Pero ella se lo pasaba de la casa a la iglesia o a la escuela. Sus compañeritas de escuela charlaban en intimidad de chicas como era un pene duro o que sabor tiene o como era que acaben dentro suyo. En la iglesia era una jovencita ejemplar estudiaba ayudaba en las tareas de la casa cuidaba a su sobrino no falta a las reuniones de la iglesia salía a la calle a recorrer el barrio casa por casa ablando de Jehova su dios. Tenia serios problemas para descargar tanta presión hormonal y conbinarla con su entorno social y su vida ejemplar. Hasta que un dia sintió que alguien de su familia la podía ayudar, el que menos se imaginaba; su sobrino de 4 años Marquitos. Un dia su hermana le pidió que cuidara al chiquitin por un par de horas como era costumbre ya que era la única que lograba calmar al pequeño. Ella acepto ya que era abnegada y voluntariosa aunque tuviera miles de tareas. Se quedarían solos toda la tarde y mas ya que su hermana se aprovechaba y volvia a cualquier hora. Era verano y hacia mucho calor y Meli se vistió con un mini short que era casi como un culote y una colaless para que la tela no tocara directamente su vajina ya que le picaba todo el tiempo y un top de esos que tienen tiritas que dejan descubiertos los hombros. Como estaban solos desidio sacarse el corpiño porque le molestaba le quedaba chico, en poco tiempo sus tetas habían cresido por demás 85 cm y sentia que no dejaban de crecer eran duras y bien paradas le daban vergüenza porque todos los tipos la miraban y le desian cosas encima era imposible ocultarlas por que sus pezones se marcaban de nada en cualquier tela. Ese dia su sobrinito estaba insoportable por el calor, no paraba de molestar y como el sol estaba muy fuerte no podían salir al patio. solo quedaba mirar dibujitos hasta que bajara el sol. Entoces ella desidio mojarle la cabeza en la cosina, el no se quedaba quieto, se dio vuelta y ella empeso a peinarlo haciéndole morisquetas para que el sonriera y en el momento menos esperado ella se levanto para secar un poco la mesada dejadole inconsientemente sus pechos sobre la cara, marquitos apretó esas tetas hermosas como si fueran dos bombitas de agua bien infladas, ella se aparto rápidamente pero sus corazón latia a mil, el chiquitin se reia si saber el placer que le había provocado a su tia. A Meli le encanto que la tocaran aunque sabia que estaba mal. Volvieron al living y siguieron viendo dibujitos. Ella no dejaba de pensar en como era y lo rico que se sentia que le apretan las tetas. Sintio que le picaba la concha y como su sobrino estaba de espalda a ella, se toco y descubrió que estaba toda mojada. No aguantaba mas quiso ir a masturbarse como era de costumbre a la habitación pero su sobrino hiso un berrinche porque no quería quedarse solo mirando tele y la única forma que Meli encontró para calmarlo fue arrodillarse frente a el y hacerle morisquetas, el se rio, en ese momento ella aprovecho la ocasión para divertirse mutuamente con su sobrino, se levanto levemente a propósito para buscar cualquier cosa el pequeño le amaso las tetas y en esta oportunidad ella se quedo un segundo mas para disfrutar el momento y se corrió simulando sorpresa su sobrino se reia a carcajadas ella volvió a buscar cualquier cosa y el volvió a estrujarle las tetas ella disfrutaba de aquel jueguito. Meli lo levanto en brazos y se sentaron en el sillón Marquitos le toco con un dedo un pezón ella sonrrio y le pregunto si le gustaba y el chiquitin asintió con la cabeza entonces ella levanto los brazos para que marquitos la tocara como quisiera el pequeño no dudo en apretarle y amasarle las tetas a su tia hasta que empeso a tironear de la remerita para descubrir aquellos bellos globos. Meli pensó que todo estaba llendose de las manos pero no se aguntaba la calentura...... continuara.
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