Hacia mucho tiempo que la fantasía del trío rondaba en la pareja, aunque cada uno se lo imaginaba de un modo distinto.
Para el, lo más caliente era compartir a su mujer con otra chica. Verlas besarse, lamerse, chuparse, y despues culiarlas a ambas. En segundo lugar, tambien le calentaba compartirla con otro tipo, si bien era un hombre competitivo y en algun punto esto le tocaba el ego, la sola idea de verla disfrutar a su mujer, de verla deseada y bien puta, lo encendía.
Para ella, lo más exitante era el voyeurismo: acostarse en la cama a un costado y masturbarse viendo a su hombre penetrar a otra mujer. No la convencía demasiado el show lesbico, si bien le gustaban mucho las chicas, habia llegado hasta besarlas, hasta tocarlas, hasta chuparles las tetas, y se animaría también a masturbarlas. Pero el roce de su concha con otra concha, o el sabor de una vagina no terminaban de convencerla. Eso si, habia leido que ningun macho chupa la concha a una hembra como lo hace otra hembra, y eso le despertaba curiosidad, se podria dejar chupar...
En lo que si coincidian era en las personas que llenaban esas fantasías. Normalmente oscilaban entre tres o cuatro amigas en común. A diferencia de lo que muchas veces ocurre, que se prefieren desconocidas, a ellos la confianza, la amistad y la intimidad los calentaba más.
Era habitual que ella lo montase o se pusiese en cuatro para entregarle la concha abierta y jugosa o el orto ya tantas veces perforado, mientras lo provocase diciendole que se imagine que era esta o aquella amiga.
Una de las que más frecuentaba sus fantasías de alcoba era Ángeles. Es que, además de ser suave, dulce y muy femenina, era por demás provocativa, con ambos. Siempre los estaba seduciendo, en su forma de hablar, de vestir, de pararse, siempre los tocaba, les hacia masajes, y además les demostraba su cariño de muchas maneras: les cocinaba, los escuchaba...
Ella habia llegado a decir, un poco en broma y un poco en serio, que si fuese lesbiana Angeles seria la novia ideal. Es que era tan distinta...ella era puro fuego, pura dinamita, un carácter explosivo, impulsivo, mientras que Ángeles era la suavidad en persona. Cuando se veían se abrazaban, se tocaban, se besaban en la comisura de los labios, se elogiaban el cuerpo, era evidente el deseo entre ellas, aunque Angeles lo negaba siempre que el les hacía bromas al respecto.
Angeles tenía otra virtud: no era celosa, en absoluto. Habia llegado al extremo alguna vez de que sus amigas le dijeron que su novio estaba en un boliche apretando con otra chica, la llevaron al boliche instigandola a que haga un escándalo, y en vez de eso Angeles se rió y dijo que por lo menos la mina era preciosa, que si era un bicho ahi si lo mataba, y nada, los dejo seguir, recien cuando vio que la cosa amainaba ahi se acercó y lo habló con el, bien, sin escándalos.
Hacia meses que no la veían. Se habia puesto de novia con un chico que trabajaba en otra Ciudad y se habia ido a vivir con él. Fue una sorpresa cuando ese día, al regresar a casa, la encontraron sentada en la escalera. Se la veia deslumbrante, pero muy afligida.
Les contó que se había escapado porque despues de unos idilicos meses, el chabon comenzó a tratarla mal, primero a insultarla, despues a pegarle, y que como ella habia dejado su laburo para irse con el y en ese pueblo no conseguia nada, el novio siempre le sacaba en cara eso.
Esa noche Angeles se quedo a dormir, como tantas noches. Pero no fue una noche más.
Ella, aprovechandose o genuinamente conmovida, o un poco de ambas, le insistio en que necesitaba cariño, sentirse querida, valorada, mimada, y mientras decia esto fue acercandolo a el para que quede muy cerca de ella. En el sillón estaban sentados los tres. Ella empezó la acción al besarla, primero con muchos besos suaves en la mejilla, que luego pasaron a la oreja, al cuello, y a los labios primero en picos y luego en un transe salvaje.
El no era de madera y se calentó, asi que ellas complices y casi jugando lo dejaron en pelotas, le llenaron el cuerpo de aceite, lo acariciaron, le hicieron masajes. Ellas ya estaban en tetas y bombachita. Se las veia muy mojadas a ambas.
Ella colocó a Angeles en la posicion de misionero, la llevo a esa postura con besos y avances, mientras colocaba a el encima de ella. Cuando todo estaba ya dicho, simplemente le acercó a el un preservativo, y se acomodó al lado con su juguetito para pajearse viendo cómo la cogía a su amiga de toda la vida.
Fue un sexo tranquilo, dulce, tímido, pero especialmente cómplice. Se notaba que la amistad unía a esas tres personas.
Al día siguiente Angeles los despertó con el desayuno en la cama. Pasaron los días y ella seguia ahi con ellos porque no se animaba a volver a su casa y menos queria volver a la ciudad vecina. Cada noche era igual, volvian del trabajo y Angeles les habia preparado la comida, la casa arregladisima, los desnudaba y les hacia masajes con aceites y sales hasta relajarlos, y despues tenian un sexo cada vez más deshinibido.
Al quinto día ella se animó. Cuando Angeles se subio encima de su cintura para hacerle un masaje en la espalda, se giró y quedaron de frente. Con suavidad bajo su mano hasta la conchita de su amiga y la empezó a pajear con muchisima delicadeza. Angeles respondió a las caricias, y finalmente se despojaron de la ropa y hicieron un 69, por fin probaba el sabor de otra chica, y sobre todo, por fin se dejaba transportar al extasis por las caricias de otra mujer en su cuerpo femenino, por los labios de otra chica en sus labios más íntimos. A todo esto, el estaba al lado, sin perder detalle, haciendose una paja suave, no queria acabar, queria degustar cada segundo de esa escena.
Fue al mes de esta situación que ella se lo planteó:
-Amor, te amo profundamente, pero estoy confundida, estoy sintiendo cosas tambien por Ángeles...no creo que sea amor, simplemente es un cariño muy profundo y muy sincero
Cuando el le respondió que ella era su amor, su compañera y la mujer con la que queria pasar toda la vida, pero que esta nueva amiga habia movilizado sentimientos muy hermosos, fue que ambos descubrieron que el amor entre ellos estaba intacto, pero que ahora tambien los unía el cariño por esta mujercita que tanto habia renovado su rutina.
Así, se prometieron que no habría celos, que Angeles logicamente tendria que encontrar un compañero o una compañera (ella aseguraba que queria un hombre a su lado, pero verla disfrutar tanto con otra mujer hacia dudar un poco) con el que contruir un proyecto de vida. Ellos se juraron no interferir jamás en eso. Pero si querian tenerla cerca, aunque sea de vez en cuando, que esa amistad tan hermosa permanezca. Que ese sexo tan íntimo y sincero continúe. Se lo plantearon. Y despues de hablarlo en profundidad, decidieron que serian amantes por siempre, los tres, y que tambien se cuidarían siempre, que entre ellos no habria secretos.
Angeles continuó viviendo con ellos cuatro meses más, en los que tampoco faltaron algunas discusiones propias de la convivencia, pero las explosivas peleas de ellos eran suavizadas por la ternura de Ángeles. Cuando finalmente decidio irse, la extrañaron muchísimo. Se dieron cuenta que, por algunos meses, fueron una pareja de a tres, "una triareja" solian decir en broma.
A partir de esa experiencia la pareja se animo a mas cosas. Probaron trios con otras chicas, algunas muy amigas también, y si bien aun no termina ella de decidirse, cada vez estan mas cerca de probar trios con otros chicos. Pero de vez en cuando y aun cuando Angeles ahora está de novia, suelen tener encuentros cada tanto los tres, un fin de semana en alguna cabaña, para salir de la rutina. Angeles decidió ser sincera con su chico y contarselo, el no tuvo mayor drama porque negoció a su vez permisos para garcharse a otras, y como Angeles no es celosa...
Ahora la fantasía de los tres es incluirlo al novio de Ángeles en los encuentros. Es un chico simpático, agradable, y al contrario de el, parece cero competitivo. Pero por ahora solo es una fantasía. Por ahora la pareja es de a dos, y cada tanto, es de a tres.
Para el, lo más caliente era compartir a su mujer con otra chica. Verlas besarse, lamerse, chuparse, y despues culiarlas a ambas. En segundo lugar, tambien le calentaba compartirla con otro tipo, si bien era un hombre competitivo y en algun punto esto le tocaba el ego, la sola idea de verla disfrutar a su mujer, de verla deseada y bien puta, lo encendía.
Para ella, lo más exitante era el voyeurismo: acostarse en la cama a un costado y masturbarse viendo a su hombre penetrar a otra mujer. No la convencía demasiado el show lesbico, si bien le gustaban mucho las chicas, habia llegado hasta besarlas, hasta tocarlas, hasta chuparles las tetas, y se animaría también a masturbarlas. Pero el roce de su concha con otra concha, o el sabor de una vagina no terminaban de convencerla. Eso si, habia leido que ningun macho chupa la concha a una hembra como lo hace otra hembra, y eso le despertaba curiosidad, se podria dejar chupar...
En lo que si coincidian era en las personas que llenaban esas fantasías. Normalmente oscilaban entre tres o cuatro amigas en común. A diferencia de lo que muchas veces ocurre, que se prefieren desconocidas, a ellos la confianza, la amistad y la intimidad los calentaba más.
Era habitual que ella lo montase o se pusiese en cuatro para entregarle la concha abierta y jugosa o el orto ya tantas veces perforado, mientras lo provocase diciendole que se imagine que era esta o aquella amiga.
Una de las que más frecuentaba sus fantasías de alcoba era Ángeles. Es que, además de ser suave, dulce y muy femenina, era por demás provocativa, con ambos. Siempre los estaba seduciendo, en su forma de hablar, de vestir, de pararse, siempre los tocaba, les hacia masajes, y además les demostraba su cariño de muchas maneras: les cocinaba, los escuchaba...
Ella habia llegado a decir, un poco en broma y un poco en serio, que si fuese lesbiana Angeles seria la novia ideal. Es que era tan distinta...ella era puro fuego, pura dinamita, un carácter explosivo, impulsivo, mientras que Ángeles era la suavidad en persona. Cuando se veían se abrazaban, se tocaban, se besaban en la comisura de los labios, se elogiaban el cuerpo, era evidente el deseo entre ellas, aunque Angeles lo negaba siempre que el les hacía bromas al respecto.
Angeles tenía otra virtud: no era celosa, en absoluto. Habia llegado al extremo alguna vez de que sus amigas le dijeron que su novio estaba en un boliche apretando con otra chica, la llevaron al boliche instigandola a que haga un escándalo, y en vez de eso Angeles se rió y dijo que por lo menos la mina era preciosa, que si era un bicho ahi si lo mataba, y nada, los dejo seguir, recien cuando vio que la cosa amainaba ahi se acercó y lo habló con el, bien, sin escándalos.
Hacia meses que no la veían. Se habia puesto de novia con un chico que trabajaba en otra Ciudad y se habia ido a vivir con él. Fue una sorpresa cuando ese día, al regresar a casa, la encontraron sentada en la escalera. Se la veia deslumbrante, pero muy afligida.
Les contó que se había escapado porque despues de unos idilicos meses, el chabon comenzó a tratarla mal, primero a insultarla, despues a pegarle, y que como ella habia dejado su laburo para irse con el y en ese pueblo no conseguia nada, el novio siempre le sacaba en cara eso.
Esa noche Angeles se quedo a dormir, como tantas noches. Pero no fue una noche más.
Ella, aprovechandose o genuinamente conmovida, o un poco de ambas, le insistio en que necesitaba cariño, sentirse querida, valorada, mimada, y mientras decia esto fue acercandolo a el para que quede muy cerca de ella. En el sillón estaban sentados los tres. Ella empezó la acción al besarla, primero con muchos besos suaves en la mejilla, que luego pasaron a la oreja, al cuello, y a los labios primero en picos y luego en un transe salvaje.
El no era de madera y se calentó, asi que ellas complices y casi jugando lo dejaron en pelotas, le llenaron el cuerpo de aceite, lo acariciaron, le hicieron masajes. Ellas ya estaban en tetas y bombachita. Se las veia muy mojadas a ambas.
Ella colocó a Angeles en la posicion de misionero, la llevo a esa postura con besos y avances, mientras colocaba a el encima de ella. Cuando todo estaba ya dicho, simplemente le acercó a el un preservativo, y se acomodó al lado con su juguetito para pajearse viendo cómo la cogía a su amiga de toda la vida.
Fue un sexo tranquilo, dulce, tímido, pero especialmente cómplice. Se notaba que la amistad unía a esas tres personas.
Al día siguiente Angeles los despertó con el desayuno en la cama. Pasaron los días y ella seguia ahi con ellos porque no se animaba a volver a su casa y menos queria volver a la ciudad vecina. Cada noche era igual, volvian del trabajo y Angeles les habia preparado la comida, la casa arregladisima, los desnudaba y les hacia masajes con aceites y sales hasta relajarlos, y despues tenian un sexo cada vez más deshinibido.
Al quinto día ella se animó. Cuando Angeles se subio encima de su cintura para hacerle un masaje en la espalda, se giró y quedaron de frente. Con suavidad bajo su mano hasta la conchita de su amiga y la empezó a pajear con muchisima delicadeza. Angeles respondió a las caricias, y finalmente se despojaron de la ropa y hicieron un 69, por fin probaba el sabor de otra chica, y sobre todo, por fin se dejaba transportar al extasis por las caricias de otra mujer en su cuerpo femenino, por los labios de otra chica en sus labios más íntimos. A todo esto, el estaba al lado, sin perder detalle, haciendose una paja suave, no queria acabar, queria degustar cada segundo de esa escena.
Fue al mes de esta situación que ella se lo planteó:
-Amor, te amo profundamente, pero estoy confundida, estoy sintiendo cosas tambien por Ángeles...no creo que sea amor, simplemente es un cariño muy profundo y muy sincero
Cuando el le respondió que ella era su amor, su compañera y la mujer con la que queria pasar toda la vida, pero que esta nueva amiga habia movilizado sentimientos muy hermosos, fue que ambos descubrieron que el amor entre ellos estaba intacto, pero que ahora tambien los unía el cariño por esta mujercita que tanto habia renovado su rutina.
Así, se prometieron que no habría celos, que Angeles logicamente tendria que encontrar un compañero o una compañera (ella aseguraba que queria un hombre a su lado, pero verla disfrutar tanto con otra mujer hacia dudar un poco) con el que contruir un proyecto de vida. Ellos se juraron no interferir jamás en eso. Pero si querian tenerla cerca, aunque sea de vez en cuando, que esa amistad tan hermosa permanezca. Que ese sexo tan íntimo y sincero continúe. Se lo plantearon. Y despues de hablarlo en profundidad, decidieron que serian amantes por siempre, los tres, y que tambien se cuidarían siempre, que entre ellos no habria secretos.
Angeles continuó viviendo con ellos cuatro meses más, en los que tampoco faltaron algunas discusiones propias de la convivencia, pero las explosivas peleas de ellos eran suavizadas por la ternura de Ángeles. Cuando finalmente decidio irse, la extrañaron muchísimo. Se dieron cuenta que, por algunos meses, fueron una pareja de a tres, "una triareja" solian decir en broma.
A partir de esa experiencia la pareja se animo a mas cosas. Probaron trios con otras chicas, algunas muy amigas también, y si bien aun no termina ella de decidirse, cada vez estan mas cerca de probar trios con otros chicos. Pero de vez en cuando y aun cuando Angeles ahora está de novia, suelen tener encuentros cada tanto los tres, un fin de semana en alguna cabaña, para salir de la rutina. Angeles decidió ser sincera con su chico y contarselo, el no tuvo mayor drama porque negoció a su vez permisos para garcharse a otras, y como Angeles no es celosa...
Ahora la fantasía de los tres es incluirlo al novio de Ángeles en los encuentros. Es un chico simpático, agradable, y al contrario de el, parece cero competitivo. Pero por ahora solo es una fantasía. Por ahora la pareja es de a dos, y cada tanto, es de a tres.
3 comentarios - Una pareja de a tres: una triareja