La semana siguiente al último encuentro con Lucas (aca lo conté), la pasé realmente mal. Llorando, no salía de mi casa, no quería hablar con nadie. Y cuanto más pensaba, más boluda me sentía porque sabía que eran las reglas del juego. Me había querido hacer la viva, que no me importaba y terminé sufriendo. Encima, era mi primer año de facultad, tenía que estudiar y no me podía ni concentrar.
A pesar de todo esto, acepté ir al cumpleaños de una de mis compañeras de hockey. Lo hicieron en un bar donde había show de strippers. La verdad no me llamaban la atención esos shows, fui más que nada para ver si podía despejarme un poco. Terminamos de comer, hubo algunos shows antes, y llegó el momento de los chicos.
Hubo un par, pero me detengo a contar uno: bajó del escenario y paseó semi en bolas y aceitado por todas las mesas bailando paralas cumpleañeras, futuras esposas, etc... Cuando llega a nuestra mesa, se pone a bailarle a mi amiga. Ella solo se tapaba los ojos mientras el pibe (tendría 22 años más o menos), la franeleaba. Algo se me encendió. Lo empecé a mirar. Morochito, ojazos verdes, una boca que te llamaba para comérsela y bueno... terrible bulto.
El pibe se dio cuenta de como lo miraba. Y se vino a bailarme. Yo aproveché y le pasé la mano por el cuerpo. Durísimo. No estaba inflado a gimnasio, estaba bien como a mi me gusta. Cuando quise bajar más, se fue. Me había dejado con ganas de manotearla la verga.
Después de eso, volvió al escenario, apareció otro. Y entonces hicieron un concurso, por una botella de champagne. Tenían que subir 2 chicas y bailarle a los strippers lo más provocativamente posible.
Eligieron a 2 chicas; el pibe este me eligió a mi. Entonces empezamos. Yo me movía, lo franeleaba, el chabón aprovechaba y me tocaba también. Le movía la cola por la pija, bajaba y subía rozándole el bulto.
Hasta que la otra sin código (?) se saca la remera y se queda en tetas, ante la ovación de todos. Encima tenía altas tetas la mina. Yo no competía ni a palos con eso. Me di vuelta, me puse de frente a mi stripper (de espaldas al público) y mientras bailaba iba subiendo mi pollera hasta dejarla en mi cintura. Bueno, mi tanga y mi cola habían igualado aplausos.
Decretaron un empate, y para desempatar, cada chico agarró una tela que parecía un mantel para taparse de la cintura para abajo y el animador dice "la que se anima, gana". Ya estaba jugada,y además tenía terribles ganas de agarrarle la poronga, así que bajé. Le saqué el slip o lo que sea que se llame, y la empecé a agarrar de los huevos y acariciarla. Estaba blandita, como a mi gusta para metermela en la boca.
Empecé a chuparsela, mientras el pibe alentaba a la gente que aplaudiera. Si bien yo soy más tímida, en ese momento me calenté de una manera terrible. En un momento, el pibe deja caer la tela que me tapaba arriba de mi cabeza, dejando a la vista del público el movimiento que hacía cuando metía y sacaba su pija de la boca.
No se la pude poner dura ni un poco, pero enseguida fuimos interrumpidos al grito de "tenemos una ganadoraa!!". La otra piba ya no estaba en el escenario. Me dieron la botella de champagne y bajé a mi mesa nuevamente, ante las risas y cargadas de mis amigas (en ese grupo, me conocían más bien tímida)
Terminó la cena, levantaron las mesas y empezaron a poner música para bailar. Estábamos cerca del escenario, cuando de una puerta me llaman. Era el stripper. Nos quedamos en la puerta hablando un rato, hasta que me invitó a pasar. La situación me calentaba, el pibe me calentaba, su pija me encantaba y encima estaba re despechada, dije ya fue. Y me metí.
Ni bien cerró la puerta, empezamos a besarnos. Sus manos fueron derecho bajo mi pollera y acariciaron mi colita. Después movió una de sus manos adelante, y corriendo mi tanga empezó a jugar con los dedos en mi concha, que ya estaba mojada. Sentía como 2 de sus dedos se enterraban con facilidad adentro y se movían, haciéndome volver loca y solo pensar en tener una pija adentro.
De golpe se frenó. "Vení, vamos más arriba, acá puede pasar alguien", me dijo y subimos por una escalera, que llevaba a la cabina del DJ. Era una escalera angosta, que terminaba en una puerta. Me apoyó contra la puerta, se agachó y me empezó a chupar la concha. Pasaba su lengua y me la metía. Me metió 2 dedos, después 3, mientras seguía chupando desesperado. Estaba por las nubes.
Le pedí la pija. Cambiamos de posición, ahora él contra la puerta y yo agachada. Se bajó el pantalón y dejó caer como peso muerto la pija semi parada. La agarré con las 2 manos y me la metí en la boca. Sin estar del todo dura, no podía meterme todo ese trozo adentro.
Cuando conseguí que estuviera más dura, me paró y me puso contra la pared. Tenía una pierna levantada en un escalón, y la otra 2 escalones más abajo. Estaba re abierta! Sentí como su pija buscaba la entrada de mi concha. El calor y la humedad lo guiaron hasta ahí, enterrándola sin piedad. Empezó a moverse despacio, pero lo paré y le dije "no, cogeme fuerte, haceme mierda"... Me agarró de las caderas y con fuerza empezó a moverme hacia adelante y hacia atrás.
De la calentura que tenía, no pude evitar gemir y gritar pidiendo más. De pronto, se abrió la puerta: "Ah bueno, que hijo de puta jaja" dijo el DJ y volvió a meterse adentro. Por un momento, me agarró un poco de conciencia y dije "que hago acá", pero las violentas embestidas me volvieron a traer a la realidad y a gozar la cogida del pendejo.
Se volvió a abrir la puerta: "boludo, metanse adentro, llega a venir el dueño nos raja a todos si los ve". El flaco se subió los pantalones, y nos metimos. Cerramos la puerta, y lo senté en una silla. Desde la cabina podía ver la gente bailando, las luces a full y la cumbia sonando con todo. Me subí arriba, teniendo la visión de toda la pista. Lo empecé a cabalgar moviendo mis caderas. Él me tenía agarrada de la cola y acompañaba mis movimientos.
"Paren un poco loco!" gritó el DJ. Lejos de parar, seguí cogiendo, porque estaba a punto de acabar. Lo abracé bien fuerte, clavandome su pija hasta el fondo. "Como coge esta pendeja boludo! Van a tener que comprar mi silencio", dijo medio en broma medio en serio el DJ.
El tipo era bastante más grande que el stripper, entre 35 y 40. El stripper me mira, como buscando mi aprobación para hacerlo participar. Ya estaba jugadísima. Y además me agarró miedo de lo que me pudieran hacer si me negaba. "Bueno. Pero la chupo nomás".
No terminé de decir eso, que al lado nuestro se puso el DJ con su pija bien dura apuntando a mi boca. Nada que ver una con la otra. La del DJ, totalmente dura no era ni la mitad de la del stripper cuando estaba dormida. En una mano me entraba. Me la metí en la boca y empecé a chuparsela mientras seguía cabalgando al pendejo.
Estaba incómoda, así que me paré. Me di vuelta, y me volví a sentar arriba del stripper pero ahora dándole la espalda. Ahora el DJ estaba en frente mío. Lo pajeaba y chupaba mientras me seguía clavando la otra pija en mi concha. Me volví a calentar mucho y a acabar de nuevo.
El DJ empezó a gritar como loco, me agarró la cabeza y se empezó a pajear. "En la boca no!" le grité. No terminé de decir esto que me echó una descarga monumental en la cara, pelo, hombros... un asco. Se empezaron a reír los dos.
El stripper me levantó, me arrodilló en el piso y se empezó a pajear. "No boludo para!! otra vez en la cara no!". "Y donde querés que te acabe?" me dijo. Me senté en la silla, levanté la remera que todavía tenía puesta y me toqué la panza, invitándolo a largarme todo ahí.
Se pajeó un rato y me tiró todo encima. Mucho menos que el DJ, pero bien calentita. Me la desparramé ante la mirada atónita de los chicos. Pedí algo para limpiarme. Me alcanzaron unas servilletas y me saqué toda la leche que todavía tenía en mi cara. Me acomodé la ropa, los saludé a los dos y me fui. "Ey flaca... como te llamás?" me preguntó el stripper. Lo miré, sonreí y me fui.
Bajé las escaleras rápido, abrí la puerta para volver a la pista y me metí al baño. Me miraba en el espejo si tenía algo más de leche que no haya limpiado. Mi pelo era un desastre. Lo mojé un poco, fue menos desastre pero seguía estando impresentable (soy bastante top con esas cosas jaja, me gusta estar divina, pero bueno... no se puede todo).
Volví a buscar a mis amigas, que se sorprendieron por todo el rato que me había ausentado. Inventé una excusa boluda y seguimos bailando, hasta que una de las chicas me dice "Juli... tenés manchada la remera"... Me quería matar! no había visto un lechazo en el hombro de mi remera negra (encima). Mi cara lo dijo todo, y se dio cuenta. Se empezó a reír y me dijo "no sabía que eras tan puta!". No hace falta aclarar, que no volví a pasar ni cerca de ese bar. Aunque la experiencia no me la olvido más.
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A pesar de todo esto, acepté ir al cumpleaños de una de mis compañeras de hockey. Lo hicieron en un bar donde había show de strippers. La verdad no me llamaban la atención esos shows, fui más que nada para ver si podía despejarme un poco. Terminamos de comer, hubo algunos shows antes, y llegó el momento de los chicos.
Hubo un par, pero me detengo a contar uno: bajó del escenario y paseó semi en bolas y aceitado por todas las mesas bailando paralas cumpleañeras, futuras esposas, etc... Cuando llega a nuestra mesa, se pone a bailarle a mi amiga. Ella solo se tapaba los ojos mientras el pibe (tendría 22 años más o menos), la franeleaba. Algo se me encendió. Lo empecé a mirar. Morochito, ojazos verdes, una boca que te llamaba para comérsela y bueno... terrible bulto.
El pibe se dio cuenta de como lo miraba. Y se vino a bailarme. Yo aproveché y le pasé la mano por el cuerpo. Durísimo. No estaba inflado a gimnasio, estaba bien como a mi me gusta. Cuando quise bajar más, se fue. Me había dejado con ganas de manotearla la verga.
Después de eso, volvió al escenario, apareció otro. Y entonces hicieron un concurso, por una botella de champagne. Tenían que subir 2 chicas y bailarle a los strippers lo más provocativamente posible.
Eligieron a 2 chicas; el pibe este me eligió a mi. Entonces empezamos. Yo me movía, lo franeleaba, el chabón aprovechaba y me tocaba también. Le movía la cola por la pija, bajaba y subía rozándole el bulto.
Hasta que la otra sin código (?) se saca la remera y se queda en tetas, ante la ovación de todos. Encima tenía altas tetas la mina. Yo no competía ni a palos con eso. Me di vuelta, me puse de frente a mi stripper (de espaldas al público) y mientras bailaba iba subiendo mi pollera hasta dejarla en mi cintura. Bueno, mi tanga y mi cola habían igualado aplausos.
Decretaron un empate, y para desempatar, cada chico agarró una tela que parecía un mantel para taparse de la cintura para abajo y el animador dice "la que se anima, gana". Ya estaba jugada,y además tenía terribles ganas de agarrarle la poronga, así que bajé. Le saqué el slip o lo que sea que se llame, y la empecé a agarrar de los huevos y acariciarla. Estaba blandita, como a mi gusta para metermela en la boca.
Empecé a chuparsela, mientras el pibe alentaba a la gente que aplaudiera. Si bien yo soy más tímida, en ese momento me calenté de una manera terrible. En un momento, el pibe deja caer la tela que me tapaba arriba de mi cabeza, dejando a la vista del público el movimiento que hacía cuando metía y sacaba su pija de la boca.
No se la pude poner dura ni un poco, pero enseguida fuimos interrumpidos al grito de "tenemos una ganadoraa!!". La otra piba ya no estaba en el escenario. Me dieron la botella de champagne y bajé a mi mesa nuevamente, ante las risas y cargadas de mis amigas (en ese grupo, me conocían más bien tímida)
Terminó la cena, levantaron las mesas y empezaron a poner música para bailar. Estábamos cerca del escenario, cuando de una puerta me llaman. Era el stripper. Nos quedamos en la puerta hablando un rato, hasta que me invitó a pasar. La situación me calentaba, el pibe me calentaba, su pija me encantaba y encima estaba re despechada, dije ya fue. Y me metí.
Ni bien cerró la puerta, empezamos a besarnos. Sus manos fueron derecho bajo mi pollera y acariciaron mi colita. Después movió una de sus manos adelante, y corriendo mi tanga empezó a jugar con los dedos en mi concha, que ya estaba mojada. Sentía como 2 de sus dedos se enterraban con facilidad adentro y se movían, haciéndome volver loca y solo pensar en tener una pija adentro.
De golpe se frenó. "Vení, vamos más arriba, acá puede pasar alguien", me dijo y subimos por una escalera, que llevaba a la cabina del DJ. Era una escalera angosta, que terminaba en una puerta. Me apoyó contra la puerta, se agachó y me empezó a chupar la concha. Pasaba su lengua y me la metía. Me metió 2 dedos, después 3, mientras seguía chupando desesperado. Estaba por las nubes.
Le pedí la pija. Cambiamos de posición, ahora él contra la puerta y yo agachada. Se bajó el pantalón y dejó caer como peso muerto la pija semi parada. La agarré con las 2 manos y me la metí en la boca. Sin estar del todo dura, no podía meterme todo ese trozo adentro.
Cuando conseguí que estuviera más dura, me paró y me puso contra la pared. Tenía una pierna levantada en un escalón, y la otra 2 escalones más abajo. Estaba re abierta! Sentí como su pija buscaba la entrada de mi concha. El calor y la humedad lo guiaron hasta ahí, enterrándola sin piedad. Empezó a moverse despacio, pero lo paré y le dije "no, cogeme fuerte, haceme mierda"... Me agarró de las caderas y con fuerza empezó a moverme hacia adelante y hacia atrás.
De la calentura que tenía, no pude evitar gemir y gritar pidiendo más. De pronto, se abrió la puerta: "Ah bueno, que hijo de puta jaja" dijo el DJ y volvió a meterse adentro. Por un momento, me agarró un poco de conciencia y dije "que hago acá", pero las violentas embestidas me volvieron a traer a la realidad y a gozar la cogida del pendejo.
Se volvió a abrir la puerta: "boludo, metanse adentro, llega a venir el dueño nos raja a todos si los ve". El flaco se subió los pantalones, y nos metimos. Cerramos la puerta, y lo senté en una silla. Desde la cabina podía ver la gente bailando, las luces a full y la cumbia sonando con todo. Me subí arriba, teniendo la visión de toda la pista. Lo empecé a cabalgar moviendo mis caderas. Él me tenía agarrada de la cola y acompañaba mis movimientos.
"Paren un poco loco!" gritó el DJ. Lejos de parar, seguí cogiendo, porque estaba a punto de acabar. Lo abracé bien fuerte, clavandome su pija hasta el fondo. "Como coge esta pendeja boludo! Van a tener que comprar mi silencio", dijo medio en broma medio en serio el DJ.
El tipo era bastante más grande que el stripper, entre 35 y 40. El stripper me mira, como buscando mi aprobación para hacerlo participar. Ya estaba jugadísima. Y además me agarró miedo de lo que me pudieran hacer si me negaba. "Bueno. Pero la chupo nomás".
No terminé de decir eso, que al lado nuestro se puso el DJ con su pija bien dura apuntando a mi boca. Nada que ver una con la otra. La del DJ, totalmente dura no era ni la mitad de la del stripper cuando estaba dormida. En una mano me entraba. Me la metí en la boca y empecé a chuparsela mientras seguía cabalgando al pendejo.
Estaba incómoda, así que me paré. Me di vuelta, y me volví a sentar arriba del stripper pero ahora dándole la espalda. Ahora el DJ estaba en frente mío. Lo pajeaba y chupaba mientras me seguía clavando la otra pija en mi concha. Me volví a calentar mucho y a acabar de nuevo.
El DJ empezó a gritar como loco, me agarró la cabeza y se empezó a pajear. "En la boca no!" le grité. No terminé de decir esto que me echó una descarga monumental en la cara, pelo, hombros... un asco. Se empezaron a reír los dos.
El stripper me levantó, me arrodilló en el piso y se empezó a pajear. "No boludo para!! otra vez en la cara no!". "Y donde querés que te acabe?" me dijo. Me senté en la silla, levanté la remera que todavía tenía puesta y me toqué la panza, invitándolo a largarme todo ahí.
Se pajeó un rato y me tiró todo encima. Mucho menos que el DJ, pero bien calentita. Me la desparramé ante la mirada atónita de los chicos. Pedí algo para limpiarme. Me alcanzaron unas servilletas y me saqué toda la leche que todavía tenía en mi cara. Me acomodé la ropa, los saludé a los dos y me fui. "Ey flaca... como te llamás?" me preguntó el stripper. Lo miré, sonreí y me fui.
Bajé las escaleras rápido, abrí la puerta para volver a la pista y me metí al baño. Me miraba en el espejo si tenía algo más de leche que no haya limpiado. Mi pelo era un desastre. Lo mojé un poco, fue menos desastre pero seguía estando impresentable (soy bastante top con esas cosas jaja, me gusta estar divina, pero bueno... no se puede todo).
Volví a buscar a mis amigas, que se sorprendieron por todo el rato que me había ausentado. Inventé una excusa boluda y seguimos bailando, hasta que una de las chicas me dice "Juli... tenés manchada la remera"... Me quería matar! no había visto un lechazo en el hombro de mi remera negra (encima). Mi cara lo dijo todo, y se dio cuenta. Se empezó a reír y me dijo "no sabía que eras tan puta!". No hace falta aclarar, que no volví a pasar ni cerca de ese bar. Aunque la experiencia no me la olvido más.
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53 comentarios - Una fiestita con un stripper
gracias por comentar!
Muuuy caliente!!
Gracias por compartir
Besos y Lamiditas
somos grandes, sabemos como cuidarnos. no creo que porque yo no escriba que uso forro los que leen dejen de usarlo. gracias por los puntos 😉
gracias por comentar!
gracias por comentar!
como siempre muy buenos relatos!!
besoo!
ah, FELIZ CUMPLE!! Tarde pero seguro, ojala hayas festejado a full para despues contarnos en uno de tus relatos. besosss
yo te invitaria a un vestuario de rugby jaja después de jugar. pero hay somos muchos, es abuso
Cada relato supera la anterior...
Puntos y a favoritos...
gracias por pasar!
Me encantan esos ataques de conciencia que te duran nada 😂😂
Otro muy buen relato. Gracias por compartir tus experiencias 😘😘😘