Primer relato que subo, espero lo disfruten y lo gocen.
Eran pasadas las 10 de la noche, unas personas se encuentra en un hotel, cita clandestina, ambos llegan y se encuentran de frente, con miradas un tanto picaras y a la vez penosas, pero ambos saben a lo que van, el hombre, empieza con unas preguntas ansiosas, las cuales la mujer evade inteligente mente, un juego de palabras comienza, dando inicio a una velada llena de lujuriosas escenas.
Minutos después de que el hombre le hiciera preguntas, este le invita al bar del hotel, allí la mujer se siente más segura para comenzar el juego, ambos inician una conversación amena, tranquila, como cualquier conversación, pasados los minutos y unos tragos, esta conversación toma nuevos rumbos, algo picantes y excitantes.
Pasados unos tragos, ambos se dirigen a su habitación, esta se convertirá en una celda de pasión y lujuria dando cabida a una cantidad de morbo y perversión,
-sexo, dice el hombre
-hacer el amor, dice la mujer
Encerrados en la lujuria empiezan a crear roces de calor, fricciones de los cuerpos excitación por todo lado, prenda tras prenda cae lentamente al piso, el sudor y la pasión se juntan, cuerpos desnudos, y una noche calma, se dirigen a la cama, despacio, mirándose, encendiendo el fuego de sexo,
Ya son las 2 de la madrugada, los besos van y vienen como nunca, se encuentran desnudos, la mujer deja de besar, y mira a el hombre, lo seduce con su mirada, y se toca sus senos, y sus dedos los lame, llenos de saliva bajan lentamente por su abdomen, llega a su vulva y la toca tierna mente, empuja al hombre a la cama, y en un movimiento rápido, toma su pene, y de una sola lamida lo recorre.
-que buena verga tienes, está bien dura como a mí me gusta, y quiero comérmela toda, dice la mujer
Poco a poco se la lleva a su boca, entre lamidas y gemidos la mujer chupa el pene del hombre, y a la misma vez se masturba, suaves, delicados y silenciosos gemidos se escuchan en la habitación.
El silencio se rompe con una fuerte lluvia, casi al mismo tiempo cuando deja de darle sexo oral al hombre, que ahora ya no es cualquier hombre, esta noche se convertirá en su hombre,
Dejado de hacerle sexo oral la mujer al hombre, este se dispone a hacerle lo mismo a la mujer, dándole una sorpresa, tomándola desprevenida, toma con fortaleza y delicadamente besa sus senos, su abdomen, y con cautela y agilidad se escabulle entre las piernas.
-que buena concha tienes mujer, esta mojada y cálida, me muero por darle una lamida, dice el hombre
La mujer entre jadeos desesperados le dice:
-mi hombre, dame mucho placer, mi Conchita está dispuesta toda a ti, lamela, penétrala, hazle lo que quieras.
El hombre sin más preámbulos se dispone a lamerla, jugando con su clítoris, lamiendo una y otra vez dejando exhausta a la mujer que grita de placer, sumergiéndose más y más en un interminable mar de lujuria, la fuerte lluvia, apaga cada sonido, cada gemido.
No pasa mucho tiempo y la mujer cae en un orgasmo, dejándola exhausta pero aun no acaba ahí, ella ya no quiere sexo oral, está deseosa de algo más, está deseosa de un duro y erecto pene.
-vamos mi hombre, pené trame, quiero sentir esa verga en mi concha, exclama la mujer.
El hombre la toma de la cintura, agarra su pene erecto y lo dirige a la vagina, lentamente penetra, lentamente la vagina se moja, ahora estos cuerpos son uno.
Siendo no más, los movimientos agitados y respiraciones desenfrenadas, y orgasmos tras orgasmos, la pareja entra en un último suspiro, la penetra lentamente, nuevamente, mientras la besa, sus movimientos son lentos, moviendo su cintura, de adelante a atrás, su pene se desliza por su vagina, la mujer esta eufórica de placer el hombre igual, sus cuerpos se rozan, hermosos cuerpos desnudos.
Pasan los minutos y estos cuerpos danzan al son del placer, pasan los segundos y ambos entran en sintonización, se encuentran en el éxtasis, el hombre, tiene un orgasmo, al mismo tiempo que la mujer, se retuercen, espasmos, uno tras otro, que orgasmo.
El hombre se retira lentamente, sacando su pene, de la vagina, dilatada y chorreante de semen, ambos se miran con satisfacción, se acercan y se besan, se miran nuevamente y dejan ver una gran sonrisa.
Pasados los días y de una normalidad, completa, nuevamente la pareja se cito a un lugar, relajado y fuera de la ciudad…
Era viernes en la noche, a eso de las 9, la mujer se encontraba en su casa, viendo la TV, en eso recordó su travesura con el hombre, todo aquellos recuerdos de esa noche le hicieron fantasear, el calor de su cuerpo fue aumentado, su cuerpo se movía y sus manos se toqueteaban, ese recuerdo, esa calidez, ese maravilloso sexo, todo ese placer, recorriendo su cuerpo y la excitación, tantos recuerdos de esa noche, sedujeron a la mujer, que lentamente se desvestía el ritmo de su recuerdo, tocando lentamente su vulva y pechos deseosa de estar con ese hombre de nuevo.
-quiero a mi hombre, quiero su desnudez, lo quiero todo de él, susurraba la mujer
Pasaron unas horas de jugar con su cuerpo y recibió una llamada, interrumpiéndole, era su hombre, la felicidad no se hizo esperar.
H-hola mujer, ¿cómo estás?
M-muy bien mi hombre, tengo que decirte que quiero un encuentro con tigo pronto.
H-mujer eso mismo te iba a decir, en las afueras de la ciudad hay unas cabañas, podríamos pasar un buen fin de semana.
M-me encanta la idea, no puedo esperar más, ¿nos vemos halla a la misma hora si?
H-claro que si mujer, a la misma hora, tendremos una buena velada.
M-claro, chao hombre.
H-chao, excitante mujer.
Ya dicho esto ambos desando la hora de versen no soportaron más y sus cuerpos se desenfrenaron en recuerdos y masturbación.
Pasaron las horas, llegando lentamente a su hora de encuentro.
Eran pasadas las 10 de la noche, el hombre se encontraba en el bar tomando un whiskey, una noche un poco fría, había acabado de llover, la mujer lentamente se acercó a él, tomándolo de sorpresa por la espalda y con agilidad la dirigió a su entrepierna, ella le susurro,
-hola mi hombre, ¿cómo estas para esta noche?
El hombre sonrió y lentamente se giró, la abrazo y le susurro.
-mujer, estoy como un león enjaulado.
La lujuria en el ambiente no se hizo de esperar, ambos se dirigieron a la cabaña, sin palabra alguna, el camino hacia la cabaña era sola y oscura, fue un recorrido bastante pervertido.
A pocos metros de la cabaña había un banco pequeño, allí la mujer tumbo al hombre, lo beso y rápidamente bajo hasta su entrepierna, el llevaba una sudadera, con rapidez la bajo hasta sus rodillas, tomo su pene lo masturbo un poco y se lo metió a la boca,
El hombre nervioso tomo su cabello suavemente, y entre susurros decía.
-que bien lo mamas mujer, me gusta cómo te comes toda mi verga, que buena mujer eres.
En pocos minutos hizo que el hombre acabara en un gran orgasmo, la mujer se paró y con una mirada picara y coqueta, dirigiéndose a la cabaña le dijo.
-ven mi hombre la verdadera fiesta esta acá.
El hombre entre suspiros se puso de pie, se subió la sudadera y se dirigió a la cabaña, allí dentro no encontró a la mujer, la busco por todos lados, luego de un rato la mujer salió del baño, con una bata, el hombre la miro y con deseo se acercó a ella, la tomo del cuello y la beso, el beso se prolongó durante varios segundos, y la chispa ya había iniciado el fuego.
Se dirigieron a la cama, despacio y entre besos, caricias y toqueteos, el hombre con fortaleza tumbo a la mujer a la cama, quito su pantalón y su ropa interior, quito la blusa y el sostén, tomo sus manos y pies y las ato con cuerdas, con una venda tapo sus ojos la tenía, de una mesa de noche saco una pluma, tomo la pluma y la rozo por todo su cuerpo, la mujer se retorcía, dejando la pluma, el hombre se dispuso a besar su cuerpo desnudo, cada rincón fue besado y lamido tierna mente, su vulva esta mojada, la mujer estaba muy excitada, susurrando decía.
-mi hombre quiero tu verga, penétrame, lo quiero.
El hombre la desato y le dijo, no mujer quiero que me des una buena mamada, serás mi esclava, con una mirada picara y sumisa lo beso y bajo lentamente, bajo la sudadera y se encontró de frente con un pene erecto y duro, la mujer de una sola lamida lo recorrió con sus manos jugo con sus testículos, y también los lamió, lentamente fue dirigiendo el pene a su boca, la cual estaba llena de saliva , se le hacía agua la boca de tan solo pensar que se lo iba a comer, al meterlo en su boca sintió como se puso más duro, el hombre silenciosamente gemía.
Pasaron unos minutos y el hombre tomo a la mujer y le dijo,
-vas a tener lo que habías deseado…
Sonriente la mujer se puso en doggy, el hombre humedeció su pene y lentamente la penetro, fue profundo, y la mujer temblaba de placer, se movían sus cuerpos armoniosos de lujuria, estallaban en éxtasis, gemidos iban y venían, sus cuerpos rozaban, fue un desenfreno total, finalizando la noche, se miraron una vez más, con cariño, el hombre se puso encima de la mujer, tomo su pene y penetro a la mujer, con delicadeza se movía, adentro y a fuera, los besos y caricias, llenaban sus cuerpos, el hombre en pocos minutos sintió el éxtasis, terminando un orgasmo inigualable, la mujer lo miro con una gran sonrisa, ambos satisfechos, se besaron por última vez, y durmieron, en su bella desnudez, descansaron.
A la mañana siguiente, el hombre despertó y encontró a su bella mujer, reluciente, se levantó preparo el desayuno y lo llevo a la cama, la mujer despertó sorprendida por tal detalle, el hombre lo entrego y en una pequeña nota le escribió.
-“te espero en la ducha”
La mujer apresurada, comió, se levantó y se dirigió rápidamente a la ducha, y allí se encontraba el, desnudo, el hombre le dijo.
-¿me acompañas a ducharme?
-será todo un gusto, exclamo la mujer
Se besaron y acariciaron su cuerpo, entraron a la ducha y dejaron caer agua caliente sobre sus cuerpos, ambos ya mojados se besaron, y no se hizo esperar la excitación de ambos, la mujer tomo el pene y lo masturbo suavemente, y el hombre dirigió su mano a la vulva de la mujer, en pocos minutos la mujer tuvo un orgasmo, la dejo deseosa, se tomo posición y con suavidad la penetro, se movía despacio penetrando profundamente, los gemidos de la mujer ne se hicieron esperar y en pocos minutos el hombre tuvo un orgasmo, la beso y con cariño la tomo de la cintura y la abrazo. Terminaron la ducha y ambos se organizaron, muy despacio, los besos iban y venían, caricias y toqueteos.
Ya al final del día, el hombre y la mujer se despidieron, un beso y un abrazo dando final a este encuentro
Eran pasadas las 10 de la noche, unas personas se encuentra en un hotel, cita clandestina, ambos llegan y se encuentran de frente, con miradas un tanto picaras y a la vez penosas, pero ambos saben a lo que van, el hombre, empieza con unas preguntas ansiosas, las cuales la mujer evade inteligente mente, un juego de palabras comienza, dando inicio a una velada llena de lujuriosas escenas.
Minutos después de que el hombre le hiciera preguntas, este le invita al bar del hotel, allí la mujer se siente más segura para comenzar el juego, ambos inician una conversación amena, tranquila, como cualquier conversación, pasados los minutos y unos tragos, esta conversación toma nuevos rumbos, algo picantes y excitantes.
Pasados unos tragos, ambos se dirigen a su habitación, esta se convertirá en una celda de pasión y lujuria dando cabida a una cantidad de morbo y perversión,
-sexo, dice el hombre
-hacer el amor, dice la mujer
Encerrados en la lujuria empiezan a crear roces de calor, fricciones de los cuerpos excitación por todo lado, prenda tras prenda cae lentamente al piso, el sudor y la pasión se juntan, cuerpos desnudos, y una noche calma, se dirigen a la cama, despacio, mirándose, encendiendo el fuego de sexo,
Ya son las 2 de la madrugada, los besos van y vienen como nunca, se encuentran desnudos, la mujer deja de besar, y mira a el hombre, lo seduce con su mirada, y se toca sus senos, y sus dedos los lame, llenos de saliva bajan lentamente por su abdomen, llega a su vulva y la toca tierna mente, empuja al hombre a la cama, y en un movimiento rápido, toma su pene, y de una sola lamida lo recorre.
-que buena verga tienes, está bien dura como a mí me gusta, y quiero comérmela toda, dice la mujer
Poco a poco se la lleva a su boca, entre lamidas y gemidos la mujer chupa el pene del hombre, y a la misma vez se masturba, suaves, delicados y silenciosos gemidos se escuchan en la habitación.
El silencio se rompe con una fuerte lluvia, casi al mismo tiempo cuando deja de darle sexo oral al hombre, que ahora ya no es cualquier hombre, esta noche se convertirá en su hombre,
Dejado de hacerle sexo oral la mujer al hombre, este se dispone a hacerle lo mismo a la mujer, dándole una sorpresa, tomándola desprevenida, toma con fortaleza y delicadamente besa sus senos, su abdomen, y con cautela y agilidad se escabulle entre las piernas.
-que buena concha tienes mujer, esta mojada y cálida, me muero por darle una lamida, dice el hombre
La mujer entre jadeos desesperados le dice:
-mi hombre, dame mucho placer, mi Conchita está dispuesta toda a ti, lamela, penétrala, hazle lo que quieras.
El hombre sin más preámbulos se dispone a lamerla, jugando con su clítoris, lamiendo una y otra vez dejando exhausta a la mujer que grita de placer, sumergiéndose más y más en un interminable mar de lujuria, la fuerte lluvia, apaga cada sonido, cada gemido.
No pasa mucho tiempo y la mujer cae en un orgasmo, dejándola exhausta pero aun no acaba ahí, ella ya no quiere sexo oral, está deseosa de algo más, está deseosa de un duro y erecto pene.
-vamos mi hombre, pené trame, quiero sentir esa verga en mi concha, exclama la mujer.
El hombre la toma de la cintura, agarra su pene erecto y lo dirige a la vagina, lentamente penetra, lentamente la vagina se moja, ahora estos cuerpos son uno.
Siendo no más, los movimientos agitados y respiraciones desenfrenadas, y orgasmos tras orgasmos, la pareja entra en un último suspiro, la penetra lentamente, nuevamente, mientras la besa, sus movimientos son lentos, moviendo su cintura, de adelante a atrás, su pene se desliza por su vagina, la mujer esta eufórica de placer el hombre igual, sus cuerpos se rozan, hermosos cuerpos desnudos.
Pasan los minutos y estos cuerpos danzan al son del placer, pasan los segundos y ambos entran en sintonización, se encuentran en el éxtasis, el hombre, tiene un orgasmo, al mismo tiempo que la mujer, se retuercen, espasmos, uno tras otro, que orgasmo.
El hombre se retira lentamente, sacando su pene, de la vagina, dilatada y chorreante de semen, ambos se miran con satisfacción, se acercan y se besan, se miran nuevamente y dejan ver una gran sonrisa.
Pasados los días y de una normalidad, completa, nuevamente la pareja se cito a un lugar, relajado y fuera de la ciudad…
Era viernes en la noche, a eso de las 9, la mujer se encontraba en su casa, viendo la TV, en eso recordó su travesura con el hombre, todo aquellos recuerdos de esa noche le hicieron fantasear, el calor de su cuerpo fue aumentado, su cuerpo se movía y sus manos se toqueteaban, ese recuerdo, esa calidez, ese maravilloso sexo, todo ese placer, recorriendo su cuerpo y la excitación, tantos recuerdos de esa noche, sedujeron a la mujer, que lentamente se desvestía el ritmo de su recuerdo, tocando lentamente su vulva y pechos deseosa de estar con ese hombre de nuevo.
-quiero a mi hombre, quiero su desnudez, lo quiero todo de él, susurraba la mujer
Pasaron unas horas de jugar con su cuerpo y recibió una llamada, interrumpiéndole, era su hombre, la felicidad no se hizo esperar.
H-hola mujer, ¿cómo estás?
M-muy bien mi hombre, tengo que decirte que quiero un encuentro con tigo pronto.
H-mujer eso mismo te iba a decir, en las afueras de la ciudad hay unas cabañas, podríamos pasar un buen fin de semana.
M-me encanta la idea, no puedo esperar más, ¿nos vemos halla a la misma hora si?
H-claro que si mujer, a la misma hora, tendremos una buena velada.
M-claro, chao hombre.
H-chao, excitante mujer.
Ya dicho esto ambos desando la hora de versen no soportaron más y sus cuerpos se desenfrenaron en recuerdos y masturbación.
Pasaron las horas, llegando lentamente a su hora de encuentro.
Eran pasadas las 10 de la noche, el hombre se encontraba en el bar tomando un whiskey, una noche un poco fría, había acabado de llover, la mujer lentamente se acercó a él, tomándolo de sorpresa por la espalda y con agilidad la dirigió a su entrepierna, ella le susurro,
-hola mi hombre, ¿cómo estas para esta noche?
El hombre sonrió y lentamente se giró, la abrazo y le susurro.
-mujer, estoy como un león enjaulado.
La lujuria en el ambiente no se hizo de esperar, ambos se dirigieron a la cabaña, sin palabra alguna, el camino hacia la cabaña era sola y oscura, fue un recorrido bastante pervertido.
A pocos metros de la cabaña había un banco pequeño, allí la mujer tumbo al hombre, lo beso y rápidamente bajo hasta su entrepierna, el llevaba una sudadera, con rapidez la bajo hasta sus rodillas, tomo su pene lo masturbo un poco y se lo metió a la boca,
El hombre nervioso tomo su cabello suavemente, y entre susurros decía.
-que bien lo mamas mujer, me gusta cómo te comes toda mi verga, que buena mujer eres.
En pocos minutos hizo que el hombre acabara en un gran orgasmo, la mujer se paró y con una mirada picara y coqueta, dirigiéndose a la cabaña le dijo.
-ven mi hombre la verdadera fiesta esta acá.
El hombre entre suspiros se puso de pie, se subió la sudadera y se dirigió a la cabaña, allí dentro no encontró a la mujer, la busco por todos lados, luego de un rato la mujer salió del baño, con una bata, el hombre la miro y con deseo se acercó a ella, la tomo del cuello y la beso, el beso se prolongó durante varios segundos, y la chispa ya había iniciado el fuego.
Se dirigieron a la cama, despacio y entre besos, caricias y toqueteos, el hombre con fortaleza tumbo a la mujer a la cama, quito su pantalón y su ropa interior, quito la blusa y el sostén, tomo sus manos y pies y las ato con cuerdas, con una venda tapo sus ojos la tenía, de una mesa de noche saco una pluma, tomo la pluma y la rozo por todo su cuerpo, la mujer se retorcía, dejando la pluma, el hombre se dispuso a besar su cuerpo desnudo, cada rincón fue besado y lamido tierna mente, su vulva esta mojada, la mujer estaba muy excitada, susurrando decía.
-mi hombre quiero tu verga, penétrame, lo quiero.
El hombre la desato y le dijo, no mujer quiero que me des una buena mamada, serás mi esclava, con una mirada picara y sumisa lo beso y bajo lentamente, bajo la sudadera y se encontró de frente con un pene erecto y duro, la mujer de una sola lamida lo recorrió con sus manos jugo con sus testículos, y también los lamió, lentamente fue dirigiendo el pene a su boca, la cual estaba llena de saliva , se le hacía agua la boca de tan solo pensar que se lo iba a comer, al meterlo en su boca sintió como se puso más duro, el hombre silenciosamente gemía.
Pasaron unos minutos y el hombre tomo a la mujer y le dijo,
-vas a tener lo que habías deseado…
Sonriente la mujer se puso en doggy, el hombre humedeció su pene y lentamente la penetro, fue profundo, y la mujer temblaba de placer, se movían sus cuerpos armoniosos de lujuria, estallaban en éxtasis, gemidos iban y venían, sus cuerpos rozaban, fue un desenfreno total, finalizando la noche, se miraron una vez más, con cariño, el hombre se puso encima de la mujer, tomo su pene y penetro a la mujer, con delicadeza se movía, adentro y a fuera, los besos y caricias, llenaban sus cuerpos, el hombre en pocos minutos sintió el éxtasis, terminando un orgasmo inigualable, la mujer lo miro con una gran sonrisa, ambos satisfechos, se besaron por última vez, y durmieron, en su bella desnudez, descansaron.
A la mañana siguiente, el hombre despertó y encontró a su bella mujer, reluciente, se levantó preparo el desayuno y lo llevo a la cama, la mujer despertó sorprendida por tal detalle, el hombre lo entrego y en una pequeña nota le escribió.
-“te espero en la ducha”
La mujer apresurada, comió, se levantó y se dirigió rápidamente a la ducha, y allí se encontraba el, desnudo, el hombre le dijo.
-¿me acompañas a ducharme?
-será todo un gusto, exclamo la mujer
Se besaron y acariciaron su cuerpo, entraron a la ducha y dejaron caer agua caliente sobre sus cuerpos, ambos ya mojados se besaron, y no se hizo esperar la excitación de ambos, la mujer tomo el pene y lo masturbo suavemente, y el hombre dirigió su mano a la vulva de la mujer, en pocos minutos la mujer tuvo un orgasmo, la dejo deseosa, se tomo posición y con suavidad la penetro, se movía despacio penetrando profundamente, los gemidos de la mujer ne se hicieron esperar y en pocos minutos el hombre tuvo un orgasmo, la beso y con cariño la tomo de la cintura y la abrazo. Terminaron la ducha y ambos se organizaron, muy despacio, los besos iban y venían, caricias y toqueteos.
Ya al final del día, el hombre y la mujer se despidieron, un beso y un abrazo dando final a este encuentro
3 comentarios - encuentro pervertido
saludos¡¡¡¡¡