Continuo donde me había quedado.
Estaba en el auto, en la estación de servicio, y ella recién se bajaba del remis.http://www.poringa.net/posts/relatos/2592245/La-pelirroja-del-Chat---Parte-1.html
Me tomé 5, casi 10 minutos solamente para mirarla. Había estacionado en la parte del autolavado de la estación de servicio, que estaba al costado del barcito, medio tapada. Ella estaba en la playa, y aunque mirase para mi auto, veía el asiento del acompañante. Con los vidrios polarizados y todo apagado, no se dio cuenta que había un auto ahí. Aproveché para prender un cigarrillo y deleitarme con la imagen de la pendeja que me estaba por comer. No fue la primera vez que quedaba con una chica de un chat y tampoco es que era una nena. Pero lo que tiene de distinto Mili, y que todavía me ratonea, es que a diferencia de otras chicas que conseguí por ese medio, Mili parece una chica mas "normal". A ver, no se como decir esto sin quedar mal...me encamé con otras pendejas del chat, pero son pibas que andan más en la fiesta, se están empezando a meter en un ambiente medio turbio y corren atrás de la plata. También, suelen ser de un estrato social más bajo que ella. Mili es una chica bien, de una familia de clase media alta y presente, que está estudiando una carrera universitaria y convive con su novio, un chico de su misma edad y de similar situación. Es una chica que los domingos almuerza con los suegros en el country de ellos. Y era sábado a las 3 de la mañana y ella estaba en un vestidito corto de encaje que le dejaba ver el principio de la cola casi, parada en una playa de carga de una estación de servicio, esperando a que la levante un tipo con edad para ser su papa, o su abuelo casi, que ni conocía y que la había calentado por internet. La pija se me puso como una piedra mientras fumaba y le veía el cagazo en la cara, como le temblaban las piernitas mientras miraba la calle esperando a ver si me acercaba.
Cuando termine de fumar, puse en marcha el motor, prendí las luces y ella miro para donde yo estaba. Espere que ella se acercase, pero se quedó durita en el lugar. Supe que no se iba a mover a menos que yo me mueva, así que di marcha atrás y saque el auto en dirección a donde ella estaba. Creo que por un segundo se quiso escapar. Hubiese sido gracioso verla tratar de irse corriendo con tacos altos y seguirla con el auto, pensé. Pero se quedo quietita donde estaba.
Apenas paré al lado de ella, la salude y la invite a subir. Tuve que invitarla a subir, literalmente decirle que se suba, porque ella se quedó donde estaba saludandome por la ventanilla.
Cuando se subió, no pude dejar de mirarle las piernas al sentarse. El vestidito, que lo había elegido yo en base a un par de fotos que ella me había mostrado, apenas le tapaba. La salude tratando de que el beso en la mejilla se acerque lo más posible a sus labios.
Hacer conversacion con ella en ese momento fue dificilísimo. La misma chica que hasta anoche me decía cuanto la calentaba por chat, me llamaba por teléfono para gemirme en la oreja mientras se tocaba, ahora no se le salía una palabra.
Le pregunté a donde quería ir, y me dijo, con la voz entrecortada, que prefería ir a tomar algo primero. Buenísimo dije, hay un par de bares en la zona donde la había levantado. Que no, que ahí no, que estabamos muy cerca de la casa y que ella solía salir por ahí y tenía miedo que la recnocieran. Que vayamos a otro lado. Ella es de zona sur, y yo no tenía ni idea de donde estabamos, pero me dijo que vayamos para Lomas. Cuando me iba indicando para donde agarrar, me avive que podía llegar por Camino de Cintura. Listo, es la mía. Eran las 3 de la mañana, si ibamos a tomar algo, no nos ibamos más. Ademas, cuando habíamos arreglado por chat, me había insistido en que la dejase en la casa no más tarde de las 7, así podía dormir un poco antes de irse a pasar el día con los suegros.
Cuando agarré por Camino de Cintura, sabía que tenía un par de minutos antes de llegar a la zona de los telos para convencerla de que no tenía sentido ir a tomar algo, qu vayamos a los bifes. Me tiré a la pileta; total, la pendeja está en mi auto, y con todo lo que hablamos, sabe que me la quiero re cojer.
- Te queda precioso el vestido...
- Gracias...(apenas hablaba...en parte me daba pena, en parte no podía evitar que me de risa)
- Sabés que me quede un ratito mirándote antes de ir a buscarte. Estabas tan linda, parecías una putita callejera ahí parada esperando...
La palabra "putita" siempre había sido como un gatillo para ella. Cuando le dije eso, fue la primera vez desde que subió al auto que logré sacarle una sonrisa...
- Te dijo algo el remisero cuando te trajo?
- Jajaj, no paraba de mirarme, pero no dijo nada. Cuando le dije que me deje ahí en la estación de servicio vacía no entendía nada...
- Le hubieses dicho, que ibas a putanear un ratito...
- Jajaja
A Mili ya se le empezaba a soltar la lengua, y ya iba entrando en confianza y asumiendo el rol.
- Capaz le sacabas unos pesos...
- Jajaja, no salí a buscar plata hoy.
- Y que saliste a buscar?
- A vos.
Aguante la respuesta en la punta de la lengua hasta acercarme al semáforo. Después de ese semáforo, es o a la derecha para el lado de Lomas, o seguir derecho a donde están los telos. Así que me la jugué con toda.
- Acá estoy yo, putita...
Y me tiré a comerle la boca, parado en el semáforo. Al principio quiso rechazarme, hizo un minúsculo movimiento hacia atras, e inclusive una vez que se tocaron nuestros labios, ella estaba un poquito reacía a abrir la boca. Me daba piquitos, y yo quería comerle la lengua. Fue un jueguito que me calentó muchísimo, abrirle la boca con la lengua, que acepte que ahora se estaba chapando a este viejo y que no tenía como escapar. Cuando cambió el semáforo me decidí, y no doblé. Seguí derecho...
Ella se dio cuenta.
- Tendrías que haber doblado si vamos a Lomas a tomar algo...
- Te invito un champagne si querés, pero en una habitación de hotel. Vamos a estar más comodos.
Tomé su silencio como un sí. De reojo, veía como se le iluminaba la mirada. Le apoye la mano en la pierna y de la calentura que venía juntando, juro que casi acabo solamente con sentirle la piel.
Entramos en un hotel sobre camino de cintura, un hotel bastante lindo, que ella alguna vez había mencionado. Decía que todas las amigas lo conocían menos ella, porque el novio no maneja. Le prometí que alguna vez iba a llevarla, así que de prepo decidí cumplir la promesa, doblé y me metí. Cuando esperaba que me abran, ella se sonrió y me dijo "cumpliste lo que prometiste". Le respondí que si, y me abalance sobre ella a transarmela un ratito más. Esta vez, si bien ella seguía un poco tímida, de entrada me encontré con su lengua, y la mano que tenía en la pierna subió un poquitito hasta tocar el hilo de una tanguita de encaje. La muy putita se había producido toda para mi, y ahora no tenía como escaparse.
Continúa en parte 3!!
Estaba en el auto, en la estación de servicio, y ella recién se bajaba del remis.http://www.poringa.net/posts/relatos/2592245/La-pelirroja-del-Chat---Parte-1.html
Me tomé 5, casi 10 minutos solamente para mirarla. Había estacionado en la parte del autolavado de la estación de servicio, que estaba al costado del barcito, medio tapada. Ella estaba en la playa, y aunque mirase para mi auto, veía el asiento del acompañante. Con los vidrios polarizados y todo apagado, no se dio cuenta que había un auto ahí. Aproveché para prender un cigarrillo y deleitarme con la imagen de la pendeja que me estaba por comer. No fue la primera vez que quedaba con una chica de un chat y tampoco es que era una nena. Pero lo que tiene de distinto Mili, y que todavía me ratonea, es que a diferencia de otras chicas que conseguí por ese medio, Mili parece una chica mas "normal". A ver, no se como decir esto sin quedar mal...me encamé con otras pendejas del chat, pero son pibas que andan más en la fiesta, se están empezando a meter en un ambiente medio turbio y corren atrás de la plata. También, suelen ser de un estrato social más bajo que ella. Mili es una chica bien, de una familia de clase media alta y presente, que está estudiando una carrera universitaria y convive con su novio, un chico de su misma edad y de similar situación. Es una chica que los domingos almuerza con los suegros en el country de ellos. Y era sábado a las 3 de la mañana y ella estaba en un vestidito corto de encaje que le dejaba ver el principio de la cola casi, parada en una playa de carga de una estación de servicio, esperando a que la levante un tipo con edad para ser su papa, o su abuelo casi, que ni conocía y que la había calentado por internet. La pija se me puso como una piedra mientras fumaba y le veía el cagazo en la cara, como le temblaban las piernitas mientras miraba la calle esperando a ver si me acercaba.
Cuando termine de fumar, puse en marcha el motor, prendí las luces y ella miro para donde yo estaba. Espere que ella se acercase, pero se quedó durita en el lugar. Supe que no se iba a mover a menos que yo me mueva, así que di marcha atrás y saque el auto en dirección a donde ella estaba. Creo que por un segundo se quiso escapar. Hubiese sido gracioso verla tratar de irse corriendo con tacos altos y seguirla con el auto, pensé. Pero se quedo quietita donde estaba.
Apenas paré al lado de ella, la salude y la invite a subir. Tuve que invitarla a subir, literalmente decirle que se suba, porque ella se quedó donde estaba saludandome por la ventanilla.
Cuando se subió, no pude dejar de mirarle las piernas al sentarse. El vestidito, que lo había elegido yo en base a un par de fotos que ella me había mostrado, apenas le tapaba. La salude tratando de que el beso en la mejilla se acerque lo más posible a sus labios.
Hacer conversacion con ella en ese momento fue dificilísimo. La misma chica que hasta anoche me decía cuanto la calentaba por chat, me llamaba por teléfono para gemirme en la oreja mientras se tocaba, ahora no se le salía una palabra.
Le pregunté a donde quería ir, y me dijo, con la voz entrecortada, que prefería ir a tomar algo primero. Buenísimo dije, hay un par de bares en la zona donde la había levantado. Que no, que ahí no, que estabamos muy cerca de la casa y que ella solía salir por ahí y tenía miedo que la recnocieran. Que vayamos a otro lado. Ella es de zona sur, y yo no tenía ni idea de donde estabamos, pero me dijo que vayamos para Lomas. Cuando me iba indicando para donde agarrar, me avive que podía llegar por Camino de Cintura. Listo, es la mía. Eran las 3 de la mañana, si ibamos a tomar algo, no nos ibamos más. Ademas, cuando habíamos arreglado por chat, me había insistido en que la dejase en la casa no más tarde de las 7, así podía dormir un poco antes de irse a pasar el día con los suegros.
Cuando agarré por Camino de Cintura, sabía que tenía un par de minutos antes de llegar a la zona de los telos para convencerla de que no tenía sentido ir a tomar algo, qu vayamos a los bifes. Me tiré a la pileta; total, la pendeja está en mi auto, y con todo lo que hablamos, sabe que me la quiero re cojer.
- Te queda precioso el vestido...
- Gracias...(apenas hablaba...en parte me daba pena, en parte no podía evitar que me de risa)
- Sabés que me quede un ratito mirándote antes de ir a buscarte. Estabas tan linda, parecías una putita callejera ahí parada esperando...
La palabra "putita" siempre había sido como un gatillo para ella. Cuando le dije eso, fue la primera vez desde que subió al auto que logré sacarle una sonrisa...
- Te dijo algo el remisero cuando te trajo?
- Jajaj, no paraba de mirarme, pero no dijo nada. Cuando le dije que me deje ahí en la estación de servicio vacía no entendía nada...
- Le hubieses dicho, que ibas a putanear un ratito...
- Jajaja
A Mili ya se le empezaba a soltar la lengua, y ya iba entrando en confianza y asumiendo el rol.
- Capaz le sacabas unos pesos...
- Jajaja, no salí a buscar plata hoy.
- Y que saliste a buscar?
- A vos.
Aguante la respuesta en la punta de la lengua hasta acercarme al semáforo. Después de ese semáforo, es o a la derecha para el lado de Lomas, o seguir derecho a donde están los telos. Así que me la jugué con toda.
- Acá estoy yo, putita...
Y me tiré a comerle la boca, parado en el semáforo. Al principio quiso rechazarme, hizo un minúsculo movimiento hacia atras, e inclusive una vez que se tocaron nuestros labios, ella estaba un poquito reacía a abrir la boca. Me daba piquitos, y yo quería comerle la lengua. Fue un jueguito que me calentó muchísimo, abrirle la boca con la lengua, que acepte que ahora se estaba chapando a este viejo y que no tenía como escapar. Cuando cambió el semáforo me decidí, y no doblé. Seguí derecho...
Ella se dio cuenta.
- Tendrías que haber doblado si vamos a Lomas a tomar algo...
- Te invito un champagne si querés, pero en una habitación de hotel. Vamos a estar más comodos.
Tomé su silencio como un sí. De reojo, veía como se le iluminaba la mirada. Le apoye la mano en la pierna y de la calentura que venía juntando, juro que casi acabo solamente con sentirle la piel.
Entramos en un hotel sobre camino de cintura, un hotel bastante lindo, que ella alguna vez había mencionado. Decía que todas las amigas lo conocían menos ella, porque el novio no maneja. Le prometí que alguna vez iba a llevarla, así que de prepo decidí cumplir la promesa, doblé y me metí. Cuando esperaba que me abran, ella se sonrió y me dijo "cumpliste lo que prometiste". Le respondí que si, y me abalance sobre ella a transarmela un ratito más. Esta vez, si bien ella seguía un poco tímida, de entrada me encontré con su lengua, y la mano que tenía en la pierna subió un poquitito hasta tocar el hilo de una tanguita de encaje. La muy putita se había producido toda para mi, y ahora no tenía como escaparse.
Continúa en parte 3!!
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