Hola Poringuer#s.
Tranquilamente podría titularlo “El postre de mi amante”.
Después de cenar, mi amante con las mejores ropas de mi novio, que nunca se las quiere poner en casa, aquel las lució, en donde bebimos, o al menos yo, más de lo acostumbrado.
Bañada, secada, peinada, pintada con un bello rojo mis labios, un poquito de maquillaje y delineados los ojos, mi vestido, todo un enterito blanco, con sostén limpio y con la misma tanga negra llena de semen me senté a cenar con mi amigo. Mientras cenábamos podía oler el aroma semen que salia de mi tanga; ¡increiblemente afrodisiaco para mi!.
Como tenía planeado que iba a hacer luego de terminada la cena, no quise llenarme mucho, pero si bebí. Esperé una ratito con más vino de por medio. Le dije:
-¿Querés postre? – le pregunté.
-Si tenés helado, mejor. – Respondió.
-Tu deseos, así como tus fantasías son ordenes para mí.
Así fue, así traje, comimos de ahí nomas, en realidad él comió de ahí nomas, porque yo me pasé el helado por la boca para que se me enfríe y así me hice de tirar la cucharita, que rápidamente me agache; me arrodille y le ofrecí la boca, que correspondió con un beso tierno, y yo, ni lerda ni perezosa agarre su cabeza con una mano y metí mi lengua hasta el fondo de su boca, y con la otra mano toque su miembro, que lentamente crecía y crecía, que al terminar, bajé su bragueta y desabotoné su botón y seguí comiendo cucurucho, pero no del helado, sino su pija. Me la mandé toda, succione y lamí todo el glande con todo su surquito y metía la punta de la lengua en el agujerito de su uretra y con mi mano hábil lo masturbaba, y con la otra mano, la mas torpe en su bolas. Lamí el tronco, el glande, sus bolas, lo pajee. Se la agarré y me daba solita golpecitos en el rostro. Me metía un poco de heladito en la boca, y así con la lengua fría usaba su lengua para calentármela nuevamente. Y cuando vi que no daba más agarre su tronco y lo masturbe y con mis labios abracé su glande y con la lengua la estimule y estimule, y succionaba y chupaba y le gemía de placer oral y la satisfacción que me daba tocándome el clítoris solita, y así acabé junto a él al sentir el semen que inundaba mi boca, y sin tirar una gota le mostré lo que tenía en la boca, y precisamente no era helado, y sin derramar una gota (para conservar limpito la ropita de mi novio, que tanto cuida) de tan exquisito elixir lo tragué. Me dio un beso y al levantarme para guardar mi postre me detuvo y llevo mi mano llena de mis jugos vaginales a su boca y me chupó los dedos y me dijo "que delicioso postre".
Subí la ropa interior guardando mi postre, cerré el pantalón y metí la camisa dentro del pantalón. Así la ropa de mi novio, y la novia de mi novio quedamos sin un rastro de suciedad.
Lo dejé descansar.
Acomodé todo, limpié y lavé las cosas que se utilizamos y nos preparamos para ir a dormir. Pero no, faltaba mi venganza. Ahora, en la cama quería dominar yo. El morbo se exacerbó cuando me dijo que iba a quedarse hasta el este martes a la madrugada, que si no me molestaba iba a llevarme al trabajo. Obvio que acepté, porque no se cuando nos vamos a ver de nuevo.
No había problemas porque mi novio llega el miércoles a la tarde.
Mi venganza llegará en le próximo post.
Ahora l#s dejo porque debo despertarlo de la siesta, ¿a que no saben para que? Siii, para eso. Y mi boca es un excelente despertador.
Besos.
Tranquilamente podría titularlo “El postre de mi amante”.
Después de cenar, mi amante con las mejores ropas de mi novio, que nunca se las quiere poner en casa, aquel las lució, en donde bebimos, o al menos yo, más de lo acostumbrado.
Bañada, secada, peinada, pintada con un bello rojo mis labios, un poquito de maquillaje y delineados los ojos, mi vestido, todo un enterito blanco, con sostén limpio y con la misma tanga negra llena de semen me senté a cenar con mi amigo. Mientras cenábamos podía oler el aroma semen que salia de mi tanga; ¡increiblemente afrodisiaco para mi!.
Como tenía planeado que iba a hacer luego de terminada la cena, no quise llenarme mucho, pero si bebí. Esperé una ratito con más vino de por medio. Le dije:
-¿Querés postre? – le pregunté.
-Si tenés helado, mejor. – Respondió.
-Tu deseos, así como tus fantasías son ordenes para mí.
Así fue, así traje, comimos de ahí nomas, en realidad él comió de ahí nomas, porque yo me pasé el helado por la boca para que se me enfríe y así me hice de tirar la cucharita, que rápidamente me agache; me arrodille y le ofrecí la boca, que correspondió con un beso tierno, y yo, ni lerda ni perezosa agarre su cabeza con una mano y metí mi lengua hasta el fondo de su boca, y con la otra mano toque su miembro, que lentamente crecía y crecía, que al terminar, bajé su bragueta y desabotoné su botón y seguí comiendo cucurucho, pero no del helado, sino su pija. Me la mandé toda, succione y lamí todo el glande con todo su surquito y metía la punta de la lengua en el agujerito de su uretra y con mi mano hábil lo masturbaba, y con la otra mano, la mas torpe en su bolas. Lamí el tronco, el glande, sus bolas, lo pajee. Se la agarré y me daba solita golpecitos en el rostro. Me metía un poco de heladito en la boca, y así con la lengua fría usaba su lengua para calentármela nuevamente. Y cuando vi que no daba más agarre su tronco y lo masturbe y con mis labios abracé su glande y con la lengua la estimule y estimule, y succionaba y chupaba y le gemía de placer oral y la satisfacción que me daba tocándome el clítoris solita, y así acabé junto a él al sentir el semen que inundaba mi boca, y sin tirar una gota le mostré lo que tenía en la boca, y precisamente no era helado, y sin derramar una gota (para conservar limpito la ropita de mi novio, que tanto cuida) de tan exquisito elixir lo tragué. Me dio un beso y al levantarme para guardar mi postre me detuvo y llevo mi mano llena de mis jugos vaginales a su boca y me chupó los dedos y me dijo "que delicioso postre".
Subí la ropa interior guardando mi postre, cerré el pantalón y metí la camisa dentro del pantalón. Así la ropa de mi novio, y la novia de mi novio quedamos sin un rastro de suciedad.
Lo dejé descansar.
Acomodé todo, limpié y lavé las cosas que se utilizamos y nos preparamos para ir a dormir. Pero no, faltaba mi venganza. Ahora, en la cama quería dominar yo. El morbo se exacerbó cuando me dijo que iba a quedarse hasta el este martes a la madrugada, que si no me molestaba iba a llevarme al trabajo. Obvio que acepté, porque no se cuando nos vamos a ver de nuevo.
No había problemas porque mi novio llega el miércoles a la tarde.
Mi venganza llegará en le próximo post.
Ahora l#s dejo porque debo despertarlo de la siesta, ¿a que no saben para que? Siii, para eso. Y mi boca es un excelente despertador.
Besos.
2 comentarios - Debút: Poringuera - 3ra Parte.
Muuy caliente de verdad!
Excelente!!
Gracias por compartir
Esto me alienta a recordar y contar futuras experiencias.
Besos.