Si bien habíamos salido una vez para realizar el primer trío de ella, esta invitación era diferente. Habíamos quedado en vernos en su casa, sin planificar nada, pero en mi cabeza estaban muchas horas de chat. Ese trío inicial había sido pactado, sexo oral con ella, un buen polvo, pero no forzando ninguna situación. Era la previa a los demás encuentros y bajo ningún concepto el marido quería que ella no quisiera aumentar las experiencias.
Llegué a las 20 hs, tal cual lo planificado. Toco timpre, el sale a recibirme con un abrazo cálido, me dice que pase, me estaban esperando. Se notaba que dentro suyo había muchas ganas de seguir cumpliendo fantasías. Yo quería saber de ella, si tenía las mismas ganas que él, si recordaba esa primera experiencia y pensaba en un encuentro similar.
Los chat eróticos que había tenido con el, sin lugar a dudas el chatear siempre con el hombre de la pareja hace que uno sepa que postura tomar, un tercero como acompañante, un tercero dominante….. Yo sabía que a la larga su intención no era solo tríos, sino lentamente convertirse en un cornudo sumiso, sin que su mujer se diera cuenta de esta situación en las primeras salidas, pero si en un corto plazo de tiempo, poder satisfacer nuestras necesidades.
Ella vestida elegantemente, con una amplia sonrisa, pero ruborizada por la situación. En cierta forma el encuentro era para cumplir la fantasía del marido, pero hasta ahora no le había encontrado la vuelta. Tacos, vestido elegante, algo pintado los labios, el pelo rubio y lacio hasta los hombros..
Hablamos, reímos un rato, hicimos que el tiempo pasara y que lentamente ella fuera tomando coraje… No tenía un libreto especifico, pero si sabía que si quería un momento diferente tenía que aplicar alguna técnica que permita poner en práctica algunas de las cosas que habíamos hablado con el marido.
Que lindo es tu departamento, muy cálido – le digo al marido.
Sin dejar que pueda reaccionar, aplicando la primera jugada fuerte le digo:
Pasate por la vinoteca, trae un par de champagne, que hoy tenemos que brindar por nuestro encuentro.
Duda, pero entiende que este pedido tenía algo especial y que si quería empezar a cumplir sus fantasías, tenía que dejar que yo planificara el juego, mas aún que el no tenía experiencia en este terreno.
Ella queda inmóvil, piensa un segundo e intenta tomar la iniciativa de salir a comprar.
El rápidamente y con el morbo de pensar que me iba a quedar solo con su mujer, le dice:
Dejá amor, tengo buen gusto para el champagne, dejalo por mi cuenta.
La situación parece normal, el se va, ella queda solo para mi.
Estás muy bonita, te vestiste así para mi? – digo.
Si, para vos y para mi marido – responde.
Vuelve a mostrar claro indicio de conformar a su marido, lejos de mi están las situaciones forzadas, así que decido romper el hielo con una nueva jugada.
Mirá, tu marido quiere que este momento sea especial, el ha hecho mucho para que vos tengas una noche diferente, querés lo mismo para el ??? Ese fue mi comentario.
Si, con seguridad que quiero que el disfrute – responde ella.
Bueno, anda a tu pieza, ponete ese vestido negro de porno star que tanto le gusta a el, elegí la bombachita mas chiquita, los tacos mas altos y las medias de red. No quiero que uses corpiño. Pintate los labios de rojo fuerte – mis palabras sonaron autoritarias y así era la idea.
Ella no duda, ya que su intención es que su marido tenga una noche diferente, se va a cambiar y yo me quedo sentado en el living esperando. Estudio el ambiente, me encanta la calidez de ese hogar y mi morbo aumenta en forma exponencial al pensar en el momento que íbamos a vivir los tres.
Llega el marido, abre la puerta. Al ver que ella no estaba conmigo pregunta:
Y mi mujer???
Tranquilo, poné el champagne en el freezer y sentate en el sillón a esperarla.
Ni lo duda, hace lo que digo.
A los 5 minutos se siente la puerta de la pieza, lentamente se asoma ella con un dejo de inseguridad.
Dale hermosa, salí y mostranos que ropa elegiste para nosotros – fueron mis palabras.
Sale, increíble nuestra vista. Un vestido negro, super provocativo, con gran escote donde dejaba ver sus tetas predominantes, corto, sus piernas largas y esas medias que mas de una vez habían sido detalle de calidad a la hora de catear con el marido. Tacos altos, el pelo como siempre, por demás de prolijo y los labios rojos sangre….
La cara de asombro del marido al ver a su mujer tal cual la describía en nuestros momentos de infidencias fue increíble, totalmente excitado solo tenía palabras de adulación.
Aumentado el morbo le digo mirá la ropa que eligió para vos….
Le pido que camine, que haga un ida y vuelta en el living improvisando una pasarela. Ella a pesar de no tener experiencia, pero al sentirse tan deseada realiza un desfile digno de una modelo.
Me paro, me acerco lentamente y le digo:
Hermosa mujer. Tu marido va a agradecerte siempre este momento que le estás regalando.
Vamos al dormitorio?? Esas fueron mis palabras.
Ella asiente, la tomo de la mano. El marido sigue sentado en el sillón, esperando que le digamos que venga.
Llegamos a la puerta y el automáticamente se levanta, tratando de participar de alguna manera en el juego. Le digo que espere, entro al dormitorio con ella y cierro la puerta dejándolo afuera.
Imagino esos segundos interminables para el. Ella si bien era una situación incómoda, también estaba motivada por estar con un tipo en la habitación matrimonial. Podía darme cuenta que estaba excitada.
Mi estrategia estaba definida. Ahí le explico a ella las condiciones del encuentro.
Quiero que el haga lo que yo le diga, pero yo he decidido no hablarle, quiero que vos le digas lo que yo quiero, que el sólo haga lo pedido. Va a participar cuando se la pida y ninguna situación se va a ver forzada por el.
Ahora andá y decile que espere en el living mientras nosotros distendemos el ambiente – le digo a ella.
Sale, yo me quedo en el dormitorio esperando, pero ambos entienden el juego.
Escucho que ella le dice con voz suave:
Amor, Charly quiere que vos te quedes afuera, que hagas lo que te dice, pero que la que te dice lo que el quiere soy yo…..Ahora quiere que estés afuera, mientras estoy a solas con el….
Tal vez el no esperaba quedar afuera del juego, aunque intuía que yo sabía sus morbos y que como tipo con códigos iba a cumplir también su fantasía.
El acepta, ella entra, cierra la puerta y ya pierdo noción de su presencia. Quedamos solos. Me considero un tipo seductor, con clase, y así generalmente me manejo, la tomo de la mano, la hago caminar a mi lado unos metros, la enfrento a mí, nos miramos y la beso. Es una previa entrada en calor, besa bien, aunque es cierto que sus besos son sólo para su marido y hace tiempo que no tiene otros labios en su boca.
Igual toma temperatura, su sumisión o su condición de mujer de familia, queda a un lado cuando ella piensa en sexo. Nos tocamos, la beso y me besa…
Bajo su vestido escotado un poco y sus tetas parece que tuvieran un resorte de cómo saltan… paso mis manos sobre ellas, con mis dedos toco sus pezones, gime, le encanta como lo hago. Beso sus tetas, ya no era la primera vez que lo hacía pero solos en su cuarto, era diferente. Mientras sigo ahí ella toma con sus manos mi cabeza, me acaricia, disfruta, se pierde… ya no tiene noción del tiempo y lugar.
Reconozco que un buen par de tetas me pueden, pero estas eran increíbles.
La hago arrodillar, desprendo mi camisa y quedo vestido con pantalón y zapatos.
En mi boca queda el gusto del lápiz labial que aún después de haberme besado sigue en sus labios. Desprendo el cinto, con mi mano desprendo los botones de mi pantalón y empiezo a bajarlo. Ella mira, está excitada, mi boxer blanco y mi piel quemada por el sol es un buen contraste para su vista.
Empiezo a bajar el boxer y mi pija asoma erguida, lista para la acción. En situaciones como esta, con el morbo de saber que el marido de afuera escuchaba, de estar a punto de hacerme chupar la pija por su mujer en su habitación, mi pija parece explotar.
La vista desde arriba era increíble, mi verga en su cara, sus tetas afuera como una puta barata y ella esperando que yo le de la orden para que empiece a comerla.
Quiero que me la chupes – le ordeno.
Ella sabía hacerlo, toma mi pija, se la pone en la boca, empieza con movimientos suaves y juega con mi cabeza, lentamente se la va poniendo mas adentro, la moja, intenta ponerla toda en la boca, pero no puede, hace arcadas… me pajea con calidad, toca mis huevos totalmente depilados, levanta mi pija con su mano y comienza a comerse mis huevos… Una maestra, debo reconocer que su marido le había enseñado a chuparla.
Estuvo así un largo rato, mis gemidos eran motivados por el placer de su boca y también por el morbo de saber que el marido necesitaba escuchar.
La levanto, la miro y le pregunto si le gusta mi pija. Si, asiente… me encanta tu pija Charly…
Quiero que salgas del cuarto, le digas a tu marido que traiga la botella de champagne y dos copas – esa fue mi orden.
Ella sale, algo desalineada, con las tetas al aire y sus labios ahora con poco lápiz labial.
Entra y dice ya está, ahora lo trae.
Sigo parado, le digo vení, quiero que cuando traiga lo que le pedí mientras deja las cosas te vea arrodillada sumamente sumisa chupándome la pija.
Si había algo que le gustaba era mamarla, así que al instante estaba chupándola nuevamente.
Tocan la puerta, le digo a ella que le diga que pase….
Pasá – dice ella
Entra, quiere ver que pasa, por lo que mira y la ve a ella arrodillada, con mi pija en su mano.
Parece que ella también sabe como hacerlo disfrutar, le dice:
Amor, abrí el champagne y serví un poco en cada copa, después podes seguir esperando afuera.
El tarda una eternidad en sacar ese corcho, yo lo miro y ella no para de chuparme la pija. Se come mis huevos con muchas mas ganas, sabiendo que el marido la está mirando. El sirve las copas.
Le digo a ella suavemente….Decile que traiga las copas acá, lo cual ella lo hace con esa voz tan dulce que tiene.
El acerca las copas, queda a una pequeña distancia de mi pija y su mujer, está totalmente excitado.
Ella le pide que salga del cuarto nuevamente.
La paro, la beso y es infernal ese beso cálido con gusto a mi pija.
Le levanto el vestido, y observo esa cola hermosa y sus medias de red.
La toco, bajo las medias hasta las rodillas y lo mismo con su bombachita diminuta. Su cola y su conchita es una inspiración para un degenerado como yo que disfruta de la mujer ajena. Difìcil que esté comoda, pero me mata el morbo de tenerla vestida todavía, con sus tacos y sus medias a medio bajar. La recuesto en la cama, levanto sus piernas y queda para mi vista esa conchita totalmente depilada y su culito. Mi lengua hace un juego perverso, ella gime, se mueve, es muy fina para gritar, aunque siento su orgasmo. Su mano en mi pelo y su vos suave diciendo:
Asi, me encanta que me la chupes, sentís como acabo???
La doy vuelta, su cabeza sobre el colchón y su culito hacia arriba. Parado en el borde de la cama y con la pija durísima de la excitación empiezo a coger la concha.
Ella con sumas manos apretando la sábana y yo entrando y saliendo con un movimiento suave. Ella goza como loca, le gusta, le excita pensar que está siendo cogida en su cama por otro tipo y su marido escuchando.
No se que hace, tal vez esté pegado detrás de la puerta o tal vez se esté haciendo la mejor paja de su vida.
Me paro sobre la cama, ella sigue con su culo hacia arriba, sigo cogiéndola por la conchita pero esa pose hace que mi verga pareciera que le sale por la boca.
Sus gemidos mas fuertes y un nuevo orgasmo. La levanto, le pido que salga y le diga al marido que traiga una banqueta de la cocina. Ella sale mas impresentable que la otra vez, siguen sus tetas al aire, pero ahora su bombacha a medio bajar y lo mismo con las medias de red, le cuesta caminar, pero sabe que esto alimenta el morbo de su marido.
Ingresa, nos besamos y el vuelve a tocar la puerta.
Le permite el ingreso trae la banqueta, la pone al lado de una cómoda antigua. La tomo de la mano, la siento en la misma dejando su culito fuera de ella.
Le pido que ella que le diga que sirva mas champagne.
Ella con suavidad le pide que lo haga…
El se toma su tiempo, quiere ver algo de lo que está pasando.
Me agacho, veo su culo fuera de la banqueta y empiezo a chuparlo suavemente. El sigue sirviendo, pareciera no terminar nunca, pero lo mata ver como le chupo el orto a su mujer, sabe lo que viene.
Termina de servir y nuevamente le pido a ella que le diga que se vaya.
Apenas cierra la puerta, apoyo mi pija en su culo. Se que no es su debilidad, pero la excitación la lleva a dejarse hacer…
Empiezo a cogerla suavemente por el culo, ahí mi instinto me lleva a decirle:
Decime que nunca te hizo el culo en esta banqueta, a lo que ella decía, no nunca, nunca…
Disfrutaba, se notaba que el sexo anal no era su fuerte en la pareja, pero que le gustaban las embestidas que le pegaba con mi pija.
Estuvimos así por un largo rato, sus tacos, su vestido negro y su media de red eran parte del paisaje.
Se levante de la banqueta, me da un beso apasionado y mira mi pija. Sin decir nada se arrodilla y en señal de sumisión y respeto, empieza a chuparla nuevamente.
Le pido que se aparte, me siento en el sillón y le digo que se saque la ropa. Queda desnuda frente a mí. Le pido que salga de la habitación, que se pare sobre el marco de la puerta y que le diga al marido que le coma las tetas, la concha y que luego se de vuelta para que vea y chupe su culo dilatado por mi pija.
Ella totalmente obediente y sabiendo como es el juego camina desnuda hacia la puerta, la abre y allí estaba el esperándola. Ella le pide que la bese, se nota que el amor es mas fuerte, realmente se aman. Ella le toma la cabeza, la baja hasta sus tetas y las deja que la chupe, el desesperado, increíblemente desesperado, como si fuera la primera vez que lo hace.
Lo sigue bajando, llega a su concha y mis olores ahí, el la chupa con muchas ganas. Ella pone su pierna sobre su hombro, abriéndose aún mas. El sigue vestido, ella gime y disfruta de su marido… yo sentado, en primera fila y disfrutando también lo poco que le había dejado…
Ella gira, se apoya sobre el marco e inclina su cola hacia atrás… El pasa su lengua, reconoce que recién le habían dejado el culo abierto, por lo que le encanta chuparlo….
Le pido que venga, ella automáticamente lo deja. Sabe quién da las instrucciones a partir de hoy, el queda arrodillado en la puerta. Sigo en el sillón y le pido que se arrodille a chuparla. Sabe lo que viene, pero no se anima a decir un no. El marido siempre me decía que ella no era de tragarse la leche, pero no estaba en condiciones de negociar nada.
Empieza a chupar y pajear mas fuerte, mis gemidos son mas seguidos y mas fuertes…
Con el marido como espectador de lujo y ella ya descontrolada empiezo a acabar y sin dudarlo la totalidad de la leche está en su boca.. Ella acaba, lo noto en su expresión.
Me limpia la pija con la lengua.. me mira, sonríe y le digo gracias.
Seguro que el marido también había acabado, aunque en realidad era parte del paisaje.
Me visto, ella se viste y cuando estoy por salir de la habitación le digo a ella que lo bese.
Se funden en un beso apasionado, ella reconoce un nuevo morbo del marido y el reconoce un nuevo amo para ella.
Antes de irme camino hacia ellos, lo miro a él y le digo. Hoy tuviste la posibilidad de probar a tu mujer y mis olores. Si querés seguir sabiendo como es eso, quiero que sepas que el champagne me gusta bien frio.
Sigo camiando hacia la puerta, mi puesta en escena había sido impecable, al salir sólo oía las palabras de él diciendo….
Si, si, si, Charly, la próxima el champagne estará helado…..
Llegué a las 20 hs, tal cual lo planificado. Toco timpre, el sale a recibirme con un abrazo cálido, me dice que pase, me estaban esperando. Se notaba que dentro suyo había muchas ganas de seguir cumpliendo fantasías. Yo quería saber de ella, si tenía las mismas ganas que él, si recordaba esa primera experiencia y pensaba en un encuentro similar.
Los chat eróticos que había tenido con el, sin lugar a dudas el chatear siempre con el hombre de la pareja hace que uno sepa que postura tomar, un tercero como acompañante, un tercero dominante….. Yo sabía que a la larga su intención no era solo tríos, sino lentamente convertirse en un cornudo sumiso, sin que su mujer se diera cuenta de esta situación en las primeras salidas, pero si en un corto plazo de tiempo, poder satisfacer nuestras necesidades.
Ella vestida elegantemente, con una amplia sonrisa, pero ruborizada por la situación. En cierta forma el encuentro era para cumplir la fantasía del marido, pero hasta ahora no le había encontrado la vuelta. Tacos, vestido elegante, algo pintado los labios, el pelo rubio y lacio hasta los hombros..
Hablamos, reímos un rato, hicimos que el tiempo pasara y que lentamente ella fuera tomando coraje… No tenía un libreto especifico, pero si sabía que si quería un momento diferente tenía que aplicar alguna técnica que permita poner en práctica algunas de las cosas que habíamos hablado con el marido.
Que lindo es tu departamento, muy cálido – le digo al marido.
Sin dejar que pueda reaccionar, aplicando la primera jugada fuerte le digo:
Pasate por la vinoteca, trae un par de champagne, que hoy tenemos que brindar por nuestro encuentro.
Duda, pero entiende que este pedido tenía algo especial y que si quería empezar a cumplir sus fantasías, tenía que dejar que yo planificara el juego, mas aún que el no tenía experiencia en este terreno.
Ella queda inmóvil, piensa un segundo e intenta tomar la iniciativa de salir a comprar.
El rápidamente y con el morbo de pensar que me iba a quedar solo con su mujer, le dice:
Dejá amor, tengo buen gusto para el champagne, dejalo por mi cuenta.
La situación parece normal, el se va, ella queda solo para mi.
Estás muy bonita, te vestiste así para mi? – digo.
Si, para vos y para mi marido – responde.
Vuelve a mostrar claro indicio de conformar a su marido, lejos de mi están las situaciones forzadas, así que decido romper el hielo con una nueva jugada.
Mirá, tu marido quiere que este momento sea especial, el ha hecho mucho para que vos tengas una noche diferente, querés lo mismo para el ??? Ese fue mi comentario.
Si, con seguridad que quiero que el disfrute – responde ella.
Bueno, anda a tu pieza, ponete ese vestido negro de porno star que tanto le gusta a el, elegí la bombachita mas chiquita, los tacos mas altos y las medias de red. No quiero que uses corpiño. Pintate los labios de rojo fuerte – mis palabras sonaron autoritarias y así era la idea.
Ella no duda, ya que su intención es que su marido tenga una noche diferente, se va a cambiar y yo me quedo sentado en el living esperando. Estudio el ambiente, me encanta la calidez de ese hogar y mi morbo aumenta en forma exponencial al pensar en el momento que íbamos a vivir los tres.
Llega el marido, abre la puerta. Al ver que ella no estaba conmigo pregunta:
Y mi mujer???
Tranquilo, poné el champagne en el freezer y sentate en el sillón a esperarla.
Ni lo duda, hace lo que digo.
A los 5 minutos se siente la puerta de la pieza, lentamente se asoma ella con un dejo de inseguridad.
Dale hermosa, salí y mostranos que ropa elegiste para nosotros – fueron mis palabras.
Sale, increíble nuestra vista. Un vestido negro, super provocativo, con gran escote donde dejaba ver sus tetas predominantes, corto, sus piernas largas y esas medias que mas de una vez habían sido detalle de calidad a la hora de catear con el marido. Tacos altos, el pelo como siempre, por demás de prolijo y los labios rojos sangre….
La cara de asombro del marido al ver a su mujer tal cual la describía en nuestros momentos de infidencias fue increíble, totalmente excitado solo tenía palabras de adulación.
Aumentado el morbo le digo mirá la ropa que eligió para vos….
Le pido que camine, que haga un ida y vuelta en el living improvisando una pasarela. Ella a pesar de no tener experiencia, pero al sentirse tan deseada realiza un desfile digno de una modelo.
Me paro, me acerco lentamente y le digo:
Hermosa mujer. Tu marido va a agradecerte siempre este momento que le estás regalando.
Vamos al dormitorio?? Esas fueron mis palabras.
Ella asiente, la tomo de la mano. El marido sigue sentado en el sillón, esperando que le digamos que venga.
Llegamos a la puerta y el automáticamente se levanta, tratando de participar de alguna manera en el juego. Le digo que espere, entro al dormitorio con ella y cierro la puerta dejándolo afuera.
Imagino esos segundos interminables para el. Ella si bien era una situación incómoda, también estaba motivada por estar con un tipo en la habitación matrimonial. Podía darme cuenta que estaba excitada.
Mi estrategia estaba definida. Ahí le explico a ella las condiciones del encuentro.
Quiero que el haga lo que yo le diga, pero yo he decidido no hablarle, quiero que vos le digas lo que yo quiero, que el sólo haga lo pedido. Va a participar cuando se la pida y ninguna situación se va a ver forzada por el.
Ahora andá y decile que espere en el living mientras nosotros distendemos el ambiente – le digo a ella.
Sale, yo me quedo en el dormitorio esperando, pero ambos entienden el juego.
Escucho que ella le dice con voz suave:
Amor, Charly quiere que vos te quedes afuera, que hagas lo que te dice, pero que la que te dice lo que el quiere soy yo…..Ahora quiere que estés afuera, mientras estoy a solas con el….
Tal vez el no esperaba quedar afuera del juego, aunque intuía que yo sabía sus morbos y que como tipo con códigos iba a cumplir también su fantasía.
El acepta, ella entra, cierra la puerta y ya pierdo noción de su presencia. Quedamos solos. Me considero un tipo seductor, con clase, y así generalmente me manejo, la tomo de la mano, la hago caminar a mi lado unos metros, la enfrento a mí, nos miramos y la beso. Es una previa entrada en calor, besa bien, aunque es cierto que sus besos son sólo para su marido y hace tiempo que no tiene otros labios en su boca.
Igual toma temperatura, su sumisión o su condición de mujer de familia, queda a un lado cuando ella piensa en sexo. Nos tocamos, la beso y me besa…
Bajo su vestido escotado un poco y sus tetas parece que tuvieran un resorte de cómo saltan… paso mis manos sobre ellas, con mis dedos toco sus pezones, gime, le encanta como lo hago. Beso sus tetas, ya no era la primera vez que lo hacía pero solos en su cuarto, era diferente. Mientras sigo ahí ella toma con sus manos mi cabeza, me acaricia, disfruta, se pierde… ya no tiene noción del tiempo y lugar.
Reconozco que un buen par de tetas me pueden, pero estas eran increíbles.
La hago arrodillar, desprendo mi camisa y quedo vestido con pantalón y zapatos.
En mi boca queda el gusto del lápiz labial que aún después de haberme besado sigue en sus labios. Desprendo el cinto, con mi mano desprendo los botones de mi pantalón y empiezo a bajarlo. Ella mira, está excitada, mi boxer blanco y mi piel quemada por el sol es un buen contraste para su vista.
Empiezo a bajar el boxer y mi pija asoma erguida, lista para la acción. En situaciones como esta, con el morbo de saber que el marido de afuera escuchaba, de estar a punto de hacerme chupar la pija por su mujer en su habitación, mi pija parece explotar.
La vista desde arriba era increíble, mi verga en su cara, sus tetas afuera como una puta barata y ella esperando que yo le de la orden para que empiece a comerla.
Quiero que me la chupes – le ordeno.
Ella sabía hacerlo, toma mi pija, se la pone en la boca, empieza con movimientos suaves y juega con mi cabeza, lentamente se la va poniendo mas adentro, la moja, intenta ponerla toda en la boca, pero no puede, hace arcadas… me pajea con calidad, toca mis huevos totalmente depilados, levanta mi pija con su mano y comienza a comerse mis huevos… Una maestra, debo reconocer que su marido le había enseñado a chuparla.
Estuvo así un largo rato, mis gemidos eran motivados por el placer de su boca y también por el morbo de saber que el marido necesitaba escuchar.
La levanto, la miro y le pregunto si le gusta mi pija. Si, asiente… me encanta tu pija Charly…
Quiero que salgas del cuarto, le digas a tu marido que traiga la botella de champagne y dos copas – esa fue mi orden.
Ella sale, algo desalineada, con las tetas al aire y sus labios ahora con poco lápiz labial.
Entra y dice ya está, ahora lo trae.
Sigo parado, le digo vení, quiero que cuando traiga lo que le pedí mientras deja las cosas te vea arrodillada sumamente sumisa chupándome la pija.
Si había algo que le gustaba era mamarla, así que al instante estaba chupándola nuevamente.
Tocan la puerta, le digo a ella que le diga que pase….
Pasá – dice ella
Entra, quiere ver que pasa, por lo que mira y la ve a ella arrodillada, con mi pija en su mano.
Parece que ella también sabe como hacerlo disfrutar, le dice:
Amor, abrí el champagne y serví un poco en cada copa, después podes seguir esperando afuera.
El tarda una eternidad en sacar ese corcho, yo lo miro y ella no para de chuparme la pija. Se come mis huevos con muchas mas ganas, sabiendo que el marido la está mirando. El sirve las copas.
Le digo a ella suavemente….Decile que traiga las copas acá, lo cual ella lo hace con esa voz tan dulce que tiene.
El acerca las copas, queda a una pequeña distancia de mi pija y su mujer, está totalmente excitado.
Ella le pide que salga del cuarto nuevamente.
La paro, la beso y es infernal ese beso cálido con gusto a mi pija.
Le levanto el vestido, y observo esa cola hermosa y sus medias de red.
La toco, bajo las medias hasta las rodillas y lo mismo con su bombachita diminuta. Su cola y su conchita es una inspiración para un degenerado como yo que disfruta de la mujer ajena. Difìcil que esté comoda, pero me mata el morbo de tenerla vestida todavía, con sus tacos y sus medias a medio bajar. La recuesto en la cama, levanto sus piernas y queda para mi vista esa conchita totalmente depilada y su culito. Mi lengua hace un juego perverso, ella gime, se mueve, es muy fina para gritar, aunque siento su orgasmo. Su mano en mi pelo y su vos suave diciendo:
Asi, me encanta que me la chupes, sentís como acabo???
La doy vuelta, su cabeza sobre el colchón y su culito hacia arriba. Parado en el borde de la cama y con la pija durísima de la excitación empiezo a coger la concha.
Ella con sumas manos apretando la sábana y yo entrando y saliendo con un movimiento suave. Ella goza como loca, le gusta, le excita pensar que está siendo cogida en su cama por otro tipo y su marido escuchando.
No se que hace, tal vez esté pegado detrás de la puerta o tal vez se esté haciendo la mejor paja de su vida.
Me paro sobre la cama, ella sigue con su culo hacia arriba, sigo cogiéndola por la conchita pero esa pose hace que mi verga pareciera que le sale por la boca.
Sus gemidos mas fuertes y un nuevo orgasmo. La levanto, le pido que salga y le diga al marido que traiga una banqueta de la cocina. Ella sale mas impresentable que la otra vez, siguen sus tetas al aire, pero ahora su bombacha a medio bajar y lo mismo con las medias de red, le cuesta caminar, pero sabe que esto alimenta el morbo de su marido.
Ingresa, nos besamos y el vuelve a tocar la puerta.
Le permite el ingreso trae la banqueta, la pone al lado de una cómoda antigua. La tomo de la mano, la siento en la misma dejando su culito fuera de ella.
Le pido que ella que le diga que sirva mas champagne.
Ella con suavidad le pide que lo haga…
El se toma su tiempo, quiere ver algo de lo que está pasando.
Me agacho, veo su culo fuera de la banqueta y empiezo a chuparlo suavemente. El sigue sirviendo, pareciera no terminar nunca, pero lo mata ver como le chupo el orto a su mujer, sabe lo que viene.
Termina de servir y nuevamente le pido a ella que le diga que se vaya.
Apenas cierra la puerta, apoyo mi pija en su culo. Se que no es su debilidad, pero la excitación la lleva a dejarse hacer…
Empiezo a cogerla suavemente por el culo, ahí mi instinto me lleva a decirle:
Decime que nunca te hizo el culo en esta banqueta, a lo que ella decía, no nunca, nunca…
Disfrutaba, se notaba que el sexo anal no era su fuerte en la pareja, pero que le gustaban las embestidas que le pegaba con mi pija.
Estuvimos así por un largo rato, sus tacos, su vestido negro y su media de red eran parte del paisaje.
Se levante de la banqueta, me da un beso apasionado y mira mi pija. Sin decir nada se arrodilla y en señal de sumisión y respeto, empieza a chuparla nuevamente.
Le pido que se aparte, me siento en el sillón y le digo que se saque la ropa. Queda desnuda frente a mí. Le pido que salga de la habitación, que se pare sobre el marco de la puerta y que le diga al marido que le coma las tetas, la concha y que luego se de vuelta para que vea y chupe su culo dilatado por mi pija.
Ella totalmente obediente y sabiendo como es el juego camina desnuda hacia la puerta, la abre y allí estaba el esperándola. Ella le pide que la bese, se nota que el amor es mas fuerte, realmente se aman. Ella le toma la cabeza, la baja hasta sus tetas y las deja que la chupe, el desesperado, increíblemente desesperado, como si fuera la primera vez que lo hace.
Lo sigue bajando, llega a su concha y mis olores ahí, el la chupa con muchas ganas. Ella pone su pierna sobre su hombro, abriéndose aún mas. El sigue vestido, ella gime y disfruta de su marido… yo sentado, en primera fila y disfrutando también lo poco que le había dejado…
Ella gira, se apoya sobre el marco e inclina su cola hacia atrás… El pasa su lengua, reconoce que recién le habían dejado el culo abierto, por lo que le encanta chuparlo….
Le pido que venga, ella automáticamente lo deja. Sabe quién da las instrucciones a partir de hoy, el queda arrodillado en la puerta. Sigo en el sillón y le pido que se arrodille a chuparla. Sabe lo que viene, pero no se anima a decir un no. El marido siempre me decía que ella no era de tragarse la leche, pero no estaba en condiciones de negociar nada.
Empieza a chupar y pajear mas fuerte, mis gemidos son mas seguidos y mas fuertes…
Con el marido como espectador de lujo y ella ya descontrolada empiezo a acabar y sin dudarlo la totalidad de la leche está en su boca.. Ella acaba, lo noto en su expresión.
Me limpia la pija con la lengua.. me mira, sonríe y le digo gracias.
Seguro que el marido también había acabado, aunque en realidad era parte del paisaje.
Me visto, ella se viste y cuando estoy por salir de la habitación le digo a ella que lo bese.
Se funden en un beso apasionado, ella reconoce un nuevo morbo del marido y el reconoce un nuevo amo para ella.
Antes de irme camino hacia ellos, lo miro a él y le digo. Hoy tuviste la posibilidad de probar a tu mujer y mis olores. Si querés seguir sabiendo como es eso, quiero que sepas que el champagne me gusta bien frio.
Sigo camiando hacia la puerta, mi puesta en escena había sido impecable, al salir sólo oía las palabras de él diciendo….
Si, si, si, Charly, la próxima el champagne estará helado…..
4 comentarios - Principio de sumisión
Cada día te salen mejor... espero que sigas inspirado así y que la gente sepa apreciar el morbo que compartis con nosotros gratuitamente....
A matarse a pajas y lograr los objetivos para los aspirantes a cornudos!!