Antes de continuar con los relatos, quiero aclarar que hago esto porque me pareció excitante compartir mis pocas o muchas experiencias sexuales y a petición de mi sobrino, si me creen o no, importa muy poco… solo hago esto como hobbie…y reitero mis disculpas si existen faltas de ortografía, ya que escribo esto cuando todos duermen y a veces se me va el dedo… mmm literal…
El siguiente viernes mi sobrino no llego a casa ya que tuvo guardia nocturna, el día sábado mis hijas y yo nos levantamos a eso de las 9:00 a.m. preparamos el desayuno y justo cuando nos sentábamos a la mesa el timbre sonó; por lo que mi hija Ximena salió a ver quién era.
Unos segundos después Ximena entro abrazada a su primo, sonriendo me miro. Por un momento sentí como la lujuria recorría mi cuerpo entero, los dos entraron hasta la cocina lugar en el que estábamos todas, con una gran sonrisa en sus labios mi sobrino dijo.
- Chicas… buenos días…
- Anda a dejar tu mochila, amor… y baja a desayunar…-respondí al tiempo en que sus labios se posaban en mi mejilla-
Fabio subió a su habitación y unos minutos después bajo a desayunar. Estando sentados a la mesa mi hija Connie, pregunto a mi sobrino.
- Primo!!... a poco vas a regresar a trabajar?...
- No Connie, como trabaje toda la noche me dieron el día…-respondió Fabio-
- Quieres venir con nosotras, vamos a turistear en Tepoz… con unas amigas… que dices?-dijo mi hija Montse-
- Gracias prima pero, la verdad estoy un poco cansado… si no les molesta prefiero quedarme a dormir-dijo mi sobrino bostezando-
Justo cuando terminábamos de desayunar, el timbre volvió a sonar; ahora se trataba de las amigas de Montse mi hija mayor, quienes pasaban a buscarlas. Fabio, las chicas y yo nos quedamos en la cocina, mientras que mis hijas subieron a bañarse y cambiarse; note como una de las chicas de nombre Lucia, no dejaba de mirar a mi sobrino. Lo analizaba de cabeza a pies, sabía que lo desnudo en su mente y sus ojos mostraban el deseo que le despertaba.
Aquello lejos de molestarme comenzó a excitarme demasiado, mi sobrino casi a punto del desmayo; se despidió de las chicas sin ni siquiera notar como lo miraba Lucia, me dio un suave beso en la mejilla y dijo.
- Tía voy a dormir un rato… te veo en unas horas…
Fabio salió de la cocina y de inmediato las chicas exclamaron.
- Que sobrinito tan guapo tiene… lucia casi se lo come con los ojos…-decían riendo a carcajadas-
- Jajaja… niñas… contrólense… pero si es muy guapo mi sobrino…-respondí-
Después de unos minutos mis hijas bajaron listas para el paseo, todas se despidieron de mí y salieron de la casa. El silencio invadió por completo la casa, regrese a la cocina para levantar los platos y lavarlos, hice un poco de aseo en la casa; subí a darme una ducha y Salí a realizar las compras para la semana, dejando a mí sobrino descansar. Regrese a casa unas horas después, al entrar a casa escuche ruido en el cuarto de lavado; deje las bolsas del supermercado en la mesa y en voz alta dije.
- Fabio, corazón… dónde estás?...
- Aquí tía… lavando mi ropa…-respondió-
Me detuve justo en la puerta del cuarto de lavandería y mirando a mi sobrino solo cubierto por unas bermudas color beige, dije.
- Amor, porque no me dejas tu ropa para lavártela?....
- No, tía… ya es mucho abuso… además que dificultad hay en meter la ropa en la máquina, ponerle jabón y oprimir un botón…-respondió sonriendo-
Mis ojos admiraban su espalda desnuda, la cual era la de un hombre que se ejercitaba; sus formadas y apetitosas nalgas se levantaban debajo de los pantaloncillos cortos. Comencé a excitarme muy rápido, muy despacio Fabio giro para quedar de frente a mí.
- Que pasa tía?... te gusta lo que ves?... – dijo mi sobrino mirándome fijamente-
Al instante mi vagina comenzó a humedecerse, con voz firme respondí.
- Claro que me gusta mi niño… a quien no le gustaría?...
Fabio sonrió pícaramente, mientras caminaba hacia mí. Mi corazón se aceleraba con cada paso que daba mi sobrino y mi vagina comenzaba a mojarse aún más. Justo cuando paso junto a mí, dijo susurrando.
- Pues no lo tomas porque ni quieres tía….
Cosa que provoco que mi mano palmeara su trasero, al mismo tiempo que mi boca pronunciaba lo siguiente.
- Aah!!... muy bien, así que quieres jugar con la tía?...
- Aja… tu no quieres jugar con tu niño?... tía?... –dijo mi sobrino regresando y tomándome de la cintura-
- Entremos… porque aquí nos pueden ver… amor…-respondí ya fuera de mi-
Entramos a la casa por la puerta de la cocina, mi intención era salir de la casa e ir a un hotel a las afueras de la ciudad, pero sin darme tiempo de nada y escuchando la puerta cerrarse detrás nuestro Fabio me tomo de la cintura colocándome con las manos recargadas sobre la mesa del desayunador, su miembro aun flácido se restregó en mis nalgas cubiertas por unos pantalones de lino color blanco, sus manos rápidamente tomaron mis senos; amasándolos con suavidad.
- Amor… aquí no!!... las niñas pueden regresar en cualquier momento…-dije con voz suave debido al placer que provocaba su miembro y manos-
Fabio se detuvo y pregunto.
- Quieres ir a un hotel o algo así, tía?...
- Aja… precisamente amor…-respondí, mientras lo miraba a los ojos-
Rápidamente subió a ponerse algo de ropa y bajo unos minutos después, salimos al garaje y con voz firme y masculina dijo.
- No!!... vamos en mi auto… tía… alguien podría reconocer tu camioneta…
Los dos subimos a su bien conservado auto Volkswagen modelo 1968, tomando camino hacia las afueras de la ciudad, durante el viaje recordé que mi esposo en ese entonces novio Rogelio tenía un auto igual, no tan conservado pero si del mismo año. Ese pensamiento me provoco un poco de ansiedad ya que durante muchos años nadie me había tocado, mucho menos penetrado.
Las manos me sudaban y no podía evitar mostrarme nerviosa, al notarlo mi sobrino dijo.
- Tía te sientes bien?... o no estas segura de esto?...
- No amor… sé que quiero hacerlo pero es solo que desde que tu tío murió, nadie me ha tocado y pues… estoy nerviosa… es todo…-respondí-
- Prométeme un cosa amor, que nunca me obligaras a hacer cosas que no quiera… o me chantajearas con algo como esto….-dije con voz temblorosa-
Fabio sonrió, respondiendo.
- Por su puesto que no… no tienes de que preocuparte tía… seré como tú me pidas que sea… nadie sabrá que tú y yo estuvimos juntos…
Aquellas palabras me tranquilizaron un poco, unos minutos después mire un gran letrero que decía Auto hotel, Cable, Jacuzzi.
- Ahí… amor… se ve limpio el lugar…-dije señalando el motel-
Mi sobrino viro el auto e ingreso en el auto hotel, un joven con una franela nos indicó el camino hasta una habitación marcada con el numero 102; Fabio aparco el auto y bajo a finiquitar el monto de la habitación, una vez que todo estuvo listo el joven corrió la cortina a rayas y se marchó.
Mi sobrino abrió mi puerta, ofreciéndome la mano para salir. Lo tome de la mano y juntos entramos al que sería nuestro espacio sexual por ese día.
Me senté en la orilla de la cama y mire a mi sobrino despojarse de la chamarra dejándola en un pequeño sillón.
- Bien tía… como quieres hacerlo?...-pregunto Fabio poniéndose de rodillas frente a mí-
Como quieres hacerlo?... la pregunta del millón, por unos segundos medite sobre aquel cuestionamiento y respondí.
- Trátame suavemente amor… déjame con ganas de más…
Lentamente me recosté sobre la cama separando un poco las piernas, mi sobrino acepto la invitación que mi pubis le hacía, tomo el botón de mi pantalón lo desabrocho; lento y suave lo bajo hasta sacármelo dejando mis piernas denudas y mi vagina solo cubierta por una panty color azul claro.
Sus manos se paseaban a lo largo de mis muslos, mientras que yo cerraba los ojos y comenzaba a disfrutar del placer que sentía. De pronto sentí como sus labios besaron mi pubis por encima del panty; lo que provoco que un gemido suave escapara de mi boca.
- Uuuuh!!... amor… me había olvidado de esta sensación… sigue corazón…-dije llena de placer-
Sus labios besaban todo mi pubis, mientras que sus dedos hábiles tomaban mi panty bajándolo despacio; una vez que mi panty cayó al suelo sus labios recorrieron todas mis piernas mientras que sus manos acariciaban mi vagina ya desnuda.
- Uuh!!... aaah!!... si amor… así… despacio…-decía gimiendo-
- Te gusta despacio tía?... lo hare despacio…-respondió mi sobrino-
Su dedo pulgar comenzó a amasar mi clítoris despacio y suavemente, mientras que su lengua recorría mi vagina y por momentos se hundía en ella. Mis gemidos se hacían más sonoros, mientras que mis manos tomaban a mi sobrino por los cabellos hundiendo su rostro entero en mi sexo empapado.
- Mmm!!... uuh!!... uuhh!!... amor así… así… mmm!!... aaah!!... cómeme, cómeme…-gemía sonoramente-
Mi sobrino literalmente me devoraba la vagina, usando sus dedos, lengua y labios, el sexo oral comenzó a ser más frenético provocando que los gemidos y chupetazos fueran completamente sonoros. No paso mucho tiempo antes de que aquella sensación de inundación llegara a mi vagina, por lo que gimiendo le avise a mi sobrino.
- Umm!!... amor… voy a terminar… voy a terminar… aaah!!... ya no aguanto más… uuh!!...
Fabio dejo de lamer mi sexo y solo frotaba mi clítoris haciéndome terminar con un gran chorro de fluido, el cual salpico su mano y brazo.
- Uyy!!... tía… que rico…uuuyy!!... termina… termina… -decía mi sobrino al ver como mis fluidos mojaban su mano-
Tome su mano y detuve la placentera masturbación mi clítoris, jadeante y casi sin aliento hice que mi sobrino se acostara sobre mí y suavemente lo bese por unos minutos, como agradeciéndole aquel orgasmo oral y manual. En cuanto los efectos del orgasmo habían pasado le pedí a mi sobrino que se desnudara, ya que hasta ese momento la única que tenía una parte del cuerpo denudo era yo. Mientras él se despojaba de su ropa yo me termine de quitar lo que me faltaba, unos minutos después los dos estábamos completamente desnudos.
Me tome mi tiempo para admirar su cuerpo, yendo de arriba hacia abajo; su cuerpo delgado pero bien formado, con pectorales poco abultados pero muy masculinos, un abdomen muy marcado.
Su pene se encontraba en un estado semi flácido, junto a un par de testículos cubiertos de vello púbico. Sus piernas delgadas y largas parecían las de una escultura. Lentamente me coloque de rodillas sobre la cama, tomando su pene con mi mano y comenzándolo a masturbar.
- Mi niño, me vas a perdonar pero nunca he sido buena en el arte del sexo oral…-dije mirándolo a los ojos-
- No hay problema tía… -respondió acariciando mi mejilla-
Y era la verdad durante todos mis años de matrimonio nunca logre darle un buen sexo oral a mi esposo, ya que siempre terminaba por lastimarlo al usar demasiado los dientes.
Pocos jalones hicieron falta para que el miembro de mi sobrino se mostrara en todo su esplendor, al tenerlo en mi mano note que en verdad era grande y suficientemente grueso, aproximadamente 16 o 17 centímetros de largo y unos 4 o 5 centímetros de ancho.
- Amor, mira en el cajón a ver si hay un preservativo…-dije sin dejar de masturbarlo-
Fabio abrió el pequeño cajón del buro y del interior saco un condón, al abrió y saco del envoltorio.
- Déjame ponérmelo tía…-dijo mi sobrino-
- No!!... amor. Yo lo hago… dámelo…-respondí-
Suavemente coloque aquella cubierta de látex a lo largo del falo de mi sobrino, al tiempo que seguía con la masturbación.
- Tía… que ricos jalones das… mmm!!...-decía Fabio-
- Te gusta amor… te prometo que voy a aprender cómo hacerlo oralmente. –dije –
Todo estaba listo, así que mire a mi sobrino a los ojos y dije.
- Como quieres empezar amor?...
- Como tú quieras tía… tu mandas...-respondió dejándome la iniciativa-
- Ok, entonces déjame montarte, si?...-dije mientras me ponía de pie sobre la cama-
Fabio, se recostó sobre la cama. Lentamente me coloque encima y tome su pene con la mano derecha dirigiéndolo hacia mi canal vaginal, al llegar a aquel hueco deje que mis caderas bajaran un poco insertando la cabeza del falo de mi sobrino.
- Ouu!!... tía, estas buenísima… -dijo mi sobrino al sentir que su falo me penetraba-
- Tu igual amor… tu pene esta durísimo justo como me gusta…-respondí dejando que mi vagina dejara entrar un poco más del miembro de Fabio-
- Mmm!!... mmm!!... uuh!!... corazón, que rico estas…-gemía mientras dejaba que mi sexo se acostumbrara al invitado-
Fabio me sostenía con una de sus manos en la cadera, mientras que la otra se aferraba a uno de mis senos. Muy despacio seguí bajando hasta que su miembro se perdió dentro de mi sexo, mis manos se apoyaban en su pecho duro y firme; en un momento comencé a subir y bajar con cadencia. El pene de Fabio se clavaba hasta lo más profundo de mi vagina y mis nalgas rebotaban con sus muslos.
- Pap, pap, pap, pap, pap… tiaa!!... umm!!... así eres increíble… te gusta amor… que gusta la conejita de tu tía?.... mmm!!... a mí me encanta tu pene… corazón!!... muévete más tiaaa!!...-gemíamos llenos de placer y deseo-
Durante algunos minutos los sentones siguieron con ritmo y velocidad baja, para después detenerme por completo sobre el delicioso miembro de mi sobrino y moviendo mí cadera de atrás hacia adelante; arrancaba grandes gemidos de sus labios.
- Ummm!!... ooouu!!... aaah!!... mas… más muévete más tía… aah!!... –gemía mi sobrino mientras arqueaba la espalda y me hundía a un más su falo-
Aquella sensación era indescriptible, ni en mis mejores sesiones sexuales con antiguos novios o mi esposo; había experimentado tal cantidad de placer.
- Mi niño, mi niñooo!!... así, justo así… ooooo!!... uuuh!!... te gusta así?... amor, aja, aja… me encantas tía… no quiero dejar de cogerte nunca…-decíamos los dos-
Los movimientos de cadera y sentones siguieron por espacio de unos minutos, las manos de mi sobrino se alternaban subiendo y bajando tomando mis senos y nalgas, dejando suaves caricias y ligeros besos en mis pezones.
En un momento sus manos me tomaron con firmeza de las caderas y con un suave empujón que hundió su pene hasta lo más recóndito de mi vagina me dio vuelta, dejándome recostada sobre la cama; mis piernas rápidamente lo abrazaron por las nalgas y ahora quien tenía el control de las penetraciones era él.
- Ouu!!... aa, aa, aa, aa, aa, aa, uh, uh, uh, uh, así… así sigue así amor… ah, ah, aha, cógete la conejita de tu tía… hazla que se moje de nuevo… aaah!!... te quieres venir tía?... te doy más duro o sigo así…-pregunto mi sobrino mientras mis gemidos ya eran casi gritos de placer-
- Aja, dame un poquito más duro amor… pero no tanto… pa, pa, pa, pa, pa, pa…-se escuchaba mientras me penetraba mi sobrino ahora con mayor intensidad-
- Pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa… ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, dios, dios, dios, que rico… aa, aa, aa, aa, aa, um, um, um, um, um, uh, uh, uh, que rica esta tía… no sabes cuantas veces soñé con este momento…-dijo Fabio entre gemidos de los dos-
No paso mucho tiempo y debido a las ricas penetraciones que mi sobrino me brindaba mi sexo se dispuso a explotar de nuevo.
- Amor, amor… ya… voy a terminar… ah, ah, ah… -dije casi gritando-
Fabio me hundió su miembro hasta lo más profundo de mi sexo, por un momento sentí como sus testículos golpearon mis nalgas y deje que mis líquidos se derramaran de nuevo, al sentir aquello mi sobrino saco su pene por completo de mi vagina y tomándolo con su mano comenzó a masajear mi clítoris, lo que provoco que mis cuerpo se tensara de pies a cabeza y la explosión se prolongara por unos segundos.
- Ooh!!... dios, dios…. Aaah!!... papito…. Aahh!!... que ricoooo!!...-gemía gritando-
Mi cuerpo entero se estremecía y temblaba producto del enorme orgasmo que me había provocado mi niño adorado, Fabio seguía masajeando mi clítoris con su pene mientras que su boca se encargaba de uno de mis senos. Los efectos del orgasmo comenzaron a ceder y mi respiración dejo de ser agitada, mis ojos se encontraba cerrados victimas del placer; abriéndolos un poco pude ver a mi sobrino empapado en sudor mientras me miraba fijamente.
- Te está gustando tía?...-pregunto ingenuamente-
- Que pregunta… amor… solo mírame la cara de satisfacción…-respondí-
Nos besamos un poco para después pedirle que me volviera a penetrar y no parara hasta derramarse. Fabio separo mis piernas una vez más y justo cuando me iba a penetrar lo detuve diciendo.
- No amor, cambiemos… dame de perrito, o de lado…
- Como te gusta más tía?...-pregunto-
- Me encanta en cuatro… pero si me quieres coger diferente por mi está bien…-respondí-
- Déjame cogerte en el sillón tía…-pidió mi sobrino-
Los dos nos levantamos de la cama y llegamos hasta el sillón, él se sentó con las piernas cerradas; mientras que con su mano derecha sostenía si miembro duro y con muchas venas.
- Date vuelta tía…-dijo Fabio mientras se masturbaba para no perder la erección-
Gire hasta quedar de espaldas a él, mis manos tomaron sus rodillas y lentamente comencé a bajar mi cadera hasta sentir su falo rozando mi vagina. Su mano dirigió en todo momento su miembro hasta que se hundió de un solo estoque dentro de mi sexo.
- Ooouumm!!... papi… nunca había cogido en esta posición… te gusta tía?... –pregunto mi sobrino mientras comenzaba a subir y bajar sobre su pene-
- Aja, me encanta… amor…-respondí-
El sonido clásico de mis nalgas golpeando su pubis aunado a nuestros gemidos, eran la atmosfera de aquella habitación de hotel.
- Oh, oh, oh, oh, así, así… tía… que rico coges… te gusta papi… te gusta como coge tu tía?... aja, me fascina como lo haces… ah, ah, ah, ah, ah, pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa…
Sus manos tomaron mis senos mientras su miembro se clavaba en mi sexo empapado de fluidos femeninos. De pronto una pregunta salió de su boca.
- Tía puedo nalguearte?...-dijo mi sobrino-
Jamás nadie me había pedido lago así, nalguearme… mmm, porque no. Así que respondí.
- Ok, amor pero despacio y si no me gusta te detienes ok…
Zaz!!... llego la primer nalgada suave a mi trasero, la sensación fue de dolor, ardor y placer; mientras ese calor provocado por la palmada de mi sobrino recorría mi nalga derecha.
- Ouuuu!!... amor… que rico… dame otra… emparéjame la otra pompa…-dije envuelta en el placer de aquella nueva experiencia-
Zaz!!... de nuevo el ardor y el placer. Las nalgadas sentones y caricias a mis senos siguieron por muchos minutos, hasta que de pronto mi sobrino me tomo con las dos manos de las nalgas y dijo.
- Ya quiero terminar tía… pero sé que te gusta que te lo hagan en cuatro, así que cambiemos…
Saque su falo del interior de mi vagina y Fabio se levantó del sillón, me tomo por la espalda y suavemente me inclino en el sillón quedando sujeta del respaldo del mismo con las rodillas sobre el asiento. Se colocó detrás de mí y lentamente me penetro hasta hundirme por completo ese pene que me sigue volviendo loca.
- Aahh!!... dios, dios mío… me vuelves loca amor… dame todo ese pene, no pares hasta que te vengas…-dije gimiendo-
- Quieres que me venga adentro de ti, tía?...-pregunto mi sobrino-
- No, amor… mejor terminas en sobre mis nalgas, eso me encanta…-respondí-
Fabio comenzó a propinarme tremendas penetraciones al tiempo que sus manos me sujetaban firmemente de las caderas. Las penetraciones no eran salvajes pero si profundas y con buen ritmo.
- Pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa… oh!!... mi dios, dios… aa, aa, aa, aa, aa, aa, aa, dame más dame más mi niño… así, así… ah, ah, ah, pa, pa, pa, pa, pa, pa… tía, tía… que rica esta tu conejita…-gemíamos y hablábamos-
Estando en aquella posición Fabio dejo que una de sus manos subiera hasta tomar uno de mis senos y lo apretó un poco, lo que sentí en ese momento no lo puedo explicar con palabras. Provocándome el tercer orgasmo de la noche, sin previo aviso me derrame sin que mi sobrino se detuviera. Aun con los efectos de aquel orgasmo lleno de placer, mi sobrino soltó mi seno y se aferró a mis caderas diciendo.
- Tía… tía… me vengo…
Saco su miembro y rápidamente se quitó el preservativo unos pocos jalones bastaron para que recargando su rígido miembro sobre la raya de mis nalgas dejo que su esperma saltara hasta mi espalda, la sensación de calor de aquel fluido pastoso y los remantes del orgasmo previo provocaron que mi cuerpo se sacudiera por varios segundos.
- Hay dios, dios… que rico amor… que rico… mm, mm, mm, aaah!!... tía… sí que rico….-gemíamos los dos-
Unos segundos después su pene termino de salpicarme con su semen y su cuerpo se desplomo sobre mi espalda. Permanecimos así hasta que nuestras respiraciones se normalizaron un poco, para después recostarnos sobre la cama. El sueño nos venció y dormimos por espacio de una hora o más, al despertar nos dimos una ducha y nos vestimos de nuevo.
Justo antes de salir de aquella habitación la cual había sido testigo de nuestro deseo sexual, mire a mi sobrino y dije.
- No sabes cuan feliz me has hecho amor… gracias…
Fabio sonrió y me beso suavemente los labios. Regresamos a casa y el fin de semana continuo normalmente. Lo que vendría el fin de semana siguiente… sería algo que nunca podría olvidar…
Continuara…
El siguiente viernes mi sobrino no llego a casa ya que tuvo guardia nocturna, el día sábado mis hijas y yo nos levantamos a eso de las 9:00 a.m. preparamos el desayuno y justo cuando nos sentábamos a la mesa el timbre sonó; por lo que mi hija Ximena salió a ver quién era.
Unos segundos después Ximena entro abrazada a su primo, sonriendo me miro. Por un momento sentí como la lujuria recorría mi cuerpo entero, los dos entraron hasta la cocina lugar en el que estábamos todas, con una gran sonrisa en sus labios mi sobrino dijo.
- Chicas… buenos días…
- Anda a dejar tu mochila, amor… y baja a desayunar…-respondí al tiempo en que sus labios se posaban en mi mejilla-
Fabio subió a su habitación y unos minutos después bajo a desayunar. Estando sentados a la mesa mi hija Connie, pregunto a mi sobrino.
- Primo!!... a poco vas a regresar a trabajar?...
- No Connie, como trabaje toda la noche me dieron el día…-respondió Fabio-
- Quieres venir con nosotras, vamos a turistear en Tepoz… con unas amigas… que dices?-dijo mi hija Montse-
- Gracias prima pero, la verdad estoy un poco cansado… si no les molesta prefiero quedarme a dormir-dijo mi sobrino bostezando-
Justo cuando terminábamos de desayunar, el timbre volvió a sonar; ahora se trataba de las amigas de Montse mi hija mayor, quienes pasaban a buscarlas. Fabio, las chicas y yo nos quedamos en la cocina, mientras que mis hijas subieron a bañarse y cambiarse; note como una de las chicas de nombre Lucia, no dejaba de mirar a mi sobrino. Lo analizaba de cabeza a pies, sabía que lo desnudo en su mente y sus ojos mostraban el deseo que le despertaba.
Aquello lejos de molestarme comenzó a excitarme demasiado, mi sobrino casi a punto del desmayo; se despidió de las chicas sin ni siquiera notar como lo miraba Lucia, me dio un suave beso en la mejilla y dijo.
- Tía voy a dormir un rato… te veo en unas horas…
Fabio salió de la cocina y de inmediato las chicas exclamaron.
- Que sobrinito tan guapo tiene… lucia casi se lo come con los ojos…-decían riendo a carcajadas-
- Jajaja… niñas… contrólense… pero si es muy guapo mi sobrino…-respondí-
Después de unos minutos mis hijas bajaron listas para el paseo, todas se despidieron de mí y salieron de la casa. El silencio invadió por completo la casa, regrese a la cocina para levantar los platos y lavarlos, hice un poco de aseo en la casa; subí a darme una ducha y Salí a realizar las compras para la semana, dejando a mí sobrino descansar. Regrese a casa unas horas después, al entrar a casa escuche ruido en el cuarto de lavado; deje las bolsas del supermercado en la mesa y en voz alta dije.
- Fabio, corazón… dónde estás?...
- Aquí tía… lavando mi ropa…-respondió-
Me detuve justo en la puerta del cuarto de lavandería y mirando a mi sobrino solo cubierto por unas bermudas color beige, dije.
- Amor, porque no me dejas tu ropa para lavártela?....
- No, tía… ya es mucho abuso… además que dificultad hay en meter la ropa en la máquina, ponerle jabón y oprimir un botón…-respondió sonriendo-
Mis ojos admiraban su espalda desnuda, la cual era la de un hombre que se ejercitaba; sus formadas y apetitosas nalgas se levantaban debajo de los pantaloncillos cortos. Comencé a excitarme muy rápido, muy despacio Fabio giro para quedar de frente a mí.
- Que pasa tía?... te gusta lo que ves?... – dijo mi sobrino mirándome fijamente-
Al instante mi vagina comenzó a humedecerse, con voz firme respondí.
- Claro que me gusta mi niño… a quien no le gustaría?...
Fabio sonrió pícaramente, mientras caminaba hacia mí. Mi corazón se aceleraba con cada paso que daba mi sobrino y mi vagina comenzaba a mojarse aún más. Justo cuando paso junto a mí, dijo susurrando.
- Pues no lo tomas porque ni quieres tía….
Cosa que provoco que mi mano palmeara su trasero, al mismo tiempo que mi boca pronunciaba lo siguiente.
- Aah!!... muy bien, así que quieres jugar con la tía?...
- Aja… tu no quieres jugar con tu niño?... tía?... –dijo mi sobrino regresando y tomándome de la cintura-
- Entremos… porque aquí nos pueden ver… amor…-respondí ya fuera de mi-
Entramos a la casa por la puerta de la cocina, mi intención era salir de la casa e ir a un hotel a las afueras de la ciudad, pero sin darme tiempo de nada y escuchando la puerta cerrarse detrás nuestro Fabio me tomo de la cintura colocándome con las manos recargadas sobre la mesa del desayunador, su miembro aun flácido se restregó en mis nalgas cubiertas por unos pantalones de lino color blanco, sus manos rápidamente tomaron mis senos; amasándolos con suavidad.
- Amor… aquí no!!... las niñas pueden regresar en cualquier momento…-dije con voz suave debido al placer que provocaba su miembro y manos-
Fabio se detuvo y pregunto.
- Quieres ir a un hotel o algo así, tía?...
- Aja… precisamente amor…-respondí, mientras lo miraba a los ojos-
Rápidamente subió a ponerse algo de ropa y bajo unos minutos después, salimos al garaje y con voz firme y masculina dijo.
- No!!... vamos en mi auto… tía… alguien podría reconocer tu camioneta…
Los dos subimos a su bien conservado auto Volkswagen modelo 1968, tomando camino hacia las afueras de la ciudad, durante el viaje recordé que mi esposo en ese entonces novio Rogelio tenía un auto igual, no tan conservado pero si del mismo año. Ese pensamiento me provoco un poco de ansiedad ya que durante muchos años nadie me había tocado, mucho menos penetrado.
Las manos me sudaban y no podía evitar mostrarme nerviosa, al notarlo mi sobrino dijo.
- Tía te sientes bien?... o no estas segura de esto?...
- No amor… sé que quiero hacerlo pero es solo que desde que tu tío murió, nadie me ha tocado y pues… estoy nerviosa… es todo…-respondí-
- Prométeme un cosa amor, que nunca me obligaras a hacer cosas que no quiera… o me chantajearas con algo como esto….-dije con voz temblorosa-
Fabio sonrió, respondiendo.
- Por su puesto que no… no tienes de que preocuparte tía… seré como tú me pidas que sea… nadie sabrá que tú y yo estuvimos juntos…
Aquellas palabras me tranquilizaron un poco, unos minutos después mire un gran letrero que decía Auto hotel, Cable, Jacuzzi.
- Ahí… amor… se ve limpio el lugar…-dije señalando el motel-
Mi sobrino viro el auto e ingreso en el auto hotel, un joven con una franela nos indicó el camino hasta una habitación marcada con el numero 102; Fabio aparco el auto y bajo a finiquitar el monto de la habitación, una vez que todo estuvo listo el joven corrió la cortina a rayas y se marchó.
Mi sobrino abrió mi puerta, ofreciéndome la mano para salir. Lo tome de la mano y juntos entramos al que sería nuestro espacio sexual por ese día.
Me senté en la orilla de la cama y mire a mi sobrino despojarse de la chamarra dejándola en un pequeño sillón.
- Bien tía… como quieres hacerlo?...-pregunto Fabio poniéndose de rodillas frente a mí-
Como quieres hacerlo?... la pregunta del millón, por unos segundos medite sobre aquel cuestionamiento y respondí.
- Trátame suavemente amor… déjame con ganas de más…
Lentamente me recosté sobre la cama separando un poco las piernas, mi sobrino acepto la invitación que mi pubis le hacía, tomo el botón de mi pantalón lo desabrocho; lento y suave lo bajo hasta sacármelo dejando mis piernas denudas y mi vagina solo cubierta por una panty color azul claro.
Sus manos se paseaban a lo largo de mis muslos, mientras que yo cerraba los ojos y comenzaba a disfrutar del placer que sentía. De pronto sentí como sus labios besaron mi pubis por encima del panty; lo que provoco que un gemido suave escapara de mi boca.
- Uuuuh!!... amor… me había olvidado de esta sensación… sigue corazón…-dije llena de placer-
Sus labios besaban todo mi pubis, mientras que sus dedos hábiles tomaban mi panty bajándolo despacio; una vez que mi panty cayó al suelo sus labios recorrieron todas mis piernas mientras que sus manos acariciaban mi vagina ya desnuda.
- Uuh!!... aaah!!... si amor… así… despacio…-decía gimiendo-
- Te gusta despacio tía?... lo hare despacio…-respondió mi sobrino-
Su dedo pulgar comenzó a amasar mi clítoris despacio y suavemente, mientras que su lengua recorría mi vagina y por momentos se hundía en ella. Mis gemidos se hacían más sonoros, mientras que mis manos tomaban a mi sobrino por los cabellos hundiendo su rostro entero en mi sexo empapado.
- Mmm!!... uuh!!... uuhh!!... amor así… así… mmm!!... aaah!!... cómeme, cómeme…-gemía sonoramente-
Mi sobrino literalmente me devoraba la vagina, usando sus dedos, lengua y labios, el sexo oral comenzó a ser más frenético provocando que los gemidos y chupetazos fueran completamente sonoros. No paso mucho tiempo antes de que aquella sensación de inundación llegara a mi vagina, por lo que gimiendo le avise a mi sobrino.
- Umm!!... amor… voy a terminar… voy a terminar… aaah!!... ya no aguanto más… uuh!!...
Fabio dejo de lamer mi sexo y solo frotaba mi clítoris haciéndome terminar con un gran chorro de fluido, el cual salpico su mano y brazo.
- Uyy!!... tía… que rico…uuuyy!!... termina… termina… -decía mi sobrino al ver como mis fluidos mojaban su mano-
Tome su mano y detuve la placentera masturbación mi clítoris, jadeante y casi sin aliento hice que mi sobrino se acostara sobre mí y suavemente lo bese por unos minutos, como agradeciéndole aquel orgasmo oral y manual. En cuanto los efectos del orgasmo habían pasado le pedí a mi sobrino que se desnudara, ya que hasta ese momento la única que tenía una parte del cuerpo denudo era yo. Mientras él se despojaba de su ropa yo me termine de quitar lo que me faltaba, unos minutos después los dos estábamos completamente desnudos.
Me tome mi tiempo para admirar su cuerpo, yendo de arriba hacia abajo; su cuerpo delgado pero bien formado, con pectorales poco abultados pero muy masculinos, un abdomen muy marcado.
Su pene se encontraba en un estado semi flácido, junto a un par de testículos cubiertos de vello púbico. Sus piernas delgadas y largas parecían las de una escultura. Lentamente me coloque de rodillas sobre la cama, tomando su pene con mi mano y comenzándolo a masturbar.
- Mi niño, me vas a perdonar pero nunca he sido buena en el arte del sexo oral…-dije mirándolo a los ojos-
- No hay problema tía… -respondió acariciando mi mejilla-
Y era la verdad durante todos mis años de matrimonio nunca logre darle un buen sexo oral a mi esposo, ya que siempre terminaba por lastimarlo al usar demasiado los dientes.
Pocos jalones hicieron falta para que el miembro de mi sobrino se mostrara en todo su esplendor, al tenerlo en mi mano note que en verdad era grande y suficientemente grueso, aproximadamente 16 o 17 centímetros de largo y unos 4 o 5 centímetros de ancho.
- Amor, mira en el cajón a ver si hay un preservativo…-dije sin dejar de masturbarlo-
Fabio abrió el pequeño cajón del buro y del interior saco un condón, al abrió y saco del envoltorio.
- Déjame ponérmelo tía…-dijo mi sobrino-
- No!!... amor. Yo lo hago… dámelo…-respondí-
Suavemente coloque aquella cubierta de látex a lo largo del falo de mi sobrino, al tiempo que seguía con la masturbación.
- Tía… que ricos jalones das… mmm!!...-decía Fabio-
- Te gusta amor… te prometo que voy a aprender cómo hacerlo oralmente. –dije –
Todo estaba listo, así que mire a mi sobrino a los ojos y dije.
- Como quieres empezar amor?...
- Como tú quieras tía… tu mandas...-respondió dejándome la iniciativa-
- Ok, entonces déjame montarte, si?...-dije mientras me ponía de pie sobre la cama-
Fabio, se recostó sobre la cama. Lentamente me coloque encima y tome su pene con la mano derecha dirigiéndolo hacia mi canal vaginal, al llegar a aquel hueco deje que mis caderas bajaran un poco insertando la cabeza del falo de mi sobrino.
- Ouu!!... tía, estas buenísima… -dijo mi sobrino al sentir que su falo me penetraba-
- Tu igual amor… tu pene esta durísimo justo como me gusta…-respondí dejando que mi vagina dejara entrar un poco más del miembro de Fabio-
- Mmm!!... mmm!!... uuh!!... corazón, que rico estas…-gemía mientras dejaba que mi sexo se acostumbrara al invitado-
Fabio me sostenía con una de sus manos en la cadera, mientras que la otra se aferraba a uno de mis senos. Muy despacio seguí bajando hasta que su miembro se perdió dentro de mi sexo, mis manos se apoyaban en su pecho duro y firme; en un momento comencé a subir y bajar con cadencia. El pene de Fabio se clavaba hasta lo más profundo de mi vagina y mis nalgas rebotaban con sus muslos.
- Pap, pap, pap, pap, pap… tiaa!!... umm!!... así eres increíble… te gusta amor… que gusta la conejita de tu tía?.... mmm!!... a mí me encanta tu pene… corazón!!... muévete más tiaaa!!...-gemíamos llenos de placer y deseo-
Durante algunos minutos los sentones siguieron con ritmo y velocidad baja, para después detenerme por completo sobre el delicioso miembro de mi sobrino y moviendo mí cadera de atrás hacia adelante; arrancaba grandes gemidos de sus labios.
- Ummm!!... ooouu!!... aaah!!... mas… más muévete más tía… aah!!... –gemía mi sobrino mientras arqueaba la espalda y me hundía a un más su falo-
Aquella sensación era indescriptible, ni en mis mejores sesiones sexuales con antiguos novios o mi esposo; había experimentado tal cantidad de placer.
- Mi niño, mi niñooo!!... así, justo así… ooooo!!... uuuh!!... te gusta así?... amor, aja, aja… me encantas tía… no quiero dejar de cogerte nunca…-decíamos los dos-
Los movimientos de cadera y sentones siguieron por espacio de unos minutos, las manos de mi sobrino se alternaban subiendo y bajando tomando mis senos y nalgas, dejando suaves caricias y ligeros besos en mis pezones.
En un momento sus manos me tomaron con firmeza de las caderas y con un suave empujón que hundió su pene hasta lo más recóndito de mi vagina me dio vuelta, dejándome recostada sobre la cama; mis piernas rápidamente lo abrazaron por las nalgas y ahora quien tenía el control de las penetraciones era él.
- Ouu!!... aa, aa, aa, aa, aa, aa, uh, uh, uh, uh, así… así sigue así amor… ah, ah, aha, cógete la conejita de tu tía… hazla que se moje de nuevo… aaah!!... te quieres venir tía?... te doy más duro o sigo así…-pregunto mi sobrino mientras mis gemidos ya eran casi gritos de placer-
- Aja, dame un poquito más duro amor… pero no tanto… pa, pa, pa, pa, pa, pa…-se escuchaba mientras me penetraba mi sobrino ahora con mayor intensidad-
- Pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa… ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, dios, dios, dios, que rico… aa, aa, aa, aa, aa, um, um, um, um, um, uh, uh, uh, que rica esta tía… no sabes cuantas veces soñé con este momento…-dijo Fabio entre gemidos de los dos-
No paso mucho tiempo y debido a las ricas penetraciones que mi sobrino me brindaba mi sexo se dispuso a explotar de nuevo.
- Amor, amor… ya… voy a terminar… ah, ah, ah… -dije casi gritando-
Fabio me hundió su miembro hasta lo más profundo de mi sexo, por un momento sentí como sus testículos golpearon mis nalgas y deje que mis líquidos se derramaran de nuevo, al sentir aquello mi sobrino saco su pene por completo de mi vagina y tomándolo con su mano comenzó a masajear mi clítoris, lo que provoco que mis cuerpo se tensara de pies a cabeza y la explosión se prolongara por unos segundos.
- Ooh!!... dios, dios…. Aaah!!... papito…. Aahh!!... que ricoooo!!...-gemía gritando-
Mi cuerpo entero se estremecía y temblaba producto del enorme orgasmo que me había provocado mi niño adorado, Fabio seguía masajeando mi clítoris con su pene mientras que su boca se encargaba de uno de mis senos. Los efectos del orgasmo comenzaron a ceder y mi respiración dejo de ser agitada, mis ojos se encontraba cerrados victimas del placer; abriéndolos un poco pude ver a mi sobrino empapado en sudor mientras me miraba fijamente.
- Te está gustando tía?...-pregunto ingenuamente-
- Que pregunta… amor… solo mírame la cara de satisfacción…-respondí-
Nos besamos un poco para después pedirle que me volviera a penetrar y no parara hasta derramarse. Fabio separo mis piernas una vez más y justo cuando me iba a penetrar lo detuve diciendo.
- No amor, cambiemos… dame de perrito, o de lado…
- Como te gusta más tía?...-pregunto-
- Me encanta en cuatro… pero si me quieres coger diferente por mi está bien…-respondí-
- Déjame cogerte en el sillón tía…-pidió mi sobrino-
Los dos nos levantamos de la cama y llegamos hasta el sillón, él se sentó con las piernas cerradas; mientras que con su mano derecha sostenía si miembro duro y con muchas venas.
- Date vuelta tía…-dijo Fabio mientras se masturbaba para no perder la erección-
Gire hasta quedar de espaldas a él, mis manos tomaron sus rodillas y lentamente comencé a bajar mi cadera hasta sentir su falo rozando mi vagina. Su mano dirigió en todo momento su miembro hasta que se hundió de un solo estoque dentro de mi sexo.
- Ooouumm!!... papi… nunca había cogido en esta posición… te gusta tía?... –pregunto mi sobrino mientras comenzaba a subir y bajar sobre su pene-
- Aja, me encanta… amor…-respondí-
El sonido clásico de mis nalgas golpeando su pubis aunado a nuestros gemidos, eran la atmosfera de aquella habitación de hotel.
- Oh, oh, oh, oh, así, así… tía… que rico coges… te gusta papi… te gusta como coge tu tía?... aja, me fascina como lo haces… ah, ah, ah, ah, ah, pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa…
Sus manos tomaron mis senos mientras su miembro se clavaba en mi sexo empapado de fluidos femeninos. De pronto una pregunta salió de su boca.
- Tía puedo nalguearte?...-dijo mi sobrino-
Jamás nadie me había pedido lago así, nalguearme… mmm, porque no. Así que respondí.
- Ok, amor pero despacio y si no me gusta te detienes ok…
Zaz!!... llego la primer nalgada suave a mi trasero, la sensación fue de dolor, ardor y placer; mientras ese calor provocado por la palmada de mi sobrino recorría mi nalga derecha.
- Ouuuu!!... amor… que rico… dame otra… emparéjame la otra pompa…-dije envuelta en el placer de aquella nueva experiencia-
Zaz!!... de nuevo el ardor y el placer. Las nalgadas sentones y caricias a mis senos siguieron por muchos minutos, hasta que de pronto mi sobrino me tomo con las dos manos de las nalgas y dijo.
- Ya quiero terminar tía… pero sé que te gusta que te lo hagan en cuatro, así que cambiemos…
Saque su falo del interior de mi vagina y Fabio se levantó del sillón, me tomo por la espalda y suavemente me inclino en el sillón quedando sujeta del respaldo del mismo con las rodillas sobre el asiento. Se colocó detrás de mí y lentamente me penetro hasta hundirme por completo ese pene que me sigue volviendo loca.
- Aahh!!... dios, dios mío… me vuelves loca amor… dame todo ese pene, no pares hasta que te vengas…-dije gimiendo-
- Quieres que me venga adentro de ti, tía?...-pregunto mi sobrino-
- No, amor… mejor terminas en sobre mis nalgas, eso me encanta…-respondí-
Fabio comenzó a propinarme tremendas penetraciones al tiempo que sus manos me sujetaban firmemente de las caderas. Las penetraciones no eran salvajes pero si profundas y con buen ritmo.
- Pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa, pa… oh!!... mi dios, dios… aa, aa, aa, aa, aa, aa, aa, dame más dame más mi niño… así, así… ah, ah, ah, pa, pa, pa, pa, pa, pa… tía, tía… que rica esta tu conejita…-gemíamos y hablábamos-
Estando en aquella posición Fabio dejo que una de sus manos subiera hasta tomar uno de mis senos y lo apretó un poco, lo que sentí en ese momento no lo puedo explicar con palabras. Provocándome el tercer orgasmo de la noche, sin previo aviso me derrame sin que mi sobrino se detuviera. Aun con los efectos de aquel orgasmo lleno de placer, mi sobrino soltó mi seno y se aferró a mis caderas diciendo.
- Tía… tía… me vengo…
Saco su miembro y rápidamente se quitó el preservativo unos pocos jalones bastaron para que recargando su rígido miembro sobre la raya de mis nalgas dejo que su esperma saltara hasta mi espalda, la sensación de calor de aquel fluido pastoso y los remantes del orgasmo previo provocaron que mi cuerpo se sacudiera por varios segundos.
- Hay dios, dios… que rico amor… que rico… mm, mm, mm, aaah!!... tía… sí que rico….-gemíamos los dos-
Unos segundos después su pene termino de salpicarme con su semen y su cuerpo se desplomo sobre mi espalda. Permanecimos así hasta que nuestras respiraciones se normalizaron un poco, para después recostarnos sobre la cama. El sueño nos venció y dormimos por espacio de una hora o más, al despertar nos dimos una ducha y nos vestimos de nuevo.
Justo antes de salir de aquella habitación la cual había sido testigo de nuestro deseo sexual, mire a mi sobrino y dije.
- No sabes cuan feliz me has hecho amor… gracias…
Fabio sonrió y me beso suavemente los labios. Regresamos a casa y el fin de semana continuo normalmente. Lo que vendría el fin de semana siguiente… sería algo que nunca podría olvidar…
Continuara…
3 comentarios - Mi Sobrino Se Queda En Casa Segunda Parte.