Hola queridos amigos, este es mi primer post. Espero que lo disfruten tanto como yo al escribirlo.
Ahhh... Todavía lo recuerdo bien, el recuerdo aún perdura en mi memoria.
Fue durante las vacaciones. Yo tenía 19 años, era (y sigo siendo) un joven esbelto, estatura normal, pelo negro cual azabache, ojos café oscuro y piel morena. Me divierto compartiendo con mis familiares, especialmente con mis primos, pero mis primas por parte de mi madre son clase aparte. Aunque las conozco desde hace 2 años, nos hicimos muy amigos.
Sus nombres son Alexandra y Valeria (Son hermanas, casi gemelas). Alexandra tiene 20, es unos centímetros más altos que yo, tiene una cabellera larga y morena que le llegan a sus encantadoras caderas. Ojos marrón claro que a la luz parece tener el color de la miel, una cara risueña y tierna, piernas que parecen esculpidas por el mismo Michelangelo, su vientre es suave y a la vez firme (es bastante atlética) unos senos no enormes pero si lo suficiente para disfrutarlos y un trasero de esos que quitan el hipo. Siempre alegre, simpática y conversadora.
Valeria tiene 19, ella no se queda atrás, un cabello un poco más corto que el de su hermana pero más ondulado, de la misma estatura de Alexandra, unos ojazos cautivadores color café, cara de facciones latinas muy picaras, su cuerpo es igual de atlético pero con unos senos más grandes y firmes y su trasero es pequeño pero paradito. Reservada pero cuando la conoces mejor será tu mejor amiga.
Todo comenzó un día de agosto. Yo me entretenía en mi computadora escuchando música y chateando con mis amigos cuando mi teléfono suena.
Yo: Aló?
Mamá: ¿Hijo, como estas?
Yo: ¿Bien mamá, que tal el trabajo?
Mama: ¡Agotador! Mira te tengo una noticia que de seguro te gustará.
Yo: ¡Dímela!
Mama: ¡Iras a pasar una semana en la casa de playa de tus primas, es hora de que dejes ese aparato por un tiempo y tomes aire!
Yo: ¡Genial! ¡¡Sí que me gusto esa noticia!!
Mama: ¡Bien! Prepara tus cosas, saldrás mañana, ellas te estarán esperando en Plaza Venezuela.
Yo: ¡Esta bien!
Mama: Ok, acuérdate de llevar todo lo que necesitas
Yo: Esta bien mamá, Chao!
Estaba feliz, tenía ya un tiempo sin ver a mis primas y ni me imaginaba lo que se me venía encima.
Al día siguiente ya estaba en Caracas, esperándolas en la calle mientras las buscaba entre la multitud que pasaba enfrente de mí, de repente alguien me tapó los ojos, pensé "¡Dios mío! ¡Me atracaron!" Pero luego un dulce olor a perfume me hizo comprender quien era.
Flori: ¡Levanta las manos! ¡Esto es un atraco!
Yo: ¡Hazme lo que quieras pero no tomes mi dinero!
Alexandra: ¿Eso significa que me daras tu iPhone?
Yo: ¡Ni en tus sueños!
En ese momento se volteó hacia mí y me quitó las manos de los ojos, dejándome ver su bello y sensual rostro viéndome con ternura. Vestía una blusa color naranja claro y unos short de jeans que su trasero se viera más firme. ¡Qué sensual se veía!
Yo: Como estas Alexandra?
Alexandra: ¡Súper! ¿Y a ti como te va Primo?
Yo: ¡Bastante bien! ¿Donde está Valeria?
Alexandra: En el carro, nos está esperando, y más vale que no la hagamos esperar más
Fuimos hacia el carro donde nos esperaba Vale. Y allí estaba ella vistiendo una camisa de cuadros roja abierta que dejaba ver una blusa azul oscuro que remarcaba sus senos de una manera espectacular y usaba una minifalda que puso mi imaginación al 1000 por ciento ¡Se veía como una colegiala traviesa!
Vale: ¡¿Mas o menos ustedes?! ¿Donde coños andaban? ¡Apúrense, hay que aprovechar el día!
Subimos al carro; Alexandra manejaba y Vale iba atrás conmigo y pasamos todo el viaje, hablando, jodiendo, cantando etc. Llego un momento en el en cual nuestra conversación tocó temas personales.
Vale: Y como te va con las novias, ¿Eh Ivan?
Yo: ¡Nada de eso! ¡Sigo soltero!
Alexandra: ¡No joda vale! Ya era para que tuvieras como 3 jajajajajajajaja. ¿Y sigues siendo virgen?
Yo: (Silencio)
Vale: Tranquilo, puedes decírnoslo, estamos en confianza.
Yo: No, no soy virgen
Se miraron las caras con asombro, pero algo me decía que esperaban esa respuesta.
Vale: ¿Y con quien lo hiciste?
Yo: Con una amiga, cuando estaba en el liceo
Flori: ¿Y cómo fue? ¿Te gustó?
Yo: Ella acabó muy pronto, era su primera vez tambien, no es que yo sea un experto, yo también acabé pronto pero no pude disfrutar mucho. Sin embargo no se quejó, me besó en la boca y se fue... Al día siguiente nos seguimos hablando como si nada hubiese pasado.
Ellas no se lo podían creer y me pidieron más detalles, que si ella gemía, si gritaba mi nombre, si se mojaba mucho y demás. Pude notar que mientras daba los detalles Vale se tocaba discreta pero sensualmente los senos, el solo verlo resultó en una erección inmediata... y creo que ella también lo notó...
Llegamos a la casa, era una casa de playa bastante bonita, de un solo piso con un baño grande, 2 habitaciones con suficiente espacio, una sala con TV y una cocina estilo "Vintage". Deshice la maleta, ordené mi habitación y me puse el traje de baño. Al salir Alexandra me preguntó que si quería irme a la playa con ella, yo le dije que sí y le pregunte a Vale si quería venir con nosotros pero dijo que tenía que hacer el almuerzo, así que tomamos la toalla y salimos, ¡Era un día precioso! El sol brillaba con su natural incandescencia, habían solo unas pocas nubes y hacia mucho viento, en la playa no había casi nadie, estaba prácticamente desierta, solo se veían dos o tres personas a lo lejos; mi prima planto la enorme sombrilla de playa en la arena, puso la toalla y se acostó sobre ella, yo me quité el short y me zambullí al agua.
Al cabo de un rato ella también se mete a nadar conmigo, conversamos un poco y luego me dijo:
Flori: Acompáñame a la orilla.
Yo: Ok.
Una vez en la orilla ella se acuesta sobre la toalla boca abajo, dejándome una espectacular vista de su espalda y sus eróticas nalgas; me pide que le unte un poco de bronceador en su cuerpo, yo ni tonto ni perezoso me pongo bronceador en las manos y empiezo a regárselo por su escultural espalda, ella suspiraba satisfactoriamente mientras me elogiaba con “Umm… que bien”, “Sigue así” y cuando dijo “Que rico” ¡Se me puso tiesa en seco!
Seguí masajeando su cuerpo y me dice que continúe en sus caderas hasta llegar a los pies, cuando llego a tocar sus nalgas simplemente seguía suspirando y hasta gimiendo ligeramente de la satisfacción.
En un momento me miro a la cara, ella estaba sonrojada y después miro hacia mi short notando el bulto alojado en él:
Alexandra: ¡Parece que te estás emocionando! ¿O no primito?
Yo: Es difícil no emocionarme, complaciendo a una dama como tú.
Flori: Acércate un poco.
¡Y me beso! Mi sorpresa fue grande cuando introdujo su lengua y empezó a masajearla, con una velocidad de vértigo me tumbo a la arena de golpe y se montó sobre mí, me empezó a tocar el pene y yo sus pechos mientras disfrutaba de ese inesperado pero muy placentero. Hasta que…
Vale: ¡Muchachos! ¡El almuerzo está servido! ¡Vengan a comer!
Nos llamaba de muy cerca, por lo que no fue difícil oír su potente voz.
Flori: ¡Coño! ¡Y yo que me estaba dando un banquete! No te preocupes primito, te tenemos una sorpresa en la noche...
Se levantó y recogió todo, mientras caminábamos de regreso a la casa yo meditaba las palabras de mi prima, “¿Tenemos?”, ¡me suena a manada! No había duda alguna en que estas dos preciosuras me tenían algo preparado. Después del almuerzo nos fuimos todos a jugar con el X-BOX de la sala y pasamos un rato muy ameno echando vaina y jodiendo a lo loco, jugamos como hasta las 7, momento en el que Vale empezó a hacer la cena; Flori se fue a su cuarto a hacer-no-se-que y yo me quede en la sala jugando.
Después de media hora, cenamos y nos pusimos a hablar en la sala hasta tocar el tema personal otra vez:
Vale: … Pero yo lo dejé después de unos meses, ¡Ese idiota se creía que por rico podía engañarme!
Yo: Hiciste lo correcto, ¡Ese maricón no sabe de lo que se pierde!
Vale: Gracias, ahora dinos ¿Qué clase de chica te gusta?
Yo: Me gustan inteligentes, que sepan tomar las decisiones correctas en el momento correcto, bellas, y divertidas también, alguien que me quiera por lo que soy.
Alexandra: ¿Y en lo sexual?
Yo: Que sea muy picara y romántica al mismo tiempo.
Vale: ¿Como yo?
Yo: ¿A qué te refieres?
Vale: ¿Que si soy tu tipo?
Yo: ¡Eres mi prima! ¿Me estas jodiendo acaso?
Vale: Deja de hacerte del pendejo, ¿Crees que no me di cuenta cuando tuviste la erección en el carro? ¿O cuando te estabas besuqueando con mi hermana? Yo se que te excito, es más, ¡TE EXCITAMOS!
¡Esto era una locura! Ahora sí que estaba bien jodido… O al menos eso pensaba…
Alexandra: ¡Pero mira como te has puesto de pálido! Jajajajajajajajajaja ¡Primo no te preocupes! ¡No estamos molestas contigo! ¡Sino todo lo contrario!
Vale: Yo tenía las esperanzas de desvirgarte, pero al menos me divertiré enseñándote cosas nuevas.
Flori: Pero tendrás que ganártelo, ¡Ahora trae esa boca para acá!
Me acerque a su boca para probar de nuevo el sabor de sus labios, ella abrazaba su lengua con la mía en un erótico y fogoso frenesí, yo acariciaba sus senos y ella me masturbaba con frenética pasión, me bajo los shorts y empezó a lamer mi pene, se tomó su tiempo antes de engullirlo por completo, sentir su lengua y su garganta me ponían al límite y sin previo aviso descargue toda mi leche en su boca.
Alexandra: ¡Estas bastante animado! Pero aun no hemos acabado contigo.
Enseguida, Vale se desvistió, dándome una visión hipnótica de su cuerpo desnudo: Sus senos grandes, redondos y sus pezones erguidos; su trasero perfectamente formado… ¡Era una verdadera maravilla!
Puso su vagina en mi cara, estaba muy mojada y sus fluidos lujuriosos eran todo un manjar a mi gusto, besé gentilmente sus labios mientras acariciaba con mi dedo su clítoris, sus gemidos de placer me excitaban cada vez más: “¡Ayy… Que rico!” “¡Chúpala!” “¡No pares!”
De nuevo mi miembro se puso en pie de batalla para el 2do Round. Flori lo estimulaba con sus manos y boca antes de apuntarlo hacia su feminidad.
Alexandra: ¡No lo aguanto más! ¡Te quiero dentro de mí Primito!
Inmediatamente se inserto mi pene dentro de ella, su grito de placer fue tan placentero como sentir las húmedas paredes de su matriz ¡Era una sensación única!
Empezó a moverse enérgicamente en un rápido vaivén y mientras yo embestía al compas de sus caderas ella resoplaba y gemía: “¡Siiiii…AYY QUE RICOOOOO!” “¡DAME MAS DUROOOO!”
Sentía de nuevo que me venía, pero no deje que me distrajera, cambie de posición y la puse en cuatro mientas Valeria se masturbaba como loca. Alexandra empezó a gritar desesperada: “¡ME VENGOOOOO! ¡ME VEEENGOOOO! Y efectivamente se vino ¡Y valla manera de venirse! Me dejo toda la verga impregnada con sus jugos, ella se tiro en suelo de la sala y Vale se acerco a mi “Ahora es mi turno” decía ella.
Sin vacilar se la metí de una vez, y empezamos a tirar como si la vida nos fuera en ello, ella gemía y gozaba mientras le chupaba sus senos.
Yo: Me voy a venir.
Vale: Hazlo en mis tetas.
Rápidamente saque mi miembro y dispare mi semen hacia sus senos. Se masturbo un poco y se vino, caímos rendidos sobre el piso de la sala, nos besábamos tiernamente. Disfrutábamos del momento.
Alexandra: ¿Que tal tu primera noche primo?
Yo: Maravillosa, ustedes son todas unas fieras salvajes.
Vale: Y eso que todavía nos quedan seis días…
Esa noche dormimos todos en la misma cama, mis primas abrazándome y yo soñando con las cosas que haríamos en los días siguientes…
Fin.
Si te gusto esta historia comenta tu opinión y si tiene errores, acepto sugerencias.
Gracias
Ahhh... Todavía lo recuerdo bien, el recuerdo aún perdura en mi memoria.
Fue durante las vacaciones. Yo tenía 19 años, era (y sigo siendo) un joven esbelto, estatura normal, pelo negro cual azabache, ojos café oscuro y piel morena. Me divierto compartiendo con mis familiares, especialmente con mis primos, pero mis primas por parte de mi madre son clase aparte. Aunque las conozco desde hace 2 años, nos hicimos muy amigos.
Sus nombres son Alexandra y Valeria (Son hermanas, casi gemelas). Alexandra tiene 20, es unos centímetros más altos que yo, tiene una cabellera larga y morena que le llegan a sus encantadoras caderas. Ojos marrón claro que a la luz parece tener el color de la miel, una cara risueña y tierna, piernas que parecen esculpidas por el mismo Michelangelo, su vientre es suave y a la vez firme (es bastante atlética) unos senos no enormes pero si lo suficiente para disfrutarlos y un trasero de esos que quitan el hipo. Siempre alegre, simpática y conversadora.
Valeria tiene 19, ella no se queda atrás, un cabello un poco más corto que el de su hermana pero más ondulado, de la misma estatura de Alexandra, unos ojazos cautivadores color café, cara de facciones latinas muy picaras, su cuerpo es igual de atlético pero con unos senos más grandes y firmes y su trasero es pequeño pero paradito. Reservada pero cuando la conoces mejor será tu mejor amiga.
Todo comenzó un día de agosto. Yo me entretenía en mi computadora escuchando música y chateando con mis amigos cuando mi teléfono suena.
Yo: Aló?
Mamá: ¿Hijo, como estas?
Yo: ¿Bien mamá, que tal el trabajo?
Mama: ¡Agotador! Mira te tengo una noticia que de seguro te gustará.
Yo: ¡Dímela!
Mama: ¡Iras a pasar una semana en la casa de playa de tus primas, es hora de que dejes ese aparato por un tiempo y tomes aire!
Yo: ¡Genial! ¡¡Sí que me gusto esa noticia!!
Mama: ¡Bien! Prepara tus cosas, saldrás mañana, ellas te estarán esperando en Plaza Venezuela.
Yo: ¡Esta bien!
Mama: Ok, acuérdate de llevar todo lo que necesitas
Yo: Esta bien mamá, Chao!
Estaba feliz, tenía ya un tiempo sin ver a mis primas y ni me imaginaba lo que se me venía encima.
Al día siguiente ya estaba en Caracas, esperándolas en la calle mientras las buscaba entre la multitud que pasaba enfrente de mí, de repente alguien me tapó los ojos, pensé "¡Dios mío! ¡Me atracaron!" Pero luego un dulce olor a perfume me hizo comprender quien era.
Flori: ¡Levanta las manos! ¡Esto es un atraco!
Yo: ¡Hazme lo que quieras pero no tomes mi dinero!
Alexandra: ¿Eso significa que me daras tu iPhone?
Yo: ¡Ni en tus sueños!
En ese momento se volteó hacia mí y me quitó las manos de los ojos, dejándome ver su bello y sensual rostro viéndome con ternura. Vestía una blusa color naranja claro y unos short de jeans que su trasero se viera más firme. ¡Qué sensual se veía!
Yo: Como estas Alexandra?
Alexandra: ¡Súper! ¿Y a ti como te va Primo?
Yo: ¡Bastante bien! ¿Donde está Valeria?
Alexandra: En el carro, nos está esperando, y más vale que no la hagamos esperar más
Fuimos hacia el carro donde nos esperaba Vale. Y allí estaba ella vistiendo una camisa de cuadros roja abierta que dejaba ver una blusa azul oscuro que remarcaba sus senos de una manera espectacular y usaba una minifalda que puso mi imaginación al 1000 por ciento ¡Se veía como una colegiala traviesa!
Vale: ¡¿Mas o menos ustedes?! ¿Donde coños andaban? ¡Apúrense, hay que aprovechar el día!
Subimos al carro; Alexandra manejaba y Vale iba atrás conmigo y pasamos todo el viaje, hablando, jodiendo, cantando etc. Llego un momento en el en cual nuestra conversación tocó temas personales.
Vale: Y como te va con las novias, ¿Eh Ivan?
Yo: ¡Nada de eso! ¡Sigo soltero!
Alexandra: ¡No joda vale! Ya era para que tuvieras como 3 jajajajajajajaja. ¿Y sigues siendo virgen?
Yo: (Silencio)
Vale: Tranquilo, puedes decírnoslo, estamos en confianza.
Yo: No, no soy virgen
Se miraron las caras con asombro, pero algo me decía que esperaban esa respuesta.
Vale: ¿Y con quien lo hiciste?
Yo: Con una amiga, cuando estaba en el liceo
Flori: ¿Y cómo fue? ¿Te gustó?
Yo: Ella acabó muy pronto, era su primera vez tambien, no es que yo sea un experto, yo también acabé pronto pero no pude disfrutar mucho. Sin embargo no se quejó, me besó en la boca y se fue... Al día siguiente nos seguimos hablando como si nada hubiese pasado.
Ellas no se lo podían creer y me pidieron más detalles, que si ella gemía, si gritaba mi nombre, si se mojaba mucho y demás. Pude notar que mientras daba los detalles Vale se tocaba discreta pero sensualmente los senos, el solo verlo resultó en una erección inmediata... y creo que ella también lo notó...
Llegamos a la casa, era una casa de playa bastante bonita, de un solo piso con un baño grande, 2 habitaciones con suficiente espacio, una sala con TV y una cocina estilo "Vintage". Deshice la maleta, ordené mi habitación y me puse el traje de baño. Al salir Alexandra me preguntó que si quería irme a la playa con ella, yo le dije que sí y le pregunte a Vale si quería venir con nosotros pero dijo que tenía que hacer el almuerzo, así que tomamos la toalla y salimos, ¡Era un día precioso! El sol brillaba con su natural incandescencia, habían solo unas pocas nubes y hacia mucho viento, en la playa no había casi nadie, estaba prácticamente desierta, solo se veían dos o tres personas a lo lejos; mi prima planto la enorme sombrilla de playa en la arena, puso la toalla y se acostó sobre ella, yo me quité el short y me zambullí al agua.
Al cabo de un rato ella también se mete a nadar conmigo, conversamos un poco y luego me dijo:
Flori: Acompáñame a la orilla.
Yo: Ok.
Una vez en la orilla ella se acuesta sobre la toalla boca abajo, dejándome una espectacular vista de su espalda y sus eróticas nalgas; me pide que le unte un poco de bronceador en su cuerpo, yo ni tonto ni perezoso me pongo bronceador en las manos y empiezo a regárselo por su escultural espalda, ella suspiraba satisfactoriamente mientras me elogiaba con “Umm… que bien”, “Sigue así” y cuando dijo “Que rico” ¡Se me puso tiesa en seco!
Seguí masajeando su cuerpo y me dice que continúe en sus caderas hasta llegar a los pies, cuando llego a tocar sus nalgas simplemente seguía suspirando y hasta gimiendo ligeramente de la satisfacción.
En un momento me miro a la cara, ella estaba sonrojada y después miro hacia mi short notando el bulto alojado en él:
Alexandra: ¡Parece que te estás emocionando! ¿O no primito?
Yo: Es difícil no emocionarme, complaciendo a una dama como tú.
Flori: Acércate un poco.
¡Y me beso! Mi sorpresa fue grande cuando introdujo su lengua y empezó a masajearla, con una velocidad de vértigo me tumbo a la arena de golpe y se montó sobre mí, me empezó a tocar el pene y yo sus pechos mientras disfrutaba de ese inesperado pero muy placentero. Hasta que…
Vale: ¡Muchachos! ¡El almuerzo está servido! ¡Vengan a comer!
Nos llamaba de muy cerca, por lo que no fue difícil oír su potente voz.
Flori: ¡Coño! ¡Y yo que me estaba dando un banquete! No te preocupes primito, te tenemos una sorpresa en la noche...
Se levantó y recogió todo, mientras caminábamos de regreso a la casa yo meditaba las palabras de mi prima, “¿Tenemos?”, ¡me suena a manada! No había duda alguna en que estas dos preciosuras me tenían algo preparado. Después del almuerzo nos fuimos todos a jugar con el X-BOX de la sala y pasamos un rato muy ameno echando vaina y jodiendo a lo loco, jugamos como hasta las 7, momento en el que Vale empezó a hacer la cena; Flori se fue a su cuarto a hacer-no-se-que y yo me quede en la sala jugando.
Después de media hora, cenamos y nos pusimos a hablar en la sala hasta tocar el tema personal otra vez:
Vale: … Pero yo lo dejé después de unos meses, ¡Ese idiota se creía que por rico podía engañarme!
Yo: Hiciste lo correcto, ¡Ese maricón no sabe de lo que se pierde!
Vale: Gracias, ahora dinos ¿Qué clase de chica te gusta?
Yo: Me gustan inteligentes, que sepan tomar las decisiones correctas en el momento correcto, bellas, y divertidas también, alguien que me quiera por lo que soy.
Alexandra: ¿Y en lo sexual?
Yo: Que sea muy picara y romántica al mismo tiempo.
Vale: ¿Como yo?
Yo: ¿A qué te refieres?
Vale: ¿Que si soy tu tipo?
Yo: ¡Eres mi prima! ¿Me estas jodiendo acaso?
Vale: Deja de hacerte del pendejo, ¿Crees que no me di cuenta cuando tuviste la erección en el carro? ¿O cuando te estabas besuqueando con mi hermana? Yo se que te excito, es más, ¡TE EXCITAMOS!
¡Esto era una locura! Ahora sí que estaba bien jodido… O al menos eso pensaba…
Alexandra: ¡Pero mira como te has puesto de pálido! Jajajajajajajajajaja ¡Primo no te preocupes! ¡No estamos molestas contigo! ¡Sino todo lo contrario!
Vale: Yo tenía las esperanzas de desvirgarte, pero al menos me divertiré enseñándote cosas nuevas.
Flori: Pero tendrás que ganártelo, ¡Ahora trae esa boca para acá!
Me acerque a su boca para probar de nuevo el sabor de sus labios, ella abrazaba su lengua con la mía en un erótico y fogoso frenesí, yo acariciaba sus senos y ella me masturbaba con frenética pasión, me bajo los shorts y empezó a lamer mi pene, se tomó su tiempo antes de engullirlo por completo, sentir su lengua y su garganta me ponían al límite y sin previo aviso descargue toda mi leche en su boca.
Alexandra: ¡Estas bastante animado! Pero aun no hemos acabado contigo.
Enseguida, Vale se desvistió, dándome una visión hipnótica de su cuerpo desnudo: Sus senos grandes, redondos y sus pezones erguidos; su trasero perfectamente formado… ¡Era una verdadera maravilla!
Puso su vagina en mi cara, estaba muy mojada y sus fluidos lujuriosos eran todo un manjar a mi gusto, besé gentilmente sus labios mientras acariciaba con mi dedo su clítoris, sus gemidos de placer me excitaban cada vez más: “¡Ayy… Que rico!” “¡Chúpala!” “¡No pares!”
De nuevo mi miembro se puso en pie de batalla para el 2do Round. Flori lo estimulaba con sus manos y boca antes de apuntarlo hacia su feminidad.
Alexandra: ¡No lo aguanto más! ¡Te quiero dentro de mí Primito!
Inmediatamente se inserto mi pene dentro de ella, su grito de placer fue tan placentero como sentir las húmedas paredes de su matriz ¡Era una sensación única!
Empezó a moverse enérgicamente en un rápido vaivén y mientras yo embestía al compas de sus caderas ella resoplaba y gemía: “¡Siiiii…AYY QUE RICOOOOO!” “¡DAME MAS DUROOOO!”
Sentía de nuevo que me venía, pero no deje que me distrajera, cambie de posición y la puse en cuatro mientas Valeria se masturbaba como loca. Alexandra empezó a gritar desesperada: “¡ME VENGOOOOO! ¡ME VEEENGOOOO! Y efectivamente se vino ¡Y valla manera de venirse! Me dejo toda la verga impregnada con sus jugos, ella se tiro en suelo de la sala y Vale se acerco a mi “Ahora es mi turno” decía ella.
Sin vacilar se la metí de una vez, y empezamos a tirar como si la vida nos fuera en ello, ella gemía y gozaba mientras le chupaba sus senos.
Yo: Me voy a venir.
Vale: Hazlo en mis tetas.
Rápidamente saque mi miembro y dispare mi semen hacia sus senos. Se masturbo un poco y se vino, caímos rendidos sobre el piso de la sala, nos besábamos tiernamente. Disfrutábamos del momento.
Alexandra: ¿Que tal tu primera noche primo?
Yo: Maravillosa, ustedes son todas unas fieras salvajes.
Vale: Y eso que todavía nos quedan seis días…
Esa noche dormimos todos en la misma cama, mis primas abrazándome y yo soñando con las cosas que haríamos en los días siguientes…
Fin.
Si te gusto esta historia comenta tu opinión y si tiene errores, acepto sugerencias.
Gracias
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