El portero, un perro caliente.

Este es otro momento vivido con el Portero, espero que le guste y no dejen de comentar y colocar los puntos.

Creo que mi vida se llena, de momentos excitantes con la aparición de este hombre, si él mismo, El Portero.
Les comparto que después de haber sido penetrado por este varón, mis hormonas estuvieron revolucionando mi cuerpo, me siento mas excitado que antes, se me vienen imágenes de esa hermosa verga y automáticamente se me para mi pene. Casi no puedo controlar.
Mis actitudes hacia él comenzaron a cambiar, me siento como una putita, tratando de alguna manera hacer que él se acerque a mí, me vea y me hable y así generar otro encuentro.
Pero les digo, que no ha sido tan difícil, logré lo que andaba buscando; una vez más, ese encanto de hombre logró enterrarme su verga.
Sin mediar palabras y solo con miradas que decían mucho más de lo que necesitábamos, comenzó el juego sexual más apasionado que he experimentado.
Una vez más sucede, en la terraza del edificio, pero ahora en ese ambiente destinado al descanso. Cabe resaltar que, como buena putita, me estaba volviendo más exigente en la logística.
El sube primero, yo llego unos minutos más tarde. Cuando entro a esa habitación, lo encuentro sentado en un sillón, con la camisa de grafa puesta, pero con el pantalón y el calzoncillo totalmente bajo.
Mis ojos rápidamente se dirigieron hacia su pija, que era sobada por su grande mano. Me miró con una cara de perverso y me dijo
Portero:_ Acercate lentamente, gateando, vamos a jugar a los perritos. Vos vas a ser mi perra puta, a la que la voy a coger.!
Hice lo que me pidió y lentamente me fui como una perra en celo, antes me baje mi pantalón, con el culo expuesto y disponible a todo.
Cuando asomo mi cara, a ese miembro, siento ese aroma, imposible de describir, pero huele un poco a macho, mezclado con transpiración.
Voy primero a sus testículos, saboreaba cada uno de ellos, subo con la lengua por ese tronco, llego hasta la cabeza y con mi lengua juego en el agujerito del glande. Qué delicia, en ese momento me daban ganas de morderlo o chuparlo desesperadamente, pero sabia que debía controlarme, para seguir con el juego.
Me pongo de costado, sin dejar de chupar esa rica pija, facilitando para que me vaya metiendo su dedo en mi ano. Hubo algunas caricias, sentía que su dedo paseaba lentamente por la raya de mi culo. ¡Que sensación hermosa!
Moja con saliva su dedo y va jugando con mi agujerito, mientras yo no dejo de mojar esa verga con mi saliva.
Me dice: _Te gusta perrita, te gusta cómo te meto el dedito? Así también te voy a meter mi pija!!!
Yo: _si, me encanta, me encanta. Quiero que me cojas!
Portero: _Si eso es lo que quieres, ya lo hago!. Ponete de cuatro en el piso. Yo voy a hacer ese perro que tiene una leche acumulada, desesperado por coger a una perrita callejera como vos!
Yo:_ si, si, dale…
Yo de cuatro y él encima su cuerpo, verdaderamente parecíamos dos perros, cogíamos con ganas, No nos importaba nada.
Tener ese pedazo dentro de mi culo, me ponía mas caliente, además de esos movimientos bruscos por momentos y suaves en otro.
Sentía que su pija entraba y salía, cada vez mas rápido. Escucho sus gemidos y me agarra con fuerza la cintura!
Portero: _ Acabo
Yo: Si, acabame en la cola, por favor!! Exclame como buen puto.
En eso escucho un grito y siento algo caliente y que chorreaba por mi todo mi culo. Era su semen.
Que placer! Más aún cuando antes de sacarla completamente jugaba con movimientos sensuales.
Portero: _te gustó, mi perrita?
Yo:_ Estuvo buenísimo!
Portero: _Si te portas bien, vas a tener mucho mas de estos momentos!
Me dio una palmada en la nalga, se subió los pantalones y se despidió. Yo quede unos segundo más en el piso. Con una servilleta que tenía en mi jeans me limpie el enchastre de semen que tenía en mi culo y luego volví a la oficina.