Hola poringueros/as en esta otra oportunidad relato otro encuentro con mi sobri favorita: @blackiss2013 y esta vez con otra nena que participa aca en P!
Protagonistas:
El tio: @el_pretorian_ban
Giuli: @blackiss2013
Feli: @feli04
Espero les guste, comenten y compartan!
Enjoy!
Hacía ya días que la idea me rondaba por la cabeza. Tener sexo con las dos mujeres más cercanas a mí me parecía lo mejor que podría pasarme. Mi sobrina tenía una imaginación a prueba de todo y su cuerpo resultaba delicioso en la cama. Por su parte mi amiga era un poco avasallante cuando se desnudaba pero aceptaba sugerencias y se dejaba llevar.
En varias ocasiones le había dicho a Giuli, mi sobrina, que me encantaría formar un trío con otra mujer. Ella me comentaba que estaba dispuesta y cuando estábamos haciendo el amor ella fantaseaba con las cosas que podíamos hacer en estos momentos, me decía en donde pondría sus manos, en donde su lengua, sus manos y sus tetas y en donde se las haría poner a nuestra compañera. Decía como me tocarían y como se distribuirían mi pene y mi semen para que ninguna perdiera ni una gota. A mí, claro, la idea me enloquecía y las descripciones que ella hacia excitaban mi imaginación y mi cuerpo al máximo. Soñaba con verlas desnudas acariciándose y acariciándome, sin embargo no encontraba la forma de proponérselo a las dos y hacer realidad mi fantasía.
La idea empezó a tomar forma con ocasión de una fiesta que pensábamos organizar con algunos compañeros de trabajo en los que incluiríamos algunos amigos ajenos a la oficina. Yo me ofrecí para colaborar en la organización y propuse que Feli, mi amiga, me ayudara, a lo que ella respondió encantada.
Fijamos la fiesta para el siguiente sábado y juntamos plata entre todos los que iríamos para comprar la comida y la bebida. Decidimos organizarlo en la casa de un compañero que se encontraba desocupada pues los que alquilaban se habían marchado y aun no conseguían rentarla de nuevo. Allí surgió el primer problema, que para mí era parte del plan: el sitio de la fiesta era muy retirado de la casa de Feli y ella tendría que buscar como regresar.
El viernes por la tarde, cuando el horario se había cumplido, fui a su oficina para organizar algunas cosas como la música y la comida. Allí aproveche para ofrecerme a llevarla a su casa al otro día cuando la fiesta terminara. Ella me dijo que le gustaría pero que sentía vergüenza con mi novia, yo le conteste, haciéndome el gracioso.
- No hay drama ya que al fin y al cabo ya me habían compartido en la cama, aunque ella no lo supiera.
Ella sonrió y aprovechó para darme un gran beso apasionado. Automáticamente me sentí excitado, una especie de corriente atravesó mi cuerpo desde la punta de mi lengua hasta el glande. La abracé con fuerza y empecé a acariciar su culo, rápidamente saque su camisa de la falda y deslice mis manos por entre su corpiño, sentí sus pezones duros y pensé que su vulva ya estaría empapada por sus jugos.
Ella mientras tanto bajó el cierre de mi pantalón y agarró con fuerza la verga, parecía que quería arrancarla. Le dije al oído que en su oficina resultaría muy divertido hacerlo y ella solo respondió con un gemido que yo entendí como de aceptación.
Me senté en su silla y me bajé el pantalón, mi pene salió con fuerza y vi como estaba muy hinchado y húmedo. Ella no lo pensó dos veces, ni siquiera se sacó su tanga, solo la corrió un poco dejando despejada su concha y deslizó mi instrumento dentro de sí. Me sorprendió lo caliente que estaba, pude entrar fácilmente y ella empezó a subir y bajar sobre mí mientras yo desabotonaba su camisa y llegaba a sus pezones.
Mientras yo lamía sus pechos, ella acariciaba mis bolas con su mano y no dejaba de jadear, yo sentía que iba a acabar rápidamente. Ella tal vez lo notó y dejó de moverse, entonces aproveché para meter mi lengua en su boca, jugueteamos un rato, nos mordimos y nos dimos besitos en el cuello, pero ella dijo que era tarde que debíamos terminar a pesar de que la estábamos pasando tan bien.
Entonces se volvió a acomodar, se sentó sobre el escritorio con las piernas muy abiertas, me haló hacia sí y acomodó mi verga de nuevo dentro de su vagina, yo empujé con fuerza e inicie un movimiento adelante y atrás que se sentía maravilloso. Ella me apretaba por la espalda y pellizcaba mis nalgas, así tuvo su primer orgasmo, noté como escurrían sus líquidos y arqueaba la espalda, luego yo tuve un fuerte espasmo y me derrame con ímpetu. Ella cerró sus piernas y me dijo:
- No salgas! Así estuvimos un rato mientras nos besábamos y nos abrazábamos.
Después nos acomodamos la ropa y tratamos de poner algo de orden en la oficina, nos higienizamos y salimos. La acompañe a tomar un taxi y cada uno se marchó para su casa. Mientras iba hacia la casa recibí una llamada de mi sobrina porque estaba un poco extrañada por mi retraso.
- Estoy organizando algunas cosas para la fiesta, quedate tranquila, ya estoy cerca y dispuesto a recompensarte por la demora. La verdad era que aún me sentía excitado y con ganas de coger.
Cuando llegue a casa Giuli tenía puesta una salida de baño corta de color negro, pude notar que debajo no llevaba nada puesto. Apenas pude dejar mis cosas en el piso y cerrar la puerta cuando ella me llevaba hacia el baño. Me dijo que quería darse un duchazo. Para ahorrar tiempo comencé a desnudarme y cuando estuvimos en el baño desanude su salida de baño y nos metimos bajo la ducha. Sentí que comenzó a chupar mi cuello y poco a poco deslizaba su lengua por mi pecho, mordisqueaba mis tetillas y masajeaba mi miembro con fuerza. El agua caliente hacia que cada sensación fuera más intensa.
La hice bajar hasta mi verga y lo metí en su boca. Mientras yo estaba de pie y desordenaba su cabellera, ella, arrodillada, lamía con deseo el glande que se veía rojo y húmedo. La sensación era irresistible y ella insistía en chupar y chupar. No obstante noté como había puesto un dedo en su concha y preferí ponerla de pie y comencé a bajar deslizando mi cara por su piel entre los senos y mordiendo con fuerza sus pezones erectos. Poco a poco fui introduciéndome entre su pubis apartando sus pocos pelitos con mi nariz y con mi lengua, desplazándome lentamente hacia sus labios que tenían un delicioso sabor producto de su lubricación… estaba lista para ser penetrada.
Pero ella tenía otra idea, pidió que me pusiera de pie y con una esponja me enjabonó teniendo cuidado de no olvidar ninguna parte de mi cuerpo, empezó en mis hombros, bajó zigzagueando por la espalda y pasó por alto mi culo, se dedicó a mis piernas directamente, deteniéndose en la parte de atrás de mis rodillas, bajó a mis pies y finalmente se decidió a subir al culo, separó mis nalgas, lamió mi ano y chupo mis bolas desde atrás. Solo entonces me dijo:
- Cogeme tío. Y le enterré mi verga así sin contemplaciones!
Salimos del baño y nos tendimos en la cama aun mojados, ella se tendió de espalda y me mostró sus partes: el clítoris estaba enrojecido y sus labios emanaban un delicioso olor. Se acarició invitándome a penetrarla, lo cual hice inmediatamente, la cabalgue entrando y saliendo con un ritmo acelerado, ella enterraba sus uñas en mi espalda y gemía. Poco a poco entramos en éxtasis y logramos tener un orgasmo simultáneo intenso y húmedo, ella decidió que para terminar debíamos limpiarnos uno al otro para lo cual se puso sobre mí con su boca en mi pene, mientras ponía mi boca en su concha, así limpiamos los restos de esta garchada con nuestras lenguas hasta que el sueño nos venció.
Al otro día me levante temprano y me fui al trabajo, Giuli decidió quedarse un rato y dijo que llamaría al trabajo para decir que se sentía enferma e iría más tarde. De todos modos le recordé que en la tarde nos encontraríamos para ir a la fiesta.
Cuando llegué a la empresa, lo primero que hice fue ir a la oficina de Feli con el pretexto de dar los últimos detalles a la fiesta. Cuando la vi note cierto estremecimiento, me saludo de modo convencional pero no dejó de llamar mi atención su pantalón negro y su blusa gris, ambos ceñidos a su cuerpo, zapatos altos y el maquillaje suave pero atrayente.
Ese día casi no trabajamos pues todos estábamos más pendientes de hablar de la fiesta. Al almuerzo varios compañeros fuimos a un restaurante cercano, compartimos la mesa y nos tomamos un par de cervezas. Luego regresamos caminando a la oficina, mi compañera aprovechó para decirme en el oído que era una lástima no poder estar juntos después de la fiesta. Eso me éxito muchísimo…
Más tarde llame a Giuli y le confirme la hora y la dirección en donde sería la fiesta, ella prometió llegar a tiempo y me susurró que lo mejor no sería la fiesta sino lo que sucedería después. Yo asentí y le dije que estaba ansioso de que llegará la hora. Sobre las siete nos reunimos en la casa de nuestro compañero y comenzamos la fiesta.
Giuli y Feli se conocían hacia un tiempo y se llevaban bien, algunas veces hablaban por teléfono cuando Giuli me llamaba a la oficina y no me encontraba o Feli tomaba la llamada por casualidad. Casi todos nuestros compañeros habían llevado sus parejas y la mayoría, por efectos del trago, no dudaron en besarse y acariciarse mientras bailaban. Feli había ido sola y eso causaba alguna curiosidad y suspicacia, tanto que Giuli me preguntó por qué no la acompañaba nadie y que sería un desperdicio que pasara la noche sola. Las cosas estaban funcionando.
La verdad yo estaba muy caliente y cuando salía a bailar aprovechaba para mordisquear el cuello de Giuli y para manosearle el trasero y las tetas, ella estaba vestida de manera muy sensual, con una falda corta roja y un top blanco ajustado al cuerpo y eso me incitaba mucho. Ella estaba también un poco mareada y no perdía la oportunidad para hablarme en el oído y tocarme donde podía. Como a la una de la mañana me dijo que solo quería quedarse una hora más, que deseaba aprovechar la erección que ya se me notaba. Yo le dije que me parecía bien pero que se acordara que teníamos que llevar a Feli a su casa, ella asintió y la buscó con la mirada, luego me dijo:
- Anda a bailar con ella y le preguntale si quiere irse a las dos. Cuando estábamos bailando, ella se pegó a mí e inmediatamente notó que mi verga estaba por salirse, hizo algún comentario sobre lo bien que la iba a pasar Giuli y que ella preferiría irse a la una y media, yo le dije que me parecía bien, que se preparara mientras yo hablaba con mi sobrina.
Al rato estábamos en el auto y mi Feli dijo que le daba algo de vergüenza hacernos ir hasta tan lejos, que mejor la acercáramos hasta una remisería y la dejáramos allí. Giuli dijo le que si prefería podía quedarse en nuestra casa y al otro día irse, con lo cual estaríamos más cómodos y más seguros. Yo inmediatamente apoyé esa idea, la excitación en mí crecía por montones cuando Feli aceptó.
Al llegar a la casa ellas dos se fueron a la cocina a sacar hielo para tomarnos un trago más, las dos estaban un poco tocadas y empezaron a hacerse halagos sobre el maquillaje y la ropa que llevaban. Cuando volvieron a la sala Giuli hizo un comentario que pretendió ser casual sobre lo bien que pensaba pasarla el resto de la noche. Feli dijo que se alegraba por ella pero que en cambio ella debería contentarse con dormir.
Alentado por los comentarios, propuse brindar por una buena noche para los tres y ellas levantaron sus copas con gracia, acto seguido me acerque a Giuli y descaradamente acaricié su cuello con un trozo de hielo, ella sonrió pícaramente y me dijo que era una descortesía con Feli. Yo me disculpe y tomando a mi compañera por la mano la acerque a nosotros y también le acaricie el cuello con el hielo.
Entonces Giuli me sacó el pedazo de hielo y siguió deslizándolo por el cuello de Feli, ella se estremeció y noté como sus pezones se endurecieron. No sabía cuál de las dos los tenía más rígidos. Hice que las dos se acercaran y como leyendo mis pensamientos empezaron a besarse en la boca. Yo solo atiné a abrazarlas por la cintura y acariciar sus culos. Feli metía su lengua con placer en la boca de mi sobrina y ella la mordisqueaba y luchaba por que entrara aún más.
Les propuse que nos fuéramos a nuestra habitación y allí comencé a desnudarlas. Solo las deje en ropa interior. Feli llevaba un conjunto negro sin medias, su corpiño era de media copa y dejaba ver la parte superior de sus pechos, su panty era una tanga que traslucía el pubis y en la parte de atrás se escondía entre sus nalgas. Giuli tenía puesto un body blanco transparente, y medias con porta ligas. Cuando estuvieron así decidieron quitarme la ropa, con velocidad y desordenadamente me dejaron completamente desnudo, entonces me tendieron en la cama y cada una se situó a un lado y se pusieron a chuparme el cuerpo. Giuli, a la izquierda se concentró en mi pecho, pasaba su lengua húmeda lentamente sobre mis tetillas mientras que Feli, a mi derecha, besaba en mi entrepierna, succionando suavemente con sus labios. Al mismo tiempo agarraron mi pija con las manos, Feli aprisionó mis testículos mientras Giuli me masturbaba con fuerza. Ellas comentaron que se veía delicioso y se lanzaron sobre él a lamerlo, sus lenguas se deslizaban sobre el tronco y se tocaban entre sí, yo estaba feliz y solo dejaba que hicieran.
La primera que lo metió en su boca fue Giuli, sentí que lo puso todo adentro y lo lavó con su saliva. Mientras Feli pasaba su lengua por mis bolas y bajaba hasta mi ano haciendo pequeños círculos. En eso duraron un buen tiempo y se alternaban constantemente, una chupaba y la otra lamía. Cuando notaron que estaba a punto de acabar empezaron a chupar cada una como pudo repartiéndose la verga, no tarde en soltar mi semen y ellas lo distribuyeron en sus bocas besándose y tocándose con la lengua.
Enseguida les pedí que se desnudaran totalmente, ya que aún tenían su ropa íntima, se ayudaron y la una desnudó a la otra. Cuando las vi no puede evitar compararlas, Giuli tiene ojos verdes y labios muy rojos. Su cabello es largo, castaño y levemente ondulado. Feli tiene ojos color miel, los labios finos y bien delineados, su cabello negro y a los hombros totalmente lacio.
En cuanto a sus pechos, los de Giuli son medianos pero muy firmes y con pezones de color castaño, los de Feli son más grandes, con pezones grandes color café. La cadera de mi sobrina es poco ancha y su culo ancho y firme, las nalgas son duras, la cadera de Feli es angosta y su culo respingado. Ese día, como si se hubiesen puesto de acuerdo, ambas se habían depilado el pubis, del de Giuli, solo se veía una línea hacia arriba, el área de la vagina estaba completamente rasurada; por su parte Feli tenía un vello oscuro, cortado en forma de triángulo alrededor de la vagina tenía pelitos cortos.
Cuando estuvieron desnudas se abrazaron y frotaron sus pechos mutuamente, se besaban locamente y con las manos se acariciaban la espada y el trasero. Yo las miraba mientras acariciaba mi pene tratando de volver a ponerlo en erección. Ellas siguieron acariciándose y Feli tomado la iniciativa, empezó a lamer el cuerpo de Giuli, primero los pezones, alternando uno y otro y dando pequeños mordiscos, después bajó lentamente y se detuvo a la altura del ombligo, allí se demoró un rato mientras Giuli respiraba agitadamente pues es un sitio muy sensible en ella, simultáneamente introdujo su dedo anular en la vagina y con la palma de la mano acaricio el clítoris. Giuli reaccionó un poco y se acomodó de forma tal que puso su boca en la vagina de Feli, lamía con deleite separando los labios vulvares con la lengua, se detenía un instante en el clítoris y seguía deslizándose a todo lo largo de su húmeda concha. Esto rápidamente produjo una explosión de placer en Feli y experimentó un fuerte orgasmo que hizo que arqueara su espalda y gimiera pidiendo más.
Yo me uní a ellas y comencé a lamer los jugos que habían emanado de la vulva de Feli, ella mientras tanto acomodó a Giuli sobre la cama y comenzó a pagarle de la misma forma. Lamía con intensidad su clítoris e introducía los dedos en su ano, Giuli aprovechaba para acariciar por momentos mis tetillas o los pezones de Feli. Cuando Giuli estaba a punto de venirse por efectos de las caricias que recibía me pidió que penetrara a Feli. Yo lo hice, entrando desde atrás por su vagina. La vista era espectacular, yo estaba dentro de Feli y veía su culito respingado, mientras ella lamía la vulva de Giuli que estaba acostada en la cama y se acariciaba sus propios pezones.
En eso duramos algo más de veinte minutos, en los cuales todos gemíamos arrastrados por el placer, hasta que llegamos a un orgasmo simultáneo que me hizo eyacular con fuerza dejando mi semen dentro de Feli. Para mi satisfacción mi pene en lugar de ponerse flácido seguía firme y el glande estaba hinchado como pocas veces lo había visto. Giuli que se había dado cuenta, inmediatamente me tiró de espalda y se montó sobre mí acomodando mi verga dentro de su vagina, se movía arriba y abajo con fuerza mientras Feli le acariciaba las tetas.
Yo sentía una sensación de placer inmensa pero sabía que demoraría aun un buen rato antes de volver a acabar. Así que le pedí a Feli acomodarse sobre mi pecho mirando a la cara de Giuli. Así lo hizo y mientras yo acariciaba su espalda y su vientre ellas se besaban con pasión, lograba escuchar como sus lenguas chasqueaban entrando y saliendo de la boca. Poco a poco me puse a besar las nalgas de mi compañera, y deslicé mi lengua hacia su ano, allí me entretuve un rato, disfrutando del sabor delicioso que ella me brindaba.
Pero Giuli tenía otra idea y le ordenó a Feli que se girara y se dedicara a besarme en la boca. Cuando ella lo hizo Giuli la tomó por las piernas y la echó hacia delante, quedando su culo levantado, entonces empezó a lamerla a todo lo largo y ancho de su intimidad. Yo supuse que el sabor a mi semen la exitó aún más y comencé a mover mi cadera desde abajo entrando y saliendo de Giuli, mientras Feli lamía mi cara pasando su lengua por mi boca mientras se sacudía de placer.
Al cabo de un rato nuevamente llegamos al límite de nuestro éxtasis y volví a terminar, ahora dentro de Giuli, era una delicia. Feli gemía mientras Giuli la lamía, Giuli suspiraba profundamente y yo me aferraba a la cama mientras Feli me besaba y mi pija permanecía dentro de la húmeda concha de Giuli.
Luego de esto quedamos exhaustos, estaba a punto de amanecer y parecía que no éramos capaces de resistir más placer, el sueño poco apoco nos vencía y el calor de nuestros cuerpos entrelazados nos invitaba a descansar. Estábamos felices: realmente todos habíamos pasado una fiesta inolvidable y la intención de mi brindis se había cumplido.
Al otro día nos despertamos muy tarde, fue una satisfacción sentir aun la tibieza de sus cuerpos desnudos y aún más verlas caminar hacia el baño, cuando me invitaron a seguirlas mi verga ya estaba nuevamente erguida y dispuesta para una nueva batalla…
6 comentarios - Trío con dos foristas!